Unos van por el ancho campo de la ambicion soberbia; otros, por el de la adulacion servil y baja; otros, por el de la hipocresia enganosa, y algunos, por el de la verdadera religion; pero yo, inclinado de mi estrella, voy por la angosta senda de la caballeria andante, por cuyo ejercicio desprecio la hacienda, pero no la honra.