A Tita le encantaria ser una simple semilla, no tener que dar cuentas a nadie de lo que se estaba gestando en su interior, y poder mostrarle al mundo su vientre germinado sin exponerse al rechazo de la sociedad. Las semillas no tenian este tipo de problemas, sobre todo, no tenian madre a la que temer, ni miedo a que las enjuiciaran.