- Creo que la felicidad solo es posible si nos dejamos guiar por nuestros sentimientos, nuestra intuicion y nuestros deseos verdaderos. Si se actua empujado por el sentido del deber, la obligacion, el sentimiento de culpabilidad o el deseo de contentar a los demas, solo se consigue la desdicha. Hay que aceptar la felicidad cuando es posible, no de un modo egoista, sino teniendo siempre presente que formamos parte del mundo, de los demas, que no somos algo independiente. ?Hay que perseguir la propia felicidad, cueste lo que cueste, a expensas de los demas? ?O hay que ser desdichado para que los demas puedan ser felices? No hay nadie que no haya tenido que enfrentarse a este dilema.