Deteneos y sed mas bien criado, y dadme cuenta de lo que os he preguntado; si no, conmigo sois todos en batalla. Era la mula asombradiza, y al tomarla del freno se espanto de manera que, alzandose en los pies, dio con su dueno por las ancas en el suelo. Un mozo que iba a pie, viendo caer al encamisado, comenzo a denostar a don Quijote, el cual, ya encolerizado, sin esperar mas, enristrando su lanzon, arremetio a uno de los enlutados, y, mal ferido, dio con el en tierra; y, revolviendose por los demas, era cosa de ver con la presteza que los acometia y desbarataba; que no parecia sino que en aquel instante le habian nacido alas a Rocinante, segun andaba de ligero y orgulloso.