La simple verdad es que si Dios nos perdona, estamos perdonados. Ese es un estado de cosas objetivo. Tal vez nuestros amigos no nos perdonen. Tal vez nuestro conyuge no nos perdone. Tal vez la sociedad no nos perdone. Tal vez el gobierno no nos perdone. Pero si Dios nos perdona, estamos perdonados. Eso no significa que nunca fuimos culpables. No podemos tener perdon si no hay una culpa real. Pero el perdon nos libera del castigo que con justicia merecemos por nuestra culpa. A traves de el, podemos ser restaurados a una saludable relacion de amor con Dios.