La belleza carente de fuerza odia al entendimiento porque este exige de ella lo que no esta en condiciones de dar. Pero la vida del espiritu no es la vida que se asusta ante la muerte y se mantiene pura de la desolacion, sino la que sabe afrontarla y mantenerse en ella. El espiritu solo conquista su verdad cuando es capaz de encontrarse a si mismo en el absoluto desgarramiento. El espiritu no es esta potencia como lo positivo que se aparta de lo negativo, como cuando decimos de algo que no es nada o que es falso y, hecho esto, pasamos sin mas a otra cosa, sino que solo es esta potencia cuando mira cara a cara a lo negativo y permanece cerca de ello. Esta permanencia [en lo negativo] es la fuerza magica que hace que lo negativo vuelva al ser.