(...) Le tire de la camisa, queriendo besa su piel. El se aparto y se irguio. -?En la sala de guerra, amor? ?Y si entra alguien? Yo me puse en pie y le quite la camisa. -Entonces tendran una historia muy buena que contar. -?Una historia muy buena? - dijo el, y fingio que se ofendia. -Demuestrame lo contrario. A el se le iluminaron los ojos con el desafio.