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-- A buena fe, senor --respondio Sancho--, que no hay que fiar en la descarnada, digo, en la muerte, la cual tambien come cordero como carnero; y a nuestro cura he oido decir que con igual pie pisaba las altas torres de los reyes como las humildes chozas de los pobres. Tiene esta senora mas de poder que de melindre: no es nada asquerosa, de todo come y a todo hace, y de toda suerte de gentes, edades y preeminencias hinche sus alforjas. No es segador que duerme las siestas, que a todas horas siega, y corta asi la seca como la verde yerba; y no parece que masca, sino que engulle y traga cuanto se le pone delante, porque tiene hambre canina, que nunca se harta; y, aunque no tiene barriga, da a entender que esta hidropica y sedienta de beber solas las vidas de cuantos viven, como quien se bebe un jarro de agua fria.