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Todos los ninos mitifican su nacimiento. Es un rasgo universal. ?Quieres conocer a alguien? ?Su corazon, su mente, su alma? Pidele que te hable de cuando nacio. Lo que te cuente no sera la verdad: sera una historia. Y nada es tan revelador como una historia. Vida Winter, Cuentos de cambio y desesperacion.
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Diane Setterfield |
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El silencio no es el entorno natural para las historias -me dijo en una ocasion la senorita Winter-. Las historias necesitan palabras. Sin ellas palidecen, enferman y mueren. Y luego te persiguen.
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Diane Setterfield |
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El silencio donde moraban sus demonios.
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Diane Setterfield |
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Pero ?que tormenta golpea en silencio?
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el-cuento-número-13
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Diane Setterfield |
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No conviene encarinarse con los personajes secundarios. No es su historia. Vienen, se van, y una vez que se han ido ya no vuelven. Eso es todo.
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Diane Setterfield |
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Cualquier institutriz, despues de pasar unas pocas horas en esta casa, se habria hecho una idea clara y completa de la tarea a la que se enfrenta; pero el medico es un hombre, de modo que no puede percatarse de lo tedioso que a cualquiera le resulta que le expliquen detenidamente lo que ya ha entendido.
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Diane Setterfield |
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Una mente fatigada tiende a tomar derroteros infructuosos; no hay nada que una buena noche de sueno no pueda reparar.
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Diane Setterfield |
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Cuando escribo, incluso ahora mientras estoy escribiendo esta frase, esta palabra, soy consciente de la presencia de un lector fantasma que se inclina sobre mi hombro y contempla mi pluma, que tergiversa mis palabras y distorsiona mi significado, haciendome sentir incomoda incluso en la intimidad de mis propios pensamientos.
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Diane Setterfield |