II THESSALONIANS
Chapter 2
II T | SpaRV190 | 2:1 | EMPERO os rogamos, hermanos, cuanto á la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestro recogimiento á él, | |
II T | SpaRV190 | 2:2 | Que no os mováis fácilmente de vuestro sentimiento, ni os conturbéis ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como nuestra, como que el día del Señor esté cerca. | |
II T | SpaRV190 | 2:3 | No os engañe nadie en ninguna manera; porque no vendrá sin que venga antes la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, | |
II T | SpaRV190 | 2:4 | Oponiéndose, y levantándose contra todo lo que se llama Dios, ó que se adora; tanto que se asiente en el templo de Dios como Dios, haciéndose parecer Dios. | |
II T | SpaRV190 | 2:7 | Porque ya está obrando el misterio de iniquidad: solamente espera hasta que sea quitado de en medio el que ahora impide; | |
II T | SpaRV190 | 2:8 | Y entonces será manifestado aquel inicuo, al cual el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; | |
II T | SpaRV190 | 2:9 | A aquel inicuo, cuyo advenimiento es según operación de Satanás, con grande potencia, y señales, y milagros mentirosos, | |
II T | SpaRV190 | 2:10 | Y con todo engaño de iniquidad en los que perecen; por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. | |
II T | SpaRV190 | 2:12 | Para que sean condenados todos los que no creyeron á la verdad, antes consintieron á la iniquidad. | |
II T | SpaRV190 | 2:13 | Mas nosotros debemos dar siempre gracias á Dios por vosotros, hermanos amados del Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salud, por la santificación del Espíritu y fe de la verdad: | |
II T | SpaRV190 | 2:14 | A lo cual os llamó por nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo. | |
II T | SpaRV190 | 2:15 | Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, ó por carta nuestra. | |
II T | SpaRV190 | 2:16 | Y el mismo Señor nuestro Jesucristo, y Dios y Padre nuestro, el cual nos amó, y nos dió consolación eterna, y buena esperanza por gracia, | |