SpaPlatense - Psalms - 48

48:1  Al maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo.

48:2  Oíd esto, naciones todas, escuchad, moradores todos del orbe,

48:3  así plebeyos como nobles, ricos tanto como pobres.

48:4  Mi boca proferirá sabiduría, y la meditación de mi corazón, inteligencia.

48:5  Inclinaré mi oído a la parábola, y al son de la cítara propondré mi enigma.

48:6  ¿Por qué he de temer yo en los días malos, cuando me rodea la malicia de los que me asechan,

48:7  los que confían en sus recursos y se glorían de la abundancia de sus riquezas?

48:8  Pues nadie podrá librarse a sí mismo, ni dar a Dios un precio por su redención

48:9  —demasiado caro es el rescate de la vida— ni logrará nunca seguir viviendo por siempre

48:10  sin ver la muerte.

48:11  Pues verá que los sabios mueren, e igualmente perecen el insensato y el necio, dejando sus riquezas a extraños.

48:12  Los sepulcros son sus mansiones para siempre, sus moradas de generación en generación, por más que hayan dado a las tierras sus nombres.

48:13  Porque el hombre no permanece en su opulencia; desaparece como los brutos.

48:14  Tal es la senda de los que estultamente confían, y tal el fin de los que se glorían de su suerte.

48:15  Como ovejas son echados al sepulcro; su pastor es la muerte, y a la mañana los justos dominarán sobre ellos. Pronto su figura se volverá un desecho, y el sepulcro será su casa.

48:16  Pero mi vida Dios la librará de la tumba, porque Él me tomará consigo.

48:17  No temas si alguno se enriquece, si aumenta la opulencia de su casa;

48:18  porque al morir nada se llevará consigo, ni baja con él su fausto.

48:19  Aunque él mientras vivía se jactase, congratulándose de pasarlo bien,

48:20  bajará a reunirse con sus padres, y no verá jamás la luz.

48:21  Pero el hombre en auge no comprende; desaparece como los brutos.