SpaPlatense - Psalms - 37

37:1  Salmo de David. Para recuerdo.

37:2  Yahvé, no me arguyas en tu ira, ni me castigues en tu furor.

37:3  Mira que tengo clavadas tus flechas, y tu mano ha caído sobre mí.

37:4  A causa de tu indignación no hay en mi carne parte sana, ni un hueso tengo intacto, por culpa de mi pecado.

37:5  Es que mis iniquidades pasan sobre mi cabeza, me aplasta el peso de su carga.

37:6  Mis llagas hieden y supuran, por culpa de mi insensatez.

37:7  Inclinado, encorvado hasta el extremo, en mi tristeza ando todo el día sin rumbo;

37:8  mis entrañas se abrasan de dolor, no queda nada sano en mi cuerpo.

37:9  Languidezco abrumado; los gemidos de mi corazón me hacen rugir.

37:10  Señor, a tu vista están todos mis suspiros, y mis gemidos no se te ocultan.

37:11  Palpita fuertemente mi corazón; las fuerzas me abandonan, y aún me falta la luz de mis ojos.

37:12  Mis amigos y compañeros se han apartado de mis llagas, y mis allegados se mantienen, a distancia.

37:13  Me tienden lazos los que atentan contra mi vida; los que buscan mi perdición hablan de amenazas y forman todo el día designios aviesos.

37:14  Yo entretanto, como sordo, no escucho; y soy como mudo que no abre sus labios.

37:15  Me he hecho semejante a un hombre que no oye y que no tiene respuesta en su boca;

37:16  porque confío en Ti, oh Yahvé, Tú responderás, Señor Dios mío.

37:17  Yo he dicho en efecto: “No se alegren a costa mía, y no se ensoberbezcan contra mí al vacilar mi pie.”

37:18  Pues me encuentro a punto de caer, y tengo siempre delante mi flaqueza,

37:19  dado que confieso mi culpa y estoy lleno de turbación por mi delito;

37:20  en tanto que son poderosos los que injustamente me hacen guerra, y muchos los que me odian sin causa.

37:21  Y los que devuelven mal por bien me hostilizan, porque me empeño en lo bueno.

37:22  No me abandones, oh Yahvé; Dios mío, no quieras estar lejos de mí.

37:23  Apresúrate a socorrerme, Yahvé, salvación mía.