SpaPlatense - Psalms - 76

76:1  Al maestro de coro. A Iditún. Salmo de Asaf.

76:2  Mi voz sube hacia Dios y clama; mi voz va hasta Dios para que me oiga.

76:3  En el día de mi angustia busco al Señor; de noche, mis manos se extienden sin descanso, y mi alma rehúsa el consuelo.

76:4  Si pienso en Dios tengo que gemir; si cavilo, mi espíritu desfallece.

76:5  Tú mantienes insomnes mis ojos; estoy perturbado, incapaz de hablar.

76:6  Pienso en los días antiguos y considero los años eternos.

76:7  Por la noche medito en mi corazón, reflexiono y mi espíritu inquiere:

76:8  ¿Es que nos desechará el Señor por todos los siglos? ¿No volverá a sernos favorable?

76:9  ¿Se habrá agotado para siempre su bondad? ¿Será vana su promesa hecha para todas las generaciones?

76:10  ¿Se habrá olvidado Dios de su clemencia? o ¿en su ira habrá contenido su misericordia?

76:11  Y dije: “Este es mi dolor: que la diestra del Altísimo haya cambiado.”

76:12  Recordaré los hechos de Yahvé; sí, me acuerdo de tus antiguas maravillas;

76:13  medito todas tus obras y peso tus hazañas.

76:14  Santo es tu camino, oh Dios, ¿Qué Dios hay tan grande como el Dios nuestro?

76:15  Tú eres el Dios que obra prodigios, y has dado a conocer a los pueblos tu poder.

76:16  Redimiste con tu brazo a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José.

76:17  Las aguas te vieron, oh Dios, te vieron las aguas, y temblaron; hasta los abismos se estremecieron.

76:18  Aguas derramaron las nubes, los cielos hicieron oír su voz, y volaron tus dardos.

76:19  Tu trueno sonó en el torbellino, los relámpagos iluminaron el mundo; se conmovió y tembló la tierra.

76:20  Tu camino se abrió a través del mar, y tus sendas sobre inmensas aguas, sin que aparecieran las huellas de tus pisadas.

76:21  Y Tú mismo guiaste a tu pueblo como un rebaño, por mano de Moisés y de Aarón.