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Chapter 1
Lame | SpaRV186 | 1:1 | ¡Cómo está asentada sola la ciudad antes populosa! la grande entre las naciones es vuelta como viuda: la señora de provincias es hecha tributaria. | |
Lame | SpaRV186 | 1:2 | Llorando llorará en la noche, y sus lágrimas en sus mejillas: no tiene quien la consuele de todos sus amadores: todos sus amigos le faltaron, volviéronsele enemigos. | |
Lame | SpaRV186 | 1:3 | Judá pasó en cautividad a causa de la aflicción, y de la grandeza de servidumbre: ella moró entre las gentes, y no halló descanso: todos sus perseguidores la alcanzaron entre estrechuras. | |
Lame | SpaRV186 | 1:4 | Las calzadas de Sión tienen luto, porque no hay quien venga a las solemnidades: todas sus puertas son asoladas: sus sacerdotes gimen, sus vírgenes afligidas, y ella tiene amargura. | |
Lame | SpaRV186 | 1:5 | Sus enemigos son hechos cabeza, sus aborrecedores fueron prosperados; porque Jehová la afligió por la multitud de sus rebeliones: sus niños fueron en cautividad delante del enemigo. | |
Lame | SpaRV186 | 1:6 | Fuése de la hija de Sión toda su hermosura: sus príncipes fueron como ciervos que no hallaron pasto; y anduvieron sin fortaleza delante del perseguidor. | |
Lame | SpaRV186 | 1:7 | Jerusalem, cuando su pueblo cayó en la mano del enemigo, y no hubo quien le ayudase, entonces se acordó de los días de su aflicción, y de sus rebeliones, y de todas sus cosas deseables que tuvo desde los tiempos antiguos: miráronla los enemigos, y escarnecieron de sus sábados. | |
Lame | SpaRV186 | 1:8 | Pecado pecó Jerusalem, por lo cual ella ha sido removida: todos los que antes la honraban, la menospreciaron, porque vieron su vergüenza: ella también suspira, y es vuelta atrás. | |
Lame | SpaRV186 | 1:9 | Sus inmundicias trajo en sus faldas, no se acordó de su postrimería: por tanto ella ha descendido maravillosamente, no tiene consolador. Mira, o! Jehová, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido. | |
Lame | SpaRV186 | 1:10 | Extendió su mano el enemigo a todas sus cosas preciosas; y ella vio a las gentes entrar en su santuario, de las cuales mandaste que no entrasen en tu congregación. | |
Lame | SpaRV186 | 1:11 | Todo su pueblo buscó su pan suspirando, dieron por la comida todas sus cosas preciosas para refocilar el alma. Mira, o! Jehová, y ve, que soy tornada vil. | |
Lame | SpaRV186 | 1:12 | No os sea molesto todos los que pasáis por el camino, mirád, y ved, si hay dolor como mi dolor, que me ha venido; porque Jehová me ha angustiado en el día de la ira de su furor. | |
Lame | SpaRV186 | 1:13 | Desde lo alto envió fuego en mis huesos, el cual se enseñoreó: extendió red a mis pies, tornóme atrás, púsome asolada, y entristecida todo el día. | |
Lame | SpaRV186 | 1:14 | El yugo de mis rebeliones está ligado en su mano, entretejidas han subido sobre mi cerviz: ha hecho caer mis fuerzas: háme entregado el Señor en manos de donde no podré levantarme. | |
Lame | SpaRV186 | 1:15 | El Señor ha hollado todos mis fuertes en medio de mí: llamó contra mí compañía para quebrantar mis mancebos: lagar ha pisado el Señor a la virgen hija de Judá. | |
Lame | SpaRV186 | 1:16 | Por esta causa yo lloro: mis ojos, mis ojos fluyen aguas; porque se alejó de mí consolador que dé reposo a mi alma: mis hijos son destruidos, porque el enemigo prevaleció. | |
Lame | SpaRV186 | 1:17 | Sión extendió sus manos, no tiene consolador: Jehová dio mandamiento contra Jacob, que sus enemigos le cercasen: Jerusalem fue en abominación entre ellos. | |
Lame | SpaRV186 | 1:18 | Jehová es justo, que yo contra su boca rebelé. Oíd ahora todos los pueblos, y ved mi dolor: mis vírgenes y mis mancebos fueron en cautividad. | |
Lame | SpaRV186 | 1:19 | Di voces a mis amadores, mas ellos me han engañado: mis sacerdotes y mis ancianos, en la ciudad perecieron, buscando comida para sí con que entretener su vida. | |
Lame | SpaRV186 | 1:20 | Mira, o! Jehová, que estoy atribulada, mis entrañas rugen, mi corazón está trastornado en medio de mí; porque rebelé rebelando: de fuera me deshijó la espada, de dentro parece una muerte: | |
Lame | SpaRV186 | 1:21 | Oyeron que gemía, y no hay consolador para mí: todos mis enemigos, oído mi mal, se holgaron, porque tú lo hiciste: trajiste el día que señalaste: mas serán como yo. | |
Chapter 2
Lame | SpaRV186 | 2:1 | ¡Cómo oscureció el Señor en su furor a la hija de Sión! derribó del cielo a la tierra la hermosura de Israel, y no se acordó del estrado de sus pies en el día de su furor. | |
Lame | SpaRV186 | 2:2 | Destruyó el Señor, y no perdonó: destruyó en su furor todas las tiendas de Jacob: echó por tierra las fortalezas de la hija de Judá, contaminó el reino, y sus príncipes. | |
Lame | SpaRV186 | 2:3 | Cortó con la ira de su furor todo el cuerno de Israel: hizo volver atrás su diestra delante del enemigo; y encendióse en Jacob como llama de fuego, ardió en derredor. | |
Lame | SpaRV186 | 2:4 | Entesó su arco como enemigo, afirmó su mano derecha como adversario, y mató toda cosa hermosa a la vista en la tienda de la hija de Sión: derramó como fuego su enojo. | |
Lame | SpaRV186 | 2:5 | Fue el Señor como enemigo: destruyó a Israel, destruyó todos sus palacios: disipó sus fortalezas, y multiplicó en la hija de Judá la tristeza y lamentación. | |
Lame | SpaRV186 | 2:6 | Y traspasó como de huerto su cabaña, destruyó su congregación: hizo olvidar Jehová en Sión solemnidades y sábados; y desechó en la ira de su furor rey y sacerdote. | |
Lame | SpaRV186 | 2:7 | Desechó el Señor su altar, menospreció su santuario: entregó en la mano del enemigo los muros de sus palacios: dieron grita en la casa de Jehová como en día de fiesta. | |
Lame | SpaRV186 | 2:8 | Jehová determinó de destruir el muro de la hija de Sión, extendió el cordel: no retrajo su mano de destruir: enlutóse el antemuro y el muro, fueron destruidos juntamente. | |
Lame | SpaRV186 | 2:9 | Sus puertas fueron echadas por tierra: destruyó y quebrantó sus cerrojos: su rey, y sus príncipes son llevados entre las gentes: no hay ley: sus profetas tampoco hallaron visión de Jehová. | |
Lame | SpaRV186 | 2:10 | Asentáronse en tierra, callaron los ancianos de la hija de Sión: echaron polvo sobre sus cabezas, ciñéronse de sacos: las hijas de Jerusalem abajaron sus cabezas a tierra. | |
Lame | SpaRV186 | 2:11 | Mis ojos se cegaron de lágrimas, rugieron mis entrañas, mi hígado se derramó por tierra por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo, desfalleciendo el niño, y el que mamaba en las plazas de la ciudad. | |
Lame | SpaRV186 | 2:12 | Decían a sus madres: ¿Dónde está el trigo, y el vino? desfalleciendo como muertos en las calles de la ciudad, derramando sus almas en el regazo de sus madres. | |
Lame | SpaRV186 | 2:13 | ¿Qué testigo te traeré, o a quién te haré semejante, o! hija de Jerusalem? ¿A quién te compararé para consolarte, o! virgen hija de Sión? porque grande es tu quebrantamiento como la mar: ¿quién te medicinará? | |
Lame | SpaRV186 | 2:14 | Tus profetas te predicaron vanidad e insensatez, y no descubrieron tu pecado para estorbar tu cautiverio: predicáronte profecías vanas, y digresiones. | |
Lame | SpaRV186 | 2:15 | Todos los que pasaban por el camino, batieron las manos sobre ti: silbaron, y movieron sus cabezas sobre la hija de Jerusalem: ¿Es esta la ciudad que decían de perfecta hermosura, el gozo de toda la tierra? | |
Lame | SpaRV186 | 2:16 | Todos tus enemigos abrieron sobre ti su boca, y silbaron, y batieron los dientes, y dijeron: Traguemos: que cierto este es el día que esperábamos: hallamoslo, vímoslo. | |
Lame | SpaRV186 | 2:17 | Jehová hizo lo que determinó: cumplió su palabra que él había mandado desde tiempo antiguo: destruyó, y no perdonó, y alegró sobre ti al enemigo; y enalteció el cuerno de tus adversarios. | |
Lame | SpaRV186 | 2:18 | El corazón de ellos daba voces al Señor: O! muro de la hija de Sión, echa lágrimas como un arroyo día y noche: no descanses; ni cesen las niñas de tus ojos. | |
Lame | SpaRV186 | 2:19 | Levántate, da voces en la noche, en el principio de las velas: derrama como agua tu corazón delante de la presencia del Señor: alza tus manos a él por la vida de tus pequeñitos que desfallecen de hambre en los principios de todas las calles. | |
Lame | SpaRV186 | 2:20 | Mira, o! Jehová, y considera a quien has vendimiado así. ¿Comen las mujeres su fruto, los pequeñitos de sus crias? ¿Mátase en el santuario del Señor el sacerdote, y el profeta? | |
Lame | SpaRV186 | 2:21 | Niños y viejos yacían por tierra por las calles: mis vírgenes y mis mancebos cayeron a cuchillo: mataste en el día de tu furor, degollaste, no perdonaste. | |
Chapter 3
Lame | SpaRV186 | 3:22 | Misericordias de Jehová son, que no somos consumidos; porque sus misericordias nunca desfallecieron. | |
Lame | SpaRV186 | 3:32 | Antes si afligiere, también se compadecerá según la multitud de sus misericordias. | |
Lame | SpaRV186 | 3:62 | Los dichos de los que se levantaron contra mí, y su pensamiento contra mí siempre. | |
Chapter 4
Lame | SpaRV186 | 4:1 | ¡Cómo se ha oscurecido el oro, el buen oro se ha trocado! las piedras del santuario son esparcidas por las encrucijadas de todas las calles. | |
Lame | SpaRV186 | 4:2 | Los hijos de Sión preciados, y estimados más que el oro puro, ¡cómo son tenidos por vasos de barro, obra de manos del ollero! | |
Lame | SpaRV186 | 4:3 | Aun las serpientes sacan la teta, dan de mamar a sus chiquitos: la hija de mi pueblo cruel, como los avestruces en el desierto. | |
Lame | SpaRV186 | 4:4 | La lengua del niño de teta de sed se pegó a su paladar: los chiquitos pidieron pan, no hubo quien se lo partiese. | |
Lame | SpaRV186 | 4:5 | Los que comían delicadamente fueron asolados en las calles: los que se criaron en carmesí abrazaron los estiércoles. | |
Lame | SpaRV186 | 4:6 | Y aumentóse la iniquidad de la hija de mi pueblo más que el pecado de Sodoma, que fue trastornada en un momento, y no asentaron sobre ella compañías. | |
Lame | SpaRV186 | 4:7 | Sus Nazareos fueron blancos más que la nieve, más resplandecientes que la leche: su compostura más encendida que las piedras preciosas cortadas del zafiro. | |
Lame | SpaRV186 | 4:8 | Oscura más que la negrura es la forma de ellos: no los conocen por las calles: su cuero está pegado a sus huesos, seco como un palo. | |
Lame | SpaRV186 | 4:9 | Más dichosos fueron los muertos a espada, que los muertos de la hambre; porque estos murieron poco a poco por falta de los frutos de la tierra. | |
Lame | SpaRV186 | 4:10 | Las manos de las mujeres piadosas cocieron a sus hijos: fuéronles comida en el quebrantamiento de la hija de mi pueblo. | |
Lame | SpaRV186 | 4:11 | Cumplió Jehová su enojo: derramó el calor de su ira; y encendió fuego en Sión, que consumió sus fundamentos. | |
Lame | SpaRV186 | 4:12 | Nunca los reyes de la tierra, ni todos los que habitan el mundo creyeron, que el enemigo, y el adversario entrara por las puertas de Jerusalem. | |
Lame | SpaRV186 | 4:13 | Por los pecados de sus profetas, por las maldades de sus sacerdotes, derramaron en medio de ella la sangre de los justos. | |
Lame | SpaRV186 | 4:14 | Titubearon ciegos en las calles: fueron contaminados en sangre, que no pudiesen tocar a sus vestiduras. | |
Lame | SpaRV186 | 4:15 | Dábanles voces: Apartáos, es inmundo, apartáos, apartáos, no toquéis; porque eran contaminados; y desde que fueron traspasados, dijeron entre las naciones: Nunca más morarán. | |
Lame | SpaRV186 | 4:16 | La ira de Jehová los apartó: nunca más los mirará; porque no reverenciaron la presencia de los sacerdotes, de los viejos no tuvieron compasión. | |
Lame | SpaRV186 | 4:17 | Aun nos han desfallecido nuestros ojos tras nuestro vano socorro: con nuestra esperanza esperamos nación que no puede salvar. | |
Lame | SpaRV186 | 4:18 | Cazáronnos nuestros pasos, que no anduviésemos por nuestras calles: acercóse nuestro fin, cumpliéronse nuestros días; porque nuestro fin vino. | |
Lame | SpaRV186 | 4:19 | Ligeros fueron nuestros perseguidores, más que las águilas del cielo: sobre los montes nos persiguieron, en el desierto nos espiaron. | |
Lame | SpaRV186 | 4:20 | El resuello de nuestras narices, el ungido de Jehová fue preso en sus hoyos, de quien habíamos dicho: En su sombra tendremos vida entre las gentes. | |
Lame | SpaRV186 | 4:21 | ¶ Gózate, y alégrate, hija de Edom, la que habitas en tierra de Hus: aun hasta ti pasará el cáliz: embriagarte has, y vomitarás. | |
Chapter 5
Lame | SpaRV186 | 5:5 | Sobre nuestra cerviz padecemos persecución; cansámosnos, y no hay para nosotros descanso. | |
Lame | SpaRV186 | 5:9 | Con el peligro de nuestras vidas traíamos nuestro pan delante de la espada del desierto. | |
Lame | SpaRV186 | 5:12 | A los príncipes colgaron con su mano: no reverenciaron los rostros de los viejos. | |
Lame | SpaRV186 | 5:17 | Por esto fue entristecido nuestro corazón, por esto se entenebrecieron nuestros ojos. | |
Lame | SpaRV186 | 5:21 | Vuélvenos, o! Jehová, a ti, y volvernos hemos: renueva nuestros días como al principio. | |