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I KINGS
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Chapter 1
I Ki SpaPlate 1:1  El rey David era ya viejo y de edad avanzada, por lo cual lo cubrían con ropas, pero no podía entrar en calor.
I Ki SpaPlate 1:2  Entonces sus siervos le dijeron: “Búsquese para el rey, nuestro señor, una joven, virgen, que sirva al rey. Ella te cuide y se acueste en tu seno, para que nuestro señor, el rey, consiga calor.
I Ki SpaPlate 1:3  Buscaron, pues, una joven hermosa en todos los territorios de Israel; y hallaron a Abisag, sunamita, y la trajeron al rey.
I Ki SpaPlate 1:4  Esta joven era en extremo hermosa; cuidaba ella al rey y le servía, pero el rey no la conoció.
I Ki SpaPlate 1:5  Entonces Adonías, hijo de Hagit, dijo en su orgullo: “Yo seré rey”; y se procuró una carroza, gente de a caballo, y cincuenta hombres que corriesen delante de él.
I Ki SpaPlate 1:6  Su padre nunca en todos sus días se lo reprochaba, preguntándole: “¿Por qué haces esto?” Adonías era de muy hermosa presencia y (su madre) le había dado a luz después de Absalón.
I Ki SpaPlate 1:7  Conspiraba con Joab, hijo de Sarvia, y con el sacerdote Abiatar, los cuales siguieron el partido de Adonías.
I Ki SpaPlate 1:8  Pero el sacerdote Sadoc, Banaías, hijo de Joiadá, el profeta Natán, Semeí, Reí, y los valientes que tenía David, no seguían a Adonías.
I Ki SpaPlate 1:9  Ahora bien, Adonías inmoló ovejas, bueyes y novillos cebados junto a la piedra de Sohélet, que está al lado de la fuente de Rogel, y convidó a todos sus hermanos, los hijos del rey, y a todos los hombres de Judá, siervos del rey;
I Ki SpaPlate 1:10  pero no invitó al profeta Natán, ni a Banaías, hijo de Joiadá, ni a los valientes, ni a Salomón su hermano.
I Ki SpaPlate 1:11  Entonces habló Natán a Betsabee, madre de Salomón, y le dijo: “¿No sabes que reina Adonías, hijo de Hagit, sin que nuestro señor David lo sepa?
I Ki SpaPlate 1:12  Ven, pues, ahora y te daré un consejo, para que puedas salvar tu vida y la vida de tu hijo Salomón.
I Ki SpaPlate 1:13  Anda, preséntate al rey David, y dile: «Señor mío y rey, ¿no juraste tú a tu sierva, diciendo: Salomón, tu hijo, reinará después de mí, y él se sentará sobre mi trono? ¿Por qué, pues, reina Adonías?»
I Ki SpaPlate 1:14  Y he aquí que mientras tú estuvieres aún hablando allí con el rey, entraré yo tras de ti, y confirmaré tus palabras.”
I Ki SpaPlate 1:15  Entró, pues, Betsabee en el aposento del rey, el cual era ya muy viejo, y Abisag la sunamita servía al rey.
I Ki SpaPlate 1:16  Se inclinó Betsabee y se postró ante el rey; y dijo el rey: “¿Qué quieres?”
I Ki SpaPlate 1:17  Respondió ella: “Señor mío, tú juraste a tu sierva por Yahvé, tu Dios, diciendo: «Salomón, tu hijo, reinará después de mí, y él se sentará sobre mi trono.»
I Ki SpaPlate 1:18  Mas ahora he aquí que Adonías se ha hecho rey, y tú, señor mío, y rey, no lo sabes.
I Ki SpaPlate 1:19  Ha sacrificado bueyes y novillos cebados y ovejas en gran número, y ha convidado a todos los hijos del rey, y al sacerdote Abiatar, y a Joab, jefe del ejército; pero no ha convidado a tu siervo Salomón.
I Ki SpaPlate 1:20  En ti, oh rey y señor mío, están ahora puestos los ojos de todo Israel, para que les hagas saber quién ha de sentarse sobre el trono de mi señor el rey después de él.
I Ki SpaPlate 1:21  De lo contrario, cuando el rey mi señor duerma con sus padres, yo y Salomón, mi hijo, seremos (tratados como) criminales.”
I Ki SpaPlate 1:22  Ella estaba todavía hablando con el rey, cuando he aquí llegó el profeta Natán.
I Ki SpaPlate 1:23  Y avisaron al rey, diciendo: “Ahí está el profeta Natán.” Entró, pues, este a la presencia del rey y se postró delante del rey, rostro en tierra.
I Ki SpaPlate 1:24  Y dijo Natán: “Señor mío y rey, ¿has dicho tú: «Adonías ha de reinar después de mí, y se sentará sobre mi trono»?
I Ki SpaPlate 1:25  Porque ha bajado hoy y ha sacrificado bueyes y novillos cebados y ovejas en gran número, y ha convidado a todos los hijos del rey, a los capitanes del ejército y al sacerdote Abiatar; y he aquí que están comiendo y bebiendo con él y exclaman: ¡Viva el rey Adonías!
I Ki SpaPlate 1:26  Pero no me ha convidado a mí, tu siervo, ni al sacerdote Sadoc, ni a Banaías, hijo de Joiadá, ni a Salomón tu siervo.
I Ki SpaPlate 1:27  ¿Se hace esto por orden de nuestro señor el rey, sin comunicar a tus siervos quién ha de sentarse sobre el trono de mi señor el rey después de él?”
I Ki SpaPlate 1:28  Respondió el rey David, diciendo: “Llamadme a Betsabee”; y ella entró a la presencia del rey y estuvo de pie ante el rey.
I Ki SpaPlate 1:29  Entonces hizo el rey este juramento: “¡Vive Yahvé que ha librado mi alma de toda angustia,
I Ki SpaPlate 1:30  que así como te he jurado por Yahvé, el Dios de Israel, diciendo: Salomón tu hijo, reinará después de mí, y él se sentara sobre mi trono en mi lugar, así haré hoy mismo!”
I Ki SpaPlate 1:31  Entonces Betsabee inclinó el rostro hasta la tierra, y prosternándose delante del rey, dijo: “¡Viva mi señor, el rey David, para siempre!”
I Ki SpaPlate 1:32  Después dijo el rey David: “Llamadme al sacerdote Sadoc, al profeta Natán, y a Banaías, hijo de Joiadá.” Cuando ellos se habían presentado delante del rey,
I Ki SpaPlate 1:33  les dijo este: “Tomad con vosotros a los siervos de vuestro señor, y haced montar a Salomón mi hijo sobre mi mula, y conducidle al Gihón.
I Ki SpaPlate 1:34  Allí el sacerdote Sadoc y el profeta Natán le ungirán por rey sobre Israel; y tocaréis la trompeta, y diréis: “¡Viva el rey Salomón!”
I Ki SpaPlate 1:35  Luego subiréis en pos de él; y vendrá y se sentará sobre mi trono. El será rey en mi lugar, porque a él le instituyo príncipe sobre Israel y Judá.”
I Ki SpaPlate 1:36  Respondió Banaías, hijo de Joiadá, al rey, diciendo: “¡Amén! ¡Así lo confirme Yahvé, el Dios de mi señor el rey!
I Ki SpaPlate 1:37  ¡Como Yahvé ha estado con mi señor, el rey, así esté con Salomón; y ensalce su trono más que el trono de mi señor, el rey David!”
I Ki SpaPlate 1:38  Bajaron, pues, el sacerdote Sadoc, el profeta Natán y Banaías, hijo de Joiadá, con los cereteos y feleteos, e hicieron montar a Salomón sobre la mula del rey David y le condujeron al Gihón.
I Ki SpaPlate 1:39  El sacerdote Sadoc tomó del Tabernáculo el cuerno de óleo, con el cual ungió a Salomón; y al son de la trompeta exclamó todo el pueblo: “¡Viva el rey Salomón!”
I Ki SpaPlate 1:40  Después subió con él todo el pueblo, tocando flautas, y haciendo gran fiesta de modo que parecía hendirse la tierra por el ruido de sus aclamaciones.
I Ki SpaPlate 1:41  Lo oyó Adonías y todos los convidados que con él estaban, en el momento en que acababan de comer. Y como oyese Joab el sonido de la trompeta, dijo: “¿Qué significa este ruido de la ciudad alborotada?”
I Ki SpaPlate 1:42  Estaba todavía hablando, cuando he aquí que llegó Jonatán, hijo del sacerdote Abiatar. “Ven, le dijo Adonías, porque tú eres hombre valiente y traes buenas nuevas.”
I Ki SpaPlate 1:43  Jonatán respondió y dijo a Adonías: “Sí, por cierto, pues nuestro señor, el rey David, ha hecho rey a Salomón.
I Ki SpaPlate 1:44  El rey ha enviado con él al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Banaías, hijo de Joiadá, con los cereteos y feleteos, y ellos le hicieron montar sobre la mula del rey.
I Ki SpaPlate 1:45  El sacerdote Sadoc y el profeta Natán le han ungido rey en el Gihón; y de allí han subido con júbilo, y la ciudad está en conmoción. Este es el ruido que habéis oído.
I Ki SpaPlate 1:46  Y Salomón no solo se ha sentado en el trono del reino,
I Ki SpaPlate 1:47  sino que también los servidores del rey han venido a felicitar a nuestro señor, el rey David, diciendo: «¡Haga tu Dios el nombre de Salomón más grande que tu nombre y ensalce su trono sobre el trono tuyo!» Y el mismo rey se prosternó sobre su lecho
I Ki SpaPlate 1:48  y habló de esta manera: «¡Bendito sea Yahvé, el Dios de Israel, que hoy me ha concedido ver con mis ojos al sucesor sobre mi trono!»”
I Ki SpaPlate 1:49  Entonces temblaron todos los convidados que estaban con Adonías, y levantándose se marcharon cada cual por su camino.
I Ki SpaPlate 1:50  También Adonías, teniendo miedo de Salomón, se levantó y fue a asirse de los cuernos del altar.
I Ki SpaPlate 1:51  Y se le dio a Salomón esta noticia: “He aquí que Adonías teme al rey Salomón; se ha asido de los cuernos del altar y dice: «¡Júreme hoy el rey Salomón que no hará morir a su siervo al filo de la espada!»”
I Ki SpaPlate 1:52  El rey Salomón respondió: “Si fuere hombre de bien, no caerá a tierra ni un cabello suyo; pero si se hallare maldad en él, morirá.”
I Ki SpaPlate 1:53  Envió, pues, el rey Salomón gente que lo sacasen del altar; y él vino y se postró ante el rey Salomón. Y le dijo Salomón: “Vete a tu casa.”
Chapter 2
I Ki SpaPlate 2:1  Estando ya cerca los días de su muerte, dio David a su hijo Salomón estas órdenes:
I Ki SpaPlate 2:2  “Yo me voy por el camino de todos los mortales; muéstrate fuerte y sé hombre.
I Ki SpaPlate 2:3  Observa las obligaciones para con Yahvé, tu Dios, siguiendo sus caminos y cumpliendo sus mandamientos, sus leyes, sus preceptos y testimonios, como están escritos en la Ley de Moisés, para que aciertes en cuanto hagas y adondequiera que dirijas tus pasos,
I Ki SpaPlate 2:4  a fin de que Yahvé cumpla la palabra que pronunció respecto de mi persona, diciendo: «Si tus hijos observan el recto camino, andando fielmente delante de Mí, con todo su corazón y con toda su alma, nunca te faltará hombre (de tu linaje) sobre el trono de Israel.»
I Ki SpaPlate 2:5  Ya sabes también tú lo que me ha hecho Joab, hijo de Sarvia; lo que hizo a los dos jefes del ejército de Israel: a Abner, hijo de Ner, y a Amasá, hijo de Jéter, cómo los mató, derramando sangre de guerra en tiempo de paz, y echando sangre de guerra sobre el cinturón ceñido a sus lomos, y sobre los zapatos que llevaba en sus pies.
I Ki SpaPlate 2:6  Harás conforme a tu sabiduría, y no permitas que desciendan sus canas en paz al scheol.
I Ki SpaPlate 2:7  Con los hijos de Barzillai, el galaadita, usarás de benevolencia, y serán ellos (de) los que comen a tu mesa; porque de la misma manera me atendieron ellos a mí, cuando iba huyendo de Absalón, tu hermano.
I Ki SpaPlate 2:8  Tienes también contigo a Semeí, hijo de Gerá, benjaminita, de Bahurim, el cual me maldijo con maldición horrenda en el día de mí huida a Mahanaim. Pero cuando descendió al Jordán a mi encuentro, yo le juré por Yahvé, diciendo: «No te haré morir a espada».
I Ki SpaPlate 2:9  Ahora, empero, no le dejes impune, ya que eres sabio y entiendes lo que debes hacer con él; harás, pues, que sus canas bajen con sangre al scheol.”
I Ki SpaPlate 2:10  Se durmió entonces David con sus padres y fue sepultado en la ciudad de David.
I Ki SpaPlate 2:11  El tiempo que reinó David sobre Israel fue de cuarenta años. En Hebrón reinó siete años, y en Jerusalén treinta y tres años.
I Ki SpaPlate 2:12  Y Salomón se sentó en el trono de su padre David y su reino quedó firmemente establecido.
I Ki SpaPlate 2:13  Adonías, hijo de Hagit, fue a ver a Betsabee, madre de Salomón. Le preguntó ella: “¿Vienes en paz?” “En paz”, respondió él.
I Ki SpaPlate 2:14  Y dijo: “Tengo una cosa que decirte.” Ella respondió: “Habla.”
I Ki SpaPlate 2:15  Dijo pues: “Bien sabes que el reino era mío y que todo Israel tenía puesta en mí la mirada para que yo reinara. Pero el reino ha sido transferido y vino a ser de mi hermano, porque le correspondía por voluntad de Yahvé.
I Ki SpaPlate 2:16  Ahora una sola cosa te pido; no me la niegues.” Y ella le dijo: “Habla.”
I Ki SpaPlate 2:17  Entonces dijo: “Di por favor al rey Salomón —porque él no te lo negará— que me dé a Abisag, la sunamita, por mujer.”
I Ki SpaPlate 2:18  “Bien, respondió Betsabee, yo hablaré por ti con el rey.”
I Ki SpaPlate 2:19  Se presentó Betsabee ante el rey Salomón, para hablar con él en favor de Adonías. Y se levantó el rey para salir a su encuentro, y se inclinó ante ella. Luego se sentó en su trono, e hizo poner un trono para la madre del rey, la cual se sentó a su diestra.
I Ki SpaPlate 2:20  Y le dijo: “Vengo a pedirte una pequeña cosa, no me la niegues.” “Pide, madre mía, dijo el rey, que no te la negaré.”
I Ki SpaPlate 2:21  Dijo ella: “Dese Abisag, la sunamita, por mujer a Adonías, tu hermano.”
I Ki SpaPlate 2:22  Entonces respondió el rey Salomón y dijo a su madre: “¿Por qué pides (solamente) a Abisag, la sunamita, para Adonías? Pide también para él el reino —puesto que es mi hermano mayor—, para él, para el sacerdote Abiatar y para Joab, hijo de Sarvia.”
I Ki SpaPlate 2:23  Y el rey Salomón juró por Yahvé, diciendo: “Esto haga Dios conmigo, y más aún, si Adonías no ha hablado en daño de su propia vida.
I Ki SpaPlate 2:24  Ahora pues, ¡vive Yahvé! que me ha confirmado y sentado sobre el trono de mi padre David y que según su promesa me ha fundado casa, que hoy mismo morirá Adonías.”
I Ki SpaPlate 2:25  Y envió el rey Salomón a Banaías, hijo de Joiadá, el cual se arrojó sobre él; y así murió.
I Ki SpaPlate 2:26  Al sacerdote Abiatar le dijo el rey: “Vete a Anatot, a tus posesiones, pues eres digno de muerte; pero no te quito hoy la vida, por cuanto llevaste el arca de Yahvé, el Señor, delante de mi padre David y has tomado parte en todo lo que padeció mi padre.”
I Ki SpaPlate 2:27  Y Salomón expulsó a Abiatar para que no fuese sacerdote de Yahvé, cumpliendo así la palabra que Yahvé había dicho contra la casa de Helí en Silo.
I Ki SpaPlate 2:28  Llegó la noticia de esto a Joab, el cual había seguido el partido de Adonías, bien que no se había acogido a Absalón. Huyó, pues, Joab al Tabernáculo de Yahvé, donde se asió de los cuernos del altar.
I Ki SpaPlate 2:29  Se le dijo al rey Salomón: “Joab ha huido al Tabernáculo de Yahvé, y he aquí qué está al lado del altar.” Entonces Salomón envió a Banaías, hijo de Joiadá, diciendo: “Ve y arrójate sobre él.”
I Ki SpaPlate 2:30  Fue, pues, Banaías al Tabernáculo de Yahvé, y dijo: “Así ordena el rey: ¡Sal!” Mas él respondió: “No, sino que moriré aquí.” Banaías llevó esta respuesta al rey, diciendo: “Así ha dicho Joab, y así me ha contestado.”
I Ki SpaPlate 2:31  Respondiole el rey: “Haz como él ha dicho; acomételo, y después entiérrale; así quitarás de sobre mí y de sobre la casa de mi padre la sangre inocente que Joab ha derramado.
I Ki SpaPlate 2:32  Así Yahvé hace recaer su delito de sangre sobre su misma cabeza; puesto que asaltó a dos hombres, más justos y mejores que él, y los mató a espada, sin que mi padre David lo supiese: a Abner, hijo de Ner, jefe del ejército de Israel, y a Amasá, hijo de Jéter, jefe del ejército de Judá.
I Ki SpaPlate 2:33  Recaiga, pues, la sangre de ellos sobre la cabeza de Joab y sobre la cabeza de su linaje para siempre; pero sobre David y su linaje, sobre su casa y su trono, haya paz sempiterna de parte de Yahvé!”
I Ki SpaPlate 2:34  Subió, pues, Banaías, hijo de Joiadá, y arrojándose sobre él le mató; y fue sepultado en su misma posesión, en el desierto.
I Ki SpaPlate 2:35  En su lugar puso el rey sobre el ejército a Banaías, hijo de Joiadá, y al sacerdote Sadoc lo puso en el lugar de Abiatar.
I Ki SpaPlate 2:36  El rey hizo llamar a Semeí y le dijo: “Edifícate una casa en Jerusalén y habita en ella, y no salgas de allí a ninguna parte;
I Ki SpaPlate 2:37  pues ten bien entendido que morirás sin remedio el día en que salgas y pases el torrente Cedrón. Tu sangre recaerá entonces sobre tu propia cabeza.”
I Ki SpaPlate 2:38  Respondió Semeí al rey: “La orden es buena. Como ha dicho mi señor el rey, así lo hará tu siervo.” Y habitó Semeí en Jerusalén largo tiempo.
I Ki SpaPlate 2:39  Al cabo de tres años aconteció que dos esclavos de Semeí se escaparon yéndose a Aquís, hijo de Maacá, rey de Gat. Le avisaron a Semeí, diciendo: “He aquí que tus esclavos se hallan en Gat.”
I Ki SpaPlate 2:40  Con esto Semeí se levantó y aparejó su asno para dirigirse a Gat, a Aquís, en busca de sus siervos. Así, pues, Semeí marchó y trajo a sus siervos de Gat.
I Ki SpaPlate 2:41  Mas fue informado Salomón de que Semeí había ido de Jerusalén a Gat, y estaba de vuelta.
I Ki SpaPlate 2:42  Entonces el rey hizo llamar a Semeí y le dijo: “¿No te hice jurar por Yahvé y te advertí, diciendo: Ten bien entendido que el día en que salgas para ir a cualquier parte morirás sin remedio? Y tú mismo me respondiste: «Buena es la orden que acabo de oír».
I Ki SpaPlate 2:43  ¿Por qué pues no has cumplido el juramento de Yahvé, y el precepto que yo te puse?”
I Ki SpaPlate 2:44  Dijo también el rey a Semeí: “Tú sabes todo el mal —y tú misma conciencia lo reconoce— que hiciste a mi padre David. Por eso Yahvé hace recaer tu maldad sobre tu propia cabeza.
I Ki SpaPlate 2:45  Mas el rey Salomón será bendito, y el trono de David estable ante Yahvé para siempre.”
I Ki SpaPlate 2:46  Y el rey mandó a Banaías, hijo de Joiadá, el cual salió y se arrojó sobre él de suerte que murió. Así el reino se afianzó en manos de Salomón.
Chapter 3
I Ki SpaPlate 3:1  Salomón emparentó con el Faraón, rey de Egipto, tomando (por mujer) a la hija del Faraón, a la que trajo a la ciudad de David, hasta que hubiese acabado de edificar su propia casa, la casa de Yahvé, y las murallas en derredor de Jerusalén.
I Ki SpaPlate 3:2  Mientras tanto el pueblo ofrecía sacrificios en las alturas porque hasta aquel tiempo no se había edificado Casa al nombre de Yahvé.
I Ki SpaPlate 3:3  Salomón amaba a Yahvé siguiendo los preceptos de su padre David, solo que continuaba ofreciendo sacrificios y quemando incienso en las alturas.
I Ki SpaPlate 3:4  Fue el rey a Gabaón para ofrecer allí sacrificios, porque era este el más principal de los lugares altos. Mil holocaustos ofreció Salomón sobre aquel altar.
I Ki SpaPlate 3:5  En Gabaón se apareció Yahvé a Salomón en sueños durante la noche, y dijo Dios: “Pide lo que quieres que Yo te otorgue.”
I Ki SpaPlate 3:6  A lo que respondió Salomón: “Tú has hecho gran misericordia a tu siervo David, mi padre, conforme caminaba él en tu presencia en fidelidad, en justicia y en rectitud de corazón para contigo, y le has conservado esta gran misericordia, dándole un hijo que se sentara sobre su trono, como hoy (se verifica).
I Ki SpaPlate 3:7  Ahora pues, oh Yahvé, Dios mío, tú has hecho rey a tu siervo en lugar de mi padre David, a pesar de ser yo todavía un niño pequeño que no sabe cómo conducirse.
I Ki SpaPlate 3:8  Y sin embargo, tu siervo está en medio de tu pueblo que Tú escogiste, un pueblo grande, que por su muchedumbre no puede contarse ni numerarse.
I Ki SpaPlate 3:9  Da, pues, a tu siervo un corazón dócil, para juzgar a tu pueblo, para distinguir entre el bien y el mal; porque ¿quién puede juzgar este pueblo tan grande?”
I Ki SpaPlate 3:10  Estas palabras agradaron al Señor, por haber pedido Salomón semejante cosa,
I Ki SpaPlate 3:11  y le dijo Dios: “Por cuanto has pedido esto, y no has pedido para ti larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos; sino que has pedido para ti inteligencia a fin de aprender justicia,
I Ki SpaPlate 3:12  sábete que te hago según tu palabra; he aquí que te doy un corazón tan sabio e inteligente, como no ha habido antes de ti, ni lo habrá igual después de ti.
I Ki SpaPlate 3:13  Y aun lo que no pediste te lo doy: riqueza y gloria, de suerte que no habrá entre los reyes ninguno como tú en todos tus días.
I Ki SpaPlate 3:14  Y si siguieres mis caminos, guardando mis leyes y mis mandamientos, como lo hizo tu padre David, prolongaré tus días.”
I Ki SpaPlate 3:15  Se despertó Salomón y (comprendió) que era un sueño. De vuelta a Jerusalén, se presentó delante del Arca de la Alianza del Señor, ofreció holocaustos y sacrificios pacíficos y dio un banquete a todos sus servidores.
I Ki SpaPlate 3:16  Vinieron entonces al rey dos mujeres rameras, y presentándose delante de él,
I Ki SpaPlate 3:17  dijo la primera: “¡Óyeme, señor mío! Yo y esta mujer habitábamos en la misma casa; y di a luz un niño, junto a ella en la casa.
I Ki SpaPlate 3:18  Tres días después de mi parto, dio a luz también esta mujer. Permanecíamos juntas; ninguna persona extraña se hallaba con nosotras en casa, sino que tan solo nosotras dos estábamos en casa.
I Ki SpaPlate 3:19  Una noche murió el niño de esta mujer, por haberse ella acostado sobre él.
I Ki SpaPlate 3:20  Y levantándose ella a medianoche, quitó mi niño de junto a mí, estando dormida tu sierva, y lo puso en su seno, en tanto que a su hijo muerto lo puso en mi seno.
I Ki SpaPlate 3:21  Cuando me levanté por la mañana a dar el pecho a mi hijo, vi que estaba muerto. Mas mirándole con mayor atención, a la luz del día; reconocí que no era el hijo mío, el que yo había dado a luz.”
I Ki SpaPlate 3:22  Respondió la otra mujer: “¡No, sino que mi hijo es el vivo, y tu hijo el muerto!” La primera, empero, decía: “¡No, sino que tu hijo es el muerto, y el mío el Vivo!” Y así altercaban ante el rey.
I Ki SpaPlate 3:23  Entonces dijo el rey: “Esta dice: Mi hijo es el vivo, y tu hijo el muerto; y aquella dice: No, sino que tu hijo es el muerto, y el mío el vivo.”
I Ki SpaPlate 3:24  Y ordenó el rey: “Traedme una espada”, y trajeron la espada ante el rey,
I Ki SpaPlate 3:25  el cual dijo: “Partid el niño vivo en dos, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra.”
I Ki SpaPlate 3:26  En este momento la mujer cuyo niño era el vivo, habló al rey —porque se le conmovían las entrañas por amor a su hijo— y dijo: “¡Óyeme, señor mío! ¡Dadle a ella el niño vivo, y de ninguna manera lo matéis!”; en tanto que la otra decía: “¡No ha de ser ni mío ni tuyo, sino divídase!”
I Ki SpaPlate 3:27  Entonces tomó el rey la palabra y dijo: “¡Dad a la primera el niño vivo, y no lo matéis; ella es su madre!”
I Ki SpaPlate 3:28  Oyó todo Israel el fallo que había dictado el rey; y todos tuvieron profundo respeto al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para administrar justicia.
Chapter 4
I Ki SpaPlate 4:2  Sus ministros eran estos: Azarías, hijo de Sadoc, era el sacerdote;
I Ki SpaPlate 4:3  Elihóref y Ahías, hijos de Sisa, secretarios; Josafat, hijo de Aquilud, cronista;
I Ki SpaPlate 4:4  Banaías, hijo de Joiadá, jefe del ejército; Sadoc y Abiatar, sacerdotes;
I Ki SpaPlate 4:5  Azarías, hijo de Natán, jefe de los intendentes; Zabud, hijo de Natán, sacerdote, amigo del rey;
I Ki SpaPlate 4:6  Aquisar, prefecto del palacio; y Adoniram, hijo de Abdá, prefecto de los tributos.
I Ki SpaPlate 4:7  Tenía Salomón doce intendentes sobre todo Israel, los cuales proveían de víveres al rey y su casa. Cada uno tenía que proveer los víveres durante un mes del año.
I Ki SpaPlate 4:8  He aquí los nombres de ellos: Ben-Hur, en la montaña de Efraím;
I Ki SpaPlate 4:9  Ben-Déquer en Macas, Saalbim, Betsemes, Elón y Bethanán;
I Ki SpaPlate 4:10  Ben-Hésed, en Arubot; él tenía Socó y toda la tierra de Héfer.
I Ki SpaPlate 4:11  Ben- Abinadab tenía toda Nafat-Dor; su mujer era Tafat, hija de Salomón.
I Ki SpaPlate 4:12  Baaná, hijo de Aquilud, tenía Taanac y Megiddó, y todo Betseán, que está al lado de Saretan, por debajo de Jesreel, desde Betseán hasta Abel-Meholá, hasta más allá de Jocneam.
I Ki SpaPlate 4:13  Ben-Géber, en Ramot-Galaad, tenía las Villas de Jaír, hijo de Manasés, situadas en Galaad. Tenía también la región de Argob, que está en Basan, sesenta ciudades grandes con muros y con barras de bronce.
I Ki SpaPlate 4:15  Aquimaas, en Neftalí; este también había tomado por mujer una hija de Salomón (de nombre) Basemat;
I Ki SpaPlate 4:19  Géber, hijo de Urí, en la tierra de Galaad, país de Sehón, rey amorreo, y de Og, rey de Basan. Había en aquella tierra un solo intendente.
I Ki SpaPlate 4:20  Judá e Israel eran numerosos; su multitud era como las arenas que hay a orillas del mar; y comían y bebían y se alegraban.
I Ki SpaPlate 4:21  Reinaba Salomón sobre todos los reinos desde el río hasta la tierra de los filisteos, y hasta la frontera de Egipto. Ellos traían tributos y estuvieron sujetos a Salomón todos los días de su vida.
I Ki SpaPlate 4:22  La provisión para la mesa de Salomón consistía cada día en treinta coros de flor de harina y sesenta coros de harina común,
I Ki SpaPlate 4:23  diez bueyes cebados, veinte bueyes de pasto, y cien ovejas, sin contar los corzos, gacelas, ciervos y aves cebadas.
I Ki SpaPlate 4:24  Porque él reinaba sobre toda la tierra al lado de aquí del río, desde Tafsah hasta Gaza, sobre todos los reyes de esta parte del río; y gozaba de paz por todos lados en derredor suyo.
I Ki SpaPlate 4:25  Judá e Israel habitaban seguros, cada cual bajo su parra y su higuera, desde Dan hasta Bersabee, todos los días de Salomón.
I Ki SpaPlate 4:26  Tenía Salomón cuarenta mil pesebres para los caballos de sus carros, y doce mil caballos de silla.
I Ki SpaPlate 4:27  Aquellos intendentes proveían de víveres al rey Salomón y a cuantos tenían acceso a la mesa del rey Salomón, cada cual en su mes, sin dejar que faltase cosa alguna.
I Ki SpaPlate 4:28  Llevaban también cebada y paja para los caballos y para las bestias de carga a cualquier lugar donde él estaba, cada uno cuando le tocaba el turno.
I Ki SpaPlate 4:29  Dios otorgó a Salomón sabiduría, y una inteligencia y grandeza de corazón tan inmensa como la arena que está en las playas del mar;
I Ki SpaPlate 4:30  de modo que la sabiduría de Salomón superaba a la sabiduría de todos los hijos del Oriente y a toda la sabiduría de Egipto.
I Ki SpaPlate 4:31  Era más sabio que todos los hombres: más que Etán; el ezrahita, más que Hernán, Calcol y Dardá, hijos de Macol, y su nombre se celebraba en todas las naciones comarcanas.
I Ki SpaPlate 4:32  Compuso tres mil proverbios, y sus cantos fueron mil cinco.
I Ki SpaPlate 4:33  Disertó acerca de los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que brota en el muro. Discurrió asimismo sobre las bestias, las aves, los reptiles y los peces.
I Ki SpaPlate 4:34  Para oír la sabiduría de Salomón venían hombres de todos los pueblos, enviados de todos los reyes de la tierra, que habían oído hablar de su sabiduría.
Chapter 5
I Ki SpaPlate 5:1  Hiram, rey de Tiro, envió a sus siervos a Salomón, cuando supo que le habían ungido rey en lugar de su padre; pues Hiram había sido siempre amigo de David.
I Ki SpaPlate 5:3  “Bien sabes que David mi padre no pudo edificar la Casa al Nombre de Yahvé, su Dios, a causa de las guerras (con los enemigos) que le rodearon, hasta que Yahvé los puso bajo las plantas de sus pies.
I Ki SpaPlate 5:4  Mas ahora Yahvé, mi Dios, me ha dado reposo por todos lados; no hay más enemigo ni obstáculo adverso.
I Ki SpaPlate 5:5  Por lo cual, he aquí que yo me propongo edificar una Casa al Nombre de Yahvé, mi Dios, como Yahvé lo ha ordenado a mi padre David, diciendo: ‘Tu hijo que Yo pondré en tu lugar sobre tu trono, ese edificará la Casa a mi Nombre.’
I Ki SpaPlate 5:6  Manda, pues, que se me corten cedros en el Líbano; y mis siervos estarán con tus siervos, y te pagaré el salario de tus siervos conforme a todo lo que pidieres; porque bien sabes que no hay entre nosotros quien sepa cortar las maderas como los sidonios.”
I Ki SpaPlate 5:7  Cuando Hiram oyó estas palabras de Salomón, se alegró mucho y exclamó: “¡Bendito sea hoy Yahvé que ha dado a David un hijo sabio sobre este pueblo tan grande!”
I Ki SpaPlate 5:8  Y envió Hiram a decir a Salomón: “He tomado nota de lo que me has mandado a decir. Cumpliré todos tus deseos en cuanto a las maderas de cedro y las maderas de ciprés.
I Ki SpaPlate 5:9  Mis siervos las bajarán desde el Líbano al mar, y yo las haré transportar en balsas por mar al lugar que tú me indiques. Allí las haré desatar y tú te las llevarás, y cumplirás, por tu parte, mi deseo, suministrando víveres a mi casa.”
I Ki SpaPlate 5:10  Suministraba, pues, Hiram a Salomón maderas de cedro y maderas de ciprés, cuantas este quería,
I Ki SpaPlate 5:11  en tanto que Salomón daba a Hiram veinte mil coros de trigo para el sustento de su casa y veinte coros de aceite de olivas machacadas. Esto daba Salomón a Hiram todos los años.
I Ki SpaPlate 5:12  Y Yahvé dio a Salomón sabiduría, como se lo había prometido. Hubo, pues, paz entre Hiram y Salomón, e hicieron los dos alianza.
I Ki SpaPlate 5:13  Hizo el rey Salomón una leva de obreros en todo Israel, la cual fue de treinta mil hombres.
I Ki SpaPlate 5:14  De esos enviaba al Líbano diez mil cada mes, por turno. Un mes estaban en el Líbano, y dos meses en sus casas. Adoniram era prefecto de los obreros de la leva.
I Ki SpaPlate 5:15  Tenía Salomón además setenta mil hombres que llevaban cargas, y ochenta mil canteros en la montaña,
I Ki SpaPlate 5:16  sin contar los sobrestantes de Salomón, que estaban al frente de la obra, en número de tres mil trescientos. Estos dirigían al pueblo que trabajaba en la obra.
I Ki SpaPlate 5:17  Por orden del rey se cortaban también piedras grandes, piedras de gran precio, para hacer de piedras talladas el cimiento de la Casa.
I Ki SpaPlate 5:18  Los obreros de Salomón y los obreros de Hiram y los giblios las tallaron y prepararon las maderas y las piedras para edificar la Casa.
Chapter 6
I Ki SpaPlate 6:1  El año cuatrocientos ochenta después de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, el cuarto año del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el mes segundo (Salomón) comenzó a edificar la Casa de Yahvé.
I Ki SpaPlate 6:2  La Casa que el rey Salomón edificó para Yahvé tenía sesenta codos de largo, veinte codos de ancho y treinta codos de alto.
I Ki SpaPlate 6:3  Delante de la Casa había un pórtico de veinte codos de largo, correspondiente al ancho de la Casa, y de diez codos de fondo por delante de la Casa.
I Ki SpaPlate 6:4  Hizo en la Casa también ventanas, que dejaban entrar un poco de luz,
I Ki SpaPlate 6:5  y todo en derredor de las paredes de la Casa construyó pisos laterales, adosados a las paredes de la Casa, así del Templo como del Santísimo; y en ellos hizo cámaras laterales en todo su derredor.
I Ki SpaPlate 6:6  El piso de abajo tenía cinco codos de ancho; el de en medio, seis codos de ancho, y el tercero, siete codos de ancho; porque se hicieron encogimientos en el muro exterior, todo alrededor de la Casa, para que (las vigas) no entrasen en las paredes mismas de la Casa.
I Ki SpaPlate 6:7  En la construcción de la Casa se usaban solamente piedras, labradas ya en las canteras, de manera que durante la construcción no se dejó oír en la Casa ni martillo, ni punzón, ni ningún instrumento de hierro.
I Ki SpaPlate 6:8  La entrada a las cámaras del piso inferior estaba en la parte derecha de la Casa; por una escalera de caracol se subía al piso de en medio, y de este al tercero.
I Ki SpaPlate 6:9  Así edificó (Salomón) la Casa, y cuando la hubo terminado, la cubrió con vigas y tablas de cedro.
I Ki SpaPlate 6:10  A los pisos laterales que edificó junto a (la pared) de la Casa, les dio una altura de cinco codos y los trabó con la Casa por medio de maderas de cedro.
I Ki SpaPlate 6:11  Después de lo cual llegó esta palabra de Yahvé a Salomón:
I Ki SpaPlate 6:12  “(Me agrada) esta Casa que estás edificando; si tú siguieres mis leyes, y cumplieres mis preceptos, y observares todos mis mandamientos, practicándolos, entonces Yo cumpliré contigo mi promesa que he dado a David, tu padre;
I Ki SpaPlate 6:13  y habitaré en medio de los hijos de Israel, y no abandonaré a Israel, mi pueblo.”
I Ki SpaPlate 6:14  Así, pues, Salomón edificó la Casa y la acabó.
I Ki SpaPlate 6:15  Después revistió la parte interior de las paredes de la Casa con tablas de cedro, desde el suelo de la Casa hasta la altura del techo; las cubrió por dentro con maderas, y cubrió también el suelo de la casa con maderas de ciprés.
I Ki SpaPlate 6:16  Asimismo revistió los veinte codos del fondo de la Casa con tablas de cedro, desde el suelo hasta el techo, y reservó su espacio interior para el Sancta Sanctorum, o sea, el Santísimo.
I Ki SpaPlate 6:17  La Casa, es decir, el Templo delante del (Santísimo) , tenía cuarenta codos (de largo).
I Ki SpaPlate 6:18  La madera de cedro, en el interior de la Casa, presentaba entalladuras de coloquíntidas y guirnaldas de flores. Todo era de cedro; no se dejaba ver piedra alguna.
I Ki SpaPlate 6:19  El Santísimo lo estableció en el fondo, en la parte más interior de la Casa, para poner allí el Arca de la Alianza de Yahvé.
I Ki SpaPlate 6:20  El interior del Santísimo tenía veinte codos de largo, veinte codos de ancho y veinte codos de alto. Lo revistió de oro fino, pero el altar lo recubrió de cedro.
I Ki SpaPlate 6:21  Así revistió Salomón el interior de la Casa de oro fino, e hizo tender cadenas de oro delante del Santísimo, que también revistió de oro,
I Ki SpaPlate 6:22  de manera que revistió de oro toda la Casa, la casa toda entera. Asimismo cubrió de oro todo el altar que estaba delante del Santísimo.
I Ki SpaPlate 6:23  Hizo en el Santísimo dos querubines de madera de olivo, de diez codos de altura cada uno.
I Ki SpaPlate 6:24  Cinco codos tenía la una de las alas de (cada) querubín, y cinco codos tenía la otra ala del querubín. Había, pues, diez codos desde la punta de una ala hasta la punta de la otra.
I Ki SpaPlate 6:25  Diez codos tenía también el segundo querubín. Una misma medida, y una misma forma tenían los dos querubines.
I Ki SpaPlate 6:26  La altura de un querubín era de diez codos; así era también el otro querubín.
I Ki SpaPlate 6:27  Colocó a los querubines en medio de la Casa interior. Los querubines tenían las alas desplegadas, de suerte que el ala del uno tocaba en la pared, y el ala del segundo querubín tocaba en la otra pared, y se tocaban, ala con ala, en el medio de la Casa.
I Ki SpaPlate 6:29  En todas las paredes que rodeaban la Casa hizo esculpir figuras entalladas de querubines, de palmas y de guirnaldas de flores, tanto por dentro como por fuera.
I Ki SpaPlate 6:30  Cubrió asimismo de oro el pavimento de la Casa, por dentro y por fuera.
I Ki SpaPlate 6:31  Las dos hojas de la puerta del Santísimo las hizo de madera de olivo. El jambaje de ellas con los postes ocupaba la quinta parte (de la pared).
I Ki SpaPlate 6:32  Sobre las dos hojas de madera de olivo esculpió entalladuras de querubines, de palmas y de guirnaldas de flores, y las revistió de oro, extendiendo el oro sobre los querubines y sobre las palmas.
I Ki SpaPlate 6:33  Hizo, además, para la puerta del Templo postes de madera de olivo, que ocupaban la cuarta parte (de la pared)
I Ki SpaPlate 6:34  y dos hojas de madera de ciprés. La primera hoja se componía de dos tablas giratorias, la segunda hoja tenía también dos tablas giratorias.
I Ki SpaPlate 6:35  Esculpió sobre ellas querubines, palmas y guirnaldas de flores, y las revistió de oro, ajustándolo a las entalladuras.
I Ki SpaPlate 6:36  Hizo también el atrio interior de tres órdenes de piedras labradas, y un orden de vigas de cedro.
I Ki SpaPlate 6:37  Echáronse los cimientos de la Casa de Yahvé el año cuarto, en el mes de Zif;
I Ki SpaPlate 6:38  y el año undécimo, en el mes de Bul, que es el mes octavo, se terminó la Casa en todas sus partes y con arreglo a todo lo dispuesto. La edificó en siete años.
Chapter 7
I Ki SpaPlate 7:1  Durante trece años edificó Salomón su propia casa, hasta que la hubo completamente terminado.
I Ki SpaPlate 7:2  Construyó la Casa del Bosque del Líbano, de cien codos de largo, de cincuenta codos de ancho y de treinta codos de alto, sobre cuatro hileras de columnas de cedro, con vigas de cedro sobre las columnas.
I Ki SpaPlate 7:3  E hizo un techo de madera de cedro sobre las habitaciones que estribaban sobre cuarenta y cinco columnas, quince en cada hilera.
I Ki SpaPlate 7:4  Había tres filas de ventanas, y se correspondían tres veces unas a otras.
I Ki SpaPlate 7:5  Todas las puertas con sus postes tenían marcos cuadrangulares, y las ventanas daban luz correspondiéndose tres veces las unas a las otras.
I Ki SpaPlate 7:6  Hizo también un pórtico de columnas de cincuenta codos de largo y de treinta codos de ancho, y delante de ellas (otro) pórtico con columnas, y un techo delante de ellas.
I Ki SpaPlate 7:7  Hizo, además, el pórtico del trono, el pórtico del juicio, donde él juzgaba, y lo revistió de maderas de cedro desde el suelo hasta el techo.
I Ki SpaPlate 7:8  De la misma madera fue construida la casa, donde él mismo había de habitar, en otro atrio, más atrás del pórtico. Salomón hizo también una casa al estilo de este pórtico para la hija del Faraón que había tomado por mujer.
I Ki SpaPlate 7:9  Todas estas construcciones, por dentro y por fuera, desde los cimientos hasta las cornisas, y por fuera hasta el atrio grande, eran de piedras escogidas, cortadas a medida y aserradas con sierra.
I Ki SpaPlate 7:10  También los cimientos eran de piedras escogidas, piedras grandes, piedras de diez codos y de ocho codos.
I Ki SpaPlate 7:11  La parte superior, asimismo, era de piedras escogidas, cortadas a medida, y de madera de cedro.
I Ki SpaPlate 7:12  El atrio grande tenía a la redonda tres órdenes de piedras cortadas, y un orden de vigas de cedro, así como lo tenía el atrio interior de la Casa de Yahvé y el pórtico del palacio.
I Ki SpaPlate 7:14  el cual era hijo de una viuda de la tribu de Neftalí y de un padre de Tiro que era herrero de bronce. Hiram estaba lleno de sabiduría, inteligencia y maestría para hacer cualquier clase de obras de bronce. Este, pues, llegó al rey Salomón e hizo toda su obra.
I Ki SpaPlate 7:15  Hiram fundió las dos columnas de bronce. Cada columna tenía diez y ocho codos de altura; y un cordón de doce codos medía la circunferencia de las dos columnas.
I Ki SpaPlate 7:16  Hizo dos capiteles de bronce fundido, para colocarlos encima de las columnas. Cinco codos de altura tenía el primer capitel, y cinco codos de altura tenía el otro.
I Ki SpaPlate 7:17  Fabricó también mallas en forma de redes, y cadenillas trenzadas para los capiteles que estaban encima de las columnas: siete para el primer capitel, y siete para el segundo.
I Ki SpaPlate 7:18  E hizo las columnas de tal manera que había dos órdenes de granadas en derredor de una de las redes para cubrir el capitel que estaba encima de la columna. Lo mismo hizo para el segundo capitel.
I Ki SpaPlate 7:19  Los capiteles que estaban encima de las columnas del pórtico tenían forma de azucenas y eran de cuatro codos.
I Ki SpaPlate 7:20  En los capiteles sobre las dos columnas había doscientas granadas puestas en la convexidad sobresaliente de las mallas. Había, asimismo, doscientas granadas, ordenadas alrededor del segundo capitel.
I Ki SpaPlate 7:21  Levantó estas columnas junto al pórtico del Templo. Alzó la columna derecha y le dio el nombre de Jaquín; después alzó la columna izquierda y le dio el nombre de Bóaz.
I Ki SpaPlate 7:22  Encima de las columnas había un adorno en forma de azucenas. Así quedó concluida la obra de las dos columnas.
I Ki SpaPlate 7:23  Hizo, además, un mar (de bronce) fundido, de diez codos de un borde al otro. Era completamente redondo y tenía cinco codos de altura. Un cordón de treinta codos ceñía toda su circunferencia.
I Ki SpaPlate 7:24  Por debajo de su borde lo rodeaban coloquíntidas, todo alrededor, diez por cada codo, cercando el mar entero con dos órdenes de coloquíntidas, fundidas al mismo tiempo que él.
I Ki SpaPlate 7:25  Estaba asentado sobre doce bueyes, de los cuales tres miraban hacia el norte, tres hacia el occidente, tres hacia el sur y tres hacia el oriente. El mar descansaba encima de ellos, y las partes traseras de todos ellos se dirigían hacia adentro.
I Ki SpaPlate 7:26  Su espesor medía un palmo, y su borde era labrado como el borde de un cáliz, como una flor de azucena. Cabían en él dos mil batos.
I Ki SpaPlate 7:27  Hizo también diez basas de bronce. Cuatro codos era el largo de cada basa, cuatro codos su ancho, y tres codos su altura.
I Ki SpaPlate 7:28  He aquí la forma de las basas: Constaban de tableros y de travesaños que cruzaban los tableros.
I Ki SpaPlate 7:29  En los tableros, entre los travesaños había leones, bueyes y querubines, y lo mismo en los travesaños. Por encima y por debajo de los leones y de los bueyes había guirnaldas que colgaban.
I Ki SpaPlate 7:30  Cada basa tenía cuatro ruedas de bronce, con sus ejes de bronce, y en sus cuatro esquinas había apoyos de fundición sobre los cuales descansaba la pila. Cada uno de ellos sobresalía de las guirnaldas.
I Ki SpaPlate 7:31  La abertura (para recibir la pila) estaba dentro de una guarnición que tenía un codo de altura. La abertura era redonda, de la forma de un pedestal, y de codo y medio de diámetro. Sobre la abertura había también grabaduras y los tableros eran cuadrados, y no redondos.
I Ki SpaPlate 7:32  Las cuatro ruedas estaban debajo de los tableros, y los ejes de las ruedas fijados en la basa misma. La altura de cada rueda era de codo y medio.
I Ki SpaPlate 7:33  Las ruedas estaban hechas como las ruedas de un carro; sus ejes, sus llantas, sus rayos y sus cubos, todo era de fundición.
I Ki SpaPlate 7:34  Había cuatro apoyos en las cuatro esquinas de cada basa, y los apoyos formaban una sola pieza con la basa.
I Ki SpaPlate 7:35  La parte superior de cada basa remataba en un cilindro de medio codo de altura. Los apoyos y los tableros formaban en la parte superior de la basa una sola pieza con esta.
I Ki SpaPlate 7:36  En las planchas de sus apoyos y en los tableros grabó querubines, leones y palmas, según el espacio correspondiente a cada uno, y guirnaldas en derredor.
I Ki SpaPlate 7:37  Así, pues, se hicieron las diez basas; todas ellas eran de una misma fundición, de una misma medida y de la misma forma.
I Ki SpaPlate 7:38  Luego hizo diez pilas de bronce, cada una de cuarenta batos de cabida. Cada pila tenía cuatro codos y cada una (descansaba) sobre una de las diez basas.
I Ki SpaPlate 7:39  Colocó cinco de las basas al lado derecho de la Casa, y cinco al lado izquierdo de la Casa. El mar (de bronce) lo puso al lado derecho de la Casa, al sudeste.
I Ki SpaPlate 7:40  Asimismo hizo Hiram las calderas, las palas y las tazas. Terminó, pues, Hiram toda la obra que el rey Salomón le había encargado para la Casa de Yahvé:
I Ki SpaPlate 7:41  las dos columnas, los dos globos de los capiteles que estaban encima de las columnas, las dos redes que cubrían los dos globos de los capiteles en que remataban las columnas,
I Ki SpaPlate 7:42  las cuatrocientas granadas para las dos redes, dos órdenes de granadas para cada red, para cubrir los dos globos de los capiteles que coronaban las columnas,
I Ki SpaPlate 7:45  las calderas, las palas y las tazas. Todos estos utensilios que hizo Hiram para el rey Salomón, en la Casa de Yahvé, eran de bronce bruñido.
I Ki SpaPlate 7:46  El rey los hizo fundir en la llanura del Jordán, donde hay tierra arcillosa, entre Sucot y Sartán.
I Ki SpaPlate 7:47  Por la extraordinaria cantidad de todos los utensilios, Salomón dejó de pesarlos; no fue averiguado el peso de bronce.
I Ki SpaPlate 7:48  Salomón hizo fabricar, además, todos los otros utensilios de la Casa de Yahvé: el altar de oro, la mesa de oro sobre la cual se ponía el pan de la proposición,
I Ki SpaPlate 7:49  los candelabros de oro fino, cinco a la derecha y cinco a la izquierda, frente al Santísimo, las flores, las lámparas y las despabiladeras de oro,
I Ki SpaPlate 7:50  las fuentes, los cuchillos, las copas, las tazas y los braseros, de oro fino, y también los goznes de oro para la puerta de la Casa interior, o sea, el Santísimo, y para la puerta de la Casa, el Templo.
I Ki SpaPlate 7:51  Así fue concluida toda la obra que hizo el rey Salomón en la Casa de Yahvé. Y trajo Salomón las cosas que su padre David había consagrado: la plata, el oro y los vasos, y los depositó en la tesorería de la Casa de Yahvé.
Chapter 8
I Ki SpaPlate 8:1  Entonces Salomón reunió alrededor suyo, en Jerusalén, a los ancianos de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los príncipes de las familias de los hijos de Israel, para trasladar el Arca de la Alianza de Yahvé, desde la ciudad de David, que es Sión.
I Ki SpaPlate 8:2  Concurrieron, pues, al rey Salomón todos los varones de Israel en la fiesta del mes de Etanim, que es el mes séptimo.
I Ki SpaPlate 8:3  Cuando habían venido todos los ancianos de Israel, alzaron los sacerdotes el Arca,
I Ki SpaPlate 8:4  y trasladaron el Arca de Yahvé, con el Tabernáculo de la Reunión, y todos los utensilios sagrados que había dentro del Tabernáculo; y los llevaban los sacerdotes levitas.
I Ki SpaPlate 8:5  El rey Salomón y toda la congregación de Israel, reunida en torno suyo, estaban con él delante del Arca, inmolando ovejas y bueyes incontables e innumerables por su muchedumbre.
I Ki SpaPlate 8:6  Los sacerdotes pusieron el Arca de la Alianza de Yahvé en su sitio, en el lugar más interior de la Casa, en el Santísimo, debajo de las alas de los querubines.
I Ki SpaPlate 8:7  Porque los querubines extendían las alas sobre el lugar del Arca y cubrían por arriba el Arca y sus varas.
I Ki SpaPlate 8:8  Tan largas eran las varas, que sus extremos se dejaban ver desde el Lugar Santo, que está delante del Santísimo; pero no se dejaban ver desde fuera. Allí están hasta el día de hoy.
I Ki SpaPlate 8:9  Dentro del Arca no había sino las dos tablas de piedra que Moisés había depositado en ella en el Horeb al hacer Yahvé alianza con Israel, en la salida de ellos de la tierra de Egipto.
I Ki SpaPlate 8:10  Y sucedió que al salir los sacerdotes del Santuario, la nube llenó la Casa de Yahvé;
I Ki SpaPlate 8:11  y los sacerdotes no pudieron permanecer (allí) para ejercer su ministerio, a causa de la nube; pues la gloria de Yahvé llenaba la Casa de Yahvé.
I Ki SpaPlate 8:12  Entonces dijo Salomón: “Yahvé ha dicho que moraría en la oscuridad.
I Ki SpaPlate 8:13  Pues bien, yo he edificado una casa que sea morada para Ti, el lugar de tu morada para siempre.”
I Ki SpaPlate 8:14  Y volviéndose el rey bendijo a toda la asamblea de Israel, mientras toda la asamblea de Israel se tenía en pie.
I Ki SpaPlate 8:15  Dijo: “¡Bendito sea Yahvé!, el Dios de Israel, que habló con su boca a mi padre David y con su mano lo cumplió, diciendo:
I Ki SpaPlate 8:16  «Desde el día que saqué de Egipto a Israel, mi pueblo, no he escogido ciudad de entre las tribus de Israel para edificar una casa donde resida mi Nombre, aunque escogí a David para que reinase sobre Israel, mi pueblo.»
I Ki SpaPlate 8:17  David, mi padre, tuvo el propósito de edificar una casa al Nombre de Yahvé, el Dios de Israel;
I Ki SpaPlate 8:18  mas Yahvé dijo a mi padre David: «Teniendo tú el propósito de edificar una casa a mi Nombre, has ideado un buen proyecto.
I Ki SpaPlate 8:19  Con todo, no edificarás tú la Casa, sino que un hijo tuyo, que saldrá de tus entrañas, edificará la Casa a mi Nombre.»
I Ki SpaPlate 8:20  Yahvé ha cumplido la palabra que prometió; pues me he levantado yo en el lugar de David, mi padre —y heme sentado sobre el trono de Israel, como Yahvé lo ha anunciado—, y he edificado la Casa al Nombre de Yahvé, el Dios de Israel.
I Ki SpaPlate 8:21  He establecido allí un lugar para el Arca, donde se halla la Alianza que Yahvé hizo con nuestros padres al sacarlos del país de Egipto.”
I Ki SpaPlate 8:22  Luego, poniéndose Salomón delante del altar de Yahvé, frente a toda la asamblea de Israel, extendió las manos hacia el cielo,
I Ki SpaPlate 8:23  y dijo: “Yahvé, Dios de Israel, no hay Dios como Tú, ni arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, porque Tú guardas la Alianza y la misericordia con tus siervos que andan en tu presencia de todo corazón.
I Ki SpaPlate 8:24  Tú has cumplido con tu siervo David, mi padre, lo que prometiste; y lo que con tu boca prometiste, con tu mano lo has puesto por obra, como se ve en este día.
I Ki SpaPlate 8:25  Ahora, pues, oh Yahvé, Dios de Israel, guarda la promesa que has dado a tu siervo David, mi padre, diciendo: «Nunca te faltará varón delante de Mí que se siente sobre el trono de Israel, con tal que tus hijos vigilen sobre sus caminos y anden delante de Mí, como tú has andado en mi presencia.»
I Ki SpaPlate 8:26  Cúmplase ahora, oh Dios de Israel, la promesa que diste a tu siervo David, mi padre.
I Ki SpaPlate 8:27  Pero ¿es verdad que Dios habita sobre la tierra? He aquí que los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte, ¿cuánto menos esta Casa que yo acabo de edificar?
I Ki SpaPlate 8:28  Con todo vuelve tu rostro a la oración de tu siervo y a su súplica, oh Yahvé, Dios mío, para escuchar el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de Ti.
I Ki SpaPlate 8:29  Que estén abiertos tus ojos, noche y día, hacia esta Casa y este lugar, acerca del cual has dicho: «Estará allí mi Nombre, para escuchar la oración que tu siervo haga en este lugar».
I Ki SpaPlate 8:30  Oye, pues, la súplica de tu siervo y de Israel, tu pueblo, cuando oraren en este lugar. Oye Tú desde el lugar de tu morada, el cielo; escucha y perdona.”
I Ki SpaPlate 8:31  “Cuando pecare alguno contra su prójimo, y se le impusiere juramento, haciéndole jurar, y él viniere a jurar ante tu altar en esta Casa,
I Ki SpaPlate 8:32  óyelo Tú desde el cielo, y obra; juzga a tus siervos, condenando al inicuo y haciendo recaer su conducta sobre su misma cabeza, justificando, en cambio, al justo y premiándolo conforme a su justicia.”
I Ki SpaPlate 8:33  “Cuando Israel, tu pueblo, fuere vencido por un enemigo, por haber pecado contra Ti, y ellos vueltos a Ti confesaren tu Nombre y oraren, suplicándote en esta Casa,
I Ki SpaPlate 8:34  óyelo Tú en el cielo, y perdona el pecado de Israel, tu pueblo, y hazlos volver al país que diste a sus padres.”
I Ki SpaPlate 8:35  “Cuando se cierre el cielo, de manera que no haya lluvia, por haber ellos pecado contra ti, y si oraren (dirigiendo sus miradas) hacia este lugar, y alabando tu Nombre, y si se convirtieren de su pecado por haberlos Tú afligido,
I Ki SpaPlate 8:36  óyelos en el cielo, y perdona el pecado de tus siervos y de Israel, tu pueblo, enseñándoles el recto camino, por el cual deben andar; y envía lluvia sobre tu tierra que diste por herencia a tu pueblo.”
I Ki SpaPlate 8:37  “Cuando haya hambre en la tierra, o peste, o roya, añublo, langosta, u otra clase de insectos, o cuando el enemigo asedie (a tu pueblo) en su país, en sus ciudades, o cuando haya plagas o enfermedades de cualquier clase,
I Ki SpaPlate 8:38  si entonces uno en particular, o todo Israel, tu pueblo, se dirija a Ti con oraciones y súplicas, y si cada cual, reconociendo la plaga de su corazón, extienda sus manos hacia esta Casa,
I Ki SpaPlate 8:39  óyelo Tú en el cielo, lugar de tu morada, y perdona; obra y retribuye a cada uno conforme a todos sus caminos, ya que conoces su corazón —pues Tú solo conoces el corazón de todos los hijos de los hombres—
I Ki SpaPlate 8:40  para que te teman todos los días que vivan en la tierra que diste a nuestros padres.
I Ki SpaPlate 8:41  “También el extranjero, que no es de tu pueblo Israel, cuando viniere de tierras lejanas a causa de tu Nombre
I Ki SpaPlate 8:42  —pues ellos oirán hablar de tu gran Nombre y de tu poderosa mano y de tu brazo extendido¾, cuando venga, pues, a orar en esta Casa,
I Ki SpaPlate 8:43  óyelo Tú en el cielo, lugar de tu morada, y otorga todo lo que te pidiere aquel extranjero, a fin de que todos los pueblos de la tierra conozcan tu Nombre, para temerte como (te teme) Israel, tu pueblo, y sepan que tu Nombre ha sido invocado sobre esta Casa que yo he edificado.”
I Ki SpaPlate 8:44  “Cuando tu pueblo salga a combatir a sus enemigos por el camino por el cual Tú los enviares, y oraren a Yahvé, mirando hacia la ciudad que Tú elegiste y la Casa que yo he edificado a tu Nombre,
I Ki SpaPlate 8:45  escucha Tú en el cielo su oración y su plegaria, y hazles justicia.”
I Ki SpaPlate 8:46  “Cuando pecaren contra Ti —pues no hay hombre que no peque— y Tú, irritado contra ellos, los entregares en poder del enemigo, y el vencedor los llevare cautivos a la tierra enemiga, sea lejana o cercana;
I Ki SpaPlate 8:47  si ellos entonces se arrepintieren en la tierra de su cautividad y convertidos pidieren perdón en el país de sus apresadores, diciendo: «Hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos obrado perversamente»;
I Ki SpaPlate 8:48  y si se volvieren a ti de todo corazón y con toda su alma, en la tierra de sus enemigos que los cautivaron, y suplicaren a Ti, mirando hacia su tierra que Tú diste a sus padres, hacia la ciudad que has escogido, y hacia la Casa que yo he edificado a tu Nombre,
I Ki SpaPlate 8:49  entonces oye Tú en el cielo, lugar de tu morada, su oración y su súplica y hazles justicia;
I Ki SpaPlate 8:50  y perdona a tu pueblo los pecados cometidos contra Ti, y todas sus transgresiones con que contra Ti se rebelaron, y haz que hallen misericordia delante de los que los llevaron cautivos, para que los traten con compasión.
I Ki SpaPlate 8:51  Porque son tu pueblo y tu herencia, que Tú sacaste de Egipto, de en medio del horno de hierro.
I Ki SpaPlate 8:52  Estén abiertos tus ojos a la súplica de tu siervo, y a la súplica de Israel, tu pueblo, para escucharlos en todo cuanto te invoquen.
I Ki SpaPlate 8:53  Pues Tú los separaste para Ti mismo, como herencia, de entre todos los pueblos de la tierra; como lo prometiste por boca de Moisés, tu siervo, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto, oh Señor, Yahvé.”
I Ki SpaPlate 8:54  Después de dirigir a Yahvé toda esta oración y súplica, se levantó Salomón de delante del altar de Yahvé, donde estaba arrodillado con las manos extendidas hacia el cielo;
I Ki SpaPlate 8:55  y puesto en pie, bendijo a toda la asamblea de Israel, diciendo en alta voz:
I Ki SpaPlate 8:56  “¡Bendito sea Yahvé, que ha dado descanso a Israel, su pueblo, conforme a todo lo que había prometido! No ha fallado una sola palabra de todas aquellas buenas promesas que anunció por boca de su siervo Moisés.
I Ki SpaPlate 8:57  Yahvé, nuestro Dios, sea con nosotros así como estuvo con nuestros padres. ¡Que Él no nos abandone ni nos deseche,
I Ki SpaPlate 8:58  sino que incline nuestro corazón hacia sí, a fin de que andemos por todos sus caminos y guardemos sus mandamientos, sus leyes y preceptos que prescribió a nuestros padres!
I Ki SpaPlate 8:59  ¡Que estas palabras de mi súplica que he pronunciado ante Yahvé estén presentes día y noche ante Yahvé, nuestro Dios, para que haga justicia a su siervo y a Israel, su pueblo, en todo tiempo;
I Ki SpaPlate 8:60  y sepan todos los pueblos de la tierra que Yahvé es Dios y no hay otro!
I Ki SpaPlate 8:61  Sea, pues, vuestro corazón recto para con Yahvé, vuestro Dios, de suerte que cumplamos sus leyes y guardemos sus mandamientos, como al presente.”
I Ki SpaPlate 8:62  Después el rey, y con él todo Israel, ofrecieron sacrificios ante Yahvé.
I Ki SpaPlate 8:63  Inmoló Salomón como sacrificios pacíficos, ofreciéndolos a Yahvé, veintidós mil bueyes y ciento veinte mil ovejas. De esta manera el rey y todos los hijos de Israel inauguraron la Casa de Yahvé.
I Ki SpaPlate 8:64  En aquel día el rey consagró el interior del atrio, que está delante de la Casa de Yahvé; pues ofreció allí los holocaustos, las oblaciones y los sebos de los sacrificios pacíficos, por cuanto el altar de bronce que había ante Yahvé, no era tan grande que pudiesen caber en él los holocaustos, las oblaciones y las grasas de los sacrificios pacíficos.
I Ki SpaPlate 8:65  Así en ese tiempo, Salomón, y con él todo Israel, una muchedumbre inmensa venida desde la entrada de Hamat hasta el Arroyo de Egipto, celebró fiesta delante de Yahvé, nuestro Dios, durante siete días, y otros siete días, esto es, catorce días.
I Ki SpaPlate 8:66  El día octavo despidió el rey al pueblo; y ellos bendijeron al rey y se fueron a sus tiendas gozosos y contentos por todos los beneficios que Yahvé había hecho a David, su siervo, y a Israel, su pueblo.
Chapter 9
I Ki SpaPlate 9:1  Cuando Salomón hubo terminado de construir la Casa de Yahvé, la casa del rey y todo lo que deseaba hacer según sus designios,
I Ki SpaPlate 9:2  se apareció Yahvé a Salomón por segunda vez, como se le había aparecido en Gabaón;
I Ki SpaPlate 9:3  y le dijo Yahvé: “He oído tu oración y tu súplica que has proferido delante de Mí. He santificado esta Casa que has edificado, para poner allí mi Nombre para siempre, y mis ojos y mi corazón estarán allí en todo tiempo.
I Ki SpaPlate 9:4  Si tú andas en mi presencia como anduvo David, tu padre, con sinceridad de corazón y con rectitud, haciendo todo lo que te tengo mandado, y guardando mis mandamientos y mis preceptos,
I Ki SpaPlate 9:5  aseguraré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, según prometí a tu padre David, diciendo: «Nunca te faltará varón sobre el trono de Israel.»
I Ki SpaPlate 9:6  Pero, si vosotros y vuestros hijos os apartáis de Mí, y no guardáis mis leyes y mis mandamientos, que he puesto delante de vosotros, y os vais a servir a otros dioses, postrándoos ante ellos,
I Ki SpaPlate 9:7  extirparé a Israel de la tierra que les he dado; y esta Casa que he santificado para mi Nombre, la echaré lejos de mi vista. Israel vendrá a ser objeto de proverbio y burla entre todos los pueblos;
I Ki SpaPlate 9:8  y esta Casa será reducida a ruinas, y cuantos pasaren junto a ella se pasmarán y silbarán, diciendo: «¿Por qué ha tratado así Yahvé a esta tierra y a esta Casa?»
I Ki SpaPlate 9:9  Y se les contestará: «Porque abandonaron a Yahvé, su Dios, que sacó a sus padres del país de Egipto y se adhirieron a otros dioses, postrándose ante ellos y dándoles culto; por eso ha descargado Yahvé sobre ellos todos estos males».”
I Ki SpaPlate 9:10  Al fin de los veinte años que Salomón empleó para edificar las dos casas, la Casa de Yahvé y la casa del rey,
I Ki SpaPlate 9:11  para las cuales Hiram, rey de Tiro, había dado a Salomón maderas de cedro y de ciprés y oro, accediendo a todos sus deseos, el rey Salomón dio a Hiram veinte ciudades en la tierra de Galilea.
I Ki SpaPlate 9:12  Salió, pues, Hiram de Tiro para ver las ciudades que le había dado Salomón, y no le gustaron.
I Ki SpaPlate 9:13  Por lo cual dijo: “¿Estas son las ciudades que me has dado, hermano mío?” Y las llamó Tierra de Cabul (nombre que llevan) hasta hoy día.
I Ki SpaPlate 9:14  Es de saber que Hiram había enviado al rey ciento veinte talentos de oro.
I Ki SpaPlate 9:15  He aquí la razón de las cargas que impuso el rey Salomón. Fue para edificar la Casa de Yahvé, su propia casa, el Milló, el muro de Jerusalén, y a Hasor, Megiddó y Guézer.
I Ki SpaPlate 9:16  El Faraón, rey de Egipto, había subido, y después de tomar a Guézer, la había incendiado, matando a los cananeos que habitaban la ciudad. Después la dio en dote a su hija, la mujer de Salomón.
I Ki SpaPlate 9:17  Salomón edificó a Guézer, Bet-horón de abajo,
I Ki SpaPlate 9:19  como también todas las ciudades de almacenes que tenía Salomón, como también las ciudades de los carros, y las ciudades de la caballería: en fin, todo cuanto Salomón gustó de edificar en Jerusalén, en el Líbano y en todo el territorio de su reino.
I Ki SpaPlate 9:20  Toda la gente que había quedado de los amorreos, de los heteos, de los fereceos, de los heveos y de los jebuseos, que no eran de los hijos de Israel
I Ki SpaPlate 9:21  (es decir), los hijos de ellos que habían quedado en el país después de ellos, porque los hijos de Israel no pudieron exterminarlos, a estos hizo Salomón esclavos de trabajo hasta el día de hoy.
I Ki SpaPlate 9:22  Salomón no sujetó a servidumbre a ninguno de los hijos de Israel, sino que ellos eran sus guerreros, sus dignatarios, sus jefes, sus capitanes y los comandantes de sus carros y de su caballería.
I Ki SpaPlate 9:23  Los jefes que estaban al frente de las obras de Salomón, eran quinientos cincuenta. Estos dirigían a los obreros que trabajaban en la obra.
I Ki SpaPlate 9:24  La hija del Faraón subió desde la ciudad de David a la casa, que (Salomón) le había edificado. En aquel tiempo edificó también el Millo.
I Ki SpaPlate 9:25  Tres veces al año ofrecía Salomón holocaustos y sacrificios pacíficos sobre el altar que había erigido a Yahvé, y quemaba incienso sobre el que estaba delante de Yahvé, después de quedar acabada la Casa.
I Ki SpaPlate 9:26  El rey Salomón construyó también una flota en Esionguéber, que está junto a Elat, sobre la orilla del Mar Rojo en el país de Edom.
I Ki SpaPlate 9:27  Con esta flota envió Hiram a sus siervos, marinos peritos en la navegación, juntamente con los siervos de Salomón.
I Ki SpaPlate 9:28  Y fueron a Ofir, de donde tomaron cuatrocientos veinte talentos de oro que trajeron al rey Salomón.
Chapter 10
I Ki SpaPlate 10:1  La reina de Sabá tuvo noticia de la fama que Salomón se había adquirido para la gloria de Yahvé, y vino a probarle con enigmas.
I Ki SpaPlate 10:2  Llegó a Jerusalén con un séquito muy grande, con camellos que traían especias aromáticas, muchísimo oro y piedras preciosas. Y fue a ver a Salomón, con el cual habló de todo lo que había en su corazón.
I Ki SpaPlate 10:3  Salomón le respondió a todas sus preguntas; no hubo cosa que fuese escondida al Rey y de la cual no pudiese dar solución.
I Ki SpaPlate 10:4  Al ver la reina de Sabá toda la sabiduría de Salomón, la casa que había edificado,
I Ki SpaPlate 10:5  los manjares de su mesa, las habitaciones de sus dignatarios, la manera de servir de sus criados y los trajes de ellos, sus coperos, y el holocausto que ofrecía en la Casa de Yahvé, quedó atónita,
I Ki SpaPlate 10:6  y dijo al rey Salomón: “Verdad es lo que oí decir en mi tierra respecto de ti y de tu sabiduría.
I Ki SpaPlate 10:7  Yo no creía lo dicho antes de haber venido y antes de haberlo visto con mis propios ojos; y he aquí que no me habían contado ni siquiera la mitad. Tu sabiduría y tu prosperidad son más grandes de lo que yo había oído.
I Ki SpaPlate 10:8  ¡Dichosa tus gentes, dichosos estos tus siervos, que de continuo están en tu presencia y oyen tu sabiduría!
I Ki SpaPlate 10:9  ¡Bendito sea Yahvé, tu Dios, que se ha complacido en ti y te ha puesto sobre el trono de Israel! Porque Yahvé ama eternamente a Israel, y Él te ha constituido rey para que hagas juicio y justicia.”
I Ki SpaPlate 10:10  Luego regaló al rey ciento veinte talentos de oro, grandísima cantidad de especias aromáticas y piedras preciosas. Nunca más vino tanta cantidad de especias aromáticas como la que la reina de Sabá dio al rey Salomón.
I Ki SpaPlate 10:11  La flota de Hiram que traía oro de Ofir, trajo de Ofir también muchísima cantidad de madera de sándalo y de piedras preciosas.
I Ki SpaPlate 10:12  El rey hizo de la madera de sándalo balaustradas para la Casa de Yahvé y la casa del rey, y también cítaras y salterios para los cantores. Nunca jamás vino semejante madera de sándalo, ni se ha visto hasta el día de hoy.
I Ki SpaPlate 10:13  El rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso y todo cuanto pidió, sin contar lo que además recibió de la regia munificencia de Salomón. Después se volvió y regresó a su país, acompañada de sus servidores.
I Ki SpaPlate 10:14  El peso del oro que llegaba a Salomón cada año era de seiscientos sesenta y seis talentos de oro,
I Ki SpaPlate 10:15  fuera de lo que recibía de los mercaderes, del comercio de los traficantes, de todos los reyes de los beduinos y de los gobernadores del país.
I Ki SpaPlate 10:16  El rey Salomón fabricó doscientos escudos grandes de oro batido, empleando en cada escudo seiscientos siclos de oro;
I Ki SpaPlate 10:17  y trescientos escudos chicos de oro batido, empleando en cada escudo tres minas de oro, y los colocó el rey en la Casa del Bosque del Líbano.
I Ki SpaPlate 10:18  Hizo asimismo el rey un gran trono de marfil y lo guarneció de oro finísimo.
I Ki SpaPlate 10:19  Tenía el trono seis gradas y en la parte superior del trono un respaldo redondeado; tenía también brazos por uno y otro lado del asiento y dos leones de pie, junto a los brazos.
I Ki SpaPlate 10:20  Doce leones estaban de pie allí sobre las seis gradas, a uno y otro lado. En ningún reino se fabricó jamás obra como esta.
I Ki SpaPlate 10:21  Todos los vasos en que bebía el rey Salomón eran de oro; asimismo toda la vajilla de la Casa del Bosque del Líbano era de oro fino. Nada era de plata, pues en tiempo de Salomón esta no se estimaba.
I Ki SpaPlate 10:22  Porque el rey tenía en el mar una flota de Tarsis, juntamente con la flota de Hiram. Una vez cada tres años venía la flota de Tarsis, trayendo oro, plata, marfil, monos y pavos reales;
I Ki SpaPlate 10:23  de manera que en cuanto a riquezas y sabiduría el rey Salomón fue más grande que todos los reyes de la tierra.
I Ki SpaPlate 10:24  Y todo el mundo procuraba ver el rostro de Salomón, para oír la sabiduría que Dios había infundido en su corazón;
I Ki SpaPlate 10:25  y todos traían sus presentes, objetos de plata y objetos de oro, vestidos, armas, especias aromáticas, caballos y mulos. Así año tras año.
I Ki SpaPlate 10:26  Reunió Salomón carros y caballería; tenía mil cuatrocientos carros y doce mil jinetes, qué tenían su cuartel en las ciudades de los carros y en Jerusalén, junto al rey.
I Ki SpaPlate 10:27  El rey hizo que la plata en Jerusalén abundara como las piedras y la madera de cedro, y como los cabrahígos que crecen en llanura.
I Ki SpaPlate 10:28  Los caballos de Salomón venían de Egipto. Una caravana de comerciantes del rey los traía en grupos al precio (convenido).
I Ki SpaPlate 10:29  Un tiro de carro sacado de Egipto costaba seiscientos siclos de plata, y un caballo ciento cincuenta. También los traían en las mismas condiciones, por su intermedio, para todos los reyes de los heteos y para los reyes de la Siria.
Chapter 11
I Ki SpaPlate 11:1  El rey Salomón amó, además de la hija del Faraón, a muchas mujeres extranjeras, moabitas, ammonitas, idumeas, sidonias y heteas;
I Ki SpaPlate 11:2  de las naciones de que había dicho Yahvé a los hijos de Israel: “No os lleguéis a ellas, ni ellas se lleguen a vosotros; pues seguramente desviarán vuestro corazón hacia los dioses de ellas.” A tales se unió Salomón con amor.
I Ki SpaPlate 11:3  Tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres eran causa de los extravíos de su corazón.
I Ki SpaPlate 11:4  Pues siendo Salomón ya viejo, sus mujeres arrastraron su corazón hacia otros dioses; pues no era su corazón enteramente fiel a Yahvé su Dios, como lo fue el corazón de su padre David.
I Ki SpaPlate 11:5  Salomón dio culto a Astarté, diosa de los sidonios, y a Milcom, abominación de los ammonitas.
I Ki SpaPlate 11:6  E hizo Salomón lo que era malo a los ojos de Yahvé, y no siguió por entero en pos de Yahvé como su padre David.
I Ki SpaPlate 11:7  En aquel tiempo Salomón erigió en el monte que está frente a Jerusalén un santuario para Camos, abominación de Moab y para Moloc, abominación de los hijos de Ammón.
I Ki SpaPlate 11:8  Lo mismo hizo para todas sus mujeres de tierra extraña, que quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.
I Ki SpaPlate 11:9  Entonces se irritó Yahvé contra Salomón, puesto que había apartado su corazón de Yahvé, el Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces,
I Ki SpaPlate 11:10  y le había mandado particularmente que no se fuese tras otros dioses; mas él no guardó lo que Yahvé le había ordenado.
I Ki SpaPlate 11:11  Dijo, pues, Yahvé a Salomón: “Por cuanto te has portado así y no has guardado mi alianza y mis leyes que Yo te había prescrito, arrancaré el reino de tu mano y lo daré a un siervo tuyo;
I Ki SpaPlate 11:12  pero no lo haré en tus días por amor de tu padre David; sino que lo arrancaré de mano de tu hijo.
I Ki SpaPlate 11:13  Ni tampoco le arrancaré el reino entero, sino que daré una tribu a tu hijo, por amor a David, mi siervo, y por amor de Jerusalén que Yo he escogido.”
I Ki SpaPlate 11:14  Suscitó Yahvé a Salomón un enemigo: Hadad, el idumeo, que era del linaje real de Edom.
I Ki SpaPlate 11:15  Cuando David estuvo (en guerra) con Edom, y Joab, jefe del ejército, subió para enterrar los muertos y mató a todos los varones de Edom
I Ki SpaPlate 11:16  —porque seis meses permaneció allí Joab con todo Israel, hasta exterminar a todos los varones de Edom—
I Ki SpaPlate 11:17  huyó Hadad y con él algunos idumeos de entre los siervos de su padre y se retiró a Egipto, siendo Hadad todavía jovencito.
I Ki SpaPlate 11:18  Saliendo de Madián pasaron a Farán, y tomando consigo algunos hombres de Farán, llegaron a Egipto, al Faraón, rey de Egipto, el cual le dio casa, le asignó sustento y le dio tierras.
I Ki SpaPlate 11:19  Hadad halló gracia a los ojos del Faraón, de tal manera que le dio por mujer la hermana de su misma mujer, la hermana de la reina Tafnes.
I Ki SpaPlate 11:20  La hermana de Tafnes le dio un hijo, Genubat, al que destetó Tafnes en la casa del Faraón; y habitó Genubat en la casa del Faraón, en medio de los hijos del Faraón.
I Ki SpaPlate 11:21  Cuando supo Hadad en Egipto que David se había dormido con sus padres, y que Joab, jefe del ejército, era muerto, dijo al Faraón: “Déjame ir para que vaya a mi tierra.”
I Ki SpaPlate 11:22  El Faraón le contestó: “Pues, ¿qué te falta conmigo para que quieras irte a tu tierra?” Replicó él: “Nada me falta, pero de todos modos déjame partir.”
I Ki SpaPlate 11:23  Suscitó Dios (a Salomón otro) adversario: Rezón, hijo de Eliadá, que había huido de su señor Hadadéser, rey de Soba.
I Ki SpaPlate 11:24  Reuniendo consigo unos hombres vino a ser jefe de una banda, cuando David mató a los (arameos). Llegó a Damasco, donde se estableció, apoderándose del reino de Damasco.
I Ki SpaPlate 11:25  Este fue enemigo de Israel todos los días de Salomón, además del mal que hizo Hadad, pues aborrecía a Israel y reinaba sobre la Siria.
I Ki SpaPlate 11:26  Levantó la mano contra el rey también Jeroboam, hijo de Nabat, efrateo de Seredá, cuya madre era una viuda que se llamaba Seruá. Era este siervo de Salomón.
I Ki SpaPlate 11:27  Y he aquí la causa porque se sublevó contra el rey: Salomón estaba edificando el Milló, rellenando la hondonada que había en la ciudad de David, su padre.
I Ki SpaPlate 11:28  Jeroboam era hombre valiente y capaz y viendo Salomón que este joven era muy activo en la obra, le puso sobre todos los trabajos de la casa de José.
I Ki SpaPlate 11:29  Aconteció por aquel tiempo que saliendo Jeroboam de Jerusalén, le encontró en el camino el profeta Ahías silonita, que estaba envuelto en una capa nueva, y los dos estaban solos en el campo.
I Ki SpaPlate 11:30  Tomando entonces Ahías la capa nueva que tenía encima, la rasgó en doce pedazos,
I Ki SpaPlate 11:31  y dijo a Jeroboam: “Toma para ti diez pedazos, porque así dice Yahvé, el Dios de Israel: He aquí que voy a arrancar el reino de mano de Salomón, y te daré a ti diez tribus;
I Ki SpaPlate 11:32  una sola tribu quedará para él, a causa de mi siervo David, y a causa de Jerusalén, la ciudad que Yo he escogido entre todas las tribus de Israel;
I Ki SpaPlate 11:33  por cuanto me han abandonado, y se han prosternado ante Astarté, diosa de los sidonios, ante Camos, dios de Moab, y ante Milcom, dios de los hijos de Ammón; y no han seguido mis caminos para hacer lo que es recto a mis ojos (ni han observado) mis leyes y mis preceptos como lo hizo David, su padre.
I Ki SpaPlate 11:34  Mas no quitaré de su mano ninguna parte del reino, puesto que le he constituido príncipe todos los días de su vida, por amor de mi siervo David, a quien escogí, porque observó mis leyes y mis mandamientos,
I Ki SpaPlate 11:35  sino que quitaré el reino de mano de su hijo, y te lo daré a ti, a saber, las diez tribus;
I Ki SpaPlate 11:36  y a su hijo le daré una tribu, para que mi siervo David tenga una lámpara todos los días delante de Mí en Jerusalén, la ciudad que he escogido para Mí a fin de poner allí mi Nombre.
I Ki SpaPlate 11:37  A ti te tomaré, y tú reinarás sobre todo lo que deseare tu alma, y serás rey sobre Israel.
I Ki SpaPlate 11:38  Si obedecieres todo cuanto Yo te mandare, andando en mis caminos, e hicieres lo que es recto a mis ojos, guardando mis leyes y mis mandamientos, como lo hizo mi siervo David, seré contigo y te edificaré una casa estable, como la edifiqué a David, y te daré Israel.
I Ki SpaPlate 11:39  Humillaré a la descendencia de David por esta causa, pero no para siempre.”
I Ki SpaPlate 11:40  Procuraba Salomón dar muerte a Jeroboam, pero Jeroboam se escapó y fue a refugiarse en Egipto, cerca de Sesac, rey de Egipto, y permaneció en Egipto hasta la muerte de Salomón.
I Ki SpaPlate 11:41  Las demás cosas de Salomón, todo lo que hizo y su sabiduría, ¿no está escrito en el libro de los hechos de Salomón?
I Ki SpaPlate 11:42  El tiempo que reinó Salomón en Jerusalén, sobre todo Israel, fue de cuarenta años.
I Ki SpaPlate 11:43  Y Salomón se durmió con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David, su padre. En su lugar reinó su hijo Roboam.
Chapter 12
I Ki SpaPlate 12:1  Roboam fue a Siquem, porque todo Israel había concurrido a Siquem para proclamarlo rey.
I Ki SpaPlate 12:2  Lo supo Jeroboam, hijo de Nabat, que estaba todavía en Egipto, adonde había huido de la presencia del rey Salomón. Estando aún Jeroboam en Egipto,
I Ki SpaPlate 12:3  enviaron a llamarle. Vino, pues, Jeroboam y toda la asamblea de Israel, y hablaron con Roboam, diciendo:
I Ki SpaPlate 12:4  “Tu padre hizo muy pesado nuestro yugo; aligera tú la dura servidumbre de tu padre y el yugo pesado que nos puso encima, y te serviremos.”
I Ki SpaPlate 12:5  Él les dijo: “Id, y volved a verme dentro de tres días.” Y se fue el pueblo.
I Ki SpaPlate 12:6  Consultó entonces el rey Roboam a los ancianos, los que habían servido a su padre Salomón durante su vida, y preguntó: “¿Qué me aconsejáis responder a este pueblo?”
I Ki SpaPlate 12:7  Le contestaron: “Si hoy te haces siervo de este pueblo y condescendiendo con ellos les respondes en tono amable, serán para siempre siervos tuyos.”
I Ki SpaPlate 12:8  Mas él desechó el consejo que los ancianos le dieron, y consultó a los jóvenes que se habían criado con él y le servían.
I Ki SpaPlate 12:9  A estos les dijo: “¿Qué aconsejáis que contestemos a este pueblo que me habla, diciendo: Aligera el yugo que nos ha impuesto tu padre?”
I Ki SpaPlate 12:10  Le respondieron los jóvenes que se habían criado con él, diciendo: “Así dirás a este pueblo que te ha dicho: Tu padre hizo pesado nuestro yugo, alívianoslo tú; así les contestarás: Mi meñique es más grueso que los lomos de mi padre.
I Ki SpaPlate 12:11  Ahora pues, mi padre os impuso un yugo pesado, pero yo haré vuestro yugo más pesado aún, mi padre os castigó con látigos, yo, empero, os castigaré con escorpiones.”
I Ki SpaPlate 12:12  Comparecieron, pues, Jeroboam y todo el pueblo al día tercero ante Roboam, según lo que había dicho el rey: “Volved a verme al cabo de tres días.”
I Ki SpaPlate 12:13  Y el rey contestó al pueblo con dureza; porque desechando el consejo que le habían dado los ancianos,
I Ki SpaPlate 12:14  les respondió según el consejo de los jóvenes, diciendo: “Mi padre hizo pesado vuestro yugo, pero yo lo haré más pesado aún; mi padre os castigó con látigos, yo, empero, os castigaré con escorpiones.”
I Ki SpaPlate 12:15  De modo que el rey no escuchó al pueblo; porque así lo había dispuesto Yahvé, para cumplir su palabra que había dicho por boca de Ahías silonita a Jeroboam, hijo de Nabat.
I Ki SpaPlate 12:16  Viendo, pues, todo Israel que el rey no les escuchaba le dieron todos a una esta respuesta: “¿Qué parte tenemos nosotros con David? ¿Y qué herencia con el hijo de Isaí? ¡A tus tiendas, oh Israel! ¡Mira ahora por tu casa, David!” E Israel se retiró a sus tiendas.
I Ki SpaPlate 12:17  Así que Roboam solo reinó sobre los hijos de Israel que habitaban en las ciudades de Judá.
I Ki SpaPlate 12:18  Roboam envió a Adoram, que era prefecto de los tributos; pero todo Israel le apedreó de manera que murió; y el rey Roboam tuvo que montar apresuradamente en su carro para huir a Jerusalén.
I Ki SpaPlate 12:19  Así se rebeló Israel contra la casa de David hasta el día de hoy.
I Ki SpaPlate 12:20  Cuando supo todo Israel que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarlo a la asamblea, y le constituyeron rey sobre todo Israel, sin que nadie siguiese a la casa de David, fuera de la sola tribu de Judá.
I Ki SpaPlate 12:21  Llegado a Jerusalén, Roboam convocó a toda la casa de Judá y la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil guerreros escogidos, para hacer la guerra contra la casa de Israel, y recuperar el reino para Roboam, hijo de Salomón.
I Ki SpaPlate 12:22  Entonces fue dirigida la palabra de Dios a Semeías, varón de Dios, en estos términos:
I Ki SpaPlate 12:23  “Habla a Roboam, hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá y de Benjamín, y al resto del pueblo, diciendo:
I Ki SpaPlate 12:24  Así dice Yahvé: No subáis ni hagáis la guerra contra vuestros hermanos, los hijos de Israel. Volveos cada cual a su casa; pues por voluntad mía ha sucedido esto.” Y ellos, obedeciendo la palabra de Yahvé, se volvieron y fueron según la orden de Yahvé.
I Ki SpaPlate 12:25  Jeroboam fortificó a Siquem, en la montaña de Efraím, y residió allí. De allí salió y edificó a Fanuel.
I Ki SpaPlate 12:26  Jeroboam decía en su corazón: “Pronto va a volver el reino a la casa de David.
I Ki SpaPlate 12:27  Si este pueblo sube a Jerusalén a ofrecer sacrificios en a Casa de Yahvé, el corazón de este pueblo se volverá hacia su señor Roboam, rey de Judá, a mí me matarán y se tornarán a Roboam, rey de Judá.”
I Ki SpaPlate 12:28  Por lo cual el rey, después de haber reflexionado hizo dos becerros de oro, y dijo a la gente: “Bastante tiempo habéis subido a Jerusalén. ¡He aquí tu Dios, oh Israel, el que te sacó del país de Egipto!”
I Ki SpaPlate 12:30  Esto fue ocasión de pecado para el pueblo que iba hasta Dan a adorar al otro (de los dos becerros).
I Ki SpaPlate 12:31  Jeroboam hizo también santuarios en los lugares altos, y puso por sacerdotes a gentes de la clase vulgar que no eran de los hijos de Leví.
I Ki SpaPlate 12:32  E instituyó Jeroboam una fiesta en el mes octavo, el día quince del mes, semejante a la fiesta que se celebraba en Judá; y él mismo ofreció sacrificios en el altar. Lo mismo hizo en Betel para ofrecer sacrificios a los becerros que había hecho, y constituyó en Betel a algunos sacerdotes de los lugares altos que había erigido.
I Ki SpaPlate 12:33  El quince del mes octavo, mes que había elegido por propia iniciativa, subió Jeroboam al altar que había hecho en Betel. Así instituyó una fiesta para los hijos de Israel, y subió al altar para quemar incienso.
Chapter 13
I Ki SpaPlate 13:1  He aquí que por orden de Yahvé vino un hombre de Dios de Judá a Betel, estando Jeroboam todavía en el altar para quemar incienso.
I Ki SpaPlate 13:2  Y gritó contra el altar por orden de Yahvé, y dijo: “¡Altar, altar! así dice Yahvé: He aquí que un hijo ha de nacer a la casa de David, que se llamará Josías, el cual sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman incienso sobre ti; y se quemaran sobre ti huesos humanos.”
I Ki SpaPlate 13:3  Y dio aquel mismo día una señal diciendo: “Esta es la señal que ha indicado Yahvé: He aquí que el altar se quebrará y se derramará la ceniza que hay sobre él.”
I Ki SpaPlate 13:4  Al oír el rey la palabra que el varón de Dios gritaba contra el altar de Betel, extendió su mano desde el altar y dijo: “¡Prendedlo!” Mas se le secó la mano que había extendido contra él; y no pudo retirarla hacia sí.
I Ki SpaPlate 13:5  Y al punto el altar se quebró, y se derramó la ceniza del altar, conforme a la señal que el varón de Dios había dado por orden de Yahvé.
I Ki SpaPlate 13:6  Entonces tomando el rey la palabra dijo al varón de Dios: “Suplica, te ruego, a Yahvé tu Dios, y ora por mí, para que vuelva hacia mí la mano.” Y suplicó el varón de Dios a Yahvé, después de lo cual la mano del rey volvió hacia él y quedó como antes.
I Ki SpaPlate 13:7  Luego dijo el rey al varón de Dios: “Ven conmigo a casa, y toma un refresco y te daré un presente.”
I Ki SpaPlate 13:8  Pero el varón de Dios respondió al rey: “Aunque me dieras la mitad de tu casa, no iría contigo; y no comeré pan ni beberé agua en este lugar;
I Ki SpaPlate 13:9  porque así me fue mandado por palabra de Yahvé, que me dijo: «No comerás pan ni beberás agua, ni volverás por el camino por donde viniste.»”
I Ki SpaPlate 13:10  Se fue, pues, por otro camino, y no volvió por el camino por el cual había venido a Betel.
I Ki SpaPlate 13:11  Ahora bien, habitaba en Betel un profeta anciano, al cual llegaron sus hijos y le contaron todo lo que aquel día había hecho el varón de Dios en Betel. Contaron también a su padre las palabras que había dicho al rey.
I Ki SpaPlate 13:12  Su padre les dijo: “¿Por qué camino se fue?” Y le mostraron sus hijos el camino que había tomado el varón de Dios venido de Judá.
I Ki SpaPlate 13:13  Dijo entonces a sus hijos: “Aparejadme el asno.” Le aparejaron el asno, y montado en él
I Ki SpaPlate 13:14  siguió tras el varón de Dios, y después de hallarlo sentado bajo una encina le dijo: “¿Eres tú el varón de Dios que ha venido de Judá?” “Yo soy”, respondió él.
I Ki SpaPlate 13:15  El otro le dijo: “Vente conmigo a casa a comer pan.”
I Ki SpaPlate 13:16  Mas él contestó: “No puedo volver contigo, ni entrar contigo (en tu casa); tampoco podré comer pan ni beber agua contigo en este lugar;
I Ki SpaPlate 13:17  porque me fue mandado por palabra de Yahvé, que me dijo: «No comas pan ni bebas agua allí, ni vuelvas a tomar el camino por donde viniste.»”
I Ki SpaPlate 13:18  El otro le dijo: “Yo también soy profeta como tú, y un ángel me ha hablado por orden de Yahvé, diciendo: «Hazle volver contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua.»” Y así lo engañó.
I Ki SpaPlate 13:19  Se volvió con él, y comió pan en su casa y bebió agua.
I Ki SpaPlate 13:20  Estando ellos aún sentados a la mesa, fue dirigida la palabra de Yahvé al profeta que lo había hecho volver;
I Ki SpaPlate 13:21  y gritando al varón de Dios que había venido de Judá, le dijo: “Así dice Yahvé: Por cuanto has sido rebelde a la orden de Yahvé, y no has observado la orden que Yahvé, tu Dios, te había dado,
I Ki SpaPlate 13:22  sino que volviéndote has comido pan y bebido agua en este lugar, en que Él te prohibió comer pan y beber agua, no entrará tu cadáver al sepulcro de tus padres.”
I Ki SpaPlate 13:23  Y apenas hubo comido pan y tomado bebida, cuándo el otro aparejó para él el asno, (es decir), para el profeta a quien había hecho volver.
I Ki SpaPlate 13:24  Partió, pues, mas en el camino le encontró un león, que le mató, y quedó su cadáver tendido en el camino, mientras que el asno estaba parado junto a él; también el león se tenía de pie al lado del cadáver.
I Ki SpaPlate 13:25  Y he aquí que pasaron algunos hombres que vieron el cadáver tendido en el camino, y al león parado junto al cadáver y fueron a contarlo en la ciudad donde habitaba aquel anciano profeta.
I Ki SpaPlate 13:26  Cuando lo oyó el profeta que le había hecho volver del camino, dijo: “Es el varón de Dios que fue rebelde a la orden de Yahvé; por lo cual Este le entregó al león, que le ha despedazado y le ha dado muerte, conforme a la palabra que Yahvé le había dicho.”
I Ki SpaPlate 13:27  Dijo entonces a sus hijos: “Aparejadme el asno.” Ellos se lo aparejaron;
I Ki SpaPlate 13:28  y él se fue, y halló el cadáver tendido en el camino, y el asno y el león parados junto al cadáver. El león no se había comido el cadáver ni había despedazado el asno.
I Ki SpaPlate 13:29  El profeta alzó el cadáver del varón de Dios, lo puso sobre el asno; y llevándolo de vuelta vino el anciano profeta a la ciudad para velarlo y darle sepultura.
I Ki SpaPlate 13:30  Depositó el cadáver en su propio sepulcro, y le hicieron el duelo, exclamando: “¡Ay, hermano mío!”
I Ki SpaPlate 13:31  Después de sepultarlo dijo a sus hijos: “Cuando yo muera, sepultadme en el sepulcro en que está sepultado el varón de Dios. Depositad mis huesos junto a sus huesos.
I Ki SpaPlate 13:32  Porque infaliblemente se cumplirá la palabra que él por orden de Yahvé gritó contra el altar que está en Betel y contra todos los santuarios de los lugares altos que están en las ciudades de Samaria.”
I Ki SpaPlate 13:33  Aun después de este acontecimiento Jeroboam no se apartó de su mal camino, antes al contrario, volvió a constituir como sacerdotes de los lugares altos a gentes del vulgo. A cualquiera que quería, le consagraba y quedaba sacerdote de los lugares altos.
I Ki SpaPlate 13:34  En esto consistió el pecado de la casa de Jeroboam, y por eso fue extirpada y destruida de sobre la tierra.
Chapter 14
I Ki SpaPlate 14:1  En aquel tiempo enfermó Abías, hijo de Jeroboam.
I Ki SpaPlate 14:2  Y dijo Jeroboam a su mujer: “Levántate, por favor, y disfrázate, para que no se sepa que eres la mujer de Jeroboam, y vete a Silo. He aquí que allí está Ahías, el profeta, el mismo que me predijo que yo había de ser rey sobre este pueblo.
I Ki SpaPlate 14:3  Toma en tu mano diez panes, algunas tortas y un tarro de miel, y entra en su casa; él te dirá lo que ha de ser del niño.”
I Ki SpaPlate 14:4  Lo hizo así la mujer de Jeroboam. Se levantó, fue a Silo y entró en la casa de Ahías. Ahías ya no podía ver, porque a causa de su vejez se le habían quedado fijos los ojos.
I Ki SpaPlate 14:5  Yahvé había dicho a Ahías: “He aquí que viene la mujer de Jeroboam para consultarte acerca de su hijo, que está enfermo. Esto y esto le dirás, pues ella cuando venga fingirá ser otra.”
I Ki SpaPlate 14:6  Por eso al oír el sonido de los pasos de ella, cuando entraba por la puerta, dijo Ahías: “¡Entra, mujer de Jeroboam! ¿Para qué finges ser otra? Soy enviado para darte un mensaje duro.
I Ki SpaPlate 14:7  Ve y di a Jeroboam: Así dice Yahvé, el Dios de Israel: «Yo te ensalcé de en medio del pueblo y te puse por príncipe sobre Israel mi pueblo.
I Ki SpaPlate 14:8  Arranqué el reino de la casa de David para entregártelo a ti, y sin embargo no has sido como mi siervo David, que guardó mis mandamientos y me siguió con todo su corazón, no haciendo otra cosa que cuanto era recto a mis ojos.
I Ki SpaPlate 14:9  Tú, empero, has hecho cosas peores que todos los que te han precedido; pues has comenzado a hacerte otros dioses e imágenes de fundición para provocar mi ira, y me has echado a tus espaldas.
I Ki SpaPlate 14:10  Por tanto, he aquí que voy a hacer venir el mal sobre la casa de Jeroboam, y exterminaré (de la casa) de Jeroboam todos los varones, al esclavo y al libre en Israel; y barreré la posteridad de la casa de Jeroboam como se barre el estiércol, hasta que no quede nada.
I Ki SpaPlate 14:11  Al que de Jeroboam muriere en la ciudad, lo comerán los perros, y al que muriere en el campo, lo comerán las aves del cielo; porque Yahvé lo ha dicho».
I Ki SpaPlate 14:12  Tú pues, levántate, vete a tu casa; y cuando tus pies entren en la ciudad, morirá el niño.
I Ki SpaPlate 14:13  Todo Israel lo llorará y le darán sepultura, porque solo este (de la casa) de Jeroboam recibirá sepultura, por haberse hallado en él algo de bueno delante de Yahvé, el Dios de Israel, dentro de la casa de Jeroboam.
I Ki SpaPlate 14:14  Yahvé se suscitará un rey sobre Israel, que en aquel día destruirá la casa de Jeroboam. ¿Qué más por ahora?
I Ki SpaPlate 14:15  Yahvé sacudirá a Israel para que se agite como se agita la caña en el agua, y desarraigará a Israel de esta buena tierra que dio a sus padres, y los dispersará más allá del río; por cuanto se han hecho ascheras, provocando la ira de Yahvé.
I Ki SpaPlate 14:16  Él entregará a Israel a causa de los pecados que Jeroboam ha cometido y ha hecho cometer a Israel.”
I Ki SpaPlate 14:17  Entonces se levantó la mujer de Jeroboam para irse y llegó a Tirsá, y al trasponer ella el umbral de la casa murió el niño.
I Ki SpaPlate 14:18  Lo sepultaron y lo lloró todo Israel, conforme a la palabra que Yahvé había dicho por boca de su siervo Ahías, el profeta.
I Ki SpaPlate 14:19  Los demás hechos de Jeroboam, las guerras que hizo, y cómo reinó, he aquí que esto se halla escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel.
I Ki SpaPlate 14:20  El tiempo que reinó Jeroboam fue de veintidós años. Luego se durmió con sus padres, y Nadab su hijo reinó en su lugar.
I Ki SpaPlate 14:21  En Judá reinó Roboam, hijo de Salomón, el cual tenía cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y reinó diez y siete años en Jerusalén, la ciudad que Yahvé había escogido entre todas las tribus de Israel, para poner allí su Nombre, El nombre de su madre fue Naamá, ammonita.
I Ki SpaPlate 14:22  Judá hizo lo que era malo a los ojos de Yahvé, y con los pecados que cometían provocaron sus celos, más que lo habían hecho sus padres.
I Ki SpaPlate 14:23  Erigieron lugares altos, piedras de culto y ascheras, encima de todo collado elevado y bajo todo árbol frondoso.
I Ki SpaPlate 14:24  Hubo también prostitución cultual de hombres en el país e imitaron todas las abominaciones de las naciones que Yahvé había arrojado delante de los hijos de Israel.
I Ki SpaPlate 14:25  El año quinto del rey Roboam subió contra Jerusalén Sesac, rey de Egipto,
I Ki SpaPlate 14:26  el cual tomó los tesoros de la casa de Yahvé y de la casa del rey y lo robó todo. Tomó también todos los escudos de oro que había hecho Salomón.
I Ki SpaPlate 14:27  En lugar de ellos hizo el rey Roboam escudos de bronce y los entregó en manos de los capitanes de la guardia que guardaban la puerta del palacio real.
I Ki SpaPlate 14:28  Y siempre cuando el rey iba a la Casa de Yahvé los llevaban los de la guardia, y luego los volvían a traer a la cámara de la guardia.
I Ki SpaPlate 14:29  Los demás hechos de Roboam, y todo lo que hizo, ¿no se halla esto escrito en el libro de los anales de los Reyes de Judá?
I Ki SpaPlate 14:31  Después se durmió Roboam con sus padres y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David. El nombre de su madre fue Naamá, ammonita. Y reinó, en su lugar, su hijo Abiam.
Chapter 15
I Ki SpaPlate 15:1  Abiam comenzó a reinar sobre Judá el año diez y ocho del rey Jeroboam, hijo de Nabat,
I Ki SpaPlate 15:2  y reinó tres años en Jerusalén. El nombre de su madre era Maacá, hija de Abisalom.
I Ki SpaPlate 15:3  Anduvo en todos los pecados que su padre había cometido antes de él, y su corazón no estuvo enteramente con Yahvé su Dios, como el corazón de su padre David.
I Ki SpaPlate 15:4  Pero por amor de David le dio Yahvé, su Dios, una lámpara en Jerusalén, elevando a su hijo después de él, y dejando aún en pie a Jerusalén;
I Ki SpaPlate 15:5  porque David había hecho lo que era recto a los ojos de Yahvé, y en nada se había apartado de los mandamientos, todos sus días, salvo el caso de Urías heteo.
I Ki SpaPlate 15:6  Mas hubo guerra entre Roboam y Jeroboam mientras vivió aquel.
I Ki SpaPlate 15:7  Los demás hechos de Abiam, y todo lo que hizo, ¿no se halla escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá? Hubo también guerra entre Abiam y Jeroboam.
I Ki SpaPlate 15:8  Abiam se durmió con sus padres y lo sepultaron en la ciudad de David. Reinó, en su lugar, su hijo Asá.
I Ki SpaPlate 15:9  El año veinte de Jeroboam, rey de Israel, comenzó a reinar Asá sobre Judá.
I Ki SpaPlate 15:10  Reinó cuarenta y un años en Jerusalén; y el nombre de su madre era Maacá, hija de Abisalom.
I Ki SpaPlate 15:11  Asá hizo lo que era recto a los ojos de Yahvé, como David su padre.
I Ki SpaPlate 15:12  Extirpó del país la prostitución cultual de hombres y quitó todos los ídolos que habían hecho sus padres.
I Ki SpaPlate 15:13  Quitó también a su madre Maacá la dignidad de reina, porque ella había hecho un ídolo abominable en honor de Aschera. Asá hizo pedazos el ídolo abominable y lo quemó en el valle del Cedrón.
I Ki SpaPlate 15:14  Pero los lugares altos no desaparecieron, aunque el corazón de Asá estuvo enteramente con Yahvé todos sus días.
I Ki SpaPlate 15:15  Llevó a la Casa de Yahvé las cosas consagradas por su padre, y las cosas consagradas por él mismo: plata, oro y vasos.
I Ki SpaPlate 15:16  Hubo guerra entre Asá y Baasá, rey de Israel, durante toda su vida.
I Ki SpaPlate 15:17  Pues Baasá, rey de Israel, subió contra Judá y fortificó a Ramá para impedir la salida y la entrada a la gente de Asá, rey de Judá.
I Ki SpaPlate 15:18  Entonces Asá tomó toda la plata y el oro que había quedado en los tesoros de la Casa de Yahvé y en los tesoros de la casa del rey y lo entregó en manos de sus siervos, a los cuales envió a Benhadad, hijo de Tabrimón, hijo de Hesión, rey de Siria, que residía en Damasco, con este mensaje:
I Ki SpaPlate 15:19  “Haya alianza entre mí y ti, como la hubo entre mi padre y tu padre. He aquí que te envío un regalo de plata y oro. Anda, pues, y rompe tu alianza con Baasá, rey de Israel, para que este se retire de mí.”
I Ki SpaPlate 15:20  Benhadad escuchó al rey Asá, y envió los jefes de su ejército contra las ciudades de Israel, y batió a Iyón, a Dan, a Abel-Betmaacá y a todo Kinerot con todo el país de Neftalí.
I Ki SpaPlate 15:21  Cuando Baasá supo esto, cesó de edificar a Ramá y se retiró a Tirsá.
I Ki SpaPlate 15:22  Entonces el rey Asá convocó a toda Judá, sin exceptuar a nadie, y se llevaron de Ramá las piedras y la madera que Baasá había empleado en la fortificación; y con ellas fortificó el rey Asá a Gabaá de Benjamín y a Masfá.
I Ki SpaPlate 15:23  Todos los demás hechos de Asá, todo su poderío, todo lo que hizo, y las ciudades que edificó, ¿no está todo escrito en el libro de los anales de los reyes de luda? Siendo ya viejo enfermó de los pies.
I Ki SpaPlate 15:24  Y se durmió Asá con sus padres, y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David, su padre. Reinó en su lugar Josafat, su hijo.
I Ki SpaPlate 15:25  Nadab, hijo de Jeroboam, comenzó a reinar sobre Israel el año segundo de Asá, rey de Judá, y reinó dos años sobre Israel.
I Ki SpaPlate 15:26  Hizo lo que era malo a los ojos de Yahvé, andando en el camino de su padre y en el pecado que su padre había hecho cometer a Israel.
I Ki SpaPlate 15:27  Baasá, hijo de Ahías, de la casa de Isacar, hizo conspiración contra él, y lo mató en Gebetón que pertenecía a los filisteos, al tiempo que Nadab y todo Israel estaban sitiando a Gebetón.
I Ki SpaPlate 15:28  Baasá le mató el año tercero de Asá, rey de Judá, y reinó en su lugar.
I Ki SpaPlate 15:29  Apenas llegado a reinar, mató a todos los de la casa de Jeroboam, no dejando sin destruir a ninguna alma viviente de (la casa de) Jeroboam, según la palabra que Yahvé había dicho por boca de su siervo Ahías silonita,
I Ki SpaPlate 15:30  a causa de los pecados que Jeroboam había cometido y los que había hecho cometer a Israel, y a causa de la provocación con que había irritado a Yahvé el Dios de Israel.
I Ki SpaPlate 15:31  Los demás hechos de Nadab, y todo lo que hizo, ¿no está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel?
I Ki SpaPlate 15:32  Y hubo guerra entre Asá y Baasá, rey de Israel, durante toda su vida.
I Ki SpaPlate 15:33  El año tercero del rey Asá de Judá, Baasá, hijo de Ahías, comenzó a reinar sobre todo Israel en Tirsá. Reinó veinticuatro años;
I Ki SpaPlate 15:34  e hizo lo que era malo a los ojos de Yahvé, andando en el camino de Jeroboam y en el pecado que este había hecho cometer a Israel.
Chapter 16
I Ki SpaPlate 16:1  Entonces la palabra de Yahvé fue dirigida a Jehú, hijo de Hananí, contra Baasá, en estos términos:
I Ki SpaPlate 16:2  “Yo te levanté del polvo, y te he hecho caudillo de Israel, mi pueblo, pero tú has andado en el camino de Jeroboam y has hecho pecar a mi pueblo Israel, provocándome a ira con sus pecados.
I Ki SpaPlate 16:3  Por eso he aquí que voy a barrer la posteridad de Baasá y la posteridad de su casa, y haré tu casa como la casa de Jeroboam, hijo de Nabat.
I Ki SpaPlate 16:4  El que de Baasá muriere en la ciudad, será devorado por los perros, y aquel de los suyos que muriere en el campo, será pasto de las aves del cielo.”
I Ki SpaPlate 16:5  Los demás hechos de Baasá, y lo que hizo, y su poderío, ¿no está esto escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel?
I Ki SpaPlate 16:6  Y se durmió Baasá con sus padres y fue sepultado en Tirsá. En su lugar reinó su hijo Elá.
I Ki SpaPlate 16:7  La palabra de Yahvé, emitida por medio del profeta Jehú, hijo de Hananí, había sido dirigida contra Baasá y su casa no solo por todo el mal que había hecho a los ojos de Yahvé, irritándolo con la obra de sus manos y haciéndose semejante a la casa de Jeroboam, sino también porque había extirpado la casa de este.
I Ki SpaPlate 16:8  El año veinte y seis de Asá, rey de Judá, empezó a reinar Elá, hijo de Baasá, sobre Israel en Tirsá (y reinó) dos años.
I Ki SpaPlate 16:9  Conspiró contra él su siervo Zambrí, jefe de la mitad de los carros de guerra. Estaba él en Tirsá, bebiendo y emborrachándose en casa de Arsá, mayordomo del palacio de Tirsá,
I Ki SpaPlate 16:10  cuando entró Zambrí y lo hirió a muerte, el año veinte y siete de Asá, rey de Judá, y reinó en su lugar.
I Ki SpaPlate 16:11  Después de hacerse rey y sentarse sobre el trono, exterminó a toda la casa de Baasá, no dejándole varón alguno, ni pariente, ni amigo.
I Ki SpaPlate 16:12  Así exterminó Zambrí a toda la casa de Baasá, según la palabra que Yahvé había proferido contra Baasá por medio del profeta Jehú,
I Ki SpaPlate 16:13  a causa de todos los pecados que Baasá y Elá, su hijo, habían cometido, y que habían hecho cometer a Israel, irritando con sus ídolos a Yahvé, el Dios de Israel.
I Ki SpaPlate 16:14  Los demás hechos de Elá, y todo lo que hizo, ¿no está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel?
I Ki SpaPlate 16:15  El año veinte y siete de Asá, rey de Judá, comenzó a reinar Zambrí (y reinó) siete días en Tirsá. Estaba el pueblo sitiando a Gebetón, que pertenecía a los filisteos.
I Ki SpaPlate 16:16  Y oyó decir el pueblo en el campamento: Zambrí ha hecho conspiración y también ha dado muerte al rey. En aquel mismo día todo Israel hizo rey sobre Israel a Amrí, jefe del ejército, en medio del campamento.
I Ki SpaPlate 16:17  Subió, pues, Amrí, y todo Israel con él, desde Gebetón, y pusieron sitio a Tirsá.
I Ki SpaPlate 16:18  Viendo Zambrí que era tomada la ciudad, se retiró a la ciudadela del palacio real, e incendió sobre sí el palacio. Así murió,
I Ki SpaPlate 16:19  a causa de los pecados que había cometido, haciendo lo malo a los ojos de Yahvé, y andando en el camino de Jeroboam y en el pecado que este cometió, induciendo a Israel a pecar.
I Ki SpaPlate 16:20  Los demás hechos de Zambrí, y la conspiración que tramó, ¿no está escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel?
I Ki SpaPlate 16:21  Entonces se dividió el pueblo de Israel en dos partidos, siguiendo la mitad del pueblo a Tební, hijo de Ginet, para hacerle rey, mientras la otra mitad estaba con Amrí.
I Ki SpaPlate 16:22  Pero la gente que estaba con Amrí, prevaleció contra la gente que estaba con Tební, hijo de Ginet, de manera que murió Tební y Amrí subió al trono.
I Ki SpaPlate 16:23  El año treinta y uno de Asá, rey de Judá, comenzó a reinar Amrí sobre Israel (y reinó) doce años; seis de ellos reinó en Tirsá.
I Ki SpaPlate 16:24  Compró a Sémer el monte de Samaria, por dos talentos de plata, y edificó sobre el monte, dando a la ciudad que edificó el nombre de Samaria, según el nombre de Sémer, dueño del monte.
I Ki SpaPlate 16:25  Amrí hizo lo que era malo a los ojos de Yahvé, y cometió más maldades que todos sus antecesores.
I Ki SpaPlate 16:26  Imitó todos los caminos de Jeroboam, hijo de Nabar, y en el pecado que este había hecho cometer a Israel, irritando con sus ídolos a Yahvé, el Dios de Israel.
I Ki SpaPlate 16:27  Los demás hechos de Amrí, y las hazañas que hizo, ¿no está esto escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel?
I Ki SpaPlate 16:28  Amrí se durmió con sus padres y fue sepultado en Samaria, reinando en su lugar su hijo Acab.
I Ki SpaPlate 16:29  Acab, hijo de Amrí, comenzó a reinar sobre Israel el año treinta y ocho de Asá, rey de Judá; y reinó Acab, hijo de Amrí, sobre Israel en Samaria veintidós años.
I Ki SpaPlate 16:30  Acab, hijo de Amrí, hizo muchas maldades a los ojos de Yahvé, más que todos sus antecesores.
I Ki SpaPlate 16:31  Pareciéndole poca cosa andar en los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, tomó por mujer a Jezabel, hija de Etbaal, rey de los sidonios, y fue a dar culto a Baal y se prosternó ante él.
I Ki SpaPlate 16:32  Erigió también un altar a Baal en el templo de Baal que había edificado en Samaria.
I Ki SpaPlate 16:33  Acab hizo, además, una aschera, y así hizo más para irritar a Yahvé, el Dios de Israel, que todos los reyes de Israel que le habían precedido.
I Ki SpaPlate 16:34  En sus días, Hiél de Betel reedificó a Jericó. Sobre Abiram, su primogénito, echó los cimientos de ella, y sobre Segub, su hijo menor, puso las puertas, según la palabra que Yahvé había dicho por boca de Josué, hijo de Nun.
Chapter 17
I Ki SpaPlate 17:1  Elías tesbita, uno de los habitantes de Galaad, dijo a Acab: “Vive Yahvé, el Dios de Israel, a quien yo sirvo, que no habrá en estos años ni rocío ni lluvia, sino por mi palabra.”
I Ki SpaPlate 17:3  “Vete de aquí, y dirígete hacia el oriente, y escóndete junto al arroyo Carit, que está al este del Jordán.
I Ki SpaPlate 17:4  Beberás del arroyo, y he mandado a los cuervos que te den allí el sustento.”
I Ki SpaPlate 17:5  Partió e hizo según la orden del Señor; y fue a instalarse junto al arroyo Carit, que corre al este del Jordán.
I Ki SpaPlate 17:6  Los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde, y bebía del arroyo.
I Ki SpaPlate 17:7  Pasado cierto tiempo se secó el arroyo, porque no había caído lluvia en el país.
I Ki SpaPlate 17:9  “Levántate y vete a Sarepta, que pertenece a Sidón, y habita allí. He aquí que he mandado allí a una mujer viuda que te sustente.”
I Ki SpaPlate 17:10  Se levantó y marchó a Sarepta; y al llegar a la entrada de la ciudad, he aquí que allí estaba una mujer viuda que recogía leña. La llamó y dijo: “Dame, por favor, en un vaso un poco de agua para beber.”
I Ki SpaPlate 17:11  Y ella fue a buscarla. La llamó de nuevo y dijo: “Tráeme también, por favor, un bocado de pan en tu mano.”
I Ki SpaPlate 17:12  Ella respondió: “Vive Yahvé, tu Dios, que no tengo nada cocido, sino tan solo un puñado de harina en la tinaja, y un poco de aceite en la vasija; y he aquí que estoy recogiendo dos pedacitos de leña para ir a cocer (este resto) para mí y mi hijo, a fin de comerlo, y luego morir.”
I Ki SpaPlate 17:13  Elías le dijo: “No temas, anda y haz como has dicho; pero haz de ello primero para mí una pequeña torta, que me traerás aquí fuera y después cocerás para ti y tu hijo.
I Ki SpaPlate 17:14  Porque así dice Yahvé, el Dios de Israel: La harina en la tinaja no se agotará, ni faltará nada en la vasija de aceite, hasta el día en que Yahvé deje caer lluvia sobre la tierra.”
I Ki SpaPlate 17:15  Ella fue e hizo como había dicho Elías; y muchos días comieron ella y él y la casa de ella,
I Ki SpaPlate 17:16  sin que se agotase en la tinaja la harina ni faltase aceite en la vasija, según la palabra que Yahvé había dicho por boca de Elías.
I Ki SpaPlate 17:17  Después de estas cosas cayó enfermo el hijo de la mujer, dueña de la casa, y fue su enfermedad muy grave, de suerte que quedó sin respiración.
I Ki SpaPlate 17:18  Dijo entonces ella a Elías: “¿Qué tengo yo que ver contigo, oh varón de Dios? ¿Has venido a mi casa para traer a la memoria mi pecado y matar a mi hijo?”
I Ki SpaPlate 17:19  Contestó él: “Dame tu hijo”, y tomándolo del regazo de ella, lo llevó a la cámara alta donde él habitaba y lo acostó sobre su cama;
I Ki SpaPlate 17:20  e invocando a Yahvé dijo: “¡Oh Yahvé, Dios mío! ¿Cómo es que has hecho mal a la viuda que me ha dado hospedaje, haciendo morir a su hijo?”
I Ki SpaPlate 17:21  Y tendiéndose tres veces sobre el niño e invocando a Yahvé dijo: “¡Oh Yahvé, te ruego, haz que vuelva el alma de este niño a su cuerpo!”
I Ki SpaPlate 17:22  Oyó Yahvé la voz de Elías, y volvió el alma del niño a entrar en su cuerpo y revivió.
I Ki SpaPlate 17:23  Luego Elías tomó al niño, y bajándolo de la cámara alta a la casa, lo entregó a su madre, y le dijo Elías: “¡Mira, tu hijo vive!”
I Ki SpaPlate 17:24  Entonces dijo la mujer a Elías: “Ahora conozco que eres varón de Dios, y que la palabra de Yahvé en tu boca es verdad.”
Chapter 18
I Ki SpaPlate 18:1  Muchos días después, en el tercer año, fue dirigida esta palabra de Yahvé a Elías: “Ve, muéstrate a Acab, pues voy a dar lluvia a la tierra.”
I Ki SpaPlate 18:2  Partió Elías para presentarse a Acab. El hambre era grande en Samaria;
I Ki SpaPlate 18:3  por lo cual Acab llamó a Abdías, que era mayordomo de su casa. Abdías era muy temeroso de Yahvé,
I Ki SpaPlate 18:4  pues cuando Jezabel exterminaba a los profetas de Yahvé, Abdías tomó a cien profetas y los escondió, cincuenta en una cueva y cincuenta en otra, sustentándolos con pan y agua.
I Ki SpaPlate 18:5  Y dijo Acab a Abdías: “Da una vuelta por todo el país hacia todas las fuentes de agua y hacia todos los arroyos; quizás hallaremos pastos para conservar con vida a los caballos y mulos y evitar la destrucción del ganado.”
I Ki SpaPlate 18:6  Y se repartieron entre sí el país para recorrerlo. Acab iba por un camino, y Abdías separadamente por el otro.
I Ki SpaPlate 18:7  Estando Abdías de camino, he aquí que Elías le salió al encuentro. Le reconoció y cayó sobre su rostro diciendo: “¿Eres Tú, mi señor Elías?”
I Ki SpaPlate 18:8  Él le respondió: “Yo soy. Vete y di a tu señor: Ahí está Elías.”
I Ki SpaPlate 18:9  Replicó (Abdías): “¿En qué he pecado yo para que tú entregues a tu siervo en manos de Acab, a fin de que me mate?
I Ki SpaPlate 18:10  Vive Yahvé, tu Dios, que no hay pueblo ni reino adonde no haya enviado mi señor a buscarte; y cuando decían: No está, hacía jurar a aquel reino y a aquel pueblo que no te habían hallado.
I Ki SpaPlate 18:11  ¡Y ahora tú dices: Vete y di a tu señor: Ahí está Elías!
I Ki SpaPlate 18:12  Y, además, cuando yo te deje, el Espíritu de Yahvé te llevará yo no sé dónde, y cuando yo vaya a decírselo a Acab; resulta que él no podrá hallarte y me matará, bien que yo, tu siervo, amo a Yahvé desde mi niñez.
I Ki SpaPlate 18:13  ¿Acaso nunca han contado a mi señor lo que hice yo cuando Jezabel mataba a los profetas de Yahvé; cómo yo escondía cien profetas de Yahvé, cincuenta en una cueva, y cincuenta en otra, sustentándolos con pan y agua?
I Ki SpaPlate 18:14  Y ahora tú me dices: Vete y di a tu señor: Ahí está Elías. De seguro me matará.”
I Ki SpaPlate 18:15  Respondió Elías: “Vive Yahvé de los Ejércitos, a quien yo sirvo, que hoy mismo me presentaré (a Acab).”
I Ki SpaPlate 18:16  Marchó, pues, Abdías para encontrar a Acab, y le dio la noticia. Y Acab salió al encuentro de Elías.
I Ki SpaPlate 18:17  Luego que Acab vio a Elías, le dijo: “¿Tú aquí, perturbador de Israel?”
I Ki SpaPlate 18:18  Respondió él: “No he perturbado yo a Israel, sino tú y la casa de tu padre, porque habéis dejado los mandamientos de Yahvé y tú has ido tras los Baales.
I Ki SpaPlate 18:19  Ahora bien, manda congregar conmigo a todo Israel en el monte Carmelo; también a los profetas de Baal, cuatrocientos cincuenta, y a los profetas de Aschera, cuatrocientos, que comen a la mesa de Jezabel.”
I Ki SpaPlate 18:20  Convocó, pues, Acab a todos los hijos de Israel, y congregó a los profetas en el monte Carmelo.
I Ki SpaPlate 18:21  Entonces Elías, acercándose a todo el pueblo, dijo: “¿Hasta cuándo estaréis claudicando hacia dos lados? Si Yahvé es Dios, seguidle; y si lo es Baal, id tras él.” Mas el pueblo no le respondió palabra.
I Ki SpaPlate 18:22  Dijo, pues, Elías al pueblo: “He quedado yo solo de los profetas de Yahvé, cuando los profetas de Baal son cuatrocientos cincuenta hombres.
I Ki SpaPlate 18:23  Désenos dos toros; y escójanse ellos un toro, y cortándolo en pedazos pónganlo sobre la leña, sin aplicarle fuego, y yo prepararé el otro toro, y lo colocaré sobre la leña, sin poner fuego.
I Ki SpaPlate 18:24  E invocad el nombre de vuestro dios, y yo invocaré el nombre de Yahvé. Aquel dios que respondiere con el fuego, ese sea Dios.” Respondió todo el pueblo: “¡Bien dicho!”
I Ki SpaPlate 18:25  Dijo entonces Elías a los profetas de Baal: “Escogeos uno de los toros y preparadlo primero, porque sois más numerosos, e invocad el nombre de vuestro dios; mas sin poner fuego.”
I Ki SpaPlate 18:26  Tomaron, pues, el toro que les había sido dado y lo prepararon, invocando el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, gritando: “¡Baal, respóndenos!” Pero no había voz, ni quien respondiese, a pesar de que estaban saltando alrededor del altar que habían hecho.
I Ki SpaPlate 18:27  Al mediodía se burlaba de ellos Elías, diciendo: “Gritad más fuerte, ya que es dios. Está tal vez meditando, o se ha retirado, o está de viaje; o tal vez duerma y hay que despertarlo.”
I Ki SpaPlate 18:28  Gritaban, pues, a toda fuerza, sajándose, según su costumbre, con cuchillos y lanzas hasta chorrear la sangre sobre ellos.
I Ki SpaPlate 18:29  Pasado ya el mediodía, siguieron delirando hasta (la hora en que suele) ofrecerse el sacrificio sin que hubiese voz, ni quien respondiera ni atendiese.
I Ki SpaPlate 18:30  Entonces dijo Elías a todo el pueblo: “Acercaos a mí.” Se le acercó todo el pueblo, y él se puso a preparar el altar de Yahvé que estaba derribado.
I Ki SpaPlate 18:31  Tomó Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había sido dirigida la palabra de Yahvé, que decía: “Israel será tu nombre.”
I Ki SpaPlate 18:32  Con estas piedras edificó un altar al nombre de Yahvé, y alrededor del altar hizo una zanja, tan grande como para sembrar dos medidas de semilla.
I Ki SpaPlate 18:33  Luego dispuso la leña, y cortando en trozos al toro, lo puso encima de la leña, y dijo: “Llenad cuatro cántaros de agua y vertedla sobre el holocausto y sobre la leña.”
I Ki SpaPlate 18:34  Después dijo: “Hacedlo por segunda vez”, y lo hicieron por segunda vez. Y repitió: “Hacedlo por tercera vez”, y lo hicieron por tercera vez;
I Ki SpaPlate 18:35  de suerte que corría el agua alrededor del altar; y también la zanja la hizo llenar de agua.
I Ki SpaPlate 18:36  A la hora (en que suele) ofrecerse el sacrificio (de la tarde), se acercó el profeta Elías, y dijo: “¡Oh Yahvé, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel, hoy sea notorio que Tú eres Dios en Israel y que yo soy tu siervo, y que por orden tuya he hecho todas estas cosas!
I Ki SpaPlate 18:37  ¡Respóndeme, Yahvé, respóndeme, para que sepa este pueblo que Tú, Yahvé, eres Dios, que conviertes el corazón de ellos de nuevo (a Ti)!”
I Ki SpaPlate 18:38  En ese momento bajó fuego de Yahvé y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, lamiendo incluso el agua que había en la zanja.
I Ki SpaPlate 18:39  Viéndolo todo el pueblo cayeron sobre sus rostros y exclamaron: “¡Yahvé es Dios! ¡Yahvé es Dios!”
I Ki SpaPlate 18:40  Y Elías les dijo: “Prended a los profetas de Baal; que no se escape ni uno de ellos. Ellos los prendieron, y Elías los llevó al torrente Cisón, donde les quitó la vida.
I Ki SpaPlate 18:41  Entonces dijo Elías a Acab: “¡Sube, come y bebe, porque oigo ya gran ruido de lluvia!”
I Ki SpaPlate 18:42  Subió Acab, a comer y beber. Elías, empero, subió a la cumbre del Carmelo, e inclinándose hacia la tierra puso su rostro entre sus rodillas,
I Ki SpaPlate 18:43  y dijo a su criado: “Sube y mira hacia el mar.” Subió (el criado), miró y dijo: “No hay nada.” Dijo Elías: “Hazlo siete veces.”
I Ki SpaPlate 18:44  Y a la séptima vez dijo: “He aquí una nube, tan pequeña como la palma de la mano de un hombre, que se levanta del mar.” Entonces le dijo Elías: “Anda y di a Acab: «Unce y marcha, a fin de que no te ataje la lluvia».”
I Ki SpaPlate 18:45  Y pasado un poco de tiempo se oscureció el cielo con nubes y viento, y cayó una gran lluvia; y Acab subió y marchó a Jesreel.
I Ki SpaPlate 18:46  Entonces la mano de Yahvé se posó sobre Elías, el cual se ciñó los lomos y corrió delante de Acab hasta llegar a Jesreel.
Chapter 19
I Ki SpaPlate 19:1  Acab contó a Jezabel todo cuanto había hecho Elías y cómo había pasado a cuchillo a todos los profetas.
I Ki SpaPlate 19:2  Tras lo cual envió Jezabel un mensajero a Elías, diciendo: “Así hagan conmigo los dioses, y aún más, si mañana, a esta hora, no haya yo tratado tu vida como tú trataste la vida de cada uno de ellos.”
I Ki SpaPlate 19:3  Viendo esto Elías, se levantó y se fue para salvar su vida. Llegado a Bersabee de Judá, dejó allí a su criado;
I Ki SpaPlate 19:4  más él mismo prosiguió su camino una jornada por el desierto. Llegado que hubo allá se sentó debajo de una retama y pidió para sí la muerte, diciendo: “Basta, ya, oh Yahvé, quítame la vida; pues no soy mejor que mis padres.”
I Ki SpaPlate 19:5  Y acostándose se quedó dormido debajo de la retama. Mas he aquí que un ángel le tocó y le dijo: “¡Levántate y come!”
I Ki SpaPlate 19:6  Miró y vio a su cabecera una torta cocida al rescoldo y un jarro de agua. Comió y bebió, y se acostó de nuevo.
I Ki SpaPlate 19:7  Mas el ángel de Yahvé vino por segunda vez y le tocó, diciendo: “Levántate y come, porque el camino es demasiado largo para ti.”
I Ki SpaPlate 19:8  Se levantó y después de haber comido y bebido, y confortado con aquella comida, caminó cuarenta días y cuarenta noches, hasta el Horeb, el monte de Dios.
I Ki SpaPlate 19:9  Entró allí en una cueva, donde pasó la noche. Y he aquí que fue dirigida a él la palabra de Yahvé, que le dijo: “¿Qué haces aquí, Elías?”
I Ki SpaPlate 19:10  El respondió: “Con gran celo he defendido la causa de Yahvé, el Dios de los Ejércitos; pues los hijos de Israel han abandonado tu alianza, han derribado tus altares y pasado a cuchillo a tus profetas; y he quedado yo solo; y me buscan para quitarme la vida.”
I Ki SpaPlate 19:11  Le dijo (Yahvé): “Sal fuera y ponte de pie en el monte ante Yahvé.” Y he aquí que pasó Yahvé. Un viento grande e impetuoso rompía delante de Yahvé los montes y quebraba las peñas; pero Yahvé no estaba en el viento. Después del viento hubo un terremoto; mas Yahvé no estaba en el terremoto.
I Ki SpaPlate 19:12  Y después del terremoto, un fuego; pero Yahvé no estaba en el fuego; y tras el fuego, un soplo tranquilo y suave.
I Ki SpaPlate 19:13  Al oírlo Elías se cubrió el rostro con su manto y salió, y se puso de pie a la entrada de la cueva. Y he aquí una voz que le dijo: “¿Qué haces aquí, Elías?”
I Ki SpaPlate 19:14  Respondió él: “Con gran celo he defendido la causa de Yahvé, el Dios de los Ejércitos; pues los hijos de Israel han abandonado tu alianza, han derribado tus altares y pasado a cuchillo a tus profetas, y he quedado yo solo; y me buscan para quitarme la vida.”
I Ki SpaPlate 19:15  Entonces le dijo Yahvé: “Anda, vuélvete por tu camino, por el desierto, a Damasco; y llegado allá, unge a Hazael por rey de Siria;
I Ki SpaPlate 19:16  y a Jehú, hijo de Namsi, le ungirás por rey de Israel. Ungirás también a Eliseo, hijo de Safat, de Abelmehulá, por profeta en tu lugar.
I Ki SpaPlate 19:17  Y sucederá que al que escapare de la espada de Hazael, le matará Jehú; y al que escapare de la espada de Jehú, le matará Eliseo.
I Ki SpaPlate 19:18  Mas dejaré en Israel siete mil hombres: todas las rodillas que no se han doblado ante Baal, todos aquellos cuyas bocas no le han besado.”
I Ki SpaPlate 19:19  Partió, pues, de allí, y halló a Eliseo, hijo de Safat, el cual estaba arando con doce yuntas que iban delante de él, y él mismo iba con la duodécima. Elías paso junto a él y le echó su manto encima.
I Ki SpaPlate 19:20  Y (Eliseo) dejó los bueyes, corrió tras de Elías y le dijo: “Déjame ir a besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré.” Él le respondió: “Anda y vuelve; pues ¿qué te he hecho yo?”
I Ki SpaPlate 19:21  Eliseo le dejó, tomó una yunta de bueyes, los degolló, y con las coyundas de los bueyes coció la carne de ellos, y la dio a la gente, que la comieron; luego levantándose siguió a Elías y se puso a su servicio.
Chapter 20
I Ki SpaPlate 20:1  Benhadad, rey de Siria, reunió todo su ejército, y teniendo consigo treinta y dos reyes, y caballería y carros subió, y poniendo sitio a Samaria la atacó.
I Ki SpaPlate 20:2  Envió mensajeros a la ciudad, a Acab, rey de Israel, y le dijo: “Así dice Benhadad:
I Ki SpaPlate 20:3  Tu plata y tu oro son para mí; tus mujeres y tus gallardos hijos, míos son.”
I Ki SpaPlate 20:4  Contestó el rey de Israel y dijo: “Como tú dices, señor mío, oh rey, tuyo soy yo y cuanto tengo.”
I Ki SpaPlate 20:5  Vinieron otra vez los mensajeros y dijeron: “Así dice Benhadad: Yo he enviado a decirte: Entrégame tu plata y tu oro, y también tus mujeres y tus hijos.
I Ki SpaPlate 20:6  Mañana, a esta hora, te enviaré mis siervos, que registrarán tu casa y la de tus siervos; y todo lo que es precioso a tus ojos lo tomarán con sus manos, y se lo llevarán”.
I Ki SpaPlate 20:7  Llamó entonces el rey a todos los ancianos del país y les dijo: “Entended y ved, cómo este hombre busca el mal; porque envió a pedirme mis mujeres, mis hijos, mi plata y mi oro, y yo no le he dicho que no.”
I Ki SpaPlate 20:8  Le dijeron todos los ancianos y todo el pueblo: “No escuches ni consientas.”
I Ki SpaPlate 20:9  Contestó, pues (Acab) a los mensajeros de Benhadad: “Decid a mi señor, el rey: Todo lo que hiciste, pedir a tu siervo al principio, lo haré; pero esto otro no lo puedo hacer.” Y se fueron los mensajeros con esta respuesta.
I Ki SpaPlate 20:10  Entonces Benhadad envió a decirle: “Así hagan conmigo los dioses, y más todavía, si el polvo de Samaria basta para llenar los puños de toda la gente que me sigue.”
I Ki SpaPlate 20:11  Respondió el rey de Israel, diciendo: “Decidle: No se alabe quien se ciñe, sino el que se desciñe.”
I Ki SpaPlate 20:12  Benhadad recibió esta respuesta cuando estaba bebiendo, él y los reyes, en los pabellones. Dijo, pues, a sus siervos: “¡Listo!” Y se movilizaron contra la ciudad.
I Ki SpaPlate 20:13  En esto se acercó a Acab; rey de Israel, un profeta, que dijo: “Así dice Yahvé: ¿Ves tú esta gran multitud? He aquí que voy a entregarla hoy en tus manos, y sabrás que yo soy Yahvé.”
I Ki SpaPlate 20:14  Preguntó Acab: “¿Por medio de quién?” Y él respondió: “Así dice Yahvé: Por medio de las tropas de los jefes de las provincias.” “¿Y quién, replicó (Acab), comenzará la batalla?” “Tú”, respondió él.
I Ki SpaPlate 20:15  Entonces (Acab) pasó revista a las tropas de los jefes de las provincias, y fueron doscientos treinta y dos; y tras de ellos pasó revista a toda la gente, a todos los hijos de Israel, que eran siete mil.
I Ki SpaPlate 20:16  Hicieron una salida al mediodía cuando Benhadad estaba bebiendo y embriagándose en los pabellones, él y los treinta y dos reyes auxiliares.
I Ki SpaPlate 20:17  Salieron primero las tropas de los jefes de las provincias, y envió Benhadad (observadores), que le avisaron, diciendo: “Unos hombres han salido de Samaria.”
I Ki SpaPlate 20:18  Respondió él: “Si han salido con intenciones pacíficas, prendedlos vivos; y prendedlos también vivos, si han salido para pelear.”
I Ki SpaPlate 20:19  Mas las tropas de los jefes de las provincias —y tras ellos los del ejército— que acabaron de salir,
I Ki SpaPlate 20:20  mataron cada uno al hombre (que se les puso adelante), y huyeron los sirios y fue Israel persiguiéndolos. Benhadad, rey de Siria, escapó en un caballo, con algunos de la caballería.
I Ki SpaPlate 20:21  Salió también el rey de Israel y destrozó los caballos con los carros, haciendo en medio de los sirios grandes estragos.
I Ki SpaPlate 20:22  Se acercó entonces el profeta al rey de Israel y le dijo: “Ve y cobra fuerza, piensa bien y mira lo que has de hacer; porque el rey de Siria va a subir contra ti a la vuelta del año.”
I Ki SpaPlate 20:23  Dijeron los siervos del rey de Siria a este: “Los dioses de ellos son dioses de montañas; por eso han podido vencernos; si peleamos contra ellos en tierra llana los venceremos.
I Ki SpaPlate 20:24  Haz ahora esto: Quita a cada uno de los reyes de su puesto, y pon capitanes en su lugar;
I Ki SpaPlate 20:25  y fórmate un ejército semejante al ejército que has perdido, con otros tantos caballos y otros tantos carros, y pelearemos contra ellos en tierra llana, entonces los venceremos.” Escuchó él su consejo e hizo así.
I Ki SpaPlate 20:26  A la vuelta del año, Benhadad pasó revista a los sirios, y subió a Afec para pelear contra Israel.
I Ki SpaPlate 20:27  También los hijos de Israel fueron revistados; y provistos de víveres marcharon al encuentro de ellos. Acamparon los hijos de Israel frente a ellos, como dos rebaños de cabras, en tanto que los sirios llenaban el país.
I Ki SpaPlate 20:28  Entonces se acercó el varón de Dios y dijo al rey de Israel: “Así dice Yahvé: Por cuanto dicen los sirios: Yahvé es un dios de montañas y no un dios de valles, entregaré toda esta inmensa multitud en tu mano; y así conoceréis que Yo soy Yahvé.”
I Ki SpaPlate 20:29  Siete días estuvieron acampados unos frente a otros. Al séptimo día se libró la batalla, y los hijos de Israel mataron a los sirios en un día cien mil hombres de infantería.
I Ki SpaPlate 20:30  Los restos huyeron a la ciudad de Afec, donde cayó la muralla sobre los veintisiete mil hombres que habían quedado. También Benhadad había huido para refugiarse en la ciudad, y huía de un aposento a otro.
I Ki SpaPlate 20:31  Sus siervos le dijeron: “Mira, nosotros hemos oído que los reyes de la casa de Israel son reyes benignos. Pongámonos, pues, sacos sobre los lomos, y sogas al cuello, y salgamos a ver al rey de Israel; tal vez te deje la vida.”
I Ki SpaPlate 20:32  Se pusieron sacos sobre los lomos y sogas al cuello, y salieron hacia el rey de Israel diciendo: “Tu siervo Benhadad dice: «Déjame, te ruego, la vida».” (Acab) respondió: “¿Vive todavía? Él es mi hermano.”
I Ki SpaPlate 20:33  Los hombres tomaron esto por buen agüero, y se apresuraron a tomarle por la palabra, diciendo: “¿Benhadad es tu hermano?” Y él dijo: “Id, traedle.” Salió Benhadad a verlo, y este le hizo subir a su carro.
I Ki SpaPlate 20:34  (Benhadad) le dijo: “Las ciudades que mi padre quitó a tu padre, te las restituiré; y tú establecerás para ti en Damasco bazares como los estableció mi padre en Samaria.” “Y yo, (dijo Acab), te dejaré libre a base de esta alianza.” Hizo, pues, alianza con él, y le dejó ir.
I Ki SpaPlate 20:35  Entonces uno de los hijos de los profetas dijo a su compañero por orden de Yahvé: “Hiéreme, por favor.” Mas aquel hombre se negó a herirlo,
I Ki SpaPlate 20:36  por lo cual él le dijo: “Por cuanto no has obedecido la voz de Yahvé, he aquí que te matará un león tan pronto como te apartes de mí.” Y apartándose de él, lo halló un león y lo mató.
I Ki SpaPlate 20:37  Después encontró a otro hombre, y le dijo: “Hiéreme, por favor.” Y este lo hirió y le hizo una llaga,
I Ki SpaPlate 20:38  entonces se fue el profeta y se puso en el camino del rey, disfrazado con una venda sobre los ojos.
I Ki SpaPlate 20:39  Y cuando el rey pasaba, dio gritos hacia el rey y dijo: “Tu siervo había salido para participar en la batalla; y he aquí que apartándose un hombre me entregó un prisionero, diciendo: Guarda a este hombre. Si de cualquier manera llegare a faltar, tu vida responderá por la suya, o pagarás un talento de plata.
I Ki SpaPlate 20:40  Mas andando tu siervo ocupado en esta y otra parte, he aquí que él escapó.” “El rey de Israel le respondió: “Tú mismo has pronunciado tu sentencia.”
I Ki SpaPlate 20:41  Entonces (el profeta) se quitó apresuradamente la venda de sus ojos, y el rey de Israel conoció que era uno de los profetas.
I Ki SpaPlate 20:42  Y este le dijo: “Así dice Yahvé: Por cuanto has dejado escapar de tu mano al hombre que Yo había entregado al anatema, responderá tu vida por su vida, y tu pueblo por su pueblo.”
I Ki SpaPlate 20:43  Tras esto el rey de Israel se fue a su casa enojado e irritado; y así llegó a Samaria.
Chapter 21
I Ki SpaPlate 21:1  Después de esto sucedió lo siguiente: Nabot de Jesreel tenía una viña que estaba en Jesreel, junto al palacio de Acab, rey de Samaria.
I Ki SpaPlate 21:2  Habló Acab a Nabot, diciendo: “Dame tu viña, para que me sirva de huerto para legumbres; porque está tan cerca de mi casa; y yo te daré en su lugar otra viña mejor que ella; o si te parece bien, te pagaré su valor en dinero.”
I Ki SpaPlate 21:3  Nabot respondió a Acab: “¡Líbreme Yahvé de darte la herencia de mis padres!”
I Ki SpaPlate 21:4  Acab volvió a su casa enojado e irritado, a causa de la respuesta que le había dado Nabot de Jesreel en estos términos: “No te daré la herencia de mis padres.” Se echó sobre su cama, ocultó su rostro y no comió nada.
I Ki SpaPlate 21:5  Vino a verle Jezabel, su mujer, y le dijo: “¿Por qué está tu espíritu tan triste y no pruebas bocado?”
I Ki SpaPlate 21:6  Él le respondió: “He hablado con Nabot jesreelita, diciéndole: «Dame tu viña por dinero, o si quieres te daré otra viña en cambio de ella.» Pero él contestó: «No te daré mi viña.»”
I Ki SpaPlate 21:7  Jezabel, su mujer, le dijo: “¿Reinas tú efectivamente sobre Israel? ¡Levántate, come pan, y alégrese tu corazón! Yo te daré la viña de Nabot jesreelita.”
I Ki SpaPlate 21:8  Luego escribió ella cartas en nombre de Acab, sellándolas con el sello de este, y envió las cartas a los ancianos y nobles que habitaban con Nabot en su ciudad.
I Ki SpaPlate 21:9  He aquí el contenido de las cartas: “Promulgad un ayuno y sentad a Nabot entre los primeros del pueblo;
I Ki SpaPlate 21:10  y frente a él poned a dos hombres, hijos de Belial, que depongan contra él, diciendo: «¡Tú has maldecido a Dios y al Rey!» Después sacadle y apedreadle para que muera.”
I Ki SpaPlate 21:11  Sus conciudadanos, los ancianos y nobles que habitaban en su ciudad, hicieron conforme a la orden de Jezabel y según estaba escrito en las cartas que ella les había mandado.
I Ki SpaPlate 21:12  Proclamaron un ayuno y sentaron a Nabot entre los primeros del pueblo.
I Ki SpaPlate 21:13  Y vinieron dos hombres, hijos de Belial, que se sentaron en frente de él; y depusieron los hombres de Belial contra Nabot, delante del pueblo, diciendo: “¡Nabot ha maldecido a Dios y al Rey!” Luego le sacaron fuera de la ciudad y le apedrearon, y así murió.
I Ki SpaPlate 21:14  Después enviaron a decir a Jezabel: “Nabot ha sido apedreado y murió.”
I Ki SpaPlate 21:15  Cuando Jezabel supo que Nabot había sido apedreado y que había muerto, dijo a Acab: “¡Levántate, toma posesión de la viña de Nabot jesreelita, el cual se negó a dártela por dinero; que ya no vive Nabot, sino que ha muerto!”
I Ki SpaPlate 21:16  Al oír Acab la noticia de la muerte de Nabot, se levantó y bajó a la viña de Nabot jesreelita, para tomar posesión de ella.
I Ki SpaPlate 21:17  Entonces fue dirigida la palabra de Yahvé a Elías tesbita en estos términos:
I Ki SpaPlate 21:18  “Levántate, desciende al encuentro de Acab, rey de Israel, que está en Samaria. He aquí que está en la viña de Nabot, adonde ha bajado para tomar posesión de ella.
I Ki SpaPlate 21:19  Y le hablarás, diciendo: «Así dice Yahvé: No solo has cometido un asesinato, sino que también has robado.» Y le dirás, además: «Así dice Yahvé: En el mismo sitio donde los perros lamieron la sangre de Nabot, lamerán los perros tu propia sangre.»”
I Ki SpaPlate 21:20  Respondió Acab a Elías: “¿Me has hallado enemigo mío?” Y dijo él: “Sí, te he hallado; por cuanto te has vendido para hacer lo que es malo a los ojos de Yahvé.
I Ki SpaPlate 21:21  He aquí que haré venir el mal sobre ti; barreré tu posteridad, y exterminaré de la casa de Acab a todos los varones, a los esclavos y a los libres en Israel.
I Ki SpaPlate 21:22  Y haré tu casa como la casa de Jeroboam, hijo de Nabat, y como la casa de Baasá, hijo de Ahías, por cuanto me has provocado a ira, haciendo pecar a Israel.”
I Ki SpaPlate 21:23  También respecto de Jezabel ha hablado Yahvé, diciendo: “Los perros comerán a Jezabel junto al muro de Jesreel.
I Ki SpaPlate 21:24  Al que de Acab muriere en la ciudad, le comerán los perros, y al que muriere en el campo, le comerán las aves del cielo.”
I Ki SpaPlate 21:25  Pues no hubo nadie como Acab, el cual instigado por su mujer Jezabel se vendió para hacer el mal a los ojos de Yahvé.
I Ki SpaPlate 21:26  Obró de una manera muy abominable, siguiendo en pos de los ídolos y haciendo exactamente lo mismo que habían hecho los amorreos, a quienes Yahvé arrojó de delante de los hijos de Israel.
I Ki SpaPlate 21:27  Cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos, puso un saco sobre su cuerpo y ayunó y se acostó con su saco y andaba silencioso.
I Ki SpaPlate 21:28  Entonces fue dirigida esta palabra de Yahvé a Elías tesbita:
I Ki SpaPlate 21:29  “¿Has visto cómo se humilla Acab delante de Mí? Por cuanto se ha humillado delante de Mí, no descargaré este mal en sus días. En los días de sus hijos haré venir el mal sobre su casa.”
Chapter 22
I Ki SpaPlate 22:1  Pasaron tres años sin que hubiera guerra entre la Siria e Israel.
I Ki SpaPlate 22:2  Mas al tercer año Josafat, rey de Judá, bajó a ver al rey de Israel.
I Ki SpaPlate 22:3  Dijo entonces el rey de Israel a sus siervos: “¿No sabéis que Ramot-Galaad es nuestra? ¡Y nosotros no hacemos nada para quitársela de las manos del rey de la Siria!”
I Ki SpaPlate 22:4  Dijo, pues, a Josafat: “¿Quieres ir conmigo para atacar a Ramot- Galaad?” Respondió Josafat al rey de Israel: “Yo hago lo mismo que tú; mi pueblo es tu pueblo, mis caballos son tus caballos.”
I Ki SpaPlate 22:5  Josafat dijo, además, al rey de Israel: “Consulta, te ruego, hoy la palabra de Yahvé.”
I Ki SpaPlate 22:6  Juntó, pues, el rey de Israel a los profetas, unos cuatrocientos hombres, y les dijo: “¿Iré a atacar a Ramot-Galaad, o desistiré?” “Sube, dijeron ellos, y el Señor la entregará en manos del rey.”
I Ki SpaPlate 22:7  Preguntó entonces Josafat: “¿No hay aquí algún profeta de Yahvé, para que por medio de él hagamos una consulta?”
I Ki SpaPlate 22:8  Respondió el rey de Israel a Josafat: “Queda todavía un hombre por cuyo medio podríamos consultar a Yahvé; pero yo le aborrezco, porque nunca me profetiza cosa buena, sino solamente mala. Es Miqueas, hijo de Imlá.” Replicó Josafat: “No hable el rey así.”
I Ki SpaPlate 22:9  Llamó, pues, el rey de Israel a un eunuco y dijo: “Trae presto a Miqueas, hijo de Imlá.”
I Ki SpaPlate 22:10  El rey de Israel y Josafat, rey de Judá, estaban sentados cada uno en su trono, vestidos de gala, en una plaza contigua a la entrada de la puerta de Samaria, y todos los profetas profetizaban delante de ellos.
I Ki SpaPlate 22:11  Sedecías, hijo de Canaaná, se había hecho cuernos de hierro, y decía: “Así dice Yahvé: «Con estos acornearás a los sirios hasta acabar con ellos.»”
I Ki SpaPlate 22:12  Y todos los profetas profetizaban de la misma manera, diciendo: Sube a Ramot-Galaad, y tendrás éxito, pues Yahvé la entregará en manos del rey.”
I Ki SpaPlate 22:13  Entretanto, el mensajero que había ido a llamar a Miqueas, le habló de esta manera: “Mira cómo los oráculos de los profetas anuncian unánimemente prósperos sucesos al rey; sea, pues, tu oráculo como el oráculo de cada uno de ellos; habla favorablemente.”
I Ki SpaPlate 22:14  Respondió Miqueas: “¡Vive Yahvé, que hablaré solamente lo que me dijere Yahvé!”
I Ki SpaPlate 22:15  Llegado al rey, este le preguntó: “Miqueas, ¿debemos ir a atacar a Ramot-Galaad, o debemos desistir?” Contestó él: “Sube y saldrás bien, pues Yahvé la entregará en manos del rey.”
I Ki SpaPlate 22:16  Dijole el rey: “¿Hasta cuántas veces he de conjurarte que no me digas sino la verdad en nombre de Yahvé?”
I Ki SpaPlate 22:17  Respondió (Miqueas): “Yo he visto a todo Israel disperso por las montañas, como ovejas sin pastor”; y dijo Yahvé: “Estos no tienen señor; vuélvase cada cual en paz a su casa.”
I Ki SpaPlate 22:18  Dijo entonces el rey de Israel a Josafat: “¿No te dije: Este nunca me profetiza cosa buena, sino solamente mala?”
I Ki SpaPlate 22:19  A lo cual contestó (Miqueas): “Oye, por tanto, el oráculo de Yahvé: He visto a Yahvé sentado sobre su trono, y todo el ejército celestial estaba alrededor de él, a su derecha y a su izquierda.
I Ki SpaPlate 22:20  Y preguntó Yahvé: «¿Quién engañara a Acab, para que suba y caiga en Ramot- Galaad?» Y habló uno de esta manera, y otro de otra.
I Ki SpaPlate 22:21  En ese momento vino el (mal) espíritu, que presentándose delante de Yahvé, dijo: «Yo lo engañaré.» Yahvé le preguntó: «¿De qué manera?»
I Ki SpaPlate 22:22  Respondió él: «Saldré y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas.» Y dijo Yahvé: «Tú lo engañarás y tendrás éxito. Sal, y hazlo así.»
I Ki SpaPlate 22:23  Ahora, pues, he aquí que Yahvé ha puesto un espíritu de mentira en boca de todos estos tus profetas; pues Yahvé tiene decretada contra ti la desventura.”
I Ki SpaPlate 22:24  Se acercó entonces Sedecías, hijo de Canaaná, y abofeteó a Miqueas, diciéndole: “¿Ha salido acaso de mí el espíritu de Yahvé, Miqueas, para hablarte a ti?”
I Ki SpaPlate 22:25  Respondió Miqueas: “Ya lo verás en aquel día en que huyas de aposento en aposento para esconderte.”
I Ki SpaPlate 22:26  Dijo entonces el rey de Israel (al eunuco): “Prende a Miqueas y llévalo a Amón, comandante de la ciudad, y a Joás, hijo del rey. Les dirás:
I Ki SpaPlate 22:27  Así dice el Rey: «Meted a este en la cárcel, y alimentadle con pan de aflicción, y agua de aflicción, hasta que yo regrese en paz».”
I Ki SpaPlate 22:28  A lo que dijo Miqueas: “Si tú, de veras vuelves en paz, no ha hablado Yahvé por mi boca.” Y agregó: “¡Oídlo, pueblos todos!”
I Ki SpaPlate 22:29  Subieron, pues, el rey de Israel y Josafat, rey de Judá, a Ramot- Galaad.
I Ki SpaPlate 22:30  Y dijo el rey de Israel a Josafat: “Voy a disfrazarme para la batalla, mas tú ponte tus vestiduras.” El rey de Israel se disfrazó, y se metió en la batalla.
I Ki SpaPlate 22:31  Ahora bien, el rey de Siria había dado esta orden a los treinta y dos capitanes de sus carros: “No ataquéis a ninguno, ni chico ni grande, sino tan solo al rey de Israel.”
I Ki SpaPlate 22:32  Viendo, pues, los capitanes de los carros a Josafat, dijeron: “Sin duda es este el rey de Israel; y se arrojaron sobre él para atacarlo”, pero Josafat gritó;
I Ki SpaPlate 22:33  y viendo los capitanes de los carros que no era el rey de Israel, le dejaron.
I Ki SpaPlate 22:34  Mas un hombre tiró con un arco al azar, e hirió al rey de Israel por entre las junturas de la coraza. Dijo entonces (el rey) al conductor de su carro: “¡Vuélvete y sácame del combate, porque estoy herido!”
I Ki SpaPlate 22:35  Arreció el combate en aquel día, mas el rey se sostenía de pie en su carro, frente a los sirios. Murió por la tarde, y la sangre de la herida corría por el fondo del carro.
I Ki SpaPlate 22:36  Al ponerse el sol, pasó por el campamento este grito: “¡Cada cual a su ciudad y cada cual a su tierra!”
I Ki SpaPlate 22:37  Así murió el rey, y fue llevado a Samaria. Allí sepultaron al rey.
I Ki SpaPlate 22:38  Y cuando lavaron el carro junto al estanque de Samaria, donde se bañan las rameras, lamieron los perros su sangre, según la palabra que Yahvé había dicho.
I Ki SpaPlate 22:39  Las demás cosas de Acab, y todo lo que hizo, y la casa de marfil que levantó, y todas las ciudades que edificó; ¿no está esto escrito en el libro de los anales de los reyes de Israel?
I Ki SpaPlate 22:40  Se durmió Acab con sus padres; y reinó en su lugar su hijo Ococías.
I Ki SpaPlate 22:41  Josafat, hijo de Asá, comenzó a reinar sobre Judá el año cuarto de Acab, rey de Israel.
I Ki SpaPlate 22:42  Tenía Josafat treinta y cinco años cuando comenzó a reinar y reinó veinticinco años en Jerusalén. Su madre se llamaba Azubá, hija de Salai.
I Ki SpaPlate 22:43  Anduvo en todos los caminos de su padre Asá, sin apartarse de ellos, haciendo lo que era recto a los ojos de Yahvé.
I Ki SpaPlate 22:44  Sin embargo, no desaparecieron los lugares altos, y el pueblo siguió ofreciendo sacrificios y quemando incienso en los altos.
I Ki SpaPlate 22:46  Las demás cosas de Josafat, las hazañas que hizo, y sus guerras ¿no está esto escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá?
I Ki SpaPlate 22:47  Exterminó del país el resto de los hieródulos que habían quedado aún en los días de su padre Asá.
I Ki SpaPlate 22:48  No había entonces rey en Edom; reinaba un gobernador.
I Ki SpaPlate 22:49  Josafat construyó naves de Tarsis, para que fuesen a Ofir en busca de oro; mas no fueron, porque las naves se destrozaron en Esionguéber.
I Ki SpaPlate 22:50  Dijo entonces Ococías, hijo de Acab, a Josafat: “Mis siervos podrían ir con tus siervos en las naves”, pero Josafat no quiso.
I Ki SpaPlate 22:51  Se durmió Josafat con sus padres, y fue sepultado con sus padres en la ciudad de su padre David; y reinó en su lugar su hijo Joram.
I Ki SpaPlate 22:52  Ococías, hijo de Acab, comenzó a reinar sobre Israel en Samaria el año diecisiete de Josafat, rey de Judá. Reinó sobre Israel dos años,
I Ki SpaPlate 22:53  e hizo lo que era malo a los ojos de Yahvé, siguiendo el camino de su padre y de su madre, y el camino de Jeroboam, hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel.
I Ki SpaPlate 22:54  Pues sirvió a Baal y se prosternó delante de él. Así provocó a Yahvé, el Dios de Israel, haciendo todo lo que había hecho su padre.