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Chapter 1
Mark | SpaRV190 | 1:2 | Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí yo envío á mi mensajero delante de tu faz, que apareje tu camino delante de ti. | |
Mark | SpaRV190 | 1:3 | Voz del que clama en el desierto: Aparejad el camino del Señor; enderezad sus veredas. | |
Mark | SpaRV190 | 1:4 | Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo del arrepentimiento para remisión de pecados. | |
Mark | SpaRV190 | 1:5 | Y salía á él toda la provincia de Judea, y los de Jerusalem; y eran todos bautizados por él en el río de Jordán, confesando sus pecados. | |
Mark | SpaRV190 | 1:6 | Y Juan andaba vestido de pelos de camello, y con un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre. | |
Mark | SpaRV190 | 1:7 | Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más poderoso que yo, al cual no soy digno de desatar encorvado la correa de sus zapatos. | |
Mark | SpaRV190 | 1:9 | Y aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fué bautizado por Juan en el Jordán. | |
Mark | SpaRV190 | 1:10 | Y luego, subiendo del agua, vió abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma, que descendía sobre él. | |
Mark | SpaRV190 | 1:11 | Y hubo una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tomo contentamiento. | |
Mark | SpaRV190 | 1:13 | Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado de Satanás; y estaba con las fieras; y los ángeles le servían. | |
Mark | SpaRV190 | 1:14 | Mas después que Juan fué encarcelado, Jesús vino á Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, | |
Mark | SpaRV190 | 1:15 | Y diciendo: El tiempo es cumplido, y el reino de Dios está cerca: arrepentíos, y creed al evangelio. | |
Mark | SpaRV190 | 1:16 | Y pasando junto á la mar de Galilea, vió á Simón, y á Andrés su hermano, que echaban la red en la mar; porque eran pescadores. | |
Mark | SpaRV190 | 1:19 | Y pasando de allí un poco más adelante, vió á Jacobo, hijo de Zebedeo, y á Juan su hermano, también ellos en el navío, que aderezaban las redes. | |
Mark | SpaRV190 | 1:20 | Y luego los llamó: y dejando á su padre Zebedeo en el barco con los jornaleros, fueron en pos de él. | |
Mark | SpaRV190 | 1:22 | Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene potestad, y no como los escribas. | |
Mark | SpaRV190 | 1:23 | Y había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu inmundo, el cual dió voces, | |
Mark | SpaRV190 | 1:24 | Diciendo: ¡Ah! ¿qué tienes con nosotros, Jesús Nazareno? ¿Has venido á destruirnos? Sé quién eres, el Santo de Dios. | |
Mark | SpaRV190 | 1:27 | Y todos se maravillaron, de tal manera que inquirían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta, que con potestad aun á los espíritus inmundos manda, y le obedecen? | |
Mark | SpaRV190 | 1:29 | Y luego saliendo de la sinagoga, vinieron á casa de Simón y de Andrés, con Jacobo y Juan. | |
Mark | SpaRV190 | 1:31 | Entonces llegando él, la tomó de su mano y la levantó; y luego la dejó la calentura, y les servía. | |
Mark | SpaRV190 | 1:32 | Y cuando fué la tarde, luego que el sol se puso, traían á él todos los que tenían mal, y endemoniados; | |
Mark | SpaRV190 | 1:34 | Y sanó á muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba decir á los demonios que le conocían. | |
Mark | SpaRV190 | 1:35 | Y levantándose muy de mañana, aun muy de noche, salió y se fué á un lugar desierto, y allí oraba. | |
Mark | SpaRV190 | 1:38 | Y les dice: Vamos á los lugares vecinos, para que predique también allí; porque para esto he venido. | |
Mark | SpaRV190 | 1:39 | Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios. | |
Mark | SpaRV190 | 1:40 | Y un leproso vino á él, rogándole; é hincada la rodilla, le dice: Si quieres, puedes limpiarme. | |
Mark | SpaRV190 | 1:41 | Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió su mano, y le tocó, y le dice: Quiero, sé limpio. | |
Mark | SpaRV190 | 1:44 | Y le dice: Mira, no digas á nadie nada; sino ve, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu limpieza lo que Moisés mandó, para testimonio á ellos. | |
Chapter 2
Mark | SpaRV190 | 2:1 | Y ENTRÓ otra vez en Capernaum después de algunos días, y se oyó que estaba en casa. | |
Mark | SpaRV190 | 2:2 | Y luego se juntaron á él muchos, que ya no cabían ni aun á la puerta; y les predicaba la palabra. | |
Mark | SpaRV190 | 2:4 | Y como no podían llegar á él á causa del gentío, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico. | |
Mark | SpaRV190 | 2:5 | Y viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados. | |
Mark | SpaRV190 | 2:6 | Y estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensando en sus corazones, | |
Mark | SpaRV190 | 2:7 | Decían: ¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios? | |
Mark | SpaRV190 | 2:8 | Y conociendo luego Jesús en su espíritu que pensaban así dentro de sí mismos, les dijo: ¿Por qué pensáis estas cosas en vuestros corazones? | |
Mark | SpaRV190 | 2:9 | ¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, ó decirle: Levántate, y toma tu lecho y anda? | |
Mark | SpaRV190 | 2:10 | Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra de perdonar los pecados, (dice al paralítico): | |
Mark | SpaRV190 | 2:12 | Entonces él se levantó luego, y tomando su lecho, se salió delante de todos, de manera que todos se asombraron, y glorificaron á Dios, diciendo: Nunca tal hemos visto. | |
Mark | SpaRV190 | 2:14 | Y pasando, vió á Leví, hijo de Alfeo, sentado al banco de los públicos tributos, y le dice: Sígueme. Y levantándose le siguió. | |
Mark | SpaRV190 | 2:15 | Y aconteció que estando Jesús á la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también á la mesa juntamente con Jesús y con sus discípulos: porque había muchos, y le habían seguido. | |
Mark | SpaRV190 | 2:16 | Y los escribas y los Fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron á sus discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y con los pecadores? | |
Mark | SpaRV190 | 2:17 | Y oyéndolo Jesús, les dice: Los sanos no tienen necesidad de médico, mas los que tienen mal. No he venido á llamar á los justos, sino á los pecadores. | |
Mark | SpaRV190 | 2:18 | Y los discípulos de Juan, y de los Fariseos ayunaban; y vienen, y le dicen: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los Fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan? | |
Mark | SpaRV190 | 2:19 | Y Jesús les dice: ¿Pueden ayunar los que están de bodas, cuando el esposo está con ellos? Entre tanto que tienen consigo al esposo no pueden ayunar. | |
Mark | SpaRV190 | 2:20 | Mas vendrán días, cuando el esposo les será quitado, y entonces en aquellos días ayunarán. | |
Mark | SpaRV190 | 2:21 | Nadie echa remiendo de paño recio en vestido viejo; de otra manera el mismo remiendo nuevo tira del viejo, y la rotura se hace peor. | |
Mark | SpaRV190 | 2:22 | Ni nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y se derrama el vino, y los odres se pierden; mas el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar. | |
Mark | SpaRV190 | 2:23 | Y aconteció que pasando él por los sembrados en sábado, sus discípulos andando comenzaron á arrancar espigas. | |
Mark | SpaRV190 | 2:24 | Entonces los Fariseos le dijeron: He aquí, ¿por qué hacen en sábado lo que no es lícito? | |
Mark | SpaRV190 | 2:25 | Y él les dijo: ¿Nunca leísteis qué hizo David cuando tuvo necesidad, y tuvo hambre, él y los que con él estaban: | |
Mark | SpaRV190 | 2:26 | Cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiathar sumo pontífice, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino á los sacerdotes, y aun dió á los que con él estaban? | |
Mark | SpaRV190 | 2:27 | También les dijo: El sábado por causa del hombre es hecho; no el hombre por causa del sábado. | |
Chapter 3
Mark | SpaRV190 | 3:4 | Y les dice: ¿Es lícito hacer bien en sábado, ó hacer mal? ¿salvar la vida, ó quitarla? Mas ellos callaban. | |
Mark | SpaRV190 | 3:5 | Y mirándolos alrededor con enojo, condoleciéndose de la ceguedad de su corazón, dice al hombre: Extiende tu mano. Y la extendió, y su mano fué restituída sana. | |
Mark | SpaRV190 | 3:6 | Entonces saliendo los Fariseos, tomaron consejo con los Herodianos contra él, para matarle. | |
Mark | SpaRV190 | 3:7 | Mas Jesús se apartó á la mar con sus discípulos: y le siguió gran multitud de Galilea, y de Judea, | |
Mark | SpaRV190 | 3:8 | Y de Jerusalem, y de Idumea, y de la otra parte del Jordán. Y los de alrededor de Tiro y de Sidón, grande multitud, oyendo cuán grandes cosas hacía, vinieron á él. | |
Mark | SpaRV190 | 3:9 | Y dijo á sus discípulos que le estuviese siempre apercibida la barquilla, por causa del gentío, para que no le oprimiesen. | |
Mark | SpaRV190 | 3:10 | Porque había sanado á muchos; de manera que caían sobre él cuantos tenían plagas, por tocarle. | |
Mark | SpaRV190 | 3:11 | Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. | |
Mark | SpaRV190 | 3:17 | Y á Jacobo, hijo de Zebedeo, y á Juan hermano de Jacobo; y les apellidó Boanerges, que es, Hijos del trueno; | |
Mark | SpaRV190 | 3:18 | Y á Andrés, y á Felipe, y á Bartolomé, y á Mateo, y á Tomás, y á Jacobo hijo de Alfeo, y á Tadeo, y á Simón el Cananita, | |
Mark | SpaRV190 | 3:21 | Y como lo oyeron los suyos, vinieron para prenderle: porque decían: Está fuera de sí. | |
Mark | SpaRV190 | 3:22 | Y los escribas que habían venido de Jerusalem, decían que tenía á Beelzebub, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios. | |
Mark | SpaRV190 | 3:23 | Y habiéndolos llamado, les decía en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera á Satanás? | |
Mark | SpaRV190 | 3:24 | Y si algún reino contra sí mismo fuere dividido, no puede permanecer el tal reino. | |
Mark | SpaRV190 | 3:25 | Y si alguna casa fuere dividida contra sí misma, no puede permanecer la tal casa. | |
Mark | SpaRV190 | 3:26 | Y si Satanás se levantare contra sí mismo, y fuere dividido, no puede permanecer; antes tiene fin. | |
Mark | SpaRV190 | 3:27 | Nadie puede saquear las alhajas del valiente entrando en su casa, si antes no atare al valiente y entonces saqueará su casa. | |
Mark | SpaRV190 | 3:28 | De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados á los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera con que blasfemaren; | |
Mark | SpaRV190 | 3:29 | Mas cualquiera que blasfemare contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, mas está expuesto á eterno juicio. | |
Mark | SpaRV190 | 3:31 | Vienen después sus hermanos y su madre, y estando fuera, enviaron á él llamándole. | |
Mark | SpaRV190 | 3:32 | Y la gente estaba sentada alrededor de él, y le dijeron: He aquí, tu madre y tus hermanos te buscan fuera. | |
Mark | SpaRV190 | 3:34 | Y mirando á los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y hermanos. | |
Chapter 4
Mark | SpaRV190 | 4:1 | Y OTRA vez comenzó á enseñar junto á la mar, y se juntó á él mucha gente; tanto, que entrándose él en un barco, se sentó en la mar: y toda la gente estaba en tierra junto á la mar. | |
Mark | SpaRV190 | 4:4 | Y aconteció sembrando, que una parte cayó junto al camino; y vinieron las aves del cielo, y la tragaron. | |
Mark | SpaRV190 | 4:5 | Y otra parte cayó en pedregales, donde no tenía mucha tierra; y luego salió, porque no tenía la tierra profunda: | |
Mark | SpaRV190 | 4:7 | Y otra parte cayó en espinas; y subieron las espinas, y la ahogaron, y no dió fruto. | |
Mark | SpaRV190 | 4:8 | Y otra parte cayó en buena tierra, y dió fruto, que subió y creció: y llevó uno á treinta, y otro á sesenta, y otro á ciento. | |
Mark | SpaRV190 | 4:10 | Y cuando estuvo solo, le preguntaron los que estaban cerca de él con los doce, sobre la parábola. | |
Mark | SpaRV190 | 4:11 | Y les dijo: A vosotros es dado saber el misterio del reino de Dios; mas á los que están fuera, por parábolas todas las cosas; | |
Mark | SpaRV190 | 4:12 | Para que viendo, vean y no echen de ver; y oyendo, oigan y no entiendan: porque no se conviertan, y les sean perdonados los pecados. | |
Mark | SpaRV190 | 4:13 | Y les dijo: ¿No sabéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas? | |
Mark | SpaRV190 | 4:15 | Y éstos son los de junto al camino: en los que la palabra es sembrada: mas después que la oyeron, luego viene Satanás, y quita la palabra que fué sembrada en sus corazones. | |
Mark | SpaRV190 | 4:16 | Y asimismo éstos son los que son sembrados en pedregales: los que cuando han oído la palabra, luego la toman con gozo; | |
Mark | SpaRV190 | 4:17 | Mas no tienen raíz en sí, antes son temporales, que en levantándose la tribulación ó la persecución por causa de la palabra, luego se escandalizan. | |
Mark | SpaRV190 | 4:19 | Mas los cuidados de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias que hay en las otras cosas, entrando, ahogan la palabra, y se hace infructuosa. | |
Mark | SpaRV190 | 4:20 | Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra, y la reciben, y hacen fruto, uno á treinta, otro á sesenta, y otro á ciento. | |
Mark | SpaRV190 | 4:21 | También les dijo: ¿Tráese la antorcha para ser puesta debajo del almud, ó debajo de la cama? ¿No es para ser puesta en el candelero? | |
Mark | SpaRV190 | 4:22 | Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado, ni secreto que no haya de descubrirse. | |
Mark | SpaRV190 | 4:24 | Les dijo también: Mirad lo que oís: con la medida que medís, os medirán otros, y será añadido á vosotros los que oís. | |
Mark | SpaRV190 | 4:25 | Porque al que tiene, le será dado; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado. | |
Mark | SpaRV190 | 4:26 | Decía más: Así es el reino de Dios, como si un hombre echa simiente en la tierra; | |
Mark | SpaRV190 | 4:27 | Y duerme, y se levanta de noche y de día, y la simiente brota y crece como él no sabe. | |
Mark | SpaRV190 | 4:28 | Porque de suyo fructifica la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga; | |
Mark | SpaRV190 | 4:29 | Y cuando el fruto fuere producido, luego se mete la hoz, porque la siega es llegada. | |
Mark | SpaRV190 | 4:30 | Y decía: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios? ¿ó con qué parábola le compararemos? | |
Mark | SpaRV190 | 4:31 | Es como el grano de mostaza, que, cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las simientes que hay en la tierra; | |
Mark | SpaRV190 | 4:32 | Mas después de sembrado, sube, y se hace la mayor de todas las legumbres, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo puedan morar bajo su sombra. | |
Mark | SpaRV190 | 4:33 | Y con muchas tales parábolas les hablaba la palabra, conforme á lo que podían oir. | |
Mark | SpaRV190 | 4:34 | Y sin parábola no les hablaba; mas á sus discípulos en particular declaraba todo. | |
Mark | SpaRV190 | 4:36 | Y despachando la multitud, le tomaron como estaba, en el barco; y había también con él otros barquitos. | |
Mark | SpaRV190 | 4:37 | Y se levantó una grande tempestad de viento, y echaba las olas en el barco, de tal manera que ya se henchía. | |
Mark | SpaRV190 | 4:38 | Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, y le despertaron, y le dicen: ¿Maestro, no tienes cuidado que perecemos? | |
Mark | SpaRV190 | 4:39 | Y levantándose, increpó al viento, y dijo á la mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y fué hecha grande bonanza. | |
Chapter 5
Mark | SpaRV190 | 5:2 | Y salido él del barco, luego le salió al encuentro, de los sepulcros, un hombre con un espíritu inmundo, | |
Mark | SpaRV190 | 5:4 | Porque muchas veces había sido atado con grillos y cadenas, mas las cadenas habían sido hechas pedazos por él, y los grillos desmenuzados; y nadie le podía domar. | |
Mark | SpaRV190 | 5:5 | Y siempre, de día y de noche, andaba dando voces en los montes y en los sepulcros, é hiriéndose con las piedras. | |
Mark | SpaRV190 | 5:7 | Y clamando á gran voz, dijo: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes. | |
Mark | SpaRV190 | 5:9 | Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y respondió diciendo: Legión me llamo; porque somos muchos. | |
Mark | SpaRV190 | 5:12 | Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos á los puercos para que entremos en ellos. | |
Mark | SpaRV190 | 5:13 | Y luego Jesús se lo permitió. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los puercos, y la manada cayó por un despeñadero en la mar; los cuales eran como dos mil; y en la mar se ahogaron. | |
Mark | SpaRV190 | 5:14 | Y los que apacentaban los puercos huyeron, y dieron aviso en la ciudad y en los campos. Y salieron para ver qué era aquello que había acontecido. | |
Mark | SpaRV190 | 5:15 | Y vienen á Jesús, y ven al que había sido atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado y vestido, y en su juicio cabal; y tuvieron miedo. | |
Mark | SpaRV190 | 5:16 | Y les contaron los que lo habían visto, cómo había acontecido al que había tenido el demonio, y lo de los puercos. | |
Mark | SpaRV190 | 5:18 | Y entrando él en el barco, le rogaba el que había sido fatigado del demonio, para estar con él. | |
Mark | SpaRV190 | 5:19 | Mas Jesús no le permitió, sino le dijo: Vete á tu casa, á los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti. | |
Mark | SpaRV190 | 5:20 | Y se fué, y comenzó á publicar en Decápolis cuán grandes cosas Jesús había hecho con él: y todos se maravillaban. | |
Mark | SpaRV190 | 5:21 | Y pasando otra vez Jesús en un barco á la otra parte, se juntó á él gran compañía; y estaba junto á la mar. | |
Mark | SpaRV190 | 5:22 | Y vino uno de los príncipes de la sinagoga, llamado Jairo; y luego que le vió, se postró á sus pies, | |
Mark | SpaRV190 | 5:23 | Y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está á la muerte: ven y pondrás las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá. | |
Mark | SpaRV190 | 5:26 | Y había sufrido mucho de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor, | |
Mark | SpaRV190 | 5:29 | Y luego la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote. | |
Mark | SpaRV190 | 5:30 | Y luego Jesús, conociendo en sí mismo la virtud que había salido de él, volviéndose á la compañía, dijo: ¿Quién ha tocado mis vestidos? | |
Mark | SpaRV190 | 5:31 | Y le dijeron sus discípulos: Ves que la multitud te aprieta, y dices: ¿Quién me ha tocado? | |
Mark | SpaRV190 | 5:33 | Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en sí había sido hecho, vino y se postró delante de él, y le dijo toda la verdad. | |
Mark | SpaRV190 | 5:34 | Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva: ve en paz, y queda sana de tu azote. | |
Mark | SpaRV190 | 5:35 | Hablando aún él, vinieron de casa del príncipe de la sinagoga, diciendo: Tu hija es muerta; ¿para qué fatigas más al Maestro? | |
Mark | SpaRV190 | 5:36 | Mas luego Jesús, oyendo esta razón que se decía, dijo al príncipe de la sinagoga: No temas, cree solamente. | |
Mark | SpaRV190 | 5:37 | Y no permitió que alguno viniese tras él sino Pedro, y Jacobo, y Juan hermano de Jacobo. | |
Mark | SpaRV190 | 5:38 | Y vino á casa del príncipe de la sinagoga, y vió el alboroto, los que lloraban y gemían mucho. | |
Mark | SpaRV190 | 5:39 | Y entrando, les dice: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La muchacha no es muerta, mas duerme. | |
Mark | SpaRV190 | 5:40 | Y hacían burla de él: mas él, echados fuera todos, toma al padre y á la madre de la muchacha, y á los que estaban con él, y entra donde la muchacha estaba. | |
Mark | SpaRV190 | 5:41 | Y tomando la mano de la muchacha, le dice: Talitha cumi; que es, si lo interpretares: Muchacha, á ti digo, levántate. | |
Mark | SpaRV190 | 5:42 | Y luego la muchacha se levantó, y andaba; porque tenía doce años. Y se espantaron de grande espanto. | |
Chapter 6
Mark | SpaRV190 | 6:2 | Y llegado el sábado, comenzó á enseñar en la sinagoga; y muchos oyéndole, estaban atónitos, diciendo: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es ésta que le es dada, y tales maravillas que por sus manos son hechas? | |
Mark | SpaRV190 | 6:3 | ¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, y de José, y de Judas, y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros, sus hermanas? Y se escandalizaban en él. | |
Mark | SpaRV190 | 6:4 | Mas Jesús les decía: No hay profeta deshonrado sino en su tierra, y entre sus parientes, y en su casa. | |
Mark | SpaRV190 | 6:5 | Y no pudo hacer allí alguna maravilla; solamente sanó unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. | |
Mark | SpaRV190 | 6:6 | Y estaba maravillado de la incredulidad de ellos. Y rodeaba las aldeas de alrededor, enseñando. | |
Mark | SpaRV190 | 6:7 | Y llamó á los doce, y comenzó á enviarlos de dos en dos: y les dió potestad sobre los espíritus inmundos. | |
Mark | SpaRV190 | 6:8 | Y les mandó que no llevasen nada para el camino, sino solamente báculo; no alforja, ni pan, ni dinero en la bolsa; | |
Mark | SpaRV190 | 6:10 | Y les decía: Donde quiera que entréis en una casa, posad en ella hasta que salgáis de allí. | |
Mark | SpaRV190 | 6:11 | Y todos aquellos que no os recibieren ni os oyeren, saliendo de allí, sacudid el polvo que está debajo de vuestros pies, en testimonio á ellos. De cierto os digo que más tolerable será el castigo de los de Sodoma y Gomorra el día del juicio, que el de aquella ciudad. | |
Mark | SpaRV190 | 6:13 | Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite á muchos enfermos, y sanaban. | |
Mark | SpaRV190 | 6:14 | Y oyó el rey Herodes la fama de Jesús, porque su nombre se había hecho notorio; y dijo: Juan el que bautizaba, ha resucitado de los muertos, y por tanto, virtudes obran en él. | |
Mark | SpaRV190 | 6:16 | Y oyéndolo Herodes, dijo: Este es Juan el que yo degollé: él ha resucitado de los muertos. | |
Mark | SpaRV190 | 6:17 | Porque el mismo Herodes había enviado, y prendido á Juan, y le había aprisionado en la cárcel á causa de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer. | |
Mark | SpaRV190 | 6:20 | Porque Herodes temía á Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le tenía respeto: y oyéndole, hacía muchas cosas; y le oía de buena gana. | |
Mark | SpaRV190 | 6:21 | Y venido un día oportuno, en que Herodes, en la fiesta de su nacimiento, daba una cena á sus príncipes y tribunos, y á los principales de Galilea; | |
Mark | SpaRV190 | 6:22 | Y entrando la hija de Herodías, y danzando, y agradando á Herodes y á los que estaban con él á la mesa, el rey dijo á la muchacha: Pídeme lo que quisieres, que yo te lo daré. | |
Mark | SpaRV190 | 6:24 | Y saliendo ella, dijo á su madre: ¿Qué pediré? Y ella dijo: La cabeza de Juan Bautista. | |
Mark | SpaRV190 | 6:25 | Entonces ella entró prestamente al rey, y pidió, diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan Bautista. | |
Mark | SpaRV190 | 6:26 | Y el rey se entristeció mucho; mas á causa del juramento, y de los que estaban con él á la mesa, no quiso desecharla. | |
Mark | SpaRV190 | 6:28 | El cual fué, y le degolló en la cárcel, y trajo su cabeza en un plato, y la dió á la muchacha, y la muchacha la dió á su madre. | |
Mark | SpaRV190 | 6:29 | Y oyéndolo sus discípulos, vinieron y tomaron su cuerpo, y le pusieron en un sepulcro. | |
Mark | SpaRV190 | 6:30 | Y los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado. | |
Mark | SpaRV190 | 6:31 | Y él les dijo: Venid vosotros aparte al lugar desierto, y reposad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, que ni aun tenían lugar de comer. | |
Mark | SpaRV190 | 6:33 | Y los vieron ir muchos, y le conocieron; y concurrieron allá muchos á pie de las ciudades, y llegaron antes que ellos, y se juntaron á él. | |
Mark | SpaRV190 | 6:34 | Y saliendo Jesús vió grande multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas que no tenían pastor; y les comenzó á enseñar muchas cosas. | |
Mark | SpaRV190 | 6:35 | Y como ya fuese el día muy entrado, sus discípulos llegaron á él, diciendo: El lugar es desierto, y el día ya muy entrado; | |
Mark | SpaRV190 | 6:36 | Envíalos para que vayan á los cortijos y aldeas de alrededor, y compren para sí pan; porque no tienen qué comer. | |
Mark | SpaRV190 | 6:37 | Y respondiendo él, les dijo: Dadles de comer vosotros. Y le dijeron: ¿Que vayamos y compremos pan por doscientos denarios, y les demos de comer? | |
Mark | SpaRV190 | 6:38 | Y él les dice: ¿Cuántos panes tenéis? Id, y vedlo. Y sabiéndolo, dijeron: Cinco, y dos peces. | |
Mark | SpaRV190 | 6:41 | Y tomados los cinco panes y los dos peces, mirando al cielo, bendijo, y partió los panes, y dió á sus discípulos para que los pusiesen delante: y repartió á todos los dos peces. | |
Mark | SpaRV190 | 6:45 | Y luego dió priesa á sus discípulos á subir en el barco, é ir delante de él á Bethsaida de la otra parte, entre tanto que él despedía la multitud. | |
Mark | SpaRV190 | 6:48 | Y los vió fatigados bogando, porque el viento les era contrario: y cerca de la cuarta vigilia de la noche, vino á ellos andando sobre la mar, y quería precederlos. | |
Mark | SpaRV190 | 6:49 | Y viéndole ellos, que andaba sobre la mar, pensaron que era fantasma, y dieron voces; | |
Mark | SpaRV190 | 6:50 | Porque todos le veían, y se turbaron. Mas luego habló con ellos, y les dijo: Alentaos; yo soy, no temáis. | |
Mark | SpaRV190 | 6:51 | Y subió á ellos en el barco, y calmó el viento: y ellos en gran manera estaban fuera de sí, y se maravillaban: | |
Mark | SpaRV190 | 6:52 | Porque aun no habían considerado lo de los panes, por cuanto estaban ofuscados sus corazones. | |
Mark | SpaRV190 | 6:53 | Y cuando estuvieron de la otra parte, vinieron á tierra de Genezaret, y tomaron puerto. | |
Mark | SpaRV190 | 6:55 | Y recorriendo toda la tierra de alrededor, comenzaron á traer de todas partes enfermos en lechos, á donde oían que estaba. | |
Chapter 7
Mark | SpaRV190 | 7:1 | Y SE juntaron á él los Fariseos, y algunos de los escribas, que habían venido de Jerusalem; | |
Mark | SpaRV190 | 7:2 | Los cuales, viendo á algunos de sus discípulos comer pan con manos comunes, es á saber, no lavadas, los condenaban. | |
Mark | SpaRV190 | 7:3 | (Porque los Fariseos y todos los Judíos, teniendo la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen. | |
Mark | SpaRV190 | 7:4 | Y volviendo de la plaza, si no se lavaren, no comen. Y otras muchas cosas hay, que tomaron para guardar, como las lavaduras de los vasos de beber, y de los jarros, y de los vasos de metal, y de los lechos.) | |
Mark | SpaRV190 | 7:5 | Y le preguntaron los Fariseos y los escribas: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme á la tradición de los ancianos, sino que comen pan con manos comunes? | |
Mark | SpaRV190 | 7:6 | Y respondiendo él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo con los labios me honra, mas su corazón lejos está de mí. | |
Mark | SpaRV190 | 7:8 | Porque dejando el mandamiento de Dios, tenéis la tradición de los hombres; las lavaduras de los jarros y de los vasos de beber: y hacéis otras muchas cosas semejantes. | |
Mark | SpaRV190 | 7:9 | Les decía también: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. | |
Mark | SpaRV190 | 7:10 | Porque Moisés dijo: Honra á tu padre y á tu madre, y: El que maldijere al padre ó á la madre, morirá de muerte. | |
Mark | SpaRV190 | 7:11 | Y vosotros decís: Basta si dijere un hombre al padre ó la madre: Es Corbán (quiere decir, don mío á Dios) todo aquello con que pudiera valerte; | |
Mark | SpaRV190 | 7:13 | Invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que disteis: y muchas cosas hacéis semejantes á éstas. | |
Mark | SpaRV190 | 7:15 | Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar: mas lo que sale de él, aquello es lo que contamina al hombre. | |
Mark | SpaRV190 | 7:17 | Y apartado de la multitud, habiendo entrado en casa, le preguntaron sus discípulos sobre la parábola. | |
Mark | SpaRV190 | 7:18 | Y díjoles: ¿También vosotros estáis así sin entendimiento? ¿No entendéis que todo lo de fuera que entra en el hombre, no le puede contaminar; | |
Mark | SpaRV190 | 7:19 | Porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale á la secreta? Esto decía, haciendo limpias todas las viandas. | |
Mark | SpaRV190 | 7:21 | Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, | |
Mark | SpaRV190 | 7:22 | Los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, las desvergüenzas, el ojo maligno, las injurias, la soberbia, la insensatez. | |
Mark | SpaRV190 | 7:24 | Y levantándose de allí, se fué á los términos de Tiro y de Sidón; y entrando en casa, quiso que nadie lo supiese; mas no pudo esconderse. | |
Mark | SpaRV190 | 7:25 | Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino y se echó á sus pies. | |
Mark | SpaRV190 | 7:26 | Y la mujer era Griega, Sirofenisa de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio. | |
Mark | SpaRV190 | 7:27 | Mas Jesús le dijo: Deja primero hartarse los hijos, porque no es bien tomar el pan de los hijos y echarlo á los perrillos. | |
Mark | SpaRV190 | 7:28 | Y respondió ella, y le dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos. | |
Mark | SpaRV190 | 7:30 | Y como fué á su casa, halló que el demonio había salido, y á la hija echada sobre la cama. | |
Mark | SpaRV190 | 7:31 | Y volviendo á salir de los términos de Tiro, vino por Sidón á la mar de Galilea, por mitad de los términos de Decápolis. | |
Mark | SpaRV190 | 7:33 | Y tomándole aparte de la gente, metió sus dedos en las orejas de él, y escupiendo, tocó su lengua; | |
Mark | SpaRV190 | 7:35 | Y luego fueron abiertos sus oídos, y fué desatada la ligadura de su lengua, y hablaba bien. | |
Mark | SpaRV190 | 7:36 | Y les mandó que no lo dijesen á nadie; pero cuanto más les mandaba, tanto más y más lo divulgaban. | |
Chapter 8
Mark | SpaRV190 | 8:1 | EN aquellos días, como hubo gran gentío, y no tenían qué comer, Jesús llamó á sus discípulos, y les dijo: | |
Mark | SpaRV190 | 8:2 | Tengo compasión de la multitud, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen qué comer: | |
Mark | SpaRV190 | 8:3 | Y si los enviare en ayunas á sus casas, desmayarán en el camino; porque algunos de ellos han venido de lejos. | |
Mark | SpaRV190 | 8:4 | Y sus discípulos le respondieron: ¿De dónde podrá alguien hartar á estos de pan aquí en el desierto? | |
Mark | SpaRV190 | 8:6 | Entonces mandó á la multitud que se recostase en tierra; y tomando los siete panes, habiendo dado gracias, partió, y dió á sus discípulos que los pusiesen delante: y los pusieron delante á la multitud. | |
Mark | SpaRV190 | 8:7 | Tenían también unos pocos pececillos: y los bendijo, y mandó que también los pusiesen delante. | |
Mark | SpaRV190 | 8:8 | Y comieron, y se hartaron: y levantaron de los pedazos que habían sobrado, siete espuertas. | |
Mark | SpaRV190 | 8:10 | Y luego entrando en el barco con sus discípulos, vino á las partes de Dalmanutha. | |
Mark | SpaRV190 | 8:11 | Y vinieron los Fariseos, y comenzaron á altercar con él, pidiéndole señal del cielo, tentándole. | |
Mark | SpaRV190 | 8:12 | Y gimiendo en su espíritu, dice: ¿Por qué pide señal esta generación? De cierto os digo que no se dará señal á esta generación. | |
Mark | SpaRV190 | 8:15 | Y les mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los Fariseos, y de la levadura de Herodes. | |
Mark | SpaRV190 | 8:17 | Y como Jesús lo entendió, les dice: ¿Qué altercáis, porque no tenéis pan? ¿no consideráis ni entendéis? ¿aun tenéis endurecido vuestro corazón? | |
Mark | SpaRV190 | 8:19 | Cuando partí los cinco panes entre cinco mil, ¿cuántas espuertas llenas de los pedazos alzasteis? Y ellos dijeron: Doce. | |
Mark | SpaRV190 | 8:20 | Y cuando los siete panes entre cuatro mil, ¿cuántas espuertas llenas de los pedazos alzasteis? Y ellos dijeron: Siete. | |
Mark | SpaRV190 | 8:23 | Entonces, tomando la mano del ciego, le sacó fuera de la aldea; y escupiendo en sus ojos, y poniéndole las manos encima, le preguntó si veía algo. | |
Mark | SpaRV190 | 8:25 | Luego le puso otra vez las manos sobre sus ojos, y le hizo que mirase; y fué restablecido, y vió de lejos y claramente á todos. | |
Mark | SpaRV190 | 8:26 | Y envióle á su casa, diciendo: No entres en la aldea, ni lo digas á nadie en la aldea. | |
Mark | SpaRV190 | 8:27 | Y salió Jesús y sus discípulos por las aldeas de Cesarea de Filipo. Y en el camino preguntó á sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy yo? | |
Mark | SpaRV190 | 8:28 | Y ellos respondieron: Juan Bautista; y otros, Elías; y otros, Alguno de los profetas. | |
Mark | SpaRV190 | 8:29 | Entonces él les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Y respondiendo Pedro, le dice: Tú eres el Cristo. | |
Mark | SpaRV190 | 8:31 | Y comenzó á enseñarles, que convenía que el Hijo del hombre padeciese mucho, y ser reprobado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días. | |
Mark | SpaRV190 | 8:32 | Y claramente decía esta palabra. Entonces Pedro le tomó, y le comenzó á reprender. | |
Mark | SpaRV190 | 8:33 | Y él, volviéndose y mirando á sus discípulos, riñó á Pedro, diciendo: Apártate de mí, Satanás; porque no sabes las cosas que son de Dios, sino las que son de los hombres. | |
Mark | SpaRV190 | 8:34 | Y llamando á la gente con sus discípulos, les dijo: Cualquiera que quisiere venir en pos de mí, niéguese á sí mismo, y tome su cruz, y sígame. | |
Mark | SpaRV190 | 8:35 | Porque el que quisiere salvar su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. | |
Chapter 9
Mark | SpaRV190 | 9:1 | TAMBIÉN les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios que viene con potencia. | |
Mark | SpaRV190 | 9:2 | Y seis días después tomó Jesús á Pedro, y á Jacobo, y á Juan, y los sacó aparte solos á un monte alto; y fué transfigurado delante de ellos. | |
Mark | SpaRV190 | 9:3 | Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve; tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos. | |
Mark | SpaRV190 | 9:5 | Entonces respondiendo Pedro, dice á Jesús: Maestro, bien será que nos quedemos aquí, y hagamos tres pabellones: para ti uno, y para Moisés otro, y para Elías otro; | |
Mark | SpaRV190 | 9:7 | Y vino una nube que les hizo sombra, y una voz de la nube, que decía: Este es mi Hijo amado: á él oid. | |
Mark | SpaRV190 | 9:9 | Y descendiendo ellos del monte, les mandó que á nadie dijesen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del hombre hubiese resucitado de los muertos. | |
Mark | SpaRV190 | 9:10 | Y retuvieron la palabra en sí, altercando qué sería aquéllo: Resucitar de los muertos. | |
Mark | SpaRV190 | 9:11 | Y le preguntaron, diciendo: ¿Qué es lo que los escribas dicen, que es necesario que Elías venga antes? | |
Mark | SpaRV190 | 9:12 | Y respondiendo él, les dijo: Elías á la verdad, viniendo antes, restituirá todas las cosas: y como está escrito del Hijo del hombre, que padezca mucho y sea tenido en nada. | |
Mark | SpaRV190 | 9:13 | Empero os digo que Elías ya vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como está escrito de él. | |
Mark | SpaRV190 | 9:14 | Y como vino á los discípulos, vió grande compañía alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos. | |
Mark | SpaRV190 | 9:17 | Y respondiendo uno de la compañía, dijo: Maestro, traje á ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, | |
Mark | SpaRV190 | 9:18 | El cual, donde quiera que le toma, le despedaza; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando: y dije á tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron. | |
Mark | SpaRV190 | 9:19 | Y respondiendo él, les dijo: ¡Oh generación infiel! ¿hasta cuándo estaré con vosotros? ¿hasta cuándo os tengo de sufrir? Traédmele. | |
Mark | SpaRV190 | 9:20 | Y se le trajeron: y como le vió, luego el espíritu le desgarraba; y cayendo en tierra, se revolcaba, echando espumarajos. | |
Mark | SpaRV190 | 9:21 | Y Jesús preguntó á su padre: ¿Cuánto tiempo há que le aconteció esto? Y él dijo: Desde niño: | |
Mark | SpaRV190 | 9:22 | Y muchas veces le echa en el fuego y en aguas, para matarle; mas, si puedes algo, ayúdanos, teniendo misericordia de nosotros. | |
Mark | SpaRV190 | 9:25 | Y como Jesús vió que la multitud se agolpaba, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él. | |
Mark | SpaRV190 | 9:26 | Entonces el espíritu clamando y desgarrándole mucho, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían: Está muerto. | |
Mark | SpaRV190 | 9:28 | Y como él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera? | |
Mark | SpaRV190 | 9:30 | Y habiendo salido de allí, caminaron por Galilea; y no quería que nadie lo supiese. | |
Mark | SpaRV190 | 9:31 | Porque enseñaba á sus discípulos, y les decía: El Hijo del hombre será entregado en manos de hombres, y le matarán; mas muerto él, resucitará al tercer día. | |
Mark | SpaRV190 | 9:33 | Y llegó á Capernaum; y así que estuvo en casa, les preguntó: ¿Qué disputabais entre vosotros en el camino? | |
Mark | SpaRV190 | 9:34 | Mas ellos callaron; porque los unos con los otros habían disputado en el camino quién había de ser el mayor. | |
Mark | SpaRV190 | 9:35 | Entonces sentándose, llamó á los doce, y les dice: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos. | |
Mark | SpaRV190 | 9:36 | Y tomando un niño, púsolo en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dice: | |
Mark | SpaRV190 | 9:37 | El que recibiere en mi nombre uno de los tales niños, á mí recibe; y el que á mí recibe, no recibe á mí, mas al que me envió. | |
Mark | SpaRV190 | 9:38 | Y respondióle Juan, diciendo: Maestro, hemos visto á uno que en tu nombre echaba fuera los demonios, el cual no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos sigue. | |
Mark | SpaRV190 | 9:39 | Y Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre que luego pueda decir mal de mí. | |
Mark | SpaRV190 | 9:41 | Y cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois de Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa. | |
Mark | SpaRV190 | 9:42 | Y cualquiera que escandalizare á uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y fuera echado en la mar. | |
Mark | SpaRV190 | 9:43 | Y si tu mano te escandalizare, córtala: mejor te es entrar á la vida manco, que teniendo dos manos ir á la Gehenna, al fuego que no puede ser apagado; | |
Mark | SpaRV190 | 9:45 | Y si tu pie te fuere ocasión de caer, córtalo: mejor te es entrar á la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en la Gehenna, al fuego que no puede ser apagado; | |
Mark | SpaRV190 | 9:47 | Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo: mejor te es entrar al reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado á la Gehenna; | |
Chapter 10
Mark | SpaRV190 | 10:1 | Y PARTIÉNDOSE de allí, vino á los términos de Judea y tras el Jordán: y volvió el pueblo á juntarse á él; y de nuevo les enseñaba como solía. | |
Mark | SpaRV190 | 10:2 | Y llegándose los Fariseos, le preguntaron, para tentarle, si era lícito al marido repudiar á su mujer. | |
Mark | SpaRV190 | 10:5 | Y respondiendo Jesús, les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento; | |
Mark | SpaRV190 | 10:8 | Y los que eran dos, serán hechos una carne: así que no son más dos, sino una carne. | |
Mark | SpaRV190 | 10:11 | Y les dice: Cualquiera que repudiare á su mujer, y se casare con otra, comete adulterio contra ella: | |
Mark | SpaRV190 | 10:13 | Y le presentaban niños para que los tocase; y los discípulos reñían á los que los presentaban. | |
Mark | SpaRV190 | 10:14 | Y viéndolo Jesús, se enojó, y les dijo: Dejad los niños venir, y no se lo estorbéis; porque de los tales es el reino de Dios. | |
Mark | SpaRV190 | 10:15 | De cierto os digo, que el que no recibiere el reino de Dios como un niño, no entrará en él. | |
Mark | SpaRV190 | 10:17 | Y saliendo él para ir su camino, vino uno corriendo, é hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para poseer la vida eterna? | |
Mark | SpaRV190 | 10:18 | Y Jesús le dijo: ¿Por qué me dices bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios. | |
Mark | SpaRV190 | 10:19 | Los mandamientos sabes: No adulteres: No mates: No hurtes: No digas falso testimonio: No defraudes: Honra á tu padre y á tu madre. | |
Mark | SpaRV190 | 10:20 | El entonces respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto he guardado desde mi mocedad. | |
Mark | SpaRV190 | 10:21 | Entonces Jesús mirándole, amóle, y díjole: Una cosa te falta: ve, vende todo lo que tienes, y da á los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. | |
Mark | SpaRV190 | 10:22 | Mas él, entristecido por esta palabra, se fué triste, porque tenía muchas posesiones. | |
Mark | SpaRV190 | 10:23 | Entonces Jesús, mirando alrededor, dice á sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! | |
Mark | SpaRV190 | 10:24 | Y los discípulos se espantaron de sus palabras; mas Jesús respondiendo, les volvió á decir: ¡Hijos, cuán difícil es entrar en el reino de Dios, los que confían en las riquezas! | |
Mark | SpaRV190 | 10:25 | Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que el rico entrar en el reino de Dios. | |
Mark | SpaRV190 | 10:27 | Entonces Jesús mirándolos, dice: Para los hombres es imposible; mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios. | |
Mark | SpaRV190 | 10:28 | Entonces Pedro comenzó á decirle: He aquí, nosotros hemos dejado todas las cosas, y te hemos seguido. | |
Mark | SpaRV190 | 10:29 | Y respondiendo Jesús, dijo: De cierto os digo, que no hay ninguno que haya dejado casa, ó hermanos, ó hermanas, ó padre, ó madre, ó mujer, ó hijos, ó heredades, por causa de mí y del evangelio, | |
Mark | SpaRV190 | 10:30 | Que no reciba cien tantos ahora en este tiempo, casas, y hermanos, y hermanas, y madres, é hijos, y heredades, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna. | |
Mark | SpaRV190 | 10:32 | Y estaban en el camino subiendo á Jerusalem; y Jesús iba delante de ellos, y se espantaban, y le seguían con miedo: entonces volviendo á tomar á los doce aparte, les comenzó á decir las cosas que le habían de acontecer: | |
Mark | SpaRV190 | 10:33 | He aquí subimos á Jerusalem, y el Hijo del hombre será entregado á los príncipes de los sacerdotes, y á los escribas, y le condenarán á muerte, y le entregarán á los Gentiles: | |
Mark | SpaRV190 | 10:34 | Y le escarnecerán, y le azotarán, y escupirán en él, y le matarán; mas al tercer día resucitará. | |
Mark | SpaRV190 | 10:35 | Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se llegaron á él, diciendo: Maestro, querríamos que nos hagas lo que pidiéremos. | |
Mark | SpaRV190 | 10:37 | Y ellos le dijeron: Danos que en tu gloria nos sentemos el uno á tu diestra, y el otro á tu siniestra. | |
Mark | SpaRV190 | 10:38 | Entonces Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber del vaso que yo bebo, ó ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado? | |
Mark | SpaRV190 | 10:39 | Y ellos dijeron: Podemos. Y Jesús les dijo: A la verdad, del vaso que yo bebo, beberéis; y del bautismo de que yo soy bautizado, seréis bautizados. | |
Mark | SpaRV190 | 10:40 | Mas que os sentéis á mi diestra y á mi siniestra, no es mío darlo, sino á quienes está aparejado. | |
Mark | SpaRV190 | 10:42 | Mas Jesús, llamándolos, les dice: Sabéis que los que se ven ser príncipes entre las gentes, se enseñorean de ellas, y los que entre ellas son grandes, tienen sobre ellas potestad. | |
Mark | SpaRV190 | 10:43 | Mas no será así entre vosotros: antes cualquiera que quisiere hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor; | |
Mark | SpaRV190 | 10:45 | Porque el Hijo del hombre tampoco vino para ser servido, mas para servir, y dar su vida en rescate por muchos. | |
Mark | SpaRV190 | 10:46 | Entonces vienen á Jericó: y saliendo él de Jericó y sus discípulos y una gran compañía, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando. | |
Mark | SpaRV190 | 10:47 | Y oyendo que era Jesús el Nazareno, comenzó á dar voces y decir: Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí. | |
Mark | SpaRV190 | 10:48 | Y muchos le reñían, que callase: mas él daba mayores voces: Hijo de David, ten misericordia de mí. | |
Mark | SpaRV190 | 10:49 | Entonces Jesús parándose, mandó llamarle: y llaman al ciego, diciéndole: Ten confianza: levántate, te llama. | |
Mark | SpaRV190 | 10:51 | Y respondiendo Jesús, le dice: ¿Qué quieres que te haga? Y el ciego le dice: Maestro, que cobre la vista. | |
Chapter 11
Mark | SpaRV190 | 11:1 | Y COMO fueron cerca de Jerusalem, de Bethphagé, y de Bethania, al monte de las Olivas, envía dos de sus discípulos, | |
Mark | SpaRV190 | 11:2 | Y les dice: Id al lugar que está delante de vosotros, y luego entrados en él, hallaréis un pollino atado, sobre el cual ningún hombre ha subido; desatadlo y traedlo. | |
Mark | SpaRV190 | 11:3 | Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decid que el Señor lo ha menester: y luego lo enviará acá. | |
Mark | SpaRV190 | 11:4 | Y fueron, y hallaron el pollino atado á la puerta fuera, entre dos caminos; y le desataron. | |
Mark | SpaRV190 | 11:7 | Y trajeron el pollino á Jesús, y echaron sobre él sus vestidos, y se sentó sobre él. | |
Mark | SpaRV190 | 11:8 | Y muchos tendían sus vestidos por el camino, y otros cortaban hojas de los árboles, y las tendían por el camino. | |
Mark | SpaRV190 | 11:9 | Y los que iban delante, y los que iban detrás, daban voces diciendo: ¡Hosanna! Bendito el que viene en el nombre del Señor. | |
Mark | SpaRV190 | 11:11 | Y entró Jesús en Jerusalem, y en el templo: y habiendo mirado alrededor todas las cosas, y siendo ya tarde, salióse á Bethania con los doce. | |
Mark | SpaRV190 | 11:13 | Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, se acercó, si quizá hallaría en ella algo: y como vino á ella, nada halló sino hojas; porque no era tiempo de higos. | |
Mark | SpaRV190 | 11:14 | Entonces Jesús respondiendo, dijo á la higuera: Nunca más coma nadie fruto de ti para siempre. Y lo oyeron sus discípulos. | |
Mark | SpaRV190 | 11:15 | Vienen, pues, á Jerusalem; y entrando Jesús en el templo, comenzó á echar fuera á los que vendían y compraban en el templo; y trastornó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; | |
Mark | SpaRV190 | 11:17 | Y les enseñaba diciendo: ¿No está escrito que mi casa, casa de oración será llamada por todas las gentes? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. | |
Mark | SpaRV190 | 11:18 | Y lo oyeron los escribas y los príncipes de los sacerdotes, y procuraban cómo le matarían; porque le tenían miedo, por cuanto todo el pueblo estaba maravillado de su doctrina. | |
Mark | SpaRV190 | 11:20 | Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces. | |
Mark | SpaRV190 | 11:21 | Entonces Pedro acordándose, le dice: Maestro, he aquí la higuera que maldijiste, se ha secado. | |
Mark | SpaRV190 | 11:23 | Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere á este monte: Quítate, y échate en la mar, y no dudare en su corazón, mas creyere que será hecho lo que dice, lo que dijere le será hecho. | |
Mark | SpaRV190 | 11:24 | Por tanto, os digo que todo lo que orando pidiereis, creed que lo recibiréis, y os vendrá. | |
Mark | SpaRV190 | 11:25 | Y cuando estuviereis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que vuestro Padre que está en los cielos os perdone también á vosotros vuestras ofensas. | |
Mark | SpaRV190 | 11:26 | Porque si vosotros no perdonareis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos os perdonará vuestras ofensas. | |
Mark | SpaRV190 | 11:27 | Y volvieron á Jerusalem; y andando él por el templo, vienen á él los príncipes de los sacerdotes, y los escribas, y los ancianos; | |
Mark | SpaRV190 | 11:28 | Y le dicen: ¿Con qué facultad haces estas cosas? ¿y quién te ha dado esta facultad para hacer estas cosas? | |
Mark | SpaRV190 | 11:29 | Y Jesús respondiendo entonces, les dice: Os preguntaré también yo una palabra; y respondedme, y os diré con qué facultad hago estas cosas: | |
Mark | SpaRV190 | 11:31 | Entonces ellos pensaron dentro de sí, diciendo: Si dijéremos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis? | |
Mark | SpaRV190 | 11:32 | Y si dijéremos, de los hombres, tememos al pueblo: porque todos juzgaban de Juan, que verdaderamente era profeta. | |
Chapter 12
Mark | SpaRV190 | 12:1 | Y COMENZÓ á hablarles por parábolas: Plantó un hombre una viña, y la cercó con seto, y cavó un lagar, y edificó una torre, y la arrendó á labradores, y se partió lejos. | |
Mark | SpaRV190 | 12:2 | Y envió un siervo á los labradores, al tiempo, para que tomase de los labradores del fruto de la viña. | |
Mark | SpaRV190 | 12:4 | Y volvió á enviarles otro siervo; mas apedreándole, le hirieron en la cabeza, y volvieron á enviarle afrentado. | |
Mark | SpaRV190 | 12:5 | Y volvió á enviar otro, y á aquél mataron; y á otros muchos, hiriendo á unos y matando á otros. | |
Mark | SpaRV190 | 12:6 | Teniendo pues aún un hijo suyo amado, enviólo también á ellos el postrero, diciendo: Tendrán en reverencia á mi hijo. | |
Mark | SpaRV190 | 12:7 | Mas aquellos labradores dijeron entre sí: Este es el heredero; venid, matémosle, y la heredad será nuestra. | |
Mark | SpaRV190 | 12:9 | ¿Qué, pues, hará el señor de la viña? Vendrá, y destruirá á estos labradores, y dará su viña á otros. | |
Mark | SpaRV190 | 12:10 | ¿Ni aun esta Escritura habéis leído: La piedra que desecharon los que edificaban, ésta es puesta por cabeza de esquina; | |
Mark | SpaRV190 | 12:12 | Y procuraban prenderle, porque entendían que decía á ellos aquella parábola; mas temían á la multitud; y dejándole, se fueron. | |
Mark | SpaRV190 | 12:13 | Y envían á él algunos de los Fariseos y de los Herodianos, para que le sorprendiesen en alguna palabra. | |
Mark | SpaRV190 | 12:14 | Y viniendo ellos, le dicen: Maestro, sabemos que eres hombre de verdad, y que no te cuidas de nadie; porque no miras á la apariencia de hombres, antes con verdad enseñas el camino de Dios: ¿Es lícito dar tributo á César, ó no? ¿Daremos, ó no daremos? | |
Mark | SpaRV190 | 12:15 | Entonces él, como entendía la hipocresía de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis? Traedme la moneda para que la vea. | |
Mark | SpaRV190 | 12:16 | Y ellos se la trajeron y les dice: ¿Cúya es esta imagen y esta inscripción? Y ellos le dijeron: De César. | |
Mark | SpaRV190 | 12:17 | Y respondiendo Jesús, les dijo: Dad lo que es de César á César; y lo que es de Dios, á Dios. Y se maravillaron de ello. | |
Mark | SpaRV190 | 12:18 | Entonces vienen á él los Saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron, diciendo: | |
Mark | SpaRV190 | 12:19 | Maestro, Moisés nos escribió, que si el hermano de alguno muriese, y dejase mujer, y no dejase hijos, que su hermano tome su mujer, y levante linaje á su hermano. | |
Mark | SpaRV190 | 12:21 | Y la tomó el segundo, y murió, y ni aquél tampoco dejó simiente; y el tercero, de la misma manera. | |
Mark | SpaRV190 | 12:22 | Y la tomaron los siete, y tampoco dejaron simiente: á la postre murió también la mujer. | |
Mark | SpaRV190 | 12:23 | En la resurrección, pues, cuando resucitaren, ¿de cuál de ellos será mujer? porque los siete la tuvieron por mujer. | |
Mark | SpaRV190 | 12:24 | Entonces respondiendo Jesús, les dice: ¿No erráis por eso, porque no sabéis las Escrituras, ni la potencia de Dios? | |
Mark | SpaRV190 | 12:25 | Porque cuando resucitarán de los muertos, ni se casarán, ni serán dados en casamiento, mas son como los ángeles que están en los cielos. | |
Mark | SpaRV190 | 12:26 | Y de que los muertos hayan de resucitar, ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? | |
Mark | SpaRV190 | 12:28 | Y llegándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? | |
Mark | SpaRV190 | 12:29 | Y Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. | |
Mark | SpaRV190 | 12:30 | Amarás pues al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente, y de todas tus fuerzas; este es el principal mandamiento. | |
Mark | SpaRV190 | 12:31 | Y el segundo es semejante á él: Amarás á tu prójimo como á ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. | |
Mark | SpaRV190 | 12:32 | Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; | |
Mark | SpaRV190 | 12:33 | Y que amarle de todo corazón, y de todo entendimiento, y de toda el alma, y de todas las fuerzas, y amar al prójimo como á sí mismo, más es que todos los holocaustos y sacrificios. | |
Mark | SpaRV190 | 12:34 | Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dice: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle. | |
Mark | SpaRV190 | 12:35 | Y respondiendo Jesús decía, enseñando en el templo: ¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? | |
Mark | SpaRV190 | 12:36 | Porque el mismo David dijo por el Espíritu Santo: Dijo el Señor á mi Señor: Siéntate á mi diestra, hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies. | |
Mark | SpaRV190 | 12:37 | Luego llamándole el mismo David Señor, ¿de dónde, pues, es su hijo? Y los que eran del común del pueblo le oían de buena gana. | |
Mark | SpaRV190 | 12:38 | Y les decía en su doctrina: Guardaos de los escribas, que quieren andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, | |
Mark | SpaRV190 | 12:40 | Que devoran las casas de las viudas, y por pretexto hacen largas oraciones. Estos recibirán mayor juicio. | |
Mark | SpaRV190 | 12:41 | Y estando sentado Jesús delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca: y muchos ricos echaban mucho. | |
Mark | SpaRV190 | 12:43 | Entonces llamando á sus discípulos, les dice: De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca: | |
Chapter 13
Mark | SpaRV190 | 13:1 | Y SALIENDO del templo, le dice uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios. | |
Mark | SpaRV190 | 13:2 | Y Jesús respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? no quedará piedra sobre piedra que no sea derribada. | |
Mark | SpaRV190 | 13:3 | Y sentándose en el monte de las Olivas delante del templo, le preguntaron aparte Pedro y Jacobo y Juan y Andrés: | |
Mark | SpaRV190 | 13:4 | Dinos, ¿cuándo serán estas cosas? ¿y qué señal habrá cuando todas estas cosas han de cumplirse? | |
Mark | SpaRV190 | 13:6 | Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy el Cristo; y engañarán á muchos. | |
Mark | SpaRV190 | 13:7 | Mas cuando oyereis de guerras y de rumores de guerras no os turbéis, porque conviene hacerse así; mas aun no será el fin. | |
Mark | SpaRV190 | 13:8 | Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en muchos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores serán estos. | |
Mark | SpaRV190 | 13:9 | Mas vosotros mirad por vosotros: porque os entregarán en los concilios, y en sinagogas seréis azotados: y delante de presidentes y de reyes seréis llamados por causa de mí, en testimonio á ellos. | |
Mark | SpaRV190 | 13:11 | Y cuando os trajeren para entregaros, no premeditéis qué habéis de decir, ni lo penséis: mas lo que os fuere dado en aquella hora, eso hablad; porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu Santo. | |
Mark | SpaRV190 | 13:12 | Y entregará á la muerte el hermano al hermano, y el padre al hijo: y se levantarán los hijos contra los padres, y los matarán. | |
Mark | SpaRV190 | 13:13 | Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre: mas el que perseverare hasta el fin, éste será salvo. | |
Mark | SpaRV190 | 13:14 | Empero cuando viereis la abominación de asolamiento, que fué dicha por el profeta Daniel, que estará donde no debe (el que lee, entienda), entonces los que estén en Judea huyan á los montes; | |
Mark | SpaRV190 | 13:15 | Y el que esté sobre el terrado, no descienda á la casa, ni entre para tomar algo de su casa; | |
Mark | SpaRV190 | 13:19 | Porque aquellos días serán de aflicción, cual nunca fué desde el principio de la creación que crió Dios, hasta este tiempo, ni será. | |
Mark | SpaRV190 | 13:20 | Y si el Señor no hubiese abreviado aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos que él escogió, abrevió aquellos días. | |
Mark | SpaRV190 | 13:21 | Y entonces si alguno os dijere: He aquí, aquí está el Cristo; ó, He aquí, allí está, no le creáis. | |
Mark | SpaRV190 | 13:22 | Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y darán señales y prodigios, para engañar, si se pudiese hacer, aun á los escogidos. | |
Mark | SpaRV190 | 13:24 | Empero en aquellos días, después de aquella aflicción, el sol se obscurecerá, y la luna no dará su resplandor; | |
Mark | SpaRV190 | 13:25 | Y las estrellas caerán del cielo, y las virtudes que están en los cielos serán conmovidas; | |
Mark | SpaRV190 | 13:26 | Y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en las nubes con mucha potestad y gloria. | |
Mark | SpaRV190 | 13:27 | Y entonces enviará sus ángeles, y juntará sus escogidos de los cuatro vientos, desde el cabo de la tierra hasta el cabo del cielo. | |
Mark | SpaRV190 | 13:28 | De la higuera aprended la semejanza: Cuando su rama ya se enternece, y brota hojas, conocéis que el verano está cerca: | |
Mark | SpaRV190 | 13:29 | Así también vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, conoced que está cerca, á las puertas. | |
Mark | SpaRV190 | 13:30 | De cierto os digo que no pasará esta generación, que todas estas cosas no sean hechas. | |
Mark | SpaRV190 | 13:32 | Empero de aquel día y de la hora, nadie sabe; ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre. | |
Mark | SpaRV190 | 13:34 | Como el hombre que partiéndose lejos, dejó su casa, y dió facultad á sus siervos, y á cada uno su obra, y al portero mandó que velase: | |
Mark | SpaRV190 | 13:35 | Velad pues, porque no sabéis cuándo el señor de la casa vendrá; si á la tarde, ó á la media noche, ó al canto del gallo, ó á la mañana; | |
Chapter 14
Mark | SpaRV190 | 14:1 | Y DOS días después era la Pascua y los días de los panes sin levadura: y procuraban los príncipes de los sacerdotes y los escribas cómo le prenderían por engaño, y le matarían. | |
Mark | SpaRV190 | 14:3 | Y estando él en Bethania en casa de Simón el leproso, y sentado á la mesa, vino una mujer teniendo un alabastro de ungüento de nardo espique de mucho precio; y quebrando el alabastro, derramóselo sobre su cabeza. | |
Mark | SpaRV190 | 14:4 | Y hubo algunos que se enojaron dentro de sí, y dijeron: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de ungüento? | |
Mark | SpaRV190 | 14:5 | Porque podía esto ser vendido por más de trescientos denarios, y darse á los pobres. Y murmuraban contra ella. | |
Mark | SpaRV190 | 14:7 | Que siempre tendréis los pobres con vosotros, y cuando quisiereis les podréis hacer bien; mas á mí no siempre me tendréis. | |
Mark | SpaRV190 | 14:8 | Esta ha hecho lo que podía; porque se ha anticipado á ungir mi cuerpo para la sepultura. | |
Mark | SpaRV190 | 14:9 | De cierto os digo que donde quiera que fuere predicado este evangelio en todo el mundo, también esto que ha hecho ésta, será dicho para memoria de ella. | |
Mark | SpaRV190 | 14:10 | Entonces Judas Iscariote, uno de los doce, vino á los príncipes de los sacerdotes, para entregársele. | |
Mark | SpaRV190 | 14:11 | Y ellos oyéndolo se holgaron, y prometieron que le darían dineros. Y buscaba oportunidad cómo le entregaría. | |
Mark | SpaRV190 | 14:12 | Y el primer día de los panes sin levadura, cuando sacrificaban la pascua, sus discípulos le dicen: ¿Dónde quieres que vayamos á disponer para que comas la pascua? | |
Mark | SpaRV190 | 14:13 | Y envía dos de sus discípulos, y les dice: Id á la ciudad, y os encontrará un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle; | |
Mark | SpaRV190 | 14:14 | Y donde entrare, decid al señor de la casa: El Maestro dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer la pascua con mis discípulos? | |
Mark | SpaRV190 | 14:16 | Y fueron sus discípulos, y vinieron á la ciudad, y hallaron como les había dicho; y aderezaron la pascua. | |
Mark | SpaRV190 | 14:18 | Y como se sentaron á la mesa y comiesen, dice Jesús: De cierto os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me ha de entregar. | |
Mark | SpaRV190 | 14:19 | Entonces ellos comenzaron á entristecerse, y á decirle cada uno por sí: ¿Seré yo? Y el otro: ¿Seré yo? | |
Mark | SpaRV190 | 14:21 | A la verdad el Hijo del hombre va, como está de él escrito; mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! bueno le fuera á aquel hombre si nunca hubiera nacido. | |
Mark | SpaRV190 | 14:22 | Y estando ellos comiendo, tomó Jesús pan, y bendiciendo, partió y les dió, y dijo: Tomad, esto es mi cuerpo. | |
Mark | SpaRV190 | 14:25 | De cierto os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beberé nuevo en el reino de Dios. | |
Mark | SpaRV190 | 14:27 | Jesús entonces les dice: Todos seréis escandalizados en mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y serán derramadas las ovejas. | |
Mark | SpaRV190 | 14:30 | Y le dice Jesús: De cierto te digo que tú, hoy, en esta noche, antes que el gallo haya cantado dos veces, me negarás tres veces. | |
Mark | SpaRV190 | 14:31 | Mas él con mayor porfía decía: Si me fuere menester morir contigo, no te negaré. También todos decían lo mismo. | |
Mark | SpaRV190 | 14:32 | Y vienen al lugar que se llama Gethsemaní, y dice á sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que yo oro. | |
Mark | SpaRV190 | 14:33 | Y toma consigo á Pedro y á Jacobo y á Juan, y comenzó á atemorizarse, y á angustiarse. | |
Mark | SpaRV190 | 14:35 | Y yéndose un poco adelante, se postró en tierra, y oró que si fuese posible, pasase de él aquella hora. | |
Mark | SpaRV190 | 14:36 | Y decía: Abba, Padre, todas las cosas son á ti posibles; traspasa de mí este vaso; empero no lo que yo quiero, sino lo que tú. | |
Mark | SpaRV190 | 14:37 | Y vino y los halló durmiendo; y dice á Pedro: ¿Simón, duermes? ¿No has podido velar una hora? | |
Mark | SpaRV190 | 14:38 | Velad y orad, para que no entréis en tentación: el espíritu á la verdad es presto, mas la carne enferma. | |
Mark | SpaRV190 | 14:40 | Y vuelto, los halló otra vez durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados; y no sabían qué responderle. | |
Mark | SpaRV190 | 14:41 | Y vino la tercera vez, y les dice: Dormid ya y descansad: basta, la hora es venida; he aquí, el Hijo del hombre es entregado en manos de los pecadores. | |
Mark | SpaRV190 | 14:43 | Y luego, aun hablando él, vino Judas, que era uno de los doce, y con él una compañía con espadas y palos, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas y de los ancianos. | |
Mark | SpaRV190 | 14:44 | Y el que le entregaba les había dado señal común, diciendo: Al que yo besare, aquél es: prendedle, y llevadle con seguridad. | |
Mark | SpaRV190 | 14:47 | Y uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja. | |
Mark | SpaRV190 | 14:48 | Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Como á ladrón habéis salido con espadas y con palos á tomarme? | |
Mark | SpaRV190 | 14:49 | Cada día estaba con vosotros enseñando en el templo, y no me tomasteis; pero es así, para que se cumplan las Escrituras. | |
Mark | SpaRV190 | 14:51 | Empero un mancebillo le seguía cubierto de una sábana sobre el cuerpo desnudo; y los mancebos le prendieron: | |
Mark | SpaRV190 | 14:53 | Y trajeron á Jesús al sumo sacerdote; y se juntaron á él todos los príncipes de los sacerdotes y los ancianos y los escribas. | |
Mark | SpaRV190 | 14:54 | Empero Pedro le siguió de lejos hasta dentro del patio del sumo sacerdote; y estaba sentado con los servidores, y calentándose al fuego. | |
Mark | SpaRV190 | 14:55 | Y los príncipes de los sacerdotes y todo el concilio buscaban testimonio contra Jesús, para entregarle á la muerte; mas no lo hallaban. | |
Mark | SpaRV190 | 14:56 | Porque muchos decían falso testimonio contra él; mas sus testimonios no concertaban. | |
Mark | SpaRV190 | 14:58 | Nosotros le hemos oído decir: Yo derribaré este templo que es hecho de mano, y en tres días edificaré otro echo sin mano. | |
Mark | SpaRV190 | 14:60 | Entonces el sumo sacerdote, levantándose en medio, preguntó á Jesús, diciendo: ¿No respondes algo? ¿Qué atestiguan éstos contra ti? | |
Mark | SpaRV190 | 14:61 | Mas él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió á preguntar, y le dice: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? | |
Mark | SpaRV190 | 14:62 | Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del hombre sentado á la diestra de la potencia de Dios, y viniendo en las nubes del cielo. | |
Mark | SpaRV190 | 14:63 | Entonces el sumo sacerdote, rasgando sus vestidos, dijo: ¿Qué más tenemos necesidad de testigos? | |
Mark | SpaRV190 | 14:64 | Oído habéis la blasfemia: ¿qué os parece? Y ellos todos le condenaron ser culpado de muerte. | |
Mark | SpaRV190 | 14:65 | Y algunos comenzaron á escupir en él, y cubrir su rostro, y á darle bofetadas, y decirle: Profetiza. Y los servidores le herían de bofetadas. | |
Mark | SpaRV190 | 14:67 | Y como vió á Pedro que se calentaba, mirándole, dice: Y tú con Jesús el Nazareno estabas. | |
Mark | SpaRV190 | 14:68 | Mas él negó, diciendo: No conozco, ni sé lo que dices. Y se salió fuera á la entrada; y cantó el gallo. | |
Mark | SpaRV190 | 14:69 | Y la criada viéndole otra vez, comenzó á decir á los que estaban allí: Este es de ellos. | |
Mark | SpaRV190 | 14:70 | Mas él negó otra vez. Y poco después, los que estaban allí dijeron otra vez á Pedro: Verdaderamente tú eres de ellos; porque eres Galileo, y tu habla es semejante. | |
Chapter 15
Mark | SpaRV190 | 15:1 | Y LUEGO por la mañana, habiendo tenido consejo los príncipes de los sacerdotes con los ancianos, y con los escribas, y con todo el concilio, llevaron á Jesús atado, y le entregaron á Pilato. | |
Mark | SpaRV190 | 15:2 | Y Pilato le preguntó: ¿Eres tú el Rey de los Judíos? Y respondiendo él, le dijo: Tú lo dices. | |
Mark | SpaRV190 | 15:4 | Y le preguntó otra vez Pilato, diciendo: ¿No respondes algo? Mira de cuántas cosas te acusan. | |
Mark | SpaRV190 | 15:7 | Y había uno, que se llamaba Barrabás, preso con sus compañeros de motín que habían hecho muerte en una revuelta. | |
Mark | SpaRV190 | 15:10 | Porque conocía que por envidia le habían entregado los príncipes de los sacerdotes. | |
Mark | SpaRV190 | 15:11 | Mas los príncipes de los sacerdotes incitaron á la multitud, que les soltase antes á Barrabás. | |
Mark | SpaRV190 | 15:12 | Y respondiendo Pilato, les dice otra vez: ¿Qué pues queréis que haga del que llamáis Rey de los Judíos? | |
Mark | SpaRV190 | 15:14 | Mas Pilato les decía: ¿Pues qué mal ha hecho? Y ellos daban más voces: Crucifícale. | |
Mark | SpaRV190 | 15:15 | Y Pilato, queriendo satisfacer al pueblo, les soltó á Barrabás, y entregó á Jesús, después de azotarle, para que fuese crucificado. | |
Mark | SpaRV190 | 15:16 | Entonces los soldados le llevaron dentro de la sala, es á saber, al Pretorio; y convocan toda la cohorte. | |
Mark | SpaRV190 | 15:19 | Y le herían en la cabeza con una caña, y escupían en él, y le adoraban hincadas las rodillas. | |
Mark | SpaRV190 | 15:20 | Y cuando le hubieron escarnecido, le desnudaron la púrpura, y le vistieron sus propios vestidos, y le sacaron para crucificarle. | |
Mark | SpaRV190 | 15:21 | Y cargaron á uno que pasaba, Simón Cireneo, padre de Alejandro y de Rufo, que venía del campo, para que llevase su cruz. | |
Mark | SpaRV190 | 15:22 | Y le llevan al lugar de Gólgotha, que declarado quiere decir: Lugar de la Calavera. | |
Mark | SpaRV190 | 15:24 | Y cuando le hubieron crucificado, repartieron sus vestidos, echando suertes sobre ellos, qué llevaría cada uno. | |
Mark | SpaRV190 | 15:29 | Y los que pasaban le denostaban, meneando sus cabezas, y diciendo: ¡Ah! tú que derribas el templo de Dios, y en tres días lo edificas, | |
Mark | SpaRV190 | 15:31 | Y de esta manera también los príncipes de los sacerdotes escarneciendo, decían unos á otros, con los escribas: A otros salvó, á sí mismo no se puede salvar. | |
Mark | SpaRV190 | 15:32 | El Cristo, Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos. También los que estaban crucificados con él le denostaban. | |
Mark | SpaRV190 | 15:33 | Y cuando vino la hora de sexta, fueron hechas tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona. | |
Mark | SpaRV190 | 15:34 | Y á la hora de nona, exclamó Jesús á gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabachthani? que declarado, quiere decir: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? | |
Mark | SpaRV190 | 15:36 | Y corrió uno, y empapando una esponja en vinagre, y poniéndola en una caña, le dió á beber, diciendo: Dejad, veamos si vendrá Elías á quitarle. | |
Mark | SpaRV190 | 15:39 | Y el centurión que estaba delante de él, viendo que había espirado así clamando, dijo: Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios. | |
Mark | SpaRV190 | 15:40 | Y también estaban algunas mujeres mirando de lejos; entre las cuales estaba María Magdalena, y María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé; | |
Mark | SpaRV190 | 15:41 | Las cuales, estando aún él en Galilea, le habían seguido, y le servían; y otras muchas que juntamente con él habían subido á Jerusalem. | |
Mark | SpaRV190 | 15:42 | Y cuando fué la tarde, porque era la preparación, es decir, la víspera del sábado, | |
Mark | SpaRV190 | 15:43 | José de Arimatea, senador noble, que también esperaba el reino de Dios, vino, y osadamente entró á Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. | |
Mark | SpaRV190 | 15:44 | Y Pilato se maravilló que ya fuese muerto; y haciendo venir al centurión, preguntóle si era ya muerto. | |
Mark | SpaRV190 | 15:46 | El cual compró una sábana, y quitándole, le envolvió en la sábana: y le puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña; y revolvió una piedra á la puerta del sepulcro. | |
Chapter 16
Mark | SpaRV190 | 16:1 | Y COMO pasó el sábado, María Magdalena, y María madre de Jacobo, y Salomé, compraron drogas aromáticas, para venir á ungirle. | |
Mark | SpaRV190 | 16:2 | Y muy de mañana, el primer día de la semana, vienen al sepulcro, ya salido el sol. | |
Mark | SpaRV190 | 16:5 | Y entradas en el sepulcro, vieron un mancebo sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron. | |
Mark | SpaRV190 | 16:6 | Mas él les dice: No os asustéis: buscáis á Jesús Nazareno, el que fué crucificado; resucitado há, no está aquí; he aquí el lugar en donde le pusieron. | |
Mark | SpaRV190 | 16:7 | Mas id, decid á sus discípulos y á Pedro, que él va antes que vosotros á Galilea: allí le veréis, como os dijo. | |
Mark | SpaRV190 | 16:8 | Y ellas se fueron huyendo del sepulcro; porque las había tomado temblor y espanto; ni decían nada á nadie, porque tenían miedo. | |
Mark | SpaRV190 | 16:9 | Mas como Jesús resucitó por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente á María Magdalena, de la cual había echado siete demonios. | |
Mark | SpaRV190 | 16:10 | Yendo ella, lo hizo saber á los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando. | |
Mark | SpaRV190 | 16:12 | Mas después apareció en otra forma á dos de ellos que iban caminando, yendo al campo. | |
Mark | SpaRV190 | 16:14 | Finalmente se apareció á los once mismos, estando sentados á la mesa, y censuróles su incredulidad y dureza de corazón, que no hubiesen creído á los que le habían visto resucitado. | |
Mark | SpaRV190 | 16:16 | El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. | |
Mark | SpaRV190 | 16:17 | Y estas señales seguirán á los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; | |
Mark | SpaRV190 | 16:18 | Quitarán serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán. | |
Mark | SpaRV190 | 16:19 | Y el Señor, después que les habló, fué recibido arriba en el cielo, y sentóse á la diestra de Dios. | |