Chapter 1
I Ma | SpaPlate | 1:1 | Sucedió que después que Alejandro, hijo de Filipo, rey de Macedonia, y el primero que reinó en Grecia, salió del país de Cetim y derrotó a Darío, rey de los persas y de los medos; | |
I Ma | SpaPlate | 1:2 | ganó muchas batallas, y se apoderó en todas partes de las ciudades fuertes, y mató a los reyes de la tierra, | |
I Ma | SpaPlate | 1:3 | y penetró hasta los últimos términos del mundo, y se enriqueció con los despojos de muchas naciones; y enmudeció la tierra delante de él. | |
I Ma | SpaPlate | 1:4 | Juntó poder y un ejército muy fuerte; y después se engrió e hinchó de soberbia su corazón; | |
I Ma | SpaPlate | 1:5 | y se apoderó de las provincias, de las naciones y de sus reyes, los cuales se le hicieron tributarios. | |
I Ma | SpaPlate | 1:7 | Entonces llamó a los nobles de su corte que se habían criado con él desde la tierna edad; y antes de morir dividió entre ellos su reino. | |
I Ma | SpaPlate | 1:10 | Y así que él murió, se coronaron todos, y después de ellos sus hijos, por espacio de muchos años; y se multiplicaron los males sobre la tierra. | |
I Ma | SpaPlate | 1:11 | Y de entre ellos salió aquella raíz perversa, Antíoco Epífanes, hijo del rey Antíoco, que después de haber estado en Roma como rehén, empezó a reinar el año ciento treinta y siete del imperio de los griegos. | |
I Ma | SpaPlate | 1:12 | En aquel tiempo se dejaron ver unos inicuos israelitas, que persuadieron a otros muchos, diciéndoles: Vamos, y hagamos alianza con las naciones circunvecinas, porque después que nos separamos de ellas, hemos experimentado muchos desastres. | |
I Ma | SpaPlate | 1:14 | Y algunos del pueblo se decidieron, y fueron a estar con el rey, el cual les dio facultad de vivir según las costumbres de los gentiles. | |
I Ma | SpaPlate | 1:15 | En seguida construyeron en Jerusalén un gimnasio, según el estilo de los gentiles; | |
I Ma | SpaPlate | 1:16 | abolieron el uso de la circuncisión, y abandonaron el Testamento, y se coligaron con las naciones y se vendieron como esclavos a la maldad. | |
I Ma | SpaPlate | 1:17 | EstabIecido Antíoco en su reino, concibió el designio de hacerse también rey de Egipto, a fin de dominar en ambos reinos. | |
I Ma | SpaPlate | 1:18 | Así entró en Egipto con un poderoso ejército, con carros de guerra, y elefantes, y caballería, y un gran número de naves. | |
I Ma | SpaPlate | 1:19 | Y haciendo la guerra a Ptolomeo, rey de Egipto, temió este su encuentro, y echó a huir, y fueron muchos los muertos y heridos. | |
I Ma | SpaPlate | 1:20 | Entonces se apoderó de las ciudades fuertes de Egipto, y saqueó el país de Egipto. | |
I Ma | SpaPlate | 1:21 | Después de haber asolado a Egipto, volvió Antíoco el año ciento cuarenta y tres, y se dirigió contra Israel. | |
I Ma | SpaPlate | 1:23 | entró lleno de soberbia en el Santuario, y tomó el altar de oro, y el candelero con todas sus lámparas, y todos sus vasos, y la mesa de la proposición, y las palanganas, y las copas, y los incensarios de oro, y el velo, y las coronas, y los adornos de oro que había en la fachada del Templo, y todo lo hizo pedazos. | |
I Ma | SpaPlate | 1:24 | Tomó asimismo la plata y el oro, y los vasos preciosos, y los tesoros escondidos que encontró. Y después de haberlo saqueado todo, se volvió a su tierra; | |
I Ma | SpaPlate | 1:25 | habiendo hecho grande mortandad en las personas, y mostrado en sus palabras mucha soberbia. | |
I Ma | SpaPlate | 1:27 | Gemían los príncipes y los ancianos; quedaban sin aliento las doncellas y los jóvenes; y desapareció la hermosura en las mujeres. | |
I Ma | SpaPlate | 1:28 | Se entregaron al llanto todos los esposos, y sentadas sobre el tálamo nupcial se deshacían en lágrimas las esposas. | |
I Ma | SpaPlate | 1:29 | Y se estremeció la tierra, como compadecida de sus habitantes; y toda la casa de Jacob quedó cubierta de oprobio. | |
I Ma | SpaPlate | 1:30 | Cumplidos que fueron dos años, envió el rey por las ciudades de Judá al superintendente de tributos, el cual llegó a Jerusalén con grande acompañamiento. | |
I Ma | SpaPlate | 1:32 | Pero de repente se arrojó sobre los ciudadanos, e hizo en ellas una gran carnicería, quitando la vida a muchísima gente del pueblo de Israel. | |
I Ma | SpaPlate | 1:33 | Y saqueó la ciudad, y la entregó a las llamas, y derribó sus casas y los muros que la cercaban. | |
I Ma | SpaPlate | 1:34 | Y se llevaron cautivas las mujeres, y se apoderaron de sus hijos y de sus ganados. | |
I Ma | SpaPlate | 1:35 | Fortificaron la ciudad de David, con una grande y firme muralla, y con fuertes torres, e hicieron de ella una fortaleza. | |
I Ma | SpaPlate | 1:36 | La guarnecieron de gente malvada, de hombres perversos, los cuales se hicieron allí fuertes, y metieron en ella armas y vituallas, y también los despojos de Jerusalén, | |
I Ma | SpaPlate | 1:38 | estando como en emboscada contra el lugar santo, y siendo como unos enemigos mortales de Israel; | |
I Ma | SpaPlate | 1:39 | pues derramaron la sangre inocente alrededor del Santuario, y profanaron el lugar santo. | |
I Ma | SpaPlate | 1:40 | Por causa de ellos huyeron los habitantes de Jerusalén, viniendo esta a quedar morada de extranjeros, y como extraña para sus naturales, los cuales la abandonaron. | |
I Ma | SpaPlate | 1:41 | Su Santuario quedó desolado como un yermo, convertidos en días de llanto sus días festivos, en oprobio sus sábados, y reducidos a nada sus honores. | |
I Ma | SpaPlate | 1:42 | En fin, la grandeza de su ignominia igualó a la de su gloria, y su alta elevación se convirtió en llantos. | |
I Ma | SpaPlate | 1:43 | En esto el rey Antíoco expidió cartas por todo su reino, para que todos sus pueblos formasen uno solo, renunciando cada uno a su ley: particular. | |
I Ma | SpaPlate | 1:45 | y muchos del pueblo de Israel se sometieron a esta servidumbre, y sacrificaron a los ídolos, y violaron el sábado. | |
I Ma | SpaPlate | 1:46 | En efecto, el rey envió sus comisionados a Jerusalén, y por todas las ciudades de Judá, con cartas, para que abrazasen las leyes de las gentes de la tierra, | |
I Ma | SpaPlate | 1:47 | y se prohibiese ofrecer en el Templo de Dios holocaustos, sacrificios, y oblaciones por los pecados, | |
I Ma | SpaPlate | 1:50 | Dispuso que se erigiesen altares y templos e ídolos, y que se sacrificasen carnes de cerdo y animales inmundos; | |
I Ma | SpaPlate | 1:51 | que dejasen sin circuncidar a sus hijos, y que manchasen sus almas con toda suerte de viandas impuras y de abominaciones, a fin de que olvidasen la Ley de Dios, y traspasasen todos sus mandamientos; | |
I Ma | SpaPlate | 1:52 | y que todos los que no obedeciesen las órdenes del rey Antíoco perdiesen la vida. | |
I Ma | SpaPlate | 1:53 | A este tenor escribió a todo su reino, y nombró comisionados que obligasen al pueblo a hacer todo esto; | |
I Ma | SpaPlate | 1:55 | Y muchos del pueblo se unieron con aquellos que habían abandonado la Ley del Señor, e hicieron mucho mal en el país; | |
I Ma | SpaPlate | 1:56 | y obligaron al pueblo de Israel a huir a parajes extraviados, y a guarecerse en sitios ocultos. | |
I Ma | SpaPlate | 1:57 | El día quince del mes de Casleu del año ciento cuarenta y cinco, colocó el rey Antíoco sobre el altar de Dios el abominable ídolo de la desolación, y por todas partes se erigieron altares en todas las ciudades de Judá. | |
I Ma | SpaPlate | 1:58 | Y quemaban inciensos y ofrecían sacrificios delante de las puertas de las casas y en las plazas. | |
I Ma | SpaPlate | 1:60 | y a todo hombre en cuyo poder hallaban los libros del Testamento del Señor, y a todos cuantos observaban la Ley del Señor, los despedazaban, en cumplimiento del edicto del rey. | |
I Ma | SpaPlate | 1:61 | Con esta violencia trataban, una vez por mes, al pueblo de Israel que habitaba en las ciudades. | |
I Ma | SpaPlate | 1:62 | Porque a los veinticinco días del mes, ofrecían ellos sacrificios sobre el altar, que estaba erigido enfrente del altar. | |
I Ma | SpaPlate | 1:63 | Las mujeres que circuncidaban a sus hijos eran despedazadas, conforme a lo mandado por el rey Antíoco; | |
I Ma | SpaPlate | 1:64 | y a los niños los colgaban por el cuello en todas las casas donde los hallaban, y despedazaban a los que los habían circuncidado. | |
I Ma | SpaPlate | 1:65 | En medio de esto muchos del pueblo de Israel resolvieron en su corazón no comer viandas impuras, y eligieron antes el morir que contaminarse con manjares inmundos; | |
Chapter 2
I Ma | SpaPlate | 2:1 | En aquellos días se levantó Matatías, hijo de Juan, hijo de Simeón, sacerdote de la familia de Joarib, de Jerusalén, que vivía en el monte de Modín. | |
I Ma | SpaPlate | 2:7 | exclamó Matatías: “¡Infeliz de mí! ¿Por qué he venido yo al mundo para ver la ruina de mi patria, y la destrucción de la ciudad santa, y para estarme aquí sin hacer nada por ella al tiempo que es entregada en poder de sus enemigos? | |
I Ma | SpaPlate | 2:8 | Las cosas santas se hallan en manos de los extranjeros; y su Templo es como un hombre que está infamado. | |
I Ma | SpaPlate | 2:9 | Sus vasos preciosos han sido saqueados y llevados fuera; despedazados por las plazas sus ancianos, y muertos al filo de la espada enemiga sus jóvenes. | |
I Ma | SpaPlate | 2:10 | ¿Qué nación hay que no haya participado algo de este reino, o tenido parte en sus despojos? | |
I Ma | SpaPlate | 2:11 | Arrebatado le ha sido todo su esplendor; y la que antes era libre, es en el día esclava. | |
I Ma | SpaPlate | 2:12 | En fin, todo cuanto teníamos de santo, de ilustre y de glorioso, otro tanto ha sido asolado y profanado por las naciones. | |
I Ma | SpaPlate | 2:14 | Y rasgaron sus vestidos Matatías y sus hijos, y se cubrieron de cilicios, y lloraban amargamente. | |
I Ma | SpaPlate | 2:15 | A este tiempo llegaron allí los comisionados que el rey Antíoco enviaba para obligar a los que se habían refugiado en la ciudad de Modín a que ofreciesen sacrificios y quemasen incienso a los ídolos, y abandonasen la Ley de Dios. | |
I Ma | SpaPlate | 2:16 | En efecto, muchos del pueblo de Israel consintieron en ello, y se les unieron. Pero Matatías y sus hijos permanecieron firmes. | |
I Ma | SpaPlate | 2:17 | Y tomando la palabra los comisionados de Antíoco, dijeron a Matatías: “Tú eres el principal, el más grande y el más esclarecido de esta ciudad, y glorioso con esa corona de hijos y de hermanos. | |
I Ma | SpaPlate | 2:18 | Ven, pues, tú el primero, y haz lo que el rey manda, como lo han hecho todas las gentes, y los varones de Judá, y los que han quedado en Jerusalén; y con esto tú y tus hijos seréis del número de los amigos del rey, el cual os llenará de oro y plata, y de grandes dones”. | |
I Ma | SpaPlate | 2:19 | Respondió Matatías, y dijo en alta voz: “Aunque todas las gentes obedezcan al rey Antíoco, y todos abandonen la observancia de la ley de sus padres, y se sometan a los mandatos del rey, | |
I Ma | SpaPlate | 2:21 | Quiera Dios ampararnos. No nos es provechoso abandonar la Ley y los preceptos de Dios. | |
I Ma | SpaPlate | 2:22 | No daremos oídos a las palabras del rey Antíoco, ni ofreceremos sacrificios, violando los mandamientos de nuestra Ley por seguir otro camino”. | |
I Ma | SpaPlate | 2:23 | Apenas había acabado de pronunciar estas palabras, cuando a vista de todos se presentó un cierto judío para ofrecer sacrificios a los ídolos sobre el altar que se había erigido en la ciudad de Modín, conforme a la orden del rey. | |
I Ma | SpaPlate | 2:24 | Matatías lo vio, y se llenó de dolor; se le conmovieron las entrañas; e inflamándose su furor, conforme al espíritu de la Ley, se arrojó sobre él, y le mató sobre el mismo altar. | |
I Ma | SpaPlate | 2:25 | No contento con esto, mató al mismo tiempo al comisionado del rey Antíoco, que forzaba a la gente a sacrificar, y derribó el altar; | |
I Ma | SpaPlate | 2:26 | mostrando su celo por la Ley e imitando lo que hizo Fineés con Zamrí, hijo de Salomí. | |
I Ma | SpaPlate | 2:27 | Gritó entonces Matatías a grandes voces por la ciudad, diciendo: “Todo el que tenga celo por la Ley, y quiera permanecer firme en la Alianza, sígame.” | |
I Ma | SpaPlate | 2:28 | Y huyó con sus hijos a los montes, y abandonaron todo cuanto tenían en la ciudad. | |
I Ma | SpaPlate | 2:30 | y permanecieron allí con sus hijos, con sus mujeres y sus ganados; porque se veían inundados de males. | |
I Ma | SpaPlate | 2:31 | Se dio aviso a los oficiales del rey, y a las tropas que había en Jerusalén, en la ciudad de David, de cómo ciertas gentes que habían hollado el mandato del rey, se habían retirado a los lugares ocultos del desierto, y que les habían seguido otros muchos. | |
I Ma | SpaPlate | 2:32 | Por lo que marcharon al punto contra ellos, y se prepararon para atacarlos en día de sábado; | |
I Ma | SpaPlate | 2:33 | pero antes les dijeron: “¿Queréis todavía resistiros? Salid, y obedeced el mandato del rey Antíoco, y quedaréis salvos”. | |
I Ma | SpaPlate | 2:34 | “De ningún modo saldremos, respondieron ellos, ni obedeceremos al rey, ni violaremos el sábado”. | |
I Ma | SpaPlate | 2:36 | pero tan lejos estuvieron ellos de resistirles, que ni tan siquiera les tiraron una piedra, ni aun cerraron las bocas de las cavernas; | |
I Ma | SpaPlate | 2:37 | sino que dijeron: “Muramos todos en nuestra sencillez, y el cielo y la tierra nos serán testigos de que injustamente nos quitáis la vida”. | |
I Ma | SpaPlate | 2:38 | En efecto, los enemigos los acometieron en día de sábado; y perecieron tanto ellos como sus mujeres, hijos y ganados, llegando a mil personas las que perdieron la vida. | |
I Ma | SpaPlate | 2:40 | y se dijeron unos a otros: “Si todos nosotros hiciéremos como han hecho nuestros hermanos, y no peleáremos para defender nuestras vidas y nuestra Ley contra las naciones, en breve tiempo nos exterminarán del país”. | |
I Ma | SpaPlate | 2:41 | Así, pues, tomaron aquel día esta resolución: “Si alguno, dijeron, nos acomete en día de sábado, pelearemos contra él; y así no moriremos todos, como han muerto en las cavernas nuestros hermanos.” | |
I Ma | SpaPlate | 2:42 | Entonces vino a reunirse con ellos la congregación de los asideos, que eran hombres de los más valientes de Israel, y celosos todos de la Ley; | |
I Ma | SpaPlate | 2:43 | y también se les unieron todos los que huían acosados de las calamidades, y les sirvieron de refuerzo. | |
I Ma | SpaPlate | 2:44 | Formaron un ejército, y se arrojaron en su ira sobre los prevaricadores, y en su saña sobre los hombres malvados; y los que quedaron huyeron a ponerse en salvo entre las naciones. | |
I Ma | SpaPlate | 2:45 | Después recorrió Matatías con sus amigos todo el país; y destruyeron los altares; | |
I Ma | SpaPlate | 2:46 | y circuncidaron a cuantos niños hallaron incircuncisos, en los términos de Israel, y obraron con denuedo. | |
I Ma | SpaPlate | 2:47 | Persiguieron a sus orgullosos enemigos, y salieron prósperamente en todas sus empresas. | |
I Ma | SpaPlate | 2:48 | Y vindicaron la Ley contra el poder de los gentiles, y el poder de los reyes; y no dejaron al malvado que abusase de su poder. | |
I Ma | SpaPlate | 2:49 | Se acercaron entretanto los días de la muerte de Matatías; el cual habló a sus hijos de esta manera: “Ahora domina la soberbia, y es el tiempo del castigo y de la ruina, y del furor e indignación. | |
I Ma | SpaPlate | 2:50 | Por lo mismo ahora, oh hijos míos, sed celosos de la Ley, y dad vuestras vidas en defensa del Testamento de vuestros padres. | |
I Ma | SpaPlate | 2:51 | Acordaos de las obras que hicieron en sus tiempos vuestros antepasados, y os adquiriréis una gloria grande, y un nombre eterno. | |
I Ma | SpaPlate | 2:52 | Abrahán, por ventura, ¿no fue hallado fiel en la prueba que de él se hizo, y le fue imputado esto por justicia? | |
I Ma | SpaPlate | 2:53 | José en el tiempo de su aflicción observó los mandamientos, y vino a ser el señor de Egipto. | |
I Ma | SpaPlate | 2:54 | Fineés, nuestro padre, porque se abrasó en celo por la honra de Dios, recibió la recompensa de un sacerdocio eterno. | |
I Ma | SpaPlate | 2:56 | Caleb, por el testimonio que dio en la congregación del pueblo, recibió una herencia. | |
I Ma | SpaPlate | 2:61 | Y a este modo id discurriendo de generación en generación: Todos aquellos que ponen en Dios su esperanza, no descaecen. | |
I Ma | SpaPlate | 2:62 | Y no os amedrenten las palabras del hombre pecador; porque su gloria no es más que basura y gusanos. | |
I Ma | SpaPlate | 2:63 | Hoy es ensalzado, y mañana desaparece; porque se convierte en el polvo de que fue formado, y se desvanecen todos sus designios. | |
I Ma | SpaPlate | 2:64 | Sed, pues, constantes vosotros, oh hijos míos, y obrad vigorosamente en defensa de la Ley; pues ella será la que os llenará de gloria. | |
I Ma | SpaPlate | 2:65 | Ahí tenéis a Simón, vuestro hermano. Yo sé que es hombre de consejo; escuchadle siempre, y él hará para con vosotros las veces de padre. | |
I Ma | SpaPlate | 2:66 | Judas Macabeo ha sido esforzado y valiente desde su juventud; sea él el general de vuestro ejército, y el que conduzca el pueblo a la guerra. | |
I Ma | SpaPlate | 2:68 | Dad a las gentes su merecido, y sed solícitos en guardar los preceptos de la Ley.” | |
Chapter 3
I Ma | SpaPlate | 3:2 | Le ayudaban todos sus hermanos, y todos cuantos se habían unido con su padre, y peleaban con alegría por la defensa de Israel. | |
I Ma | SpaPlate | 3:3 | Y dio Judas de nuevo lustre a la gloria de su pueblo; se revistió cual gigante la coraza, se ciñó sus armas para combatir, y protegía con su espada todo el campamento. | |
I Ma | SpaPlate | 3:4 | Parecía un león en sus acciones, y se asemejaba a un cachorro cuando ruge sobre la presa. | |
I Ma | SpaPlate | 3:5 | Persiguió a los malvados, buscándolos por todas partes; y abrasó en las llamas a los que turbaban el reposo de su pueblo. | |
I Ma | SpaPlate | 3:6 | El temor que infundía su nombre hizo desaparecer a sus enemigos, todos los malvados se llenaron de turbación; y con su brazo obró la salud. | |
I Ma | SpaPlate | 3:7 | Preparaba gran amargura a muchos reyes; sus acciones eran la alegría de Jacob, y será eternamente bendita su memoria. | |
I Ma | SpaPlate | 3:8 | Recorrió las ciudades de Judá, exterminando de ellas a los impíos y apartó el azote de sobre Israel. | |
I Ma | SpaPlate | 3:9 | Su nombradía llegó hasta el cabo del mundo, y reunió alrededor de sí a los que estaban a punto de perecer. | |
I Ma | SpaPlate | 3:10 | Apolonio, empero, juntó las naciones, y sacó de Samaria un grande y poderoso ejército para pelear contra Israel. | |
I Ma | SpaPlate | 3:11 | Informado de ello Judas, le salió al encuentro, y le derrotó, y le quitó la vida; quedando en el campo de batalla un gran número de enemigos, y echando a huir los restantes. | |
I Ma | SpaPlate | 3:12 | Se apoderó en seguida de sus despojos, reservándose Judas para sí la espada de Apolonio; de la cual se servía siempre en los combates. | |
I Ma | SpaPlate | 3:13 | En esto llegó a noticia de Serón, general del ejército de Siria, que Judas había congregado una multitud y congregación del pueblo fiel; | |
I Ma | SpaPlate | 3:14 | y dijo: “Yo voy a ganarme gran reputación y gloria en todo el reino, derrotando a Judas y a los que le siguen; los cuales no hacen caso de las órdenes del rey”. | |
I Ma | SpaPlate | 3:15 | Con esto se preparó; y se le unió un considerable refuerzo de tropas de impíos, para vengarse de los hijos de Israel. | |
I Ma | SpaPlate | 3:17 | Así que estas vieron al ejército que venía contra ellas, dijeron a Judas: “¿Cómo podremos nosotros pelear contra un ejército tan grande y valeroso, siendo, como somos, tan pocos, y estando debilitados por el ayuno de hoy?” | |
I Ma | SpaPlate | 3:18 | Respondió Judas: “Fácil cosa es que muchos sean presa de pocos; pues cuando el Dios del cielo quiere dar la victoria lo mismo es para Él que haya poca o que haya mucha gente; | |
I Ma | SpaPlate | 3:19 | porque el triunfo en los combates no depende de la multitud de las tropas, sino del cielo, que es de donde dimana la fortaleza. | |
I Ma | SpaPlate | 3:20 | Ellos vienen contra nosotros con una turba de gente insolente y orgullosa, con el fin de aniquilarnos a nosotros, y a nuestras mujeres, y a nuestros hijos, y despojarnos; | |
I Ma | SpaPlate | 3:23 | Luego que acabó de pronunciar estas palabras, se arrojó de improviso sobre los enemigos, y derrotó a Serón con todo su ejército. | |
I Ma | SpaPlate | 3:24 | Y les persiguió desde la bajada de Bethorón hasta el llano y habiendo quedado ochocientos hombres tendidos en el campo de batalla, huyeron los demás al país de los filisteos. | |
I Ma | SpaPlate | 3:25 | Con esto Judas y sus hermanos eran el terror de todas las naciones circunvecinas; | |
I Ma | SpaPlate | 3:26 | y su fama llegó hasta los oídos del rey, y en todas partes se hablaba de las batallas de Judas. | |
I Ma | SpaPlate | 3:27 | Luego que el rey Antíoco recibió estas noticias, se embraveció sobremanera, y mandó que se reunieran las tropas de todo su reino, y se formase un poderosísimo ejército. | |
I Ma | SpaPlate | 3:28 | Y abrió su erario, y habiendo dado a las tropas la paga de un año, les mandó que estuviesen apercibidas para todo. | |
I Ma | SpaPlate | 3:29 | Mas observó que se iba acabando el dinero de sus tesoros, y que sacaba pocos tributos de aquel país, por causa de las disensiones y de la miseria, que él mismo había ocasionado queriendo abolir los fueros que allí regían desde tiempos antiguos; | |
I Ma | SpaPlate | 3:30 | y temió que no podría ya gastar ni dar, como antes hacía con largueza y con una munificencia superior a la de todos los reyes sus predecesores. | |
I Ma | SpaPlate | 3:31 | Hallándose en gran consternación resolvió pasar a Persia, con el fin de recoger los tributos de aquellos países, y juntar gran cantidad de dinero. | |
I Ma | SpaPlate | 3:32 | Dejó a Lisias, príncipe de sangre real, por lugarteniente del reino desde el Éufrates hasta el río de Egipto, | |
I Ma | SpaPlate | 3:33 | y para que tuviese cuidado de la educación de su hijo Antíoco hasta que él volviese. | |
I Ma | SpaPlate | 3:34 | Le dejó la mitad del ejército y los elefantes, y le comunicó órdenes sobre todo aquello que él quería que se hiciese; y también por lo respectivo a los habitantes de la Judea, y de Jerusalén. | |
I Ma | SpaPlate | 3:35 | mandándole que enviase contra ellos un ejército para destruir y exterminar el poder de Israel; y los restos que quedaban en Jerusalén, y borrar de aquel país hasta la memoria de ellos; | |
I Ma | SpaPlate | 3:36 | y que estableciese en toda aquella región habitantes de otras naciones, distribuyéndoles por suerte sus tierras. | |
I Ma | SpaPlate | 3:37 | Tomó el rey la otra mitad del ejército, y partiendo de Antioquía, capital de su reino, el año ciento cuarenta y siete, y pasado el río Éufrates, recorrió las provincias superiores. | |
I Ma | SpaPlate | 3:38 | En esto eligió Lisias a Ptolomeo, hijo de Dorimino, a Nicanor, y a Gorgias, que eran personas de gran valimiento entre los amigos del rey; | |
I Ma | SpaPlate | 3:39 | y envió con ellos cuarenta mil hombres de a pie y siete mil de a caballo, para que pasasen a asolar la tierra de Judá, según lo había dejado dispuesto el rey. | |
I Ma | SpaPlate | 3:41 | Y oyendo la noticia de su llegada los mercaderes de aquellas regiones tomaron consigo gran cantidad de oro y plata; y con criados vinieron a los reales con el fin de comprar por esclavos a los hijos de Israel; y con ellos se unieron las tropas de Siria y las de otras naciones. | |
I Ma | SpaPlate | 3:42 | Judas, empero, y sus hermanos, viendo que se aumentaban las calamidades, y que los ejércitos se iban acercando a sus confines, y habiendo sabido la orden que había dado el rey de exterminar y acabar con el pueblo, | |
I Ma | SpaPlate | 3:43 | se dijeron unos a otros: “Reanimemos nuestro abatido pueblo, y peleemos en defensa de nuestra patria, y de nuestra santa religión”. | |
I Ma | SpaPlate | 3:44 | Se reunieron en un cuerpo para estar prontos a la batalla, y para hacer oración e implorar misericordia y gracia. | |
I Ma | SpaPlate | 3:45 | Se hallaba a esta sazón Jerusalén sin habitantes; de modo que parecía un desierto. No se veían ya entrar ni salir los naturales de ella, era hollado el Santuario, los extranjeros eran dueños del alcázar, el cual servía de habitación a los gentiles. Desterrada estaba de Jacob toda alegría; no se oía ya en ella flauta ni cítara. | |
I Ma | SpaPlate | 3:46 | Habiéndose reunido, se fueron a Masfá, que está enfrente de Jerusalén; por haber sido Masfá en otro tiempo el lugar de la oración para Israel. | |
I Ma | SpaPlate | 3:47 | Ayunaron aquel día, y se vistieron de cilicio, y se echaron ceniza sobre la cabeza, y rasgaron sus vestidos. | |
I Ma | SpaPlate | 3:48 | Y abrieron los libros de la Ley, en donde los gentiles buscaban semejanzas para sus simulacros; | |
I Ma | SpaPlate | 3:49 | y trajeron los ornamentos sacerdotales, y las primicias y diezmos; e hicieron venir a los nazareos que habían cumplido los días de su voto; | |
I Ma | SpaPlate | 3:50 | y levantando su clamor hasta el cielo, dijeron: “¿Qué haremos de estos, y adonde los conduciremos? | |
I Ma | SpaPlate | 3:51 | Tu Santuario está hollado y profanado, y cubiertos de lágrimas y de abatimiento tus sacerdotes; | |
I Ma | SpaPlate | 3:52 | y he aquí que las naciones se han coligado contra nosotros para destruirnos. Tú sabes sus designios contra nosotros. | |
I Ma | SpaPlate | 3:55 | Nombró después Judas los caudillos del ejército, los tribunos, los centuriones, y los cabos de cincuenta hombres, y los de diez. | |
I Ma | SpaPlate | 3:56 | Y a aquellos que estaban construyendo casa, o acababan de casarse, o de plantar viñas, como también a los que tenían poco valor, les dijo que se volviesen cada uno a su casa, conforme a lo prevenido por la Ley. | |
I Ma | SpaPlate | 3:58 | Y Judas les habló de esta manera: “Tomad las armas, y tened buen ánimo; y estad prevenidos para mañana, a fin de pelear contra estas naciones, que se han unido contra nosotros para aniquilarnos, y echar por tierra nuestra santa religión; | |
I Ma | SpaPlate | 3:59 | porque más nos vale morir en el combate, que ver el exterminio de nuestra nación y del Santuario. | |
Chapter 4
I Ma | SpaPlate | 4:1 | Y tomó Gorgias consigo cinco mil hombres de a pie, y mil caballos escogidos; y de noche partieron, | |
I Ma | SpaPlate | 4:2 | para dar sobre el campamento de los judíos, y atacarlos de improviso; sirviéndoles de guías los del país que estaban en el alcázar. | |
I Ma | SpaPlate | 4:3 | Tuvo Judas aviso de este movimiento, y marchó con los más valientes de los suyos para acometer al grueso del ejército del rey, que estaba en Emaús. | |
I Ma | SpaPlate | 4:5 | Gorgias llegó aquella noche al campamento de Judas, y no halló en él alma viviente; se fue a buscarlos por los montes, diciendo: “Estas gentes van huyendo de nosotros.” | |
I Ma | SpaPlate | 4:6 | Mas así que se hizo de día, se dejó ver Judas en el llano, acompañado tan solamente de tres mil hombres, que se hallaban faltos de espadas y broqueles; | |
I Ma | SpaPlate | 4:7 | y reconocieron que el ejército de los gentiles era muy fuerte, y que estaba rodeado de coraceros y de caballería, y que todos eran diestros en el combate. | |
I Ma | SpaPlate | 4:8 | Entonces Judas habló a los suyos de esta manera: “No os asuste su muchedumbre, ni temáis su encuentro. | |
I Ma | SpaPlate | 4:9 | Acordaos del modo con que fueron librados nuestros padres en el Mar Rojo, cuando el Faraón iba en su alcance con un numeroso ejército; | |
I Ma | SpaPlate | 4:10 | y clamemos ahora al cielo, y el Señor se compadecerá de nosotros, y se acordará de la Alianza hecha con nuestros padres, y destrozará hoy a nuestra vista ese ejército; | |
I Ma | SpaPlate | 4:11 | con lo cual reconocerán todas las gentes que hay un salvador y libertador de Israel.” | |
I Ma | SpaPlate | 4:12 | En esto levantaron sus ojos los extranjeros, y percibieron que (los judíos) venían marchando contra ellos, | |
I Ma | SpaPlate | 4:13 | y salieron de los reales para acometerlos. Entonces los que seguían a Judas dieron la señal con las trompetas; | |
I Ma | SpaPlate | 4:14 | y habiéndose trabado combate, fueron desbaratadas las tropas de los gentiles; y echaron a huir por aquella campiña. | |
I Ma | SpaPlate | 4:15 | Mas todos los que se quedaron atrás, perecieron al filo de la espada. Y los vencedores fueron siguiéndoles al alcance hasta Gecerón, y hasta las campiñas de Idumea y de Azoto y de Jamnia, y murieron de ellos hasta tres mil hombres. | |
I Ma | SpaPlate | 4:17 | y dijo a sus tropas: “No os dejéis llevar de la codicia del botín; porque aún tenemos enemigos que vencer; | |
I Ma | SpaPlate | 4:18 | y Gorgias se halla con su ejército cerca de nosotros en el monte. Ahora manteneos firmes contra nuestros enemigos, y vencedlos, y después tomaréis los despojos con toda seguridad. | |
I Ma | SpaPlate | 4:19 | En efecto, aún estaba hablando Judas cuando se descubrió parte de las tropas, que estaban acechando desde el monte. | |
I Ma | SpaPlate | 4:20 | Y reconoció Gorgias que los suyos habían sido puestos en fuga, y que habían sido entregados al fuego sus reales; pues la humareda que se veía le daba a entender lo sucedido. | |
I Ma | SpaPlate | 4:21 | Cuando ellos vieron esto, y al mismo tiempo a Judas y su ejército en el llano preparados para la batalla, se intimidaron en gran manera, | |
I Ma | SpaPlate | 4:23 | Con esto, Judas se volvió a tomar los despojos del campo, donde juntaron mucho oro y plata, y jacinto, y púrpura marina, y grandes riquezas. | |
I Ma | SpaPlate | 4:24 | Y al volverse, entonaban himnos, y bendecían a voces a Dios: porque el Señor es bueno, y eterna es su misericordia. | |
I Ma | SpaPlate | 4:26 | Todos aquellos extranjeros que escaparon, fueron a llevar la nueva a Lisias de cuanto había sucedido; | |
I Ma | SpaPlate | 4:27 | y así que lo oyó, quedó consternado, y como fuera de sí, por no haber salido las cosas en Israel según él se había prometido y conforme el rey había mandado. | |
I Ma | SpaPlate | 4:28 | El año siguiente reunió Lisias sesenta mil hombres escogidos, y cinco mil de a caballo, con el fin de exterminar a los judíos. | |
I Ma | SpaPlate | 4:29 | Y entrando en Judea sentaron los reales en Bethorón, y les salió Judas al encuentro con diez mil hombres. | |
I Ma | SpaPlate | 4:30 | Y conociendo que era poderoso el ejército, oró, y dijo: “Bendito seas, oh Salvador de Israel, Tú que quebrantaste la fuerza de un gigante por medio de tu siervo David, y que entregaste el campamento de los extranjeros en poder de Jonatás, hijo de Saúl, y de su escudero. | |
I Ma | SpaPlate | 4:31 | Entrega ese ejército en poder de Israel, pueblo tuyo, y queden confundidas sus huestes y su caballería. | |
I Ma | SpaPlate | 4:32 | Infúndeles miedo, y aniquila su osadía y coraje, y despedácense ellos mismos con sus propias fuerzas. | |
I Ma | SpaPlate | 4:33 | Derríbalos con la espada de aquellos que te aman, para que todos los que conocen tu nombre te canten himnos de alabanza.” | |
I Ma | SpaPlate | 4:34 | Trabada luego la batalla, quedaron en ella muertos cinco mil hombres del ejército de Lisias. | |
I Ma | SpaPlate | 4:35 | Viendo este la fuga de los suyos, y el ardimiento de los judíos, y que estos estaban resueltos a vivir, o a morir valerosamente, se fue a Antioquía, y levantó nuevas tropas escogidas para volver con mayores fuerzas a la Judea. | |
I Ma | SpaPlate | 4:36 | Entonces Judas y sus hermanos, dijeron: “Ya que quedan destruidos nuestros enemigos, vamos ahora a purificar y restaurar el Templo”. | |
I Ma | SpaPlate | 4:38 | donde vieron desierto el lugar santo, y profanado el altar, y quemadas las puertas, y que en los patios habían nacido arbustos como en los bosques y montes, y que estaban arruinadas todas las habitaciones de los ministros del Santuario. | |
I Ma | SpaPlate | 4:39 | Al ver esto rasgaron sus vestidos, y lloraron amargamente, y se echaron ceniza sobre la cabeza; | |
I Ma | SpaPlate | 4:40 | y se postraron rostro por tierra, e hicieron resonar las trompetas con que se daban las señales, y levantaron sus clamores hasta el cielo. | |
I Ma | SpaPlate | 4:41 | Entonces Judas dispuso que fueran algunas tropas a combatir a los que estaban en el alcázar, mientras tanto que se iba purificando el Santuario. | |
I Ma | SpaPlate | 4:43 | los cuales purificaron el Santuario, y llevaron a un sitio profano las piedras contaminadas. | |
I Ma | SpaPlate | 4:44 | Y estuvo pensando qué debía hacerse del altar de los holocaustos, que había sido profanado; | |
I Ma | SpaPlate | 4:45 | y tomaron el mejor partido, que fue el destruirle, a fin de que no fuese para ellos motivo de oprobio, puesto que había sido contaminado por los gentiles, y así le demolieron; | |
I Ma | SpaPlate | 4:46 | y depositaron las piedras en un lugar a propósito del monte en que estaba el Templo, hasta tanto que viniese un profeta, y decidiese qué era lo que de ellas debía hacerse. | |
I Ma | SpaPlate | 4:47 | Tomaron después piedras intactas, conforme a la Ley, y construyeron un altar nuevo semejante a aquel que había habido antes; | |
I Ma | SpaPlate | 4:48 | y reedificaron el Santuario, y aquello que estaba de la parte de adentro de la Casa, y santificaron el Templo y sus atrios. | |
I Ma | SpaPlate | 4:49 | E hicieron nuevos vasos sagrados, y colocaron en el Templo el candelero y el altar de los inciensos y la mesa. | |
I Ma | SpaPlate | 4:50 | Y pusieron después incienso sobre el altar, y encendieron las lámparas que estaban sobre el candelero, y alumbraron el Templo. | |
I Ma | SpaPlate | 4:51 | Y pusieron los panes sobre la mesa, colgaron los velos, y completaron todas las obras que habían comenzado. | |
I Ma | SpaPlate | 4:52 | Se levantaron antes de amanecer, el día veinticinco del noveno mes, llamado Casleu, del año ciento cuarenta y ocho. | |
I Ma | SpaPlate | 4:53 | y ofrecieron el sacrificio, según la Ley, sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían construido. | |
I Ma | SpaPlate | 4:54 | Con lo cual se verificó que en el mismo tiempo, y el mismo día que este altar había sido profanado por los gentiles, fue renovado al son de cánticos, de cítaras, de liras, y de címbalos. | |
I Ma | SpaPlate | 4:55 | Y todo el pueblo se postró, hasta juntar su rostro con la tierra, y adoraron a Dios, y levantando su voz hasta el cielo, bendijeron a Aquel que les había concedido aquella felicidad. | |
I Ma | SpaPlate | 4:56 | Celebraron la dedicación del altar por espació de ocho días, y ofrecieron holocaustos con regocijo, y sacrificios de acción de gracias y alabanza. | |
I Ma | SpaPlate | 4:57 | Adornaron también la fachada del Templo con coronas de oro y con escudetes, y renovaron las puertas, y las habitaciones de los ministros, y les pusieron puertas. | |
I Ma | SpaPlate | 4:58 | Fue extraordinaria la alegría del pueblo; y sacudieron de sí el oprobio de las naciones. | |
I Ma | SpaPlate | 4:59 | Entonces estableció Judas y sus hermanos, y toda la iglesia de Israel, que en lo sucesivo se celebrase cada año con grande gozo y regocijo este día de la dedicación del altar por espacio de ocho días seguidos, empezando el día veinticinco del mes de Casleu. | |
I Ma | SpaPlate | 4:60 | Fortificaron entonces mismo el monte Sión, y le circuyeron de altas murallas y de fuertes torres, para que no viniesen los gentiles a profanarle, como lo habían hecho antes. | |
Chapter 5
I Ma | SpaPlate | 5:1 | Así que las naciones circunvecinas oyeron que el altar y el Santuario habían sido reedificados como antes, se irritaron sobremanera; | |
I Ma | SpaPlate | 5:2 | y resolvieron exterminar a los de la estirpe de Jacob que vivían entre ellos, y comenzaron a matar y perseguir a aquel pueblo. | |
I Ma | SpaPlate | 5:3 | Entretanto batía Judas a los hijos de Esaú en la Idumea, y a los que estaban en Acrabatane, porque tenían sitiados a los israelitas, e hizo en ellos un gran destrozo. | |
I Ma | SpaPlate | 5:4 | También se acordó de la malicia de los hijos de Beán, los cuales eran para el pueblo un lazo y tropiezo, armándole emboscadas en el camino. | |
I Ma | SpaPlate | 5:5 | Y los obligó a encerrarse en unas torres, donde los tuvo cercados; y habiéndolos anatematizado, pegó fuego a las torres y las quemó con cuantos había dentro. | |
I Ma | SpaPlate | 5:6 | De allí pasó a los hijos de Ammón, donde encontró un fuerte y numeroso ejército, con Timoteo, su caudillo. | |
I Ma | SpaPlate | 5:8 | Y tomó la ciudad de Gacer con los lugares dependientes de ella, y se volvió a Judea. | |
I Ma | SpaPlate | 5:9 | Los gentiles que habitaban en Galaad se reunieron para exterminar a los israelitas que vivían en su país; mas estos se refugiaron en la fortaleza de Datemán. | |
I Ma | SpaPlate | 5:10 | Desde allí escribieron cartas a Judas y a sus hermanos, en las cuales decían: “Se han congregado las naciones circunvecinas para perdernos; | |
I Ma | SpaPlate | 5:11 | y se preparan para venir a tomar la fortaleza donde nos hemos refugiado, siendo Timoteo, el caudillo de su ejército. | |
I Ma | SpaPlate | 5:12 | Ven luego, y líbranos de sus manos, porque han perecido ya muchos de los nuestros; | |
I Ma | SpaPlate | 5:13 | y todos nuestros hermanos, que habitaban en los lugares de Tubín, han sido muertos, habiéndose llevado cautivas a sus mujeres e hijos, y saqueándolo todo, y dado muerte allí mismo a cerca de mil hombres.” | |
I Ma | SpaPlate | 5:14 | Aún no había acabado de leer estas cartas, cuando he aquí que llegaron otros mensajeros que venían de Galilea, rasgados sus vestidos, trayendo otras nuevas semejantes. | |
I Ma | SpaPlate | 5:15 | Pues decían haberse coligado contra ellos los de Tolomaida, y los de Tiro y de Sidón, y que toda la Galilea estaba llena de extranjeros, con el fin de acabar con nosotros. | |
I Ma | SpaPlate | 5:16 | Luego que Judas y su gente oyeron tales noticias, tuvieron un gran consejo para deliberar qué era lo que harían a favor de aquellos hermanos suyos que se hallaban en la angustia, y eran estrechados por aquella gente. | |
I Ma | SpaPlate | 5:17 | Dijo Judas a su hermano Simón: “Escoge un cuerpo de tropas, y ve a librar a tus hermanos que están en Galilea, y yo y mi hermano Jonatás iremos a Galaad.” | |
I Ma | SpaPlate | 5:18 | Y dejó a José, hijo de Zacarías, y a Azarías por caudillos del pueblo, para guardar la Judea con el resto del ejército. | |
I Ma | SpaPlate | 5:19 | Les dio esta orden: “Cuidad de esta gente, les dijo; y no salgáis a pelear contra los gentiles, hasta que volvamos nosotros.” | |
I Ma | SpaPlate | 5:20 | Se dieron a Simón tres mil hombres para ir a Galilea, y Judas tomó ocho mil para pasar a Galaad. | |
I Ma | SpaPlate | 5:21 | Partió Simón para Galilea; y tuvo muchos encuentros con aquellas naciones, las que derrotó y fue persiguiendo hasta las puertas de Tolomaida; | |
I Ma | SpaPlate | 5:23 | Tomó después consigo a los que había en Galilea y en Arbates, como también a sus mujeres e hijos, y todo cuanto tenían, y los condujo a la Judea con grande regocijo. | |
I Ma | SpaPlate | 5:24 | Entretanto Judas Macabeo, con su hermano Jonatás, pasaron el Jordán, y caminaron tres días por el desierto. | |
I Ma | SpaPlate | 5:25 | Y les salieron al encuentro los nabuteos, los cuales los recibieron pacíficamente, y les contaron lo que había acaecido a sus hermanos en Galaad; | |
I Ma | SpaPlate | 5:26 | y cómo muchos de ellos se habían encerrado en Barasa, en Bosor, en Alimas, en Casfor, en Maget, y Carnaim, todas ellas ciudades fuertes y grandes; | |
I Ma | SpaPlate | 5:27 | y cómo quedaban también cercados los que habitaban en otras ciudades de Galaad, y que los enemigos querían arrimar al día siguiente su ejército a aquellas ciudades, y prenderlos, y acabar con ellos en un solo día. | |
I Ma | SpaPlate | 5:28 | Con esto partió Judas inmediatamente con su ejército por el camino del desierto de Bosor, y se apoderó de la ciudad, y pasó a cuchillo a todos los varones, y después de saqueada la entregó a las llamas. | |
I Ma | SpaPlate | 5:30 | y al rayar el día, alzando los ojos vieron una tropa innumerable de gentes, que traían consigo escalas y máquinas para tomar la plaza, y destruir a los que estaban dentro. | |
I Ma | SpaPlate | 5:31 | Luego que Judas vio que se había comenzado el ataque, y que el clamor de los combatientes subía hasta el cielo como trompeta, y la grande gritería en la ciudad, | |
I Ma | SpaPlate | 5:33 | Y marcharon en tres columnas por las espaldas de los enemigos; tocaron las trompetas, y clamaron orando. | |
I Ma | SpaPlate | 5:34 | Entonces conocieron las tropas de Timoteo, que era el Macabeo el que venía, y huyeron su encuentro; sufriendo un gran destrozo, y habiendo perecido en aquel día al pie de ocho mil hombres. | |
I Ma | SpaPlate | 5:35 | De allí torció Judas el camino hacia Masfá, la batió y se apoderó de ella; pasó a cuchillo todos los varones, y después de haberla saqueado, la incendió. | |
I Ma | SpaPlate | 5:36 | Partiendo más adelante tomó, a Casbón, a Maget, a Bosor y a las demás ciudades de Galaad. | |
I Ma | SpaPlate | 5:37 | Después de estos sucesos juntó Timoteo otro ejército, y se acampó frente a Rafón, a la otra parte del arroyo. | |
I Ma | SpaPlate | 5:38 | Judas envió luego a espiar al enemigo, y los emisarios le dijeron: “Todas las naciones que nos rodean se han juntado con Timoteo; es un ejército sumamente grande. | |
I Ma | SpaPlate | 5:39 | Han tomado también en su auxilio a los árabes, y están acampados a la otra parte del arroyo, preparándose para venir a darte la batalla”. Y Judas marchó contra ellos. | |
I Ma | SpaPlate | 5:40 | Ahora bien, Timoteo había dicho a los capitanes de su ejército: “Cuando Judas con sus tropas llegare al arroyo y pasare él primero hacia nosotros, no le podremos resistir, y nos vencerá infaliblemente. | |
I Ma | SpaPlate | 5:41 | Pero si temiere pasar, y pusiere su campo en el otro lado del arroyo, pasémoslo nosotros, y lograremos victoria”. | |
I Ma | SpaPlate | 5:42 | En esto llegó Judas cerca del arroyo, y poniendo a los escribanos del ejército a lo largo de la orilla del agua, les dio esta orden: “No dejéis que se quede aquí nadie; sino que todos han de venir al combate”. | |
I Ma | SpaPlate | 5:43 | Dicho esto pasó él el primero hacia los enemigos, y en pos de él toda la tropa, y así que llegaron, derrotaron a todos aquellos gentiles, los cuales arrojaron las armas, y huyeron al templo que había en Carnaim. | |
I Ma | SpaPlate | 5:44 | Judas tomó la ciudad, pegó fuego al templo y le abrasó con cuantos había dentro; y Carnaim fue asolada, sin que pudiese resistir a Judas. | |
I Ma | SpaPlate | 5:45 | Entonces reunió Judas todos los israelitas que se hallaban en el país de Galaad, desde el más chico hasta el más grande, con sus mujeres e hijos, formando de todos ellos un ejército numerosísimo para que viniesen a la tierra de Judá. | |
I Ma | SpaPlate | 5:46 | Llegaron a Efrón, ciudad grande situada en la embocadura del país, y muy fuerte; y no era posible dejarla a un lado, echando a la derecha o a la izquierda, sino que era preciso atravesar por medio de ella. | |
I Ma | SpaPlate | 5:47 | Mas sus habitantes se encerraron, y tapiaron las puertas con piedras. Judas les envió un mensajero de paz, | |
I Ma | SpaPlate | 5:48 | diciéndoIes: “Es nuestro deseo pasar por vuestro país para ir a nuestras casas, y nadie os hará daño; no haremos más que pasar”. Sin embargo, ellos no quisieron abrir. | |
I Ma | SpaPlate | 5:49 | Entonces Judas hizo pregonar por todo el ejército, que cada uno la asaltase por el lado en que se hallaba. | |
I Ma | SpaPlate | 5:50 | En efecto, la atacaron los hombres más valientes, y se dio el asalto, que duró todo aquel día y aquella noche, cayendo al fin en sus manos la ciudad. | |
I Ma | SpaPlate | 5:51 | Pasaron a cuchillo a todos los varones, y arrasaron la ciudad hasta los cimientos, después de haberla saqueado, y atravesaron por toda ella, caminando por encima de los cadáveres. | |
I Ma | SpaPlate | 5:53 | E iba Judas en la retaguardia reuniendo a los rezagados, y alentando al pueblo por todo el camino, hasta que llegaron a tierra de Judá. | |
I Ma | SpaPlate | 5:54 | Y subieron al monte Sión con alegría y regocijo, y ofrecieron allí holocaustos en acción de gracias por el feliz regreso, sin que hubiese perecido ninguno de ellos. | |
I Ma | SpaPlate | 5:55 | Pero mientras Judas y Jonatás estaban en el país de Galaad, y Simón, su hermano, en Galilea delante de Tolomaida, | |
I Ma | SpaPlate | 5:56 | José, hijo de Zacarías, y Azarías, comandante de las tropas, tuvieron noticia de estos felices sucesos, y de las batallas que se habían dado. | |
I Ma | SpaPlate | 5:57 | Y dijo aquel: “Hagamos también nosotros célebre nuestro nombre, y vamos a pelear contra las naciones circunvecinas”. | |
I Ma | SpaPlate | 5:59 | Pero Gorgias salió con su gente fuera de la ciudad, para venir al encuentro de ellos y presentarles batalla. | |
I Ma | SpaPlate | 5:60 | Y fueron batidos José y Azarías, los cuales echaron a huir hasta las fronteras de Judea; pereciendo en aquel día hasta dos mil hombres del pueblo de Israel; habiendo sufrido el pueblo esta gran derrota, | |
I Ma | SpaPlate | 5:61 | por no haber obedecido las órdenes de Judas y de sus hermanos, imaginándose que harían maravillas. | |
I Ma | SpaPlate | 5:62 | Mas ellos no eran de la estirpe de aquellos varones, por medio de los cuales había de ser salvado Israel. | |
I Ma | SpaPlate | 5:63 | Por el contrario, las tropas de Judas se adquirieron gran reputación, tanto en todo Israel, como entre las naciones todas, adonde llegaba el eco de su fama. | |
I Ma | SpaPlate | 5:65 | Marchó después Judas con sus hermanos al país del mediodía a reducir a los hijos de Esaú, y se apoderó a la fuerza de Hebrón, y de sus aldeas, quemando sus muros y las torres que tenía alrededor. | |
I Ma | SpaPlate | 5:66 | De allí partió y se dirigió al país de las naciones extranjeras, y recorrió la Samaria. | |
I Ma | SpaPlate | 5:67 | En aquel tiempo murieron peleando unos sacerdotes por querer hacer proezas, y haber entrado imprudentemente en el combate. | |
Chapter 6
I Ma | SpaPlate | 6:1 | Entretanto el rey Antíoco recorriendo las provincias superiores, oyó que había en Persia una ciudad llamada Elimaida, muy célebre y abundante de plata y oro, | |
I Ma | SpaPlate | 6:2 | con un templo riquísimo, donde había velos con mucho oro, y corazas, y escudos que había dejado allí Alejandro, hijo de Filipo, rey de Macedonia, el que reinó primero en Grecia. | |
I Ma | SpaPlate | 6:3 | Y fue allá con el fin de apoderarse de la ciudad, y saquearla; pero no pudo salir con su intento, porque llegando a entender su designio los habitantes, | |
I Ma | SpaPlate | 6:4 | salieron a pelear contra él, y tuvo que huir, y se retiró con gran pesar, volviéndose a Babilonia. | |
I Ma | SpaPlate | 6:5 | Y estando en Persia, le llegó la noticia de que había sido destrozado el ejército que se hallaba en el país de Judá, | |
I Ma | SpaPlate | 6:6 | y que habiendo pasado allá Lisias con grandes fuerzas fue derrotado por los judíos, los cuales se hacían más poderosos con las armas, municiones y despojos tomados al ejército destruido; | |
I Ma | SpaPlate | 6:7 | y de cómo habían igualmente ellos derrocado la abominación erigida por él sobre el altar de Jerusalén, y cercado asimismo el Santuario con altos muros, según estaba antes, y también a Betsura, su ciudad. | |
I Ma | SpaPlate | 6:8 | Oído que hubo el rey tales noticias, quedó pasmado y lleno de turbación, y se puso en cama, y enfermó de melancolía, viendo que no le habían salido las cosas como él se lo había imaginado. | |
I Ma | SpaPlate | 6:9 | Permaneció así en aquel lugar por muchos días; porque iba aumentándose su tristeza, de suerte que consintió en que se moría. | |
I Ma | SpaPlate | 6:10 | Con esto llamó a todos sus amigos, y les dijo: “El sueño ha huido de mis ojos; mi corazón se ve abatido y oprimido de pesares, | |
I Ma | SpaPlate | 6:11 | he dicho en mi corazón: ¡A qué aflicción me veo reducido, y en qué abismo de tristeza me hallo, yo que estaba antes tan contento y querido, gozando de mi regia dignidad! | |
I Ma | SpaPlate | 6:12 | Mas ahora se me presentan a la memoria los males que causé en Jerusalén, de donde me traje todos los despojos de oro y plata que allí tomé, y cómo sin motivo alguno envié a exterminar los moradores de la Judea. | |
I Ma | SpaPlate | 6:13 | Yo reconozco ahora que por eso han llovido sobre mí tales desastres; y ved aquí que muero de profunda melancolía en tierra extraña.” | |
I Ma | SpaPlate | 6:14 | Llamó después a Filipo, uno de sus confidentes, y le nombró regente de todo su reino; | |
I Ma | SpaPlate | 6:15 | y le entregó la diadema, el manto real y el anillo, a fin de que fuese a encargarse de su hijo Antíoco, y le educase para ocupar el trono. | |
I Ma | SpaPlate | 6:17 | Al saber Lisias la muerte del rey, proclamó a Antíoco, su hijo, a quien él había criado desde niño; y le puso el nombre de Eupator. | |
I Ma | SpaPlate | 6:18 | Entretanto los que ocupaban el alcázar tenían encerrado a Israel en los alrededores del Santuario; y procuraban siempre causarle daño, y acrecentar el partido de los gentiles. | |
I Ma | SpaPlate | 6:20 | Reunida la gente comenzaron el sitio el año ciento cincuenta, y construyeron ballestas, y otras máquinas de guerra. | |
I Ma | SpaPlate | 6:21 | Salieron fuera algunos de los sitiados, a los que se agregaron varios otros de los impíos del pueblo de Israel. | |
I Ma | SpaPlate | 6:22 | Y se fueron al rey, y le dijeron: “¿Cuándo, finalmente, harás tú justicia, y vengarás a nuestros hermanos? | |
I Ma | SpaPlate | 6:24 | Por esta causa nos tomaron aversión los de nuestro mismo pueblo, han dado muerte a todo el que han encontrado de nosotros, y han robado nuestros bienes; | |
I Ma | SpaPlate | 6:25 | y no tan solo han ejercido su violencia contra nosotros, sino también por todo nuestro país. | |
I Ma | SpaPlate | 6:26 | Y he aquí que ahora han puesto sitio al alcázar de Jerusalén para apoderarse de él, y han fortificado a Betsura. | |
I Ma | SpaPlate | 6:27 | Si tú no obras con más actividad que ellos, harán aún cosas mayores que estas, y no podrás tenerlos a raya.” | |
I Ma | SpaPlate | 6:28 | Se irritó el rey al oír esto, e hizo llamar a todos sus amigos, y a los principales oficiales de su ejército, y a los comandantes de la caballería. | |
I Ma | SpaPlate | 6:30 | de suerte que juntó un ejército de cien mil infantes con veinte mil hombres de caballería, y treinta y dos elefantes adiestrados para el combate. | |
I Ma | SpaPlate | 6:31 | Y entrando por la Idumea, vinieron a poner sitio a Betsura, y la combatieron por espacio de muchos días, e hicieron máquinas de guerra; pero habiendo hecho una salida (los sitiados), las quemaron y pelearon valerosamente. | |
I Ma | SpaPlate | 6:32 | A este tiempo levantó Judas el sitio del alcázar, y dirigió sus tropas hacia Betzacara, frente al campamento del rey. | |
I Ma | SpaPlate | 6:33 | Se levantó el rey antes de amanecer, e hizo marchar apresuradamente su ejército por el camino de Betzacara. Se prepararon para el combate ambos ejércitos, y dieron la señal con las trompetas. | |
I Ma | SpaPlate | 6:34 | Mostraron a los elefantes vino tinto y zumo de moras, a fin de incitarlos a la batalla; | |
I Ma | SpaPlate | 6:35 | y distribuyeron estos animales por las legiones, poniendo alrededor de cada elefante mil hombres armados de cotas de malla y morriones de bronce, y quinientos hombres escogidos de caballería cerca de cada elefante. | |
I Ma | SpaPlate | 6:36 | Estas tropas se hallaban anticipadamente en donde quiera que había de estar el elefante, e iban donde él iba, sin apartarse de él nunca. | |
I Ma | SpaPlate | 6:37 | Sobre cada una de estas bestias había una fuerte torre de madera, que les servía de defensa, y sobre la torre máquinas de guerra; yendo en cada torre treinta y dos hombres esforzados, los cuales peleaban desde ella, y un indio gobernaba la bestia. | |
I Ma | SpaPlate | 6:38 | El resto de la caballería, dividido en dos trozos, lo colocó en los flancos del ejército para excitarle con el sonido de las trompetas, y tener así encerradas las filas de sus legiones. | |
I Ma | SpaPlate | 6:39 | Así que salió el sol e hirió con sus rayos los broqueles de oro y de bronce, reflejaron estos la luz en los montes, resplandeciendo como antorchas encendidas. | |
I Ma | SpaPlate | 6:40 | La una parte del ejército del rey caminaba por lo alto de los montes, y la otra por los lugares bajos, e iban avanzando con precaución y en buen orden. | |
I Ma | SpaPlate | 6:41 | Y todos los moradores del país estaban asombrados a las voces de aquella muchedumbre, y al movimiento de tanta gente, y al estruendo de sus armas; pues era grandísimo y muy poderoso aquel ejército. | |
I Ma | SpaPlate | 6:42 | Y se adelantó Judas con sus tropas para dar la batalla, y murieron del ejército del rey seiscientos hombres. | |
I Ma | SpaPlate | 6:43 | Eleazar, hijo de Saura, observó un elefante que iba protegido con corazas regias, y que era más alto que todos los demás: y juzgó que iría encima de él el rey. | |
I Ma | SpaPlate | 6:44 | E hizo el sacrificio de sí mismo por libertar a su pueblo, y granjearse un nombre eterno. | |
I Ma | SpaPlate | 6:45 | Corrió animosamente hacia el elefante por en medio de la legión, matando a la diestra y la siniestra, y atropellando a cuantos se le ponían delante; | |
I Ma | SpaPlate | 6:46 | y fue a meterse debajo del vientre del elefante, y le mató; pero cayendo la bestia encima de él, le dejó muerto. | |
I Ma | SpaPlate | 6:47 | Mas los judíos, viendo las fuerzas e impetuosidad del ejército del rey, hicieron una retirada. | |
I Ma | SpaPlate | 6:48 | Entonces las tropas del rey fueron contra ellos por el camino de Jerusalén, y llegando a la Judea, acamparon junto al monte Sión. | |
I Ma | SpaPlate | 6:49 | EI rey hizo un tratado con los que estaban en Betsura; los cuales salieron de la ciudad, porque estando sitiados dentro de ella, no tenían víveres, por ser aquel año sabático para los campos. | |
I Ma | SpaPlate | 6:50 | De esta suerte, el rey se apoderó de Betsura, dejando en ella una guarnición para su custodia. | |
I Ma | SpaPlate | 6:51 | Asentó después sus reales cerca del lugar santo; donde permaneció muchos días, preparando allí ballestas, y otros ingenios para lanzar fuegos, y máquinas para arrojar piedras y dardos, e instrumentos para tirar saetas, y además de eso hondas. | |
I Ma | SpaPlate | 6:52 | Los sitiados hicieron también máquinas contra las de los enemigos, y se defendieron por muchos días. | |
I Ma | SpaPlate | 6:53 | Faltaban, empero, víveres, en la ciudad, por ser el año séptimo, y porque los gentiles que habían quedado en Judea habían consumido todos los repuestos. | |
I Ma | SpaPlate | 6:54 | Con esto quedó poca gente para los lugares santos; porque los soldados se hallaron acosados del hambre, y se desparramaron, yéndose cada cual a su lugar. | |
I Ma | SpaPlate | 6:55 | En esto llegó a entender Lisias que Filipo, a quien el rey Antíoco, estando aún en vida, había encargado la educación de su hijo Antíoco para que ocupase el trono, | |
I Ma | SpaPlate | 6:56 | había vuelto de Persia y de la Media con el ejército que había ido con él, y que buscaba medios para apoderarse del gobierno del reino. | |
I Ma | SpaPlate | 6:57 | Por tanto, fue inmediatamente, y dijo al rey y a los generales del ejército: “Nos vamos consumiendo de día en día; tenemos pocos víveres; la plaza que tenemos sitiada está bien pertrechada; y lo que nos urge es arreglar los negocios del reino. | |
I Ma | SpaPlate | 6:58 | Ahora, pues, compongámonos con estas gentes, y hagamos la paz con ellas, y con toda su nación; | |
I Ma | SpaPlate | 6:59 | y dejémosles que vivan como antes según sus leyes; pues por amor de sus leyes, que hemos despreciado nosotros, se han encendido en cólera, y hecho todas estas cosas.” | |
I Ma | SpaPlate | 6:60 | Pareció bien al rey y a sus príncipes esta proposición; y envió a hacer la paz con los judíos, los cuales la aceptaron. | |
I Ma | SpaPlate | 6:61 | La confirmaron con juramento el rey y los príncipes; y salieron de la fortaleza los que la defendían. | |
I Ma | SpaPlate | 6:62 | Y entró el rey en el monte Sión, y observó las fortificaciones que en él había; pero violó luego el juramento hecho, mandando derribar el muro que había alrededor. | |
Chapter 7
I Ma | SpaPlate | 7:1 | El año ciento cincuenta y uno. Demetrio, hijo de Seleuco, salió de la ciudad de Roma, y llegó con poca comitiva a una ciudad marítima, y allí comenzó a reinar. | |
I Ma | SpaPlate | 7:2 | Y apenas entró en el reino de sus padres, cuando el ejército se apoderó de Antíoco y de Lisias, para presentárselos a él. | |
I Ma | SpaPlate | 7:4 | Con esto la misma tropa les quitó la vida, y Demetrio quedó sentado en el trono de su reino. | |
I Ma | SpaPlate | 7:5 | Y vinieron a presentársele algunos hombres malvados e impíos de Israel, cuyo caudillo era Alcimo, el cual pretendía ser Sumo Sacerdote. | |
I Ma | SpaPlate | 7:6 | Acusaron estos a su nación delante del rey, diciendo: “Judas y sus hermanos han hecho perecer a todos tus amigos, y a nosotros nos han arrojado de nuestra tierra. | |
I Ma | SpaPlate | 7:7 | Envía, pues, una persona de tu confianza, para que vaya y vea todos los estragos que aquel nos ha causado a nosotros y a las provincias del rey y castigue a todos sus amigos y partidarios.” | |
I Ma | SpaPlate | 7:8 | En efecto, el rey eligió de entre sus amigos a Báquides, que tenía el gobierno de la otra parte del río, magnate del reino, y de la confianza del rey; y le envió | |
I Ma | SpaPlate | 7:9 | a reconocer las vejaciones que había hecho Judas; confirió además el pontificado al impío Alcimo, al cual dio orden de castigar a los hijos de Israel. | |
I Ma | SpaPlate | 7:10 | Se pusieron en camino, y entraron con un grande ejército en el país de Judá; y enviaron mensajeros a Judas y a sus hermanos para engañarlos con buenas palabras. | |
I Ma | SpaPlate | 7:11 | Pero estos no quisieron fiarse de ellos, viendo que habían venido con un poderoso ejército. | |
I Ma | SpaPlate | 7:12 | Sin embargo, el colegio de los escribas pasó a estar con Alcimo y con Báquides para hacerles algunas proposiciones justas. | |
I Ma | SpaPlate | 7:13 | Al frente de estos hijos de Israel iban los asideos, los cuales les pedían la paz. | |
I Ma | SpaPlate | 7:14 | Porque decían: Un sacerdote de la estirpe de Aarón es el que viene a nosotros. No es de creer que nos engañe. | |
I Ma | SpaPlate | 7:15 | Y les habló palabras de paz, y les juro, diciendo: “No os haremos daño alguno ni a vosotros ni a vuestros amigos”. | |
I Ma | SpaPlate | 7:16 | Dieron ellos crédito a su palabra; pero él hizo prender a sesenta de los mismos, y en un día les hizo quitar la vida; conforme a lo que está escrito: | |
I Ma | SpaPlate | 7:17 | “Alrededor de Jerusalén arrojaron los cuerpos de tus santos, y su sangre; ni hubo quien les diese sepultura”. | |
I Ma | SpaPlate | 7:18 | Con esto, se apoderó de todo el pueblo un grande temor y espanto, y decían: No se encuentra verdad ni justicia en estas gentes; pues han quebrantado el tratado y el juramento que hicieron. | |
I Ma | SpaPlate | 7:19 | Levantó Báquides sus reales de Jerusalén, y fue a acamparse junto a Betceca, desde donde envió a prender a muchos que habían abandonado su partido; haciendo degollar a varios del pueblo, y que los arrojaran en un profundo pozo. | |
I Ma | SpaPlate | 7:20 | Encargó después el gobierno del país a Alcimo, dejándole un cuerpo de tropas que le sostuviera; y se volvió Báquides adonde estaba el rey. | |
I Ma | SpaPlate | 7:22 | y habiéndose unido a él todos los revoltosos del pueblo, se hicieron dueños de toda la tierra de Judá, y causaron grandes estragos en Israel. | |
I Ma | SpaPlate | 7:23 | Viendo Judas todos los males que Alcimo y los suyos hacían a los hijos de Israel, y que eran mucho peores que los causados por los gentiles | |
I Ma | SpaPlate | 7:24 | salió a recorrer todo el territorio de la Judea, y castigó a estos desertores; de suerte que no volvieron a hacer más excursiones por el país. | |
I Ma | SpaPlate | 7:25 | Mas cuando Alcimo vio que Judas y sus gentes ya prevalecían, y que él no podía resistirles, se volvió a ver al rey, y los acusó de muchos delitos. | |
I Ma | SpaPlate | 7:26 | Entonces el rey envió a Nicanor, uno de sus más ilustres magnates, y enemigo declarado de Israel, con la orden de acabar con este pueblo. | |
I Ma | SpaPlate | 7:27 | Pasó Nicanor a Jerusalén con un grande ejército, y envió sus emisarios a Judas y a sus hermanos para engañarlos con palabras de paz, | |
I Ma | SpaPlate | 7:28 | diciéndoles: “No haya guerra entre mí y vosotros. Yo pasaré con poca comitiva a veros y tratar de paz”. | |
I Ma | SpaPlate | 7:29 | En efecto, fue Nicanor a ver a Judas; y se saludaron mutuamente como amigos; pero los enemigos estaban prontos para apoderarse de Judas. | |
I Ma | SpaPlate | 7:30 | Y llegando Judas a entender que habían venido con mala intención, temió y no quiso volver a verle más. | |
I Ma | SpaPlate | 7:31 | Conoció entonces Nicanor que estaba descubierta su trama; y salió a pelear contra Judas junto a Cafarsalama, | |
I Ma | SpaPlate | 7:32 | donde quedaron muertos como unos cinco mil hombres del ejército de Nicanor; y se retiraron a la ciudad de David. | |
I Ma | SpaPlate | 7:33 | Después de esto subió Nicanor al monte Sión, y salieron a saludarle pacíficamente algunos sacerdotes del pueblo, y hacerle ver los holocaustos que se ofrecían por el rey. | |
I Ma | SpaPlate | 7:34 | Mas él los recibió con desprecio y mofa, los contaminó y les habló con arrogancia, | |
I Ma | SpaPlate | 7:35 | y lleno de cólera les juró diciendo: “Si no entregáis en mis manos a Judas y a su ejército, inmediatamente que yo vuelva victorioso, abrasaré esta casa”. Y se marchó sumamente enfurecido. | |
I Ma | SpaPlate | 7:36 | Entonces los sacerdotes entraron en el Templo a presentarse ante el altar, y llorando dijeron: | |
I Ma | SpaPlate | 7:37 | “Señor, Tú elegiste esta Casa a fin de que en ella fuese invocado tu Nombre, y fuese un lugar de oración y de plegarias para tu pueblo. | |
I Ma | SpaPlate | 7:38 | Toma venganza de este hombre y su ejército, y perezcan al filo de la espada. Ten presentes sus blasfemias, y no les permitas que subsistan”. | |
I Ma | SpaPlate | 7:39 | Habiendo partido Nicanor de Jerusalén, fue a acamparse cerca de Bethorón, y allí se le juntó el ejército de Siria. | |
I Ma | SpaPlate | 7:40 | Judas acampó en Adarsa con tres mil hombres, e hizo oración a Dios en estos términos: | |
I Ma | SpaPlate | 7:41 | “Señor, cuando los enviados del rey Senaquerib blasfemaron contra Ti, vino un Ángel que les mató ciento ochenta y cinco mil hombres. | |
I Ma | SpaPlate | 7:42 | Extermina hoy del mismo modo a nuestra vista ese ejército; y sepan todos los demás que Nicanor ha hablado indignamente contra tu Santuario, y júzgale conforme a su maldad.” | |
I Ma | SpaPlate | 7:43 | La batalla se dio el día trece del mes de Adar; y quedó derrotado el ejército de Nicanor, siendo él el primero que murió en el combate. | |
I Ma | SpaPlate | 7:44 | Viendo los soldados de Nicanor que este había muerto, arrojaron las armas, y echaron a huir. | |
I Ma | SpaPlate | 7:45 | Los judíos los siguieron al alcance toda una jornada desde Adacer hasta la entrada de Gazara, y al ir tras de ellos tocaban las trompetas dando señales. | |
I Ma | SpaPlate | 7:46 | Con esto salían gentes de todos los pueblos de la Judea situados en las cercanías, y cargando sobre ellos con denuedo, los hacían retroceder; de suerte que fueron todos pasados a cuchillo, sin que escapara ni siquiera uno. | |
I Ma | SpaPlate | 7:47 | Se apoderaron en seguida de sus despojos, y cortaron la cabeza a Nicanor, y su mano derecha, la cual había levantado él insolentemente, y las llevaron y colgaron a la vista de Jerusalén. | |
Chapter 8
I Ma | SpaPlate | 8:1 | Y oyó Judas la reputación de los romanos, y que eran poderosos, y se prestaban a todo cuanto se les pedía, y que habían hecho amistad con todos los que se habían querido unir a ellos, y que era muy grande su poder. | |
I Ma | SpaPlate | 8:2 | Había también oído hablar de sus guerras, y de las proezas que hicieron en Galacia, de la cual se habían enseñoreado y hecho tributaria suya; | |
I Ma | SpaPlate | 8:3 | y de las cosas grandes obradas en España, y cómo se habían hecho dueños de las minas de plata y de oro que hay allí, conquistando todo aquel país a esfuerzos de su prudencia y constancia; | |
I Ma | SpaPlate | 8:4 | que asimismo habían sojuzgado regiones sumamente remotas, y destruido reyes, que en las extremidades del mundo se habían movido contra ellos, habiéndolos abatido enteramente, y que los demás les pagaban tributo cada año; | |
I Ma | SpaPlate | 8:5 | cómo también habían vencido en batalla, y sujetado a Filipo y a Perseo, rey de los ceteos, y a los demás que habían tomado las armas contra ellos; | |
I Ma | SpaPlate | 8:6 | que Antíoco el grande, rey de Asia, el cual les había acometido con un ejército sumamente poderoso, en donde iban ciento veinte elefantes, muchísima caballería y carros de guerra, fue asimismo enteramente derrotado; | |
I Ma | SpaPlate | 8:7 | cómo además le prendieron vivo, y lo obligaron tanto a él como a sus sucesores a pagarles un grande tributo, y a que diese rehenes, y lo demás que se había pactado, | |
I Ma | SpaPlate | 8:8 | y el país de los indios, el de los medos, y el de los lidios, sus provincias más excelentes, y cómo después de haberlas recibido de ellos, las dieron al rey Eumenes. | |
I Ma | SpaPlate | 8:9 | Cómo habían querido los griegos ir contra los romanos para destruirlos; y que al saberlo estos | |
I Ma | SpaPlate | 8:10 | enviaron en contra uno de sus generales, y dándoles batalla les mataron mucha gente, y se llevaron cautivas a las mujeres con sus hijos; saquearon todo el país, y se hicieron dueños de él; derribaron los muros de sus ciudades, y redujeron aquellas gentes a la servidumbre, como lo están hasta el día de hoy; | |
I Ma | SpaPlate | 8:11 | y cómo habían asolado y sometido a su imperio los otros reinos e islas que habían tomado las armas contra ellos; | |
I Ma | SpaPlate | 8:12 | pero que con sus amigos, y con los que se entregaban con confianza en sus manos, guardaban amistad; y que se habían enseñoreado de los reinos, ya fuesen vecinos, ya lejanos, porque cuantos oían su nombre, los temían; | |
I Ma | SpaPlate | 8:13 | que aquellos a quienes ellos querían dar auxilio para que reinasen, reinaban en efecto; y al contrario, quitaban el reino a quienes querían; y que se habían elevado a un sumo poder; | |
I Ma | SpaPlate | 8:14 | que sin embargo de todo esto, ninguno de entre ellos ceñía su cabeza con corona, ni vestía púrpura para ensalzarse con ella; | |
I Ma | SpaPlate | 8:15 | y que habían formado un senado compuesto de trescientas veinte personas, y que cada día se trataban en este consejo los negocios públicos, a fin de que se hiciese lo conveniente; | |
I Ma | SpaPlate | 8:16 | y que se confiaba cada año la magistratura a un solo hombre, para que gobernase todo el estado, y que todos obedecían a uno solo, sin que hubiese entre ellos envidia ni celos. | |
I Ma | SpaPlate | 8:17 | Judas, pues, eligió a Eupólemo, hijo de Juan, que lo era de Jacob, y a Jasón, hijo de Eleázaro, y los envió a Roma para establecer amistad y alianza con ella, | |
I Ma | SpaPlate | 8:18 | a fin de que los libertasen del yugo de los griegos; pues estaban viendo cómo tenían estos reducido a esclavitud el reino de Israel. | |
I Ma | SpaPlate | 8:19 | En efecto, luego de un viaje muy largo, llegaron aquellos a Roma, y habiéndose presentado al senado, dijeron: | |
I Ma | SpaPlate | 8:20 | “Judas Macabeo y sus hermanos y el pueblo judío nos envían para establecer alianza y paz con vosotros, a fin de que nos contéis en el número de vuestros aliados y amigos”. | |
I Ma | SpaPlate | 8:22 | Y he aquí el rescripto que hicieron grabar en láminas de bronce, y enviaron a Jerusalén para que lo tuviesen allí los judíos como un monumento de paz y alianza. | |
I Ma | SpaPlate | 8:23 | “Dichosos sean por mar y tierra eternamente los romanos y la nación de los judíos, y aléjense de ellos la guerra y el enemigo. | |
I Ma | SpaPlate | 8:24 | Pero si sobreviniere alguna guerra a los romanos, o a alguno de sus aliados en cualquiera parte de sus dominios, | |
I Ma | SpaPlate | 8:25 | los auxiliará la nación de los judíos de todo corazón, según lo exigieren las circunstancias, | |
I Ma | SpaPlate | 8:26 | sin que los romanos tengan que dar y suministrar a las tropas que envían, ni víveres, ni armas, ni dinero, ni naves, porque así ha parecido a los romanos; y (los judíos) les obedecerán sin recibir de ellos la paga. | |
I Ma | SpaPlate | 8:27 | De la misma manera si primero sobreviniese alguna guerra a los judíos, los auxiliarán de corazón los romanos, según la ocasión se lo permitiere; | |
I Ma | SpaPlate | 8:28 | sin que los judíos tengan que abastecer a las tropas auxiliares, ni de víveres, ni de armas, ni de dinero, ni de naves, porque así ha parecido a los romanos; y les obedecerán sinceramente. | |
I Ma | SpaPlate | 8:30 | Mas si en lo venidero los unos o los otros quisieren añadir o quitar alguna cosa de lo que va expresado, lo harán de común consentimiento, y todo cuanto añadieren o quitaren permanecerá firme. | |
I Ma | SpaPlate | 8:31 | Por lo que mira a las injurias que el rey Demetrio ha hecho a los judíos, nosotros le hemos escrito, diciéndole: ¿Por qué has oprimido con yugo tan pesado a los judíos, amigos que son y aliados nuestros? | |
Chapter 9
I Ma | SpaPlate | 9:1 | Entretanto, así que Demetrio supo que Nicanor con todas sus tropas había perecido en el combate, envió de nuevo a Báquides y a Alcimo a la Judea, y con ellos el ala derecha de su ejército. | |
I Ma | SpaPlate | 9:2 | Se dirigieron por el camino que va a Gálgala, y acamparon en Masalot, que está en Arbellas; la cual tomaron, y mataron mucha gente. | |
I Ma | SpaPlate | 9:3 | En el primer mes del año ciento cincuenta y dos se acercaron con el ejército a Jerusalén; | |
I Ma | SpaPlate | 9:4 | de donde salieron y se fueron a Berea en número de veinte mil hombres y dos mil caballos. | |
I Ma | SpaPlate | 9:5 | Había Judas sentado su campo en Laisa, y tenía consigo tres mil hombres escogidos. | |
I Ma | SpaPlate | 9:6 | Mas cuando vieron la gran muchedumbre de tropas, se llenaron de gran temor, y desertaron muchos del campamento; de suerte que no quedaron más que ochocientos hombres. | |
I Ma | SpaPlate | 9:7 | Viendo Judas reducido a tan corto número su ejército, y que el enemigo le estrechaba de cerca, perdió el ánimo; pues no tenía tiempo para ir a reunir tropas, y desmayó. | |
I Ma | SpaPlate | 9:8 | Con todo, dijo a los que le habían quedado: “Ea, vamos contra nuestros enemigos, y veamos si podemos batirlos”. | |
I Ma | SpaPlate | 9:9 | Mas ellos procuraban disuadirle de eso, diciendo: “De ningún modo podemos; pongámonos más bien en salvo, yéndonos a incorporar con nuestros hermanos, y después volveremos a pelear con ellos; ahora somos nosotros pocos”. | |
I Ma | SpaPlate | 9:10 | “Líbrenos Dios, respondió Judas, de huir de ellos; si ha llegado nuestra hora, muramos valerosamente en defensa de nuestros hermanos, y no echemos un borrón a nuestra gloria.” | |
I Ma | SpaPlate | 9:11 | A este tiempo salió de sus reales el ejército, y vino a su encuentro. La caballería iba dividida en dos cuerpos; los honderos y los flecheros ocupaban el frente del ejército, cuya vanguardia componían los soldados más valientes. | |
I Ma | SpaPlate | 9:12 | Báquides estaba en el ala derecha, y los batallones avanzaron por ambos lados, tocando al mismo tiempo las trompetas. | |
I Ma | SpaPlate | 9:13 | Los soldados de Judas alzaron también ellos el grito, de suerte que la tierra se estremeció con el estruendo de los ejércitos, y duró el combate desde la mañana hasta caída la tarde. | |
I Ma | SpaPlate | 9:14 | Habiendo conocido Judas que el ala derecha del ejército de Báquides era la más fuerte, tomó consigo los más valientes de su tropa, | |
I Ma | SpaPlate | 9:16 | Mas los que estaban en el ala izquierda, al ver desbaratada la derecha, fueron por la espalda en seguimiento de Judas y de su gente; | |
I Ma | SpaPlate | 9:17 | y encendiéndose con más vigor la pelea, perdieron muchos la vida de una y otra parte. | |
I Ma | SpaPlate | 9:19 | Recogieron después Jonatás y Simón el cuerpo de su hermano Judas, y le enterraron en el sepulcro de sus padres en la ciudad de Modín. | |
I Ma | SpaPlate | 9:20 | Y todo el pueblo de Israel manifestó un gran sentimiento, y le lloró por espacio de muchos días. | |
I Ma | SpaPlate | 9:22 | Las otras guerras de Judas, y las grandes hazañas que hizo, y la magnanimidad de su corazón no se han descrito, por ser excesivamente grande su número. | |
I Ma | SpaPlate | 9:23 | Y sucedió que muerto Judas, se manifestaron en Israel por todas partes los hombres perversos, y se dejaron ver todos los que obraban la maldad. | |
I Ma | SpaPlate | 9:24 | Por este tiempo sobrevino una grandísima hambre, y todo el país con sus habitantes se sujetó a Báquides; | |
I Ma | SpaPlate | 9:26 | Andaban estos buscando, y pesquisaban a los amigos de Judas, y los llevaban a Báquides, quien se vengaba de ellos, y les hacía mil oprobios. | |
I Ma | SpaPlate | 9:27 | Fue grande la tribulación de Israel, y tal que no se había experimentado semejante desde el tiempo en que dejó de verse profeta en Israel. | |
I Ma | SpaPlate | 9:29 | “Después que murió tu hermano Judas, no hay ninguno como él que salga contra nuestros enemigos, que son Báquides y los enemigos de nuestra nación. | |
I Ma | SpaPlate | 9:30 | Por tanto, te elegimos hoy en su lugar, para que seas nuestro príncipe, y el caudillo en nuestras guerras”. | |
I Ma | SpaPlate | 9:33 | pero habiéndolo llegado a entender Jonatás, y Simón, su hermano, con todos los que le acompañaban, huyeron al desierto de Tecuá, e hicieron alto junto al lago de Asfar. | |
I Ma | SpaPlate | 9:34 | Báquides lo supo, y marchó él mismo con todo su ejército, en día de sábado, al otro lado del Jordán. | |
I Ma | SpaPlate | 9:35 | Entonces Jonatás envió a su hermano, caudillo del pueblo, a rogar a los nabuteos, sus amigos, que les prestasen su tren de guerra, que era grande. | |
I Ma | SpaPlate | 9:36 | Pero saliendo de Madaba los hijos de Jambri, tomaron prisionero a Juan y cuanto conducía, y se fueron con todo. | |
I Ma | SpaPlate | 9:37 | De allí a poco dieron noticia a Jonatás y a su hermano Simón, de que los hijos de Jambri celebraban unas grandes bodas, y que llevaban desde Madaba con mucha pompa la novia, la cual era hija de los grandes príncipes de Canaán. | |
I Ma | SpaPlate | 9:38 | Se acordaron entonces de la sangre derramada de Juan su hermano, y fueron, y se escondieron en las espesuras de un monte. | |
I Ma | SpaPlate | 9:39 | En este estado, levantando sus ojos, vieron a cierta distancia una multitud de gentes, y un magnífico aparato; pues había salido el novio con sus amigos y parientes a recibir a la novia, al son de tambores e instrumentos músicos, con mucha gente armada. | |
I Ma | SpaPlate | 9:40 | Entonces saliendo de su emboscada, se echaron sobre ellos, y mataron e hirieron a muchos, huyendo los demás a los montes; con lo cual se apoderaron de todos sus despojos; | |
I Ma | SpaPlate | 9:41 | de suerte que las bodas se convirtieron en duelo, y sus conciertos de música, en lamentos. | |
I Ma | SpaPlate | 9:42 | Vengaron de este modo la sangre de su hermano, y se volvieron hacia la ribera del Jordán. | |
I Ma | SpaPlate | 9:43 | Luego que lo supo Báquides, vino con un poderoso ejército en un día de sábado a la orilla del Jordán. | |
I Ma | SpaPlate | 9:44 | Entonces Jonatás dijo a los suyos: “Ea, vamos a pelear contra nuestros enemigos; pues no nos hallamos nosotros en la situación de ayer y demás días anteriores. | |
I Ma | SpaPlate | 9:45 | Vosotros veis que tenemos de frente a los enemigos; hacia derecha e izquierda, las aguas del Jordán, con sus riberas, y pantanos, y bosques, sin que nos quede medio para escapar. | |
I Ma | SpaPlate | 9:46 | Ahora clamad al cielo, para que seáis librados de vuestros enemigos”. Y se trabó luego el combate; | |
I Ma | SpaPlate | 9:47 | en el cual levantó Jonatás su brazo para matar a Báquides; pero evitó este el golpe, retirando su cuerpo hacia atrás. | |
I Ma | SpaPlate | 9:48 | En fin, Jonatás y los suyos se arrojaron al Jordán, y le pasaron a nado, a la vista de sus enemigos. | |
I Ma | SpaPlate | 9:49 | Y habiendo perecido en aquel día mil hombres del ejército de Báquides, volvieron (los enemigos) a Jerusalén. | |
I Ma | SpaPlate | 9:50 | Después reedificaron las plazas fuertes de Judea, y fortificaron con altos muros, con puertas y barras de hierro las ciudadelas de Jericó, de Amaum, de Bethorón, de Betel, de Tamnata, de Fara y de Topo. | |
I Ma | SpaPlate | 9:52 | Fortificó también la ciudad de Betsura, y la de Gazara y el alcázar, poniendo en todas partes guarnición y víveres. | |
I Ma | SpaPlate | 9:53 | Tomó después en rehenes los hijos de las primeras familias del país, y los tuvo custodiados en el alcázar de Jerusalén. | |
I Ma | SpaPlate | 9:54 | En el segundo mes del año ciento cincuenta y tres, mandó Alcimo derribar las murallas de la parte interior del Templo, y que se destruyesen las obras de los profetas y comenzó con efecto la demolición. | |
I Ma | SpaPlate | 9:55 | Le hirió entonces el Señor y no pudo acabar lo que había comenzado; perdió el habla, y quedó baldado de parálisis, sin poder pronunciar una palabra más, ni dar disposición alguna en los asuntos de su casa. | |
I Ma | SpaPlate | 9:57 | Viendo Báquides que había muerto Alcimo, se volvió adonde estaba el rey, y quedó el país en reposo por dos años. | |
I Ma | SpaPlate | 9:58 | Pero los malvados todos formaron el siguiente designio: “Jonatás, dijeron, y los que con él están, viven en sosiego y descuidados; ahora es tiempo de hacer venir a Báquides y de que los sorprenda a todos en una noche”. | |
I Ma | SpaPlate | 9:60 | Báquides se puso luego en camino con un poderoso ejército, y envió secretamente sus cartas a los que seguían su partido en la Judea, a fin de que pusiesen presos a Jonatás y a los que le acompañaban; mas no pudieron hacer nada, porque estos fueron advertidos de su designio. | |
I Ma | SpaPlate | 9:61 | Entonces (Jonatás) prendió a cincuenta personas del país, que eran los principales jefes de aquella conspiración, y les quitó la vida. | |
I Ma | SpaPlate | 9:62 | En seguida Jonatás se retiró con Simón y los de su partido a Betbesen, que está en el desierto; repararon sus ruinas, y la pusieron en estado de defensa. | |
I Ma | SpaPlate | 9:63 | Tuvo noticia de esto Báquides, y juntando todas sus tropas, y avisando a los que tenía en Judea. | |
I Ma | SpaPlate | 9:64 | Vino a acampar sobre Betbesen, a la cual tuvo sitiada por mucho tiempo, haciendo construir máquinas de guerra. | |
I Ma | SpaPlate | 9:65 | Pero Jonatás, dejando en la ciudad a su hermano Simón, fue a recorrer el país, y volviendo con un buen cuerpo de tropa, | |
I Ma | SpaPlate | 9:66 | derrotó a Odaren, y a sus hermanos, y a los hijos de Faserón en sus propias tiendas, y comenzó a hacer destrozo, y a dar grandes muestras de su valor. | |
I Ma | SpaPlate | 9:67 | Simón, empero, y sus tropas salieron de la ciudad, y quemaron las máquinas de guerra; | |
I Ma | SpaPlate | 9:68 | atacaron a Báquides y le derrotaron, causándole grandísimo pesar por ver frustrados sus designios y tentativas. | |
I Ma | SpaPlate | 9:69 | Y así, lleno de cólera contra aquellos hombres perversos que le habían aconsejado venir a su país, hizo matar a muchos de ellos, y resolvió volverse a su tierra con el resto de sus tropas. | |
I Ma | SpaPlate | 9:70 | Sabedor de esto Jonatás, le envió embajadores para ajustar la paz con él y que les entregara los prisioneros. | |
I Ma | SpaPlate | 9:71 | Báquides los recibió gustosamente, y consintiendo en lo que proponía Jonatás, juró que en todos los días de su vida no volvería a hacerle mal ninguno. | |
I Ma | SpaPlate | 9:72 | Le entregó, asimismo, los prisioneros que había hecho antes en el país de Judá; después de lo cual partió para su tierra, y no quiso volver más a la Judea. | |
Chapter 10
I Ma | SpaPlate | 10:1 | El año ciento sesenta Alejandro, hijo de Antíoco el ilustre, subió a ocupar a Tolemaida, y fue recibido, y empezó allí a reinar. | |
I Ma | SpaPlate | 10:2 | Así que lo supo el rey Demetrio, levantó un poderoso ejército, y marchó a pelear contra él. | |
I Ma | SpaPlate | 10:4 | Porque pensó: Anticipémonos a hacer con él la paz, antes que la haga con Alejandro en daño nuestro; | |
I Ma | SpaPlate | 10:5 | pues él se acordará de los males que le hemos hecho tanto a él como a su hermano y a su nación. | |
I Ma | SpaPlate | 10:6 | Le dio facultad para levantar un ejército y fabricar armas; le declaró su aliado, y mandó que se le entregasen los que estaban en rehenes en el alcázar. | |
I Ma | SpaPlate | 10:7 | Entonces Jonatás pasó a Jerusalén, y leyó las cartas delante de todo el pueblo, y de los que estaban en el alcázar; | |
I Ma | SpaPlate | 10:8 | y se intimidaron estos en gran manera al oír que el rey le daba facultad de levantar un ejército. | |
I Ma | SpaPlate | 10:10 | Fijó Jonatás su residencia en Jerusalén, y comenzó a reedificar y restaurar la ciudad. | |
I Ma | SpaPlate | 10:11 | Y mandó a los arquitectos que levantasen una muralla de piedras cuadradas alrededor del monte Sión, para que quedase bien fortificado; y así lo hicieron. | |
I Ma | SpaPlate | 10:12 | Entonces los extranjeros que estaban en las fortalezas construidas por Báquides, huyeron, | |
I Ma | SpaPlate | 10:14 | Solo en Betsura quedaron algunos de aquellos que habían abandonado la Ley y los preceptos de Dios; porque esta fortaleza era su refugio. | |
I Ma | SpaPlate | 10:15 | Entretanto llegaron a oídos de Alejandro las promesas que Demetrio había hecho a Jonatás, y le contaron las batallas y acciones gloriosas de Jonatás y de sus hermanos, y los trabajos que habían padecido. | |
I Ma | SpaPlate | 10:16 | Y dijo: “¿Podrá haber acaso otro varón como este? Pensemos, pues, en hacerle nuestro amigo y aliado”. | |
I Ma | SpaPlate | 10:17 | Con esta mira le escribió, enviándole una carta concebida en los términos siguientes: | |
I Ma | SpaPlate | 10:20 | Por lo tanto, te constituimos hoy Sumo Sacerdote de tu nación, y queremos además que tengas el título de amigo del rey, y que tus intereses estén unidos a los nuestros, y que conserves amistad con nosotros”. Y le envió la vestidura de púrpura y la corona de oro. | |
I Ma | SpaPlate | 10:21 | En efecto, en el séptimo mes del año ciento sesenta, Jonatás se vistió la estola santa, en el día solemne de los tabernáculos; y levantó un ejército, e hizo fabricar gran multitud de armas. | |
I Ma | SpaPlate | 10:23 | “¿Cómo hemos dado lugar a que Alejandro se nos haya adelantado en conciliar la amistad de los judíos para fortalecer su partido? | |
I Ma | SpaPlate | 10:24 | Voy yo también a escribirles cortésmente, ofreciéndoles dignidades y dádivas, para empeñarlos a unirse conmigo en mi auxilio”. | |
I Ma | SpaPlate | 10:25 | Y les escribió en estos términos: “El rey Demetrio a la nación de los judíos, salud: | |
I Ma | SpaPlate | 10:26 | Hemos sabido, con mucho placer, que habéis mantenido la alianza que teníais hecha con nosotros; y que sois constantes en nuestra amistad, sin haberos coligado con nuestros enemigos. | |
I Ma | SpaPlate | 10:27 | Perseverad como hasta aquí, guardándonos la misma fidelidad, y os recompensaremos ampliamente lo que habéis hecho por nosotros. | |
I Ma | SpaPlate | 10:29 | Desde ahora a vosotros y a todos los judíos os eximo de tributos; os condono los impuestos sobre la sal; os perdono las coronas y la tercera parte de la simiente. | |
I Ma | SpaPlate | 10:30 | Además os cedo, desde hoy en adelante, la mitad de los frutos de los árboles, que me corresponde, por lo cual no se exigirá más de la tierra de Judá, ni tampoco de las tres ciudades de Samaria y de Galilea que se le han agregado; y así será desde hoy para siempre. | |
I Ma | SpaPlate | 10:31 | Quiero también que Jerusalén sea santa, y que quede libre con todo su territorio, y que los diezmos y tributos sean para ella. | |
I Ma | SpaPlate | 10:32 | Os entrego también el alcázar de Jerusalén, y se lo doy al Sumo Sacerdote para que ponga en él la gente que él mismo escogiere para su defensa. | |
I Ma | SpaPlate | 10:33 | Concedo además gratuitamente la libertad a todos los judíos que se trajeron cautivos de la tierra de Judá, en cualquier parte de mi reino que se hallen, eximiéndolos de pagar tributos por sí y también por sus ganados. | |
I Ma | SpaPlate | 10:34 | Todos los días solemnes, los sábados, las neomenias y los días establecidos, y los tres días antes y después de una fiesta solemne, sean días de inmunidad y de libertad para todos los judíos que hay en mi reino; | |
I Ma | SpaPlate | 10:35 | de modo que nadie podrá proceder contra ellos, ni llamarlos a juicio por ningún motivo. | |
I Ma | SpaPlate | 10:36 | Sean también admitidos en el ejército del rey hasta treinta mil judíos, los cuales serán mantenidos de igual modo que todas las tropas reales, y se echará mano de ellos para ponerlos de guarnición en las fortalezas del gran rey. | |
I Ma | SpaPlate | 10:37 | Igualmente se escogerán de estos algunas personas, a las cuales se encarguen los negocios del reino que exigen gran confianza. Sus jefes serán elegidos de entre ellos mismos, y vivirán conforme a sus leyes, según el rey ha ordenado para el país de Judá. | |
I Ma | SpaPlate | 10:38 | Repútense asimismo en un todo, como la misma Judea, las tres ciudades de la provincia de Samaria incorporadas a Judea, de suerte que no dependan más que de un jefe, ni reconozcan otra potestad que la del Sumo Sacerdote. | |
I Ma | SpaPlate | 10:39 | Hago donación de Tolemaida con su territorio al Templo de Jerusalén para los gastos necesarios del Santuario; | |
I Ma | SpaPlate | 10:40 | y le consigno todos los años quince mil siclos de plata de los derechos reales que me pertenecen. | |
I Ma | SpaPlate | 10:41 | Y todo aquello que ha quedado atrasado, y han dejado de pagar mis administradores en los años precedentes, se entregará desde ahora para la reparación del Templo. | |
I Ma | SpaPlate | 10:42 | Y por lo que hace a los cinco mil siclos de plata que aquellos recaudaban cada año por cuenta de las rentas del Santuario, también pertenecerán estos a los sacerdotes que están ejerciendo las funciones de su ministerio. | |
I Ma | SpaPlate | 10:43 | Asimismo todos aquellos que, siendo responsables al rey, por cualquier motivo que sea se refugiaren en el Templo de Jerusalén, o en cualquier parte de su recinto, quedarán inmunes, y gozarán libremente de todos los bienes que posean en mi reino. | |
I Ma | SpaPlate | 10:44 | Y el gasto de lo que se edifique o repare en el Santuario correrá por cuenta del rey; | |
I Ma | SpaPlate | 10:45 | como también lo que se gaste para restaurar los muros de Jerusalén, y fortificarlos por todo alrededor, y para las murallas que deben levantarse en Judea. | |
I Ma | SpaPlate | 10:46 | Habiendo oído Jonatás y el pueblo estas proposiciones, no las creyeron sinceras, ni las quisieron aceptar; porque se acordaban de los grandes males que había hecho en Israel, y cuan duramente los había oprimido. | |
I Ma | SpaPlate | 10:47 | Y así se inclinaron más bien a complacer a Alejandro, pues había sido el primero que les había hablado de paz, y con efecto le auxiliaron constantemente. | |
I Ma | SpaPlate | 10:48 | En esto, juntó el rey Alejandro un grande ejército, y marchó con sus tropas contra Demetrio. | |
I Ma | SpaPlate | 10:49 | Y se dieron la batalla ambos reyes; y habiendo sido puestas en fuga las tropas de Demetrio las fue siguiendo Alejandro, y cargó sobre ellas. | |
I Ma | SpaPlate | 10:51 | Después de esto Alejandro envió sus embajadores a Ptolomeo, rey de Egipto, para que le dijesen: | |
I Ma | SpaPlate | 10:52 | “Puesto que he vuelto a mi reino, y me hallo sentado en el trono de mis padres, y he recobrado mis estados, y entrado en posesión de mis dominios con la derrota de Demetrio, | |
I Ma | SpaPlate | 10:53 | a quien deshice en batalla campal, por cuyo motivo ocupo el trono que él poseía; | |
I Ma | SpaPlate | 10:54 | establezcamos ahora entre nosotros una mutua amistad; y concédeme por esposa a tu hija, con lo cual seré yo tu yerno, y te presentaré tanto a ti como a ella regalos dignos de tu persona.” | |
I Ma | SpaPlate | 10:55 | A lo que el rey Ptolomeo respondió diciendo: “¡Bendito sea el día en que has vuelto a entrar en la tierra de tus padres, y te has sentado en el trono de su reino! | |
I Ma | SpaPlate | 10:56 | Yo estoy pronto a concederte lo que me has escrito; mas ven hasta Tolemaida, para que nos veamos allí ambos, y te entregue yo mi hija por esposa, conforme me pides.” | |
I Ma | SpaPlate | 10:57 | Partió Ptolomeo de Egipto con su hija Cleopatra, y vino a Tolemaida el año ciento sesenta y dos. | |
I Ma | SpaPlate | 10:58 | Y fue Alejandro a encontrarla allí; y Ptolomeo le dio su hija Cleopatra por esposa, celebrándose sus bodas en dicha ciudad de Tolemaida, con una magnificencia verdaderamente real. | |
I Ma | SpaPlate | 10:60 | y en efecto, habiendo pasado a Tolemaida con grande pompa, visitó a los dos reyes, les presentó mucha plata y oro y regalos, y ellos le recibieron con mucho agrado. | |
I Ma | SpaPlate | 10:61 | Entonces algunos hombres corrompidos y malvados de Israel se conjuraron para presentar una acusación contra él; mas el rey no quiso darles oídos. | |
I Ma | SpaPlate | 10:62 | Antes bien mandó que a Jonatás le quitasen sus vestidos, y le revistiesen de púrpura. Y así se ejecutó. Después de lo cual, el rey le mandó sentar a su lado. | |
I Ma | SpaPlate | 10:63 | Luego dijo a sus magnates: “Id con él por medio de la ciudad, y haced publicar que nadie por ningún título forme acusación contra él, ni le moleste, sea por cualquier cosa que fuere”. | |
I Ma | SpaPlate | 10:64 | Así que los acusadores vieron la honra que se hacía a Jonatás, y lo que se había pregonado, y cómo iba revestido de púrpura, echaron a huir todos. | |
I Ma | SpaPlate | 10:65 | El rey le elevó a grandes honores, y le contó entre sus principales amigos. Le hizo general, y le dio parte en el gobierno. | |
I Ma | SpaPlate | 10:67 | El año ciento sesenta y cinco, Demetrio, hijo de Demetrio, vino desde Creta a la tierra de sus padres; | |
I Ma | SpaPlate | 10:68 | y habiéndolo sabido el rey Alejandro, tuvo de ello gran pena, y se volvió a Antioquía. | |
I Ma | SpaPlate | 10:69 | Y el rey Demetrio hizo general de sus tropas a Apolonio, que era gobernador de la Celesiria, el cual juntó un grande ejército, y se acercó a Jamnia, | |
I Ma | SpaPlate | 10:70 | y envió a decir a Jonatás, Sumo Sacerdote, estas palabras: “Tú eres el único que nos haces resistencia; y yo he llegado a ser un objeto de escarnio y oprobio, a causa de que tú te haces fuerte en los montes contra nosotros. | |
I Ma | SpaPlate | 10:71 | Ahora bien si tienes confianza en tus tropas, desciende a la llanura, y mediremos allí nuestras fuerzas; pues el valor militar en mí reside. | |
I Ma | SpaPlate | 10:72 | Infórmate, sino, y sabrás quién soy yo, y quiénes son los que vienen en mi ayuda; los cuales dicen que vosotros no podréis sosteneros en nuestra presencia; porque dos veces fueron tus mayores puestos en fuga en su propio país. | |
I Ma | SpaPlate | 10:73 | ¿Cómo ahora podrás resistir el ímpetu de la caballería y de un ejército tan poderoso en una llanura, donde no hay piedras ni peñas, ni lugar para huir?” | |
I Ma | SpaPlate | 10:74 | Así que Jonatás oyó estas palabras de Apolonio, se alteró su ánimo; y escogiendo diez mil hombres, partió de Jerusalén, saliendo a incorporarse con él su hermano Simón para ayudarle. | |
I Ma | SpaPlate | 10:75 | Fueron a acamparse junto a la ciudad de Jope; la cual le cerró las puertas, porque Jope tenía guarnición de Apolonio, y así hubo de ponerla sitio. | |
I Ma | SpaPlate | 10:76 | Pero atemorizados los que estaban dentro, le abrieron las puertas, y Jonatás se apoderó de Jope. | |
I Ma | SpaPlate | 10:77 | Habiéndolo sabido Apolonio se acercó con tres mil caballos y un ejército numeroso; | |
I Ma | SpaPlate | 10:78 | y marchando como para ir a Azoto, bajó sin perder tiempo a la llanura; pues tenía mucha caballería, en la cual llevaba puesta su confianza. Jonatás le siguió hacia Azoto, y allí se dio la batalla. | |
I Ma | SpaPlate | 10:79 | Había dejado Apolonio en el campo, a espaldas de los enemigos, mil caballos en emboscada. | |
I Ma | SpaPlate | 10:80 | Supo Jonatás esta emboscada que los enemigos habían dejado a sus espaldas; los cuales le cercaron en su campo, y estuvieron arrojando dardos sobre sus gentes desde la mañana hasta la tarde. | |
I Ma | SpaPlate | 10:81 | Pero los de Jonatás se mantuvieron inmobles, conforme él había ordenado; y se fatigó mucho la caballería enemiga. | |
I Ma | SpaPlate | 10:82 | Entonces Simón hizo avanzar su gente, y acometió a la infantería, pues la caballería estaba ya cansada, y la derrotó y puso en fuga. | |
I Ma | SpaPlate | 10:83 | Los que se dispersaron por el campo, se refugiaron en Azoto, y se metieron en la casa de su ídolo Dagón para salvarse allí. | |
I Ma | SpaPlate | 10:84 | Pero Jonatás puso fuego a Azoto, y a las ciudades circunvecinas, después de haberlas saqueado; y abrasó el templo de Dagón con cuantos en él se habían refugiado; | |
I Ma | SpaPlate | 10:86 | Levantó luego Jonatás el campo, y se aproximó a Ascalón, cuyos ciudadanos salieron a recibirle con grandes agasajos. | |
I Ma | SpaPlate | 10:88 | Así que el rey Alejandro supo todos estos sucesos, concedió nuevamente mayores honores a Jonatás, | |
Chapter 11
I Ma | SpaPlate | 11:1 | Después de esto el rey de Egipto juntó un ejército innumerable como las arenas de la orilla del mar, y gran número de naves; y trataba con perfidia de apoderarse del reino de Alejandro, y unirlo a su corona. | |
I Ma | SpaPlate | 11:2 | Entró en Siria aparentando amistad, y las ciudades le abrían las puertas, y le salían a recibir sus moradores; pues así lo había mandado Alejandro, por cuanto era su suegro. | |
I Ma | SpaPlate | 11:4 | Cuando llegó a Azoto, le mostraron el templo de Dagón que había sido abrasado, y las ruinas de esta ciudad y de sus arrabales, y los cadáveres tendidos en tierra, y los túmulos que habían hecho a lo largo del camino de los muertos en la batalla. | |
I Ma | SpaPlate | 11:5 | Y dijeron al rey que todo aquello lo había hecho Jonatás: con lo cual intentaban hacerle odiosa su persona; mas el rey no se dio por entendido. | |
I Ma | SpaPlate | 11:6 | Y salió Jonatás a recibir al rey con toda pompa en Jope, y se saludaron mutuamente, y pasaron allí la noche. | |
I Ma | SpaPlate | 11:7 | Fue Jonatás acompañando al rey hasta un río llamado Eleutero, desde donde regresó a Jerusalén. | |
I Ma | SpaPlate | 11:8 | Pero el rey Ptolomeo se apoderó de todas las ciudades que hay hasta Seleucia, situada en la costa del mar, y maquinaba traiciones contra Alejandro. | |
I Ma | SpaPlate | 11:9 | Y despachó embajadores a Demetrio para que le dijeran: “Ven, haremos alianza entre los dos, y yo te daré mi hija desposada con Alejandro, y tú recobrarás el reino de tu padre; | |
I Ma | SpaPlate | 11:10 | pues estoy arrepentido de haberle dado mi hija; porque ha conspirado contra mi vida”. | |
I Ma | SpaPlate | 11:12 | Al fin, habiéndole quitado la hija, se la dio a Demetrio, y se alejó de Alejandro, e hizo patente su malvada intención. | |
I Ma | SpaPlate | 11:13 | Entró después Ptolomeo en Antioquía, y ciñó su cabeza con dos diademas, la de Egipto y la de Asia. | |
I Ma | SpaPlate | 11:14 | Hallábase a esta sazón el rey Alejandro en Cilicia, por habérsele rebelado la gente de aquellas provincias. | |
I Ma | SpaPlate | 11:15 | Pero así que supo lo ocurrido con el rey Ptolomeo, marchó contra él. Ordenó también este sus tropas, y salió a su encuentro con grandes fuerzas y le derrotó. | |
I Ma | SpaPlate | 11:16 | Huyó Alejandro a Arabia para ponerse allí a cubierto; y se aumentó así el poder de Ptolomeo. | |
I Ma | SpaPlate | 11:18 | De allí a tres días murió también el rey Ptolomeo; y las tropas que estaban en las fortalezas perdieron la vida a manos de las que estaban en el campamento. | |
I Ma | SpaPlate | 11:20 | Por aquellos días reunió Jonatás las milicias de Judea para apoderarse del alcázar de Jerusalén; a cuyo fin levantaron contra él muchas máquinas de guerra. | |
I Ma | SpaPlate | 11:21 | Mas algunos hombres malvados, enemigos de su propia nación, fueron al rey Demetrio, y le dieron parte de que Jonatás tenía sitiado el alcázar. | |
I Ma | SpaPlate | 11:22 | Irritado al oír esto, pasó al instante a Tolemaida, y escribió a Jonatás que levantase el sitio del alcázar, y viniese al punto a verse con él. | |
I Ma | SpaPlate | 11:23 | Recibido que hubo Jonatás esta carta, mandó que se continuase el sitio; y escogiendo algunos de los ancianos de Israel, y de los sacerdotes, se expuso al peligro. | |
I Ma | SpaPlate | 11:24 | Llevó consigo oro y plata, ropas y varios otros regalos, y partió a presentarse al rey en Tolemaida, y se ganó su amistad. | |
I Ma | SpaPlate | 11:25 | Sin embargo, algunos hombres perversos de su nación formaron acusaciones contra Jonatás; | |
I Ma | SpaPlate | 11:26 | mas el rey le trató como le habían tratado sus predecesores; y le honró en presencia de todos sus amigos, | |
I Ma | SpaPlate | 11:27 | y le confirmó en el Sumo Sacerdocio, y en todos los demás honores que de antemano tenía, y le trató como al primero de sus amigos. | |
I Ma | SpaPlate | 11:28 | Entonces Jonatás suplicó al rey que concediese franquicia de tributos a la Judea, a las tres toparquías, y a Samaria con todo su territorio, prometiendo darle trescientos talentos. | |
I Ma | SpaPlate | 11:29 | Otorgó el rey la petición, e hizo expedir el diploma para Jonatás, en estos términos: | |
I Ma | SpaPlate | 11:31 | Os enviamos para conocimiento vuestro, copia de la carta que acerca de vosotros hemos escrito a Lastenes, nuestro padre, para que tengáis conocimiento de ello. | |
I Ma | SpaPlate | 11:33 | Hemos resuelto hacer mercedes a la nación de los judíos, los cuales son nuestros amigos, y se portan fielmente con nosotros, a causa de la buena voluntad que nos tienen. | |
I Ma | SpaPlate | 11:34 | Decretamos, pues, que toda la Judea, y las tres ciudades, Lida y Ramata, de la provincia de Samaria, agregadas a Judea, y todos sus territorios queden destinados para todos los sacerdotes de Jerusalén, en cambio de lo que el rey percibía antes de ellos todos los años, y por los frutos de la tierra y de los árboles. | |
I Ma | SpaPlate | 11:35 | Asimismo les perdonamos desde ahora lo demás que nos pertenecía de diezmos y tributos, y los productos de las lagunas de la sal, y las coronas que se nos ofrecían. | |
I Ma | SpaPlate | 11:36 | Todo lo referido se lo concedemos, y todo irrevocablemente, desde ahora en adelante para siempre. | |
I Ma | SpaPlate | 11:37 | Ahora cuidad de que se saque una copia de este decreto, y entregádsela a Jonatás, para que se coloque en el monte santo en un paraje público.” | |
I Ma | SpaPlate | 11:38 | Viendo luego el rey Demetrio que toda la tierra estaba tranquila, y le respetaba, sin que le quedase competidor ninguno licenció todo su ejército, enviando a cada cual a su casa, salvo las tropas extranjeras que había asalariado de las islas de las naciones; con lo cual se atrajo el odio de todas las tropas que habían servido a sus padres. | |
I Ma | SpaPlate | 11:39 | Había entonces un cierto Trifón que había sido antes del partido de Alejandro; y viendo que todo el ejército murmuraba de Demetrio, fue a verse con Emalcuel, árabe; el cual educaba a Antíoco, hijo de Alejandro; | |
I Ma | SpaPlate | 11:40 | y le hizo muchas y grandes instancias para que se le entregase, a fin de hacer que ocupase el trono de su padre. Le contó todo lo que Demetrio había hecho, y cómo le aborrecía todo el ejército, y se detuvo allí muchos días. | |
I Ma | SpaPlate | 11:41 | Entre tanto, Jonatás envió a pedir al rey Demetrio que mandase quitar la guarnición que había en el alcázar de Jerusalén y en las otras fortalezas; porque causaban daño a Israel. | |
I Ma | SpaPlate | 11:42 | Y Demetrio respondió a Jonatás: “No solo haré esto por ti y por tu nación, sino que también te elevaré a mayor gloria a ti y a tu pueblo, luego que el tiempo me lo permita. | |
I Ma | SpaPlate | 11:43 | Mas ahora me harás el favor de enviar tropas a mi socorro; porque todo mi ejército me ha abandonado. | |
I Ma | SpaPlate | 11:44 | Entonces Jonatás le envió a Antioquía tres mil hombres de los más valientes, por cuya llegada recibió el rey grande contento. | |
I Ma | SpaPlate | 11:45 | Pero los moradores de la ciudad, en número de ciento veinte mil hombres, se conjuraron, y querían matar al rey. | |
I Ma | SpaPlate | 11:46 | Se encerró este en su palacio, y apoderándose los de la ciudad de las calles, comenzaron a combatirle. | |
I Ma | SpaPlate | 11:47 | Entonces el rey hizo venir en su socorro a los judíos, los cuales se reunieron todos junto a él; y acometiendo por varias partes a la ciudad, | |
I Ma | SpaPlate | 11:48 | mataron en aquel día cien mil hombres, y después de haberla saqueado en ese mismo día la pegaron fuego; y libertaron al rey. | |
I Ma | SpaPlate | 11:49 | Al ver los de la ciudad que los judíos se habían hecho dueños absolutos de ella, se aturdieron, y a gritos pidieron al rey misericordia, haciéndole esta súplica: | |
I Ma | SpaPlate | 11:50 | “Concédenos la paz, y cesen los judíos de maltratarnos a nosotros y a la ciudad”. | |
I Ma | SpaPlate | 11:51 | Y rindieron las armas, e hicieron la paz. Con esto los judíos adquirieron grande gloria para con el rey y para con todos de su reino; y habiéndose hecho en el reino muy célebres, se volvieron a Jerusalén cargados de despojos. | |
I Ma | SpaPlate | 11:52 | Quedó con esto Demetrio asegurado en el trono de su reino; y sosegado todo el país, era respetado de todos. | |
I Ma | SpaPlate | 11:53 | Mas, sin embargo, faltó a todo lo que había prometido. Se extrañó de Jonatás, y bien lejos de manifestarse reconocido a los servicios recibidos, le hacía todo el mal que podía. | |
I Ma | SpaPlate | 11:54 | Después de estas cosas, volvió Trifón trayendo consigo a Antíoco, que era aún niño; el cual fue reconocido por rey, y se ciñó la diadema. | |
I Ma | SpaPlate | 11:55 | Acudieron a presentársele todas las tropas que Demetrio había licenciado; y pelearon contra Demetrio, el cual volvió las espaldas, y se puso en fuga. | |
I Ma | SpaPlate | 11:57 | El jovencito Antíoco escribió a Jonatás en estos términos: “Te confirmo en el sacerdocio, y en el dominio de las cuatro ciudades, y quiero que seas uno de los amigos del rey”. | |
I Ma | SpaPlate | 11:58 | Le envió también varias alhajas de oro para su servicio y le concedió facultad de poder beber en copa de oro, vestirse de púrpura, y de llevar la hebilla de oro. | |
I Ma | SpaPlate | 11:59 | Al mismo tiempo nombró a su hermano Simón gobernador desde los confines de Tiro hasta las fronteras de Egipto. | |
I Ma | SpaPlate | 11:60 | Salió luego Jonatás, y recorrió las ciudades de la otra parte del río; y todo el ejército de Siria acudió en su auxilio; con lo que se encaminó hacia Ascalón, cuyos moradores salieron a recibirle con grandes festejos. | |
I Ma | SpaPlate | 11:61 | Desde allí pasó a Gaza, y sus habitantes le cerraron las puertas; por lo que le puso sitio, y quemó todos los alrededores de la ciudad, después de haberlo todo saqueado. | |
I Ma | SpaPlate | 11:62 | Entonces los de Gaza pidieron capitulación a Jonatás, el cual se la concedió; y tomando en rehenes a sus hijos, los envió a Jerusalén, y recorrió en seguida todo el país hasta Damasco. | |
I Ma | SpaPlate | 11:63 | A esta sazón supo Jonatás que los generales de Demetrio habían ido con un poderoso ejército a Cades, situada en Galilea, para sublevarla; con el fin de impedirle que se mezclase en adelante en los negocios del reino. | |
I Ma | SpaPlate | 11:65 | Entretanto este aproximándose a Betsura, la tuvo sitiada muchos días, teniendo encerrados a sus habitantes; | |
I Ma | SpaPlate | 11:66 | quienes pidieron al fin la paz, y se la concedió, y habiéndoles hecho desocupar la plaza, tomó posesión de ella y la guarneció. | |
I Ma | SpaPlate | 11:67 | Jonatás se acercó con su ejército al lago de Genesar, y antes de amanecer llegaron a la llanura de Asor. | |
I Ma | SpaPlate | 11:68 | Y he aquí que se encontró en la llanura delante del campamento de los extranjeros; quienes le habían puesto una emboscada en los montes, y él fue a embestirlos de frente; | |
I Ma | SpaPlate | 11:69 | pero entonces los que estaban emboscados salieron de sus puestos, y cargaron sobre él. | |
I Ma | SpaPlate | 11:70 | Con esto los de Jonatás echaron todos a huir, sin que quedase uno siquiera, excepto Matatías, hijo de Absolomi, y Judas, hijo de Calfi, comandante de su ejército. | |
I Ma | SpaPlate | 11:71 | Entonces Jonatás rasgó sus vestidos, se echó polvo sobre su cabeza e hizo oración. | |
I Ma | SpaPlate | 11:72 | En seguida volvió Jonatás sobre los enemigos, y peleó contra ellos y los puso en fuga. | |
I Ma | SpaPlate | 11:73 | Viendo esto las tropas que le habían abandonado, volvieron a unirse a él, y todos juntos persiguieron a los enemigos hasta Cades, donde tenían estos sus reales, al pie de los cuales llegaron. | |
Chapter 12
I Ma | SpaPlate | 12:1 | Viendo Jonatás que el tiempo le era favorable, eligió diputados y los envió a Roma, para confirmar y renovar la amistad con los romanos. | |
I Ma | SpaPlate | 12:2 | E igualmente envió a los lacedemonios y a otros pueblos cartas en todo semejantes. | |
I Ma | SpaPlate | 12:3 | Partieron aquellos para Roma y habiéndose presentado al senado, dijeron: Jonatás, Sumo Sacerdote, y la nación de los judíos, nos han enviado a renovar la amistad y alianza, según se hizo en tiempos pasados. | |
I Ma | SpaPlate | 12:4 | Y les dieron cartas para los prefectos de cada lugar, a fin de que viajasen con seguridad hasta la Judea. | |
I Ma | SpaPlate | 12:6 | “Jonatás, Sumo Sacerdote, y los ancianos de la nación, y los sacerdotes, y todo el pueblo de los judíos, a los lacedemonios sus hermanos, salud. | |
I Ma | SpaPlate | 12:7 | Ya hace tiempo que Ario, vuestro rey, escribió una carta a Onías, Sumo Sacerdote, en la cual se leía que vosotros sois nuestros hermanos, como se ve por la copia que más abajo se pone. | |
I Ma | SpaPlate | 12:8 | Onías recibió con grande honor al enviado, y también sus cartas, en las cuales se hablaba de esta amistad y alianza. | |
I Ma | SpaPlate | 12:9 | Y aunque nosotros no teníamos necesidad de nada de eso, teniendo como tenemos en nuestras manos para consuelo nuestro, los libros santos; | |
I Ma | SpaPlate | 12:10 | con todo, hemos querido enviar a renovar con vosotros esta amistad y unión fraternal; no sea que os parezca que nos hemos alejado de vosotros; porque ha transcurrido ya mucho tiempo desde que nos enviasteis aquella embajada. | |
I Ma | SpaPlate | 12:11 | Nosotros en todo este intermedio jamás hemos dejado de hacer conmemoración de vosotros en los sacrificios que ofrecemos en los días solemnes, y en los demás que corresponde, y en todas nuestras oraciones, pues es justo y debido acordarse de los hermanos. | |
I Ma | SpaPlate | 12:13 | Mas por lo que hace a nosotros, hemos sufrido grandes aflicciones y muchas guerras, habiéndonos acometido los reyes circunvecinos. | |
I Ma | SpaPlate | 12:14 | Sin embargo, en estas guerras no hemos querido cansaros ni a vosotros ni a ninguno de los demás aliados y amigos; | |
I Ma | SpaPlate | 12:15 | pues hemos recibido el socorro del cielo, con el cual hemos sido librados nosotros, y humillados nuestros enemigos. | |
I Ma | SpaPlate | 12:16 | Por tanto, habiendo elegido a Numenio, hijo de Antíoco, y a Antípatro, hijo de Jasón, para enviarlos a los romanos, a fin de renovar con ellos la antigua amistad y alianza; | |
I Ma | SpaPlate | 12:17 | les hemos dado también la orden de pasar a veros y a saludaros de nuestra parte, y llevaros esta nuestra carta, cuyo objeto es el renovar nuestra unión fraternal. | |
I Ma | SpaPlate | 12:21 | Se ha encontrado en cierta escritura que los lacedemonios y los judíos son hermanos, y que son todos del linaje de Abrahán. | |
I Ma | SpaPlate | 12:22 | Por tanto, ahora que hemos descubierto esta noticia, nos haréis el gusto de escribirnos si gozáis de paz. | |
I Ma | SpaPlate | 12:23 | Pues nosotros, desde luego, os respondemos: Nuestros ganados y nuestros bienes, vuestros son, y nuestros los vuestros; y esto es lo que les encargamos que os digan. | |
I Ma | SpaPlate | 12:24 | Entretanto, supo Jonatás que los generales de Demetrio habían vuelto contra él, con un ejército mucho mayor que antes. | |
I Ma | SpaPlate | 12:25 | Con esto partió de Jerusalén, y fue a salirse al encuentro en el país de Amat, para no darles tiempo de entrar en su tierra; | |
I Ma | SpaPlate | 12:26 | y enviando espías a reconocer su campo, volvieron estos con la noticia de que los enemigos habían resuelto sorprenderles aquella noche. | |
I Ma | SpaPlate | 12:27 | Con esto Jonatás, puesto que fue el sol, mandó a su gente que estuviese alerta toda la noche, y sobre las armas, prontos para la batalla, y puso centinelas alrededor del campamento. | |
I Ma | SpaPlate | 12:28 | Pero cuando los enemigos supieron que Jonatás estaba preparado con sus tropas para la batalla, temieron y huyeron despavoridos, dejando encendidos fuegos en su campamento. | |
I Ma | SpaPlate | 12:29 | Mas Jonatás y su tropa, por lo mismo que veían los fuegos encendidos, no lo conocieron hasta la mañana. | |
I Ma | SpaPlate | 12:30 | Bien que fue después en su seguimiento, no los pudo alcanzar, pues habían pasado ya el río Eleutero. | |
I Ma | SpaPlate | 12:31 | Entonces convirtió Jonatás sus armas contra los árabes llamados zabadeos, a quienes derrotó y tomó sus despojos; | |
I Ma | SpaPlate | 12:33 | Entretanto, Simón marchó y llegó hasta la ciudad de Ascalón y las fortalezas vecinas; y dirigiéndose a Jope se apoderó de ella, | |
I Ma | SpaPlate | 12:34 | pues había sabido que los de aquella ciudad querían entregar la plaza a los partidarios de Demetrio, y le puso guarnición para que la custodiase. | |
I Ma | SpaPlate | 12:35 | Habiendo vuelto Jonatás, convoco a los ancianos del pueblo, y de acuerdo con ellos resolvió construir fortalezas en Judea, | |
I Ma | SpaPlate | 12:36 | reedificar los muros de Jerusalén, y levantar una muralla de grande altura entre el alcázar y la ciudad, para separar aquel de esta, de modo que el alcázar quedase aislado, y los de dentro no pudiesen comprar ni vender ninguna cosa. | |
I Ma | SpaPlate | 12:37 | Se reunió la gente para reedificar la ciudad, y hallándose caída la muralla que estaba sobre el torrente hacia el oriente, la levantó Jonatás, la cual se llama Cafeteta. | |
I Ma | SpaPlate | 12:38 | Simón también construyó a Adiada, en la Sefelá, y la fortificó, y la aseguró con puertas y barras. | |
I Ma | SpaPlate | 12:39 | Por este tiempo proyectó Trifón hacerse rey de Asia, y ceñirse la corona, y quitar la vida al rey Antíoco. | |
I Ma | SpaPlate | 12:40 | Mas temiendo que Jonatás le sería contrario y le declararía la guerra, andaba buscando medios para apoderarse de él y quitarle la vida. Fuese, pues, a Betsán, levantando su campamento. | |
I Ma | SpaPlate | 12:41 | Pero Jonatás le salió al encuentro con cuarenta mil hombres de tropa escogida, para darle batalla y fue a Betsán. | |
I Ma | SpaPlate | 12:42 | Y cuando Trifón vio que Jonatás había ido contra él con tan poderoso ejército, entró en miedo; | |
I Ma | SpaPlate | 12:43 | y así le recibió con agasajo, y le recomendó a todos sus amigos; le hizo varios regalos y mandó a todo su ejército que le obedeciese como a su propia persona. | |
I Ma | SpaPlate | 12:44 | Dijo luego a Jonatás: “¿Por qué has cansado a toda esa tu gente, no habiendo guerra entre nosotros? | |
I Ma | SpaPlate | 12:45 | Ahora bien, despáchalos a sus casas, y escoge solamente algunos pocos de entre ellos que te acompañen, y vente conmigo a Tolemaida, y yo te haré dueño de ella, y de las demás fortalezas, y del ejército, y de todos los encargados del gobierno; ejecutado lo cual, me volveré, pues para eso he venido aquí.” | |
I Ma | SpaPlate | 12:46 | Le dio crédito Jonatás, y haciendo lo que le dijo, licenció sus tropas, que se volvieron a la tierra de Judá, | |
I Ma | SpaPlate | 12:47 | reteniendo consigo tres mil hombres, de los cuales envió dos mil a Galilea, y mil le acompañaron. | |
I Ma | SpaPlate | 12:48 | Mas apenas Jonatás hubo entrado en Tolemaida, cerraron sus habitantes las puertas de la ciudad, y le prendieron; y pasaron a cuchillo a todos los que con él habían entrado. | |
I Ma | SpaPlate | 12:49 | Y Trifón envió su infantería y caballería a Galilea y a su gran llanura para acabar con todos los soldados que habían acompañado a Jonatás. | |
I Ma | SpaPlate | 12:50 | Pero estos, oyendo decir que habían apresado a Jonatás, y que había sido muerto con cuantos le acompañaban, se animaron los unos a los otros, y se presentaron con denuedo para pelear. | |
I Ma | SpaPlate | 12:51 | Y viendo los que les iban persiguiendo, que estaban resueltos a vender muy caras sus vidas, se volvieron. | |
I Ma | SpaPlate | 12:52 | De esta suerte siguieron su camino, regresando todos felizmente a Judea, donde hicieron gran duelo por Jonatás, y por los que le habían acompañado; y le lloró Israel amargamente. | |
Chapter 13
I Ma | SpaPlate | 13:1 | Tuvo Simón aviso de que había juntado Trifón un grande ejército para venir a asolar la tierra de Judá. | |
I Ma | SpaPlate | 13:2 | Y observando que la gente estaba intimidada y temblando, subió a Jerusalén y convocó al pueblo; | |
I Ma | SpaPlate | 13:3 | y para animarlos a todos, les habló de esta manera: “Ya sabéis cuánto hemos trabajado, así yo, como mis hermanos, y la casa de mi padre por defender la Ley y el Santuario, y en qué angustias nos hemos visto. | |
I Ma | SpaPlate | 13:4 | Por amor de estas cosas han perdido la vida todos mis hermanos, para salvar a Israel, siendo yo el único de ellos que he quedado. | |
I Ma | SpaPlate | 13:5 | Mas no permita Dios que tenga ningún miramiento a mi vida, mientras estemos en la aflicción; pues no soy yo de más valer que mis hermanos. | |
I Ma | SpaPlate | 13:6 | Defenderé a mi nación y al Santuario, y a nuestros hijos, y a nuestras esposas; porque todas las naciones, por el odio que nos tienen, se han coligado para destruirnos”. | |
I Ma | SpaPlate | 13:8 | y en alta voz respondieron: “Tú eres nuestro caudillo en lugar de Judas y Jonatás tus hermanos; | |
I Ma | SpaPlate | 13:10 | Con esto Simón hizo juntar todos los hombres de guerra, y se dio prisa a reedificar las murallas de Jerusalén, y la fortaleció por todos lados. | |
I Ma | SpaPlate | 13:11 | Y envió a Jonatás hijo de Absalomi, con un nuevo ejército contra Jope, y habiendo este arrojado a los de dentro de la ciudad, se quedó en ella. | |
I Ma | SpaPlate | 13:12 | Entretanto, Trifón partió de Tolemaida con un numeroso ejército para entrar en tierra de Judá, trayendo consigo prisionero a Jonatás. | |
I Ma | SpaPlate | 13:14 | Y Trifón, así que supo que Simón había entrado en lugar de su hermano Jonatás, y que se disponía a salir a darle batalla, le envió mensajeros | |
I Ma | SpaPlate | 13:15 | para que le dijesen: “Hemos detenido hasta ahora su hermano Jonatás, porque debía dinero al rey, con motivo de los negocios que estuvieron a su cuidado. | |
I Ma | SpaPlate | 13:16 | Ahora envíame cien talentos de plata, y por rehenes a sus dos hijos, para seguridad de que luego que esté libre no se vuelva contra nosotros, y le dejaremos ir”. | |
I Ma | SpaPlate | 13:17 | Bien conoció Simón que le hablaba con doblez; pero con todo mandó que se le entregase el dinero y los niños, por no atraer sobre sí el odio del pueblo de Israel, el cual hubiera dicho: | |
I Ma | SpaPlate | 13:19 | Así envió los niños y los cien talentos; pero Trifón faltó a la palabra y no puso en libertad a Jonatás. | |
I Ma | SpaPlate | 13:20 | Y entró después Trifón en el país para devastarlo, y dio la vuelta por el camino que va a Ador; y Simón con sus tropas les seguía siempre los pasos a donde quiera que iban. | |
I Ma | SpaPlate | 13:21 | A este tiempo los que estaban en el alcázar enviaron a decir a Trifón que se apresurase a venir por el camino del desierto, y les enviase víveres. | |
I Ma | SpaPlate | 13:22 | En vista de lo cual dispuso Trifón toda su caballería para partir aquella misma noche; mas por haber gran copia de nieve, no se verificó su ida al territorio de Galaad. | |
I Ma | SpaPlate | 13:25 | Entonces Simón envió a buscar los huesos de su hermano Jonatás, y los sepultó en Modín, patria de sus padres; | |
I Ma | SpaPlate | 13:26 | y todo Israel hizo gran duelo en su muerte, y le lloró por espacio de muchos días. | |
I Ma | SpaPlate | 13:27 | Mandó después Simón levantar sobre los sepulcros de su padre y hermanos un elevado monumento, que se descubría desde lejos, de piedras labradas por uno y otro lado, | |
I Ma | SpaPlate | 13:28 | y allí levantó siete pirámides una enfrente de otra, a su padre y a su madre, y a sus cuatro hermanos. | |
I Ma | SpaPlate | 13:29 | Alrededor de ellas colocó grandes columnas, y sobre las columnas armas para eterna memoria, y junto a las armas unos navíos de escultura, los cuales se viesen de cuantos navegasen por el mar. | |
I Ma | SpaPlate | 13:30 | Tal es el sepulcro que levantó Simón en Modín, el cual subsiste hasta el día de hoy. | |
I Ma | SpaPlate | 13:31 | Pero Trifón, yendo de camino con el jovencito rey Antíoco, hizo quitar a este la vida a traición; | |
I Ma | SpaPlate | 13:32 | y reinó en su lugar, ciñendo su cabeza con la diadema de Asia; e hizo grandes estragos en el país. | |
I Ma | SpaPlate | 13:33 | Entretanto, Simón reparó las plazas de armas de Judea, reforzándolas con altas torres, elevados muros, puertas y cerrojos, y surtiéndolas de víveres. | |
I Ma | SpaPlate | 13:34 | Envió también Simón comisionados al rey Demetrio para suplicarle que concediera la exención al país; porque todo cuanto había hecho Trifón no había sido más que un puro latrocinio. | |
I Ma | SpaPlate | 13:36 | “El rey Demetrio a Simón, Sumo Sacerdote y amigo de los reyes, y a los ancianos y al pueblo de los judíos, salud: | |
I Ma | SpaPlate | 13:37 | Hemos recibido la corona de oro y el ramo que nos habéis enviado; y estamos dispuestos a hacer con vosotros una paz sólida, y a escribir a los intendentes del rey que os perdonen los tributos de que os hemos hecho gracia; | |
I Ma | SpaPlate | 13:38 | en la inteligencia de que debe permanecer firme todo cuanto hemos dispuesto a favor vuestro. Las plazas que habéis fortificado quedarán por vosotros. | |
I Ma | SpaPlate | 13:39 | Os perdonamos también las faltas y yerros que hayáis podido cometer hasta el día de hoy, como igualmente la corona de que erais deudores, y queremos que si se pagaba algún otro tributo en Jerusalén, no se pague ya más en adelante. | |
I Ma | SpaPlate | 13:40 | Finalmente, si se hallan entre vosotros algunos que sean a propósito para ser aliados entre los nuestros, alístense, y reine la paz entre nosotros.” | |
I Ma | SpaPlate | 13:42 | Y comenzó el pueblo de Israel a datar sus monumentos y registros públicos desde el año primero de Simón, Sumo Sacerdote, gran caudillo y príncipe de los judíos. | |
I Ma | SpaPlate | 13:43 | Por aquellos días pasó Simón a Gaza; y cercándola con su ejército, levantó máquinas de guerra, las arrimó, a sus muros, y batió una torre, y se apoderó de ella. | |
I Ma | SpaPlate | 13:44 | Y los soldados que estaban en una de estas máquinas entraron de golpe en la ciudad, excitando con esto un gran alboroto en ella. | |
I Ma | SpaPlate | 13:45 | Entonces los ciudadanos subieron a la muralla con sus mujeres e hijos, rasgados sus vestidos, y a gritos clamaban a Simón, pidiendo que les concediese la paz, | |
I Ma | SpaPlate | 13:46 | y diciéndole: “No nos trates como merece nuestra maldad, sino según tu grande clemencia”. | |
I Ma | SpaPlate | 13:47 | En efecto, movido Simón a compasión, no los trató con el rigor de la guerra; pero los echó de la ciudad, y purificó los edificios en que había habido ídolos, y luego entró en ella entonando himnos en alabanza del Señor. | |
I Ma | SpaPlate | 13:48 | Arrojadas después de la ciudad todas las inmundicias, la hizo, habitar por gente que observase la Ley, y la fortificó, e hizo en ella para sí una casa. | |
I Ma | SpaPlate | 13:49 | A esta sazón los que ocupaban el alcázar de Jerusalén no pudiendo entrar ni salir por el país, ni comprar, ni vender, se vieron reducidos a una grande escasez, de suerte que perecían muchos de hambre. | |
I Ma | SpaPlate | 13:50 | Entonces clamaron a Simón pidiéndole capitulación, y se la otorgó; y los arrojó de allí, y purificó el alcázar de las inmundicias. | |
I Ma | SpaPlate | 13:51 | Entraron en él el día veintitrés del segundo mes, del año ciento setenta y uno, llevando ramos de palma, y cantando alabanzas, al son de arpas, de címbalos, y de liras, y entonando himnos y cánticos, por haber exterminado de Israel un gran enemigo. | |
I Ma | SpaPlate | 13:53 | Asimismo fortificó el monte del Templo, que está junto al alcázar y habitó allí con sus gentes. | |
Chapter 14
I Ma | SpaPlate | 14:1 | EI año ciento setenta y dos juntó el rey Demetrio su ejército, y pasó a la Media para recoger allí socorros, a fin de hacer la guerra a Trifón. | |
I Ma | SpaPlate | 14:2 | Mas luego que Arsaces, rey de Persia y de Media, tuvo noticia de que Demetrio había invadido sus estados, envió a uno de sus generales para que le prendiese y se le trajese vivo. | |
I Ma | SpaPlate | 14:3 | Marchó este general, y derrotando al ejército de Demetrio, tomó preso a este y le condujo a Arsaces, quien le hizo poner en prisión. | |
I Ma | SpaPlate | 14:4 | Todo el país de Judá disfrutó de reposo durante los días de Simón, no cuidaba este de otra cosa que de hacer bien a su pueblo; el cual miró siempre con placer su gobierno y la gloria de que gozaba. | |
I Ma | SpaPlate | 14:5 | A más de otros muchos hechos gloriosos habiendo tomado a Jope, hizo de ella un puerto que sirviese de escala para los países marítimos. | |
I Ma | SpaPlate | 14:7 | Reunió también un gran número de cautivos, tomó a Gazara, a Betsura, y el alcázar, y quitó de allí las inmundicias, y no había nadie que le contrarrestase. | |
I Ma | SpaPlate | 14:8 | Cada uno cultivaba entonces pacíficamente su tierra; y el país de Judá daba cosechas, y frutos los árboles de los campos. | |
I Ma | SpaPlate | 14:9 | Sentados todos los ancianos en las plazas, trataban de lo que era allí útil y ventajoso al país, y se engalanaba la juventud con ricos vestidos y ropas de guerra. | |
I Ma | SpaPlate | 14:10 | Distribuía Simón víveres por las ciudades, y las ponía en estado de que fuesen otras tantas fortalezas, de manera que la fama de su glorioso nombre se extendió hasta el cabo del mundo. | |
I Ma | SpaPlate | 14:11 | Estableció la paz en toda la extensión de su país, con lo cual se vio Israel colmado de gozo. | |
I Ma | SpaPlate | 14:12 | De suerte que podía cada uno estarse sentado a la sombra de su parra y de su higuera, sin que nadie le infundiese el menor temor. | |
I Ma | SpaPlate | 14:13 | Desaparecieron de la tierra sus enemigos; y los reyes en aquellos días estaban abatidos. | |
I Ma | SpaPlate | 14:14 | Fue Simón el protector de los pobres de su pueblo, gran celador de la observancia de la Ley, y el que exterminó a todos los inicuos y malvados. | |
I Ma | SpaPlate | 14:16 | Habiéndose sabido en Roma y hasta en Lacedemonia la muerte de Jonatás, tuvieron de ella un gran sentimiento; | |
I Ma | SpaPlate | 14:17 | mas luego que entendieron que su hermano Simón había sido elegido Sumo Sacerdote en su lugar, y que gobernaba todo el país y a sus ciudades; | |
I Ma | SpaPlate | 14:18 | le escribieron en láminas de bronce, para renovar la amistad y alianza que habían hecho con Judas y con Jonatás, sus hermanos. | |
I Ma | SpaPlate | 14:19 | Estas cartas fueron leídas en Jerusalén delante del pueblo. El contenido de la que enviaron los lacedemonios es como sigue: | |
I Ma | SpaPlate | 14:20 | “Los príncipes y ciudades de los lacedemonios, a Simón, Sumo Sacerdote, a los ancianos, a los sacerdotes, y a todo el pueblo de los judíos, sus hermanos, salud: | |
I Ma | SpaPlate | 14:21 | Los embajadores que enviasteis a nuestro pueblo nos han informado de la gloria y felicidad y contentamiento que gozáis, y nos hemos alegrado mucho con su llegada; | |
I Ma | SpaPlate | 14:22 | y hemos hecho escribir lo que ellos nos han dicho en la asamblea del pueblo, en esta forma: Numenio, hijo de Antíoco, y Antípatro, hijo de Jasón, embajadores de los judíos, han venido a nosotros para renovar nuestra antigua amistad. | |
I Ma | SpaPlate | 14:23 | Y pareció bien al pueblo recibir estos embajadores honoríficamente, y depositar copia de sus palabras en los registros públicos, para que en lo sucesivo sirva de recuerdo al pueblo de los lacedemonios. Y de esta acta hemos remitido un ejemplar al Sumo Sacerdote Simón. | |
I Ma | SpaPlate | 14:24 | Después de esto, Simón envió a Roma a Numenio con un grande escudo de oro, que pesaba mil minas, con el fin de renovar con ellos la alianza. Y luego que lo supo el pueblo romano, | |
I Ma | SpaPlate | 14:25 | dijo: “¿De qué manera manifestaremos nosotros nuestro reconocimiento a Simón y a sus hijos? | |
I Ma | SpaPlate | 14:26 | Porque él ha vengado a sus hermanos y ha exterminado de Israel a los enemigos. En vista de esto le concedieron la libertad”, cuyo decreto fue grabado en láminas de bronce, y colocado entre los monumentos del monte Sión. | |
I Ma | SpaPlate | 14:27 | Y he aquí lo que en ella se escribió: “A los diez y ocho días del mes de Elul, el año ciento setenta y dos, el tercero del sumo pontificado de Simón, fue hecha la siguiente declaración en Asaramel, | |
I Ma | SpaPlate | 14:28 | en la grande asamblea de los sacerdotes y del pueblo, y de los príncipes de la nación, y de los ancianos del país: Que habiendo habido en nuestra tierra continuas guerras; | |
I Ma | SpaPlate | 14:29 | Simón, hijo de Matatías, de la estirpe de Jarib, y asimismo sus hermanos se expusieron a los peligros e hicieron frente a los enemigos de su nación en defensa de su Santuario y de la Ley; acrecentando mucho la gloria de su pueblo. | |
I Ma | SpaPlate | 14:30 | Jonatás levantó a los de su nación, fue Sumo Sacerdote de ellos, y se halla ya reunido a los de su pueblo. | |
I Ma | SpaPlate | 14:31 | Quisieron luego los enemigos atropellar y asolar su país, y profanar su Santuario. | |
I Ma | SpaPlate | 14:32 | Les resistió entonces Simón, y combatió en defensa de su pueblo, y expendió mucho dinero, armando a los hombres más valientes de su nación, y suministrándoles la paga. | |
I Ma | SpaPlate | 14:33 | Fortificó también las ciudades de Judea, y a Betsura, situada en su frontera, la cual antes era plaza de armas de los enemigos, y puso allí una guarnición de judíos. | |
I Ma | SpaPlate | 14:34 | Asimismo fortificó a Jope, en la costa del mar, y a Gazara, situada en los confines de Azoto, ocupada antes por los enemigos; en las cuales puso guarnición de judíos, proveyéndolas de todo lo necesario para su defensa. | |
I Ma | SpaPlate | 14:35 | Viendo el pueblo las cosas que había ejecutado Simón, y cuanto hacía para acrecentar la gloria de su nación, le declaró caudillo suyo y príncipe de los sacerdotes, por haber hecho todo lo referido, y por su justicia, y por la fidelidad que guardó para con su pueblo, y por haber procurado por todos los medios el ensalzar a su nación.” | |
I Ma | SpaPlate | 14:36 | En tiempo de su gobierno todo prosperó en sus manos; de manera que las naciones extranjeras fueron arrojadas del país, y echados también los que estaban en Jerusalén, en la ciudad de David, en el alcázar, desde el cual hacían sus salidas, profanando todos los contornos del Santuario, y haciendo grandes ultrajes a la santidad del mismo. | |
I Ma | SpaPlate | 14:37 | Para seguridad del país y de la ciudad puso allí soldados judíos e hizo levantar los muros de Jerusalén. | |
I Ma | SpaPlate | 14:40 | Pues oyó que los judíos habían sido declarados amigos, y aliados, y hermanos de los romanos, y que estos habían recibido con grande honor a los embajadores de Simón. | |
I Ma | SpaPlate | 14:41 | Y que asimismo los judíos y sus sacerdotes le habían creado, de común consentimiento, su caudillo y Sumo Sacerdote para siempre, hasta la venida de un profeta fiel; | |
I Ma | SpaPlate | 14:42 | y también habían querido que fuese su capitán, y que cuidase de las cosas santas, y estableciese inspectores sobre las obras públicas y sobre el país, sobre las cosas de la guerra y sobre las fortalezas; | |
I Ma | SpaPlate | 14:43 | que tuviese a su cargo el Santuario, y que fuese de todos obedecido, y que todos los instrumentos públicos del país se autorizasen con su nombre, y que vistiese púrpura y oro. | |
I Ma | SpaPlate | 14:44 | Y por último, que no fuese permitido a nadie, ora del pueblo, ora de los sacerdotes, violar ninguna de estas órdenes, ni contradecir a lo que él mandase, ni convocar en la provincia sin su autoridad ninguna junta, ni vestir de púrpura, ni llevar la hebilla de oro; | |
I Ma | SpaPlate | 14:45 | y que todo aquel que no cumpliese estas órdenes, o violase alguna, fuese reputado como reo. | |
I Ma | SpaPlate | 14:46 | Y plugo a todo el pueblo el dar tal potestad a Simón, y que se ejecutase todo lo dicho. | |
I Ma | SpaPlate | 14:47 | Y Simón aceptó, y le agradó ejercer el Sumo Sacerdocio; y el ser caudillo y príncipe del pueblo de los judíos y de los sacerdotes, y el tener la suprema autoridad.” | |
I Ma | SpaPlate | 14:48 | Y acordaron que esta acta se escribiese en láminas de bronce, las cuales fuesen colocadas en el pórtico del Templo, en un lugar distinguido; | |
Chapter 15
I Ma | SpaPlate | 15:1 | Desde las islas del mar escribió el rey Antíoco, hijo de Demetrio, una carta a Simón, Sumo Sacerdote y príncipe del pueblo de los judíos, y a toda la nación; | |
I Ma | SpaPlate | 15:2 | cuyo tenor es el que sigue: “El rey Antíoco a Simón, Sumo Sacerdote, y a la nación de los judíos, salud. | |
I Ma | SpaPlate | 15:3 | Habiéndose hecho dueños del reino de nuestros padres algunos hombres malvados, tengo resuelto libertarlo y restablecerlo en el estado que antes tenía, para cuyo fin he levantado un ejército numeroso y escogido, y he hecho construir naves de guerra. | |
I Ma | SpaPlate | 15:4 | Quiero, pues, entrar en esas regiones, para castigar a los que han destruido mis provincias y asolado muchas ciudades de mi reino. | |
I Ma | SpaPlate | 15:5 | Pero a ti desde ahora te confirmo todas las exenciones de tributos que te concedieron todos los reyes que me han precedido, y todas las demás donaciones que te hicieron. | |
I Ma | SpaPlate | 15:7 | y quiero que Jerusalén sea santa y libre, y que todas las armas que has fabricado, como también las plazas fuertes que has construido, y están en tu poder, queden para ti. | |
I Ma | SpaPlate | 15:8 | Te perdono desde ahora todas las deudas y regalías debidas al rey y a la real hacienda, tanto por lo pasado como por lo venidero. | |
I Ma | SpaPlate | 15:9 | Y luego que entremos en la posesión de nuestro reino, te colmaremos de tanta gloria a ti y a tu pueblo, y al Templo, que resplandecerá por todo el orbe.” | |
I Ma | SpaPlate | 15:10 | El año ciento setenta y cuatro, entró Antíoco en el país de sus padres, y al punto acudieron a presentársele todas las tropas, de suerte que quedaron poquísimos con Trifón. | |
I Ma | SpaPlate | 15:11 | Luego el rey Antíoco le persiguió; pero huyendo Trifón por la costa del mar, llegó a Dora. | |
I Ma | SpaPlate | 15:12 | Pues veía los desastres que sobre él iban a llover, habiéndole abandonado el ejército. | |
I Ma | SpaPlate | 15:13 | Entonces Antíoco fue contra Dora con ciento veinte mil hombres aguerridos, y ocho mil caballos; | |
I Ma | SpaPlate | 15:14 | y puso sitio a la ciudad, haciendo que los navíos la bloqueasen por la parte del mar; con lo que estrechaba la ciudad por mar y por tierra, sin permitir que nadie entrase ni saliese. | |
I Ma | SpaPlate | 15:15 | A esta sazón llegaron de la ciudad de Roma, Numenio y sus compañeros, con cartas escritas a los reyes y a las naciones, del tenor siguiente: | |
I Ma | SpaPlate | 15:17 | Han venido a nosotros embajadores de los judíos, nuestros amigos, enviados por Simón, príncipe de los sacerdotes, y por el pueblo judío con el fin de renovar la antigua amistad y alianza; | |
I Ma | SpaPlate | 15:19 | A consecuencia de esto hemos tenido a bien escribir a los reyes y a los pueblos que no les causen ningún daño ni les muevan guerra a ellos, ni a sus ciudades y territorios, ni auxilien tampoco a los que se la hagan. | |
I Ma | SpaPlate | 15:21 | Por lo tanto, si hay algunos hombres malvados que, fugitivos de su propio país, se hayan refugiado entre vosotros, entregádselos a Simón, príncipe de los sacerdotes, para que los castigue según su ley.” | |
I Ma | SpaPlate | 15:23 | como también a todos los pueblos, a saber, a los de Lámpsaco, y a los de Lacedemonia, y a los de Delos, y de Mindos, y de Sición, y a los de la Caria, y de Samos, y de la Panfilia, a los de Licia, y de Alicarnaso, de Coo, y de Siden, y de Aradón, y de Rodas, y de Fasélides, y de Gortina, y de Gnido, y de Chipre, y de Cirene. | |
I Ma | SpaPlate | 15:24 | Y de estas cartas, enviaron los romanos una copia a Simón, príncipe de los sacerdotes, y al pueblo de los judíos. | |
I Ma | SpaPlate | 15:25 | A este tiempo el rey Antíoco puso por segunda vez sitio a Dora, combatiéndola sin cesar, y levantando máquinas de guerra contra ella; y encerró dentro a Trifón, de tal suerte que no podía escapar. | |
I Ma | SpaPlate | 15:26 | Simón envió para auxiliarle dos mil hombres escogidos, y plata, y oro, y muchas alhajas; | |
I Ma | SpaPlate | 15:27 | mas aquel no quiso aceptar nada; antes bien, rompió todos los tratados hechos con él anteriormente, y se le mostró contrario. | |
I Ma | SpaPlate | 15:28 | Envió a Atenobio, uno de sus amigos, para tratar con Simón, y decirle de su parte: “Vosotros estáis apoderados de Jope y de Gazara, y del alcázar de Jerusalén, que son ciudades pertenecientes a mi reino. | |
I Ma | SpaPlate | 15:29 | Habéis asolado sus términos, y causado grandes daños al país, y os habéis alzado con el dominio de muchos lugares de mi reino. | |
I Ma | SpaPlate | 15:30 | Así que, o entregadme las ciudades que ocupasteis, y los tributos exigidos en los lugares de que os hicisteis dueños fuera de los límites de Judea; | |
I Ma | SpaPlate | 15:31 | o si no, pagad quinientos talentos de plata por aquellas ciudades, y otros quinientos por los estragos que habéis hecho, y por los tributos de las ciudades; pues de lo contrario iremos y os haremos guerra”. | |
I Ma | SpaPlate | 15:32 | Llegó Atenobio, amigo del rey, a Jerusalén, y viendo la magnificencia de Simón, y el oro y plata que brillaba por todas partes, y el grande aparato de su casa, se sorprendió sobremanera. Le dijo luego las palabras que el rey le había mandado. | |
I Ma | SpaPlate | 15:33 | Simón respondió en estos términos: “Nosotros, ni hemos usurpado el territorio ajeno, ni retenemos nada que no sea nuestro; solo, sí, hemos tomado lo que es herencia de nuestros padres, y que nuestros enemigos poseyeron injustamente por algún tiempo. | |
I Ma | SpaPlate | 15:34 | Y habiéndonos aprovechado de la ocasión, nos hemos vuelto a poner en posesión de la herencia de nuestros padres. | |
I Ma | SpaPlate | 15:35 | Por lo que mira a las quejas que nos das tocante a Jope y Gazara, los de estas ciudades causaban grandes daños al pueblo y a todo nuestro país; estamos prontos a dar por ellas cien talentos. A lo que Atenobio no respondió palabra. | |
I Ma | SpaPlate | 15:36 | Pero volviéndose irritado a su rey, le dio parte de esta respuesta, y de la magnificencia de Simón, y de todo cuanto había visto; y se indignó el rey sobremanera. | |
I Ma | SpaPlate | 15:38 | Y el rey dio el gobierno de la costa marítima a Cendebeo; y entregándole un ejército compuesto de infantería y caballería, | |
I Ma | SpaPlate | 15:39 | le mandó marchar contra Judea, ordenándole que reedificase a Gedor, y reforzase las puertas de la ciudad, y que domase el pueblo. Entretanto el rey perseguía a Trifón. | |
I Ma | SpaPlate | 15:40 | En efecto, Cendebeo llegó a Jamnia, y comenzó a vejar al pueblo, a talar la Judea, a prender y matar gente, y a fortificar a Gedor, | |
Chapter 16
I Ma | SpaPlate | 16:1 | Habiendo Juan subido de Gazara, y enterado a su padre Simón de los daños que causaba Cendebeo en el pueblo; | |
I Ma | SpaPlate | 16:2 | llamó Simón a sus dos hijos mayores, Judas y Juan, y les dijo: “Yo y mis hermanos, y la casa de mi padre hemos vencido a los enemigos de Israel desde nuestra juventud hasta este día, y hemos tenido la dicha de libertar muchas veces a Israel. | |
I Ma | SpaPlate | 16:3 | Mas ahora yo ya soy viejo; y así entrad vosotros en mi lugar y en el de mis hermanos, y salid a pelear por nuestra nación; y el auxilio del cielo sea con vosotros.” | |
I Ma | SpaPlate | 16:4 | En seguida escogió del país veinte mil hombres aguerridos de tropa de infantería y caballería, los cuales marcharon contra Cendebeo, y durmieron en Modín; | |
I Ma | SpaPlate | 16:5 | de donde partieron al rayar el día, y avanzando por la llanura descubrieron un numeroso ejército de infantería y de caballería, que venía contra ellos, mediando un impetuoso torrente entre ambos ejércitos. | |
I Ma | SpaPlate | 16:6 | Entonces Juan hizo avanzar sus tropas para acometer; mas viendo que estas temían pasar el torrente, pasó él primero, y a su ejemplo le pasaron todos en seguida. | |
I Ma | SpaPlate | 16:7 | Hecho esto dividió en dos partes su infantería, colocando en medio de ella la caballería, por ser muy numerosa la de los enemigos. | |
I Ma | SpaPlate | 16:8 | E hicieron resonar las trompetas sagradas, y echó a huir Cendebeo con todas sus tropas; muchas de estas perecieron al filo de la espada, y las que escaparon con vida se refugiaron en la fortaleza. | |
I Ma | SpaPlate | 16:9 | En esta acción quedó herido Judas, hermano de Juan; pero Juan los fue persiguiendo hasta Cedrón, la que había sido reedificada. | |
I Ma | SpaPlate | 16:10 | Muchos llegaron hasta los castillos que había en las llanuras de Azoto; pero Juan les puso fuego, dejando muertos allí dos mil hombres, y regresó felizmente a Judea. | |
I Ma | SpaPlate | 16:11 | A este tiempo Ptolomeo, hijo de Abobo, se encontraba de gobernador del llano de Jericó, y tenía mucho oro y plata; | |
I Ma | SpaPlate | 16:13 | Se le hinchó de soberbia el corazón, y quería hacerse dueño del país; a cuyo fin maquinaba cómo quitar la vida por medio de alguna traición a Simón y a sus hijos. | |
I Ma | SpaPlate | 16:14 | Hallábase este a la sazón recorriendo las ciudades de Judea, tomando providencias para su mayor bien, y bajó a Jericó con sus hijos, Matatías y Judas, en el undécimo mes, llamado Sabbat, del año ciento setenta y siete. | |
I Ma | SpaPlate | 16:15 | Les salió a recibir el hijo de Abobo con mal designio, en un pequeño castillo llamado Doc, que había él construido; donde les dio un gran convite, poniendo gente en asechanza. | |
I Ma | SpaPlate | 16:16 | Y cuando Simón y sus hijos hubieron tomado vino, se levantó Ptolomeo con los suyos, y tomando sus armas entraron en la sala del banquete, y asesinaron a Simón, y a sus dos hijos, y a algunos de sus criados; | |
I Ma | SpaPlate | 16:18 | Después Ptolomeo escribió todo esto al rey, rogándole que le enviase tropas en su socorro, prometiéndole entregar en su poder el país con todas sus ciudades y los tributos. | |
I Ma | SpaPlate | 16:19 | Despachó asimismo otros a Gazara para que matasen a Juan; y escribió a los oficiales del ejército para que se viniesen a él, que les daría plata y oro y dones. | |
I Ma | SpaPlate | 16:20 | Envió otros para que se apoderasen de Jerusalén y del monte donde estaba el Templo. | |
I Ma | SpaPlate | 16:21 | Pero se adelantó corriendo un hombre, el cual llegó a Gazara y contó a Juan cómo habían perecido su padre y hermanos, y como Ptolomeo había enviado gentes para quitarle a él también la vida. | |
I Ma | SpaPlate | 16:22 | Al oír tales cosas se turbó en gran manera Juan, pero luego se apoderó de los que venían para matarle; haciéndoles quitar la vida, puesto que supo que maquinaban contra la suya. | |
I Ma | SpaPlate | 16:23 | El resto de las acciones de Juan, y sus guerras, y las gloriosas empresas que llevó a cabo con singular valor, y la reedificación de los muros hecha por él, y lo demás que ejecutó; | |