SpaPlatense - Job

Chapter 1

1:1  Había en tierra de Us un varón que se llamaba Job; era hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.

1:2  Le nacieron siete hijos y tres hijas,

1:3  y poseía siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muy numerosa servidumbre. Era así aquel hombre más poderoso que todos los orientales.

1:4  Sus hijos solían visitarse el uno al otro en sus casas y celebrar banquetes, cada cual en su día, e invitaban también a sus tres hermanas a comer y beber con ellos.

1:5  Concluido el turno de los días del convite, Job los hacía venir, y los santificaba. Madrugando por la mañana ofrecía holocaustos conforme al número de todos ellos; pues decía Job: “Quizá hayan pecado mis hijos, y maldecido a Dios en sus corazones.” Así obraba Job siempre.

1:6  Un día cuando los hijos de Dios fueron a presentarse delante de Yahvé, vino también entre ellos Satanás.

1:7  Y dijo Yahvé a Satanás: “¿De dónde vienes?” Respondió Satanás a Yahvé y dijo: “Acabo de dar una vuelta por la tierra y pasearme por ella.”

1:8  Y preguntó Yahvé a Satanás: “¿Has reparado en mi siervo Job?, pues no hay ninguno como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.”

1:9  Respondió Satanás a Yahvé, y dijo: “¿Acaso teme Job a Dios desinteresadamente?

1:10  ¿No le has rodeado con tu protección por todas partes a él, su casa y todo cuanto tiene? Has bendecido la obra de sus manos, y su hacienda se ha multiplicado sobre la tierra.

1:11  Pero anda, extiende tu mano y toca cuanto es suyo, y verás cómo te maldice en la cara.”

1:12  Dijo entonces Yahvé a Satanás: “He aquí que todo cuanto tiene está en tu mano; pero no extiendas tu mano contra su persona.” Con esto se retiró Satanás de la presencia de Yahvé.

1:13  Ahora bien, mientras un día sus hijos y sus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano mayor,

1:14  llegó un mensajero a Job y dijo: “Estaban los bueyes arando, y las asnas paciendo junto a ellos,

1:15  cuando cayeron sobre ellos los sabeos y se los llevaron, pasando a cuchillo a los siervos. Y yo solo he escapado para traerte la noticia.”

1:16  Todavía estaba este hablando, cuando llegó otro, que dijo: “Fuego de Dios ha caído del cielo, que abrasó a las ovejas y a los siervos, devorándolos; yo solo he podido escapar para traerte la noticia.”

1:17  Todavía estaba este hablando, cuando vino otro, que dijo: “Los caldeos, divididos en tres cuadrillas, cayeron sobre los camellos y se los llevaron, pasando a cuchillo a los siervos; y yo solo he escapado para traerte la noticia.”

1:18  Aún estaba este hablando, cuando entró otro y dijo: “Mientras tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano mayor,

1:19  sobrevino del otro lado del desierto un gran viento, que sacudió las cuatro esquinas de la casa, la cual cayó sobre los jóvenes, que quedaron muertos; y yo solo he escapado para traerte la noticia.”

1:20  Entonces Job se levantó, rasgó su manto y se rapó la cabeza. Y postrado en tierra adoró,

1:21  y dijo: “Desnudo salí de las entrañas de mi madre y desnudo volveré allá. Yahvé lo ha dado, Yahvé lo ha quitado. ¡Sea bendito el nombre de Yahvé!”

1:22  En todo esto no pecó Job, ni dijo palabra insensata contra Dios.

Chapter 2

2:1  Sucedió que un día se presentaron los hijos de Dios delante de Yahvé, y en medio de ellos vino también Satanás a ponerse en su presencia.

2:2  Dijo Yahvé a Satanás: “¿De dónde vienes?” Satanás respondió a Yahvé y dijo: “Acabo de dar una vuelta por la tierra y pasearme por ella.”

2:3  Preguntó Yahvé a Satanás: “¿Has reparado en mi siervo Job?, pues no hay ninguno como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, que persevera en su integridad, aunque tú me has incitado contra él, para perderle sin causa.”

2:4  Respondió Satanás a Yahvé y dijo: “Piel por piel; porque todo cuanto tiene el hombre lo da por su vida.

2:5  Pero anda, extiende tu mano y toca su hueso y carne, y verás cómo te maldice en la cara.”

2:6  Dijo, pues, Yahvé a Satanás: “He aquí que en tu mano está, pero consérvale la vida.”

2:7  Salió Satanás de la presencia de Yahvé, e hirió a Job con una úlcera maligna desde la planta de los pies hasta la coronilla de la cabeza.

2:8  Entonces este sentado sobre ceniza, tomó un casco de teja para rasparse con él (la podredumbre).

2:9  Su mujer le dijo: “¿Todavía perseveras en tu rectitud? ¡Maldice a Dios, y muérete!”

2:10  Mas él le dijo: “Hablas como una mujer necia. Si hemos aceptado el bien de parte de Dios, ¿no hemos de aceptar también el mal?” En todo esto no pecó Job con sus labios.

2:11  Cuando los tres amigos de Job, Elifaz lemanita, Bildad suhita y Sofar naamatita, supieron toda esta calamidad que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar, porque habían concertado ir a darle el pésame y consolarlo.

2:12  Mas cuando desde lejos alzaron los ojos no lo reconocieron; por lo cual levantaron su voz y lloraron; y rasgando cada uno su manto, esparcieron polvo por el aire sobre sus cabezas;

2:13  y quedaron con él sentados en tierra siete días y siete noches, sin hablarle palabra, pues veían que su dolor era muy grande.

Chapter 3

3:1  Después de esto abrió Job su boca y maldijo el día de su nacimiento.

3:2  Tomando Job la palabra dijo:

3:3  “¡Perezca el día en que nací, y la noche que dijo: Ha sido concebido varón!

3:4  Conviértase aquel día en tinieblas; no pregunte por él Dios desde lo alto, ni resplandezca sobre él la luz.

3:5  Oscurézcanlo tinieblas y sombra de muerte; cúbralo densa niebla, sea espantosa la negrura de aquel día.

3:6  Apodérese de aquella noche la oscuridad; no se mencione entre los días del año, ni se registre en el cómputo de los meses.

3:7  Cuéntese aquella noche entre las estériles, en que no se oye canto de alegría.

3:8  Maldíganla los que saben maldecir los días, los que saben despertar a Leviatán.

3:9  Eclípsense las estrellas de sus albores; espere la luz, que nunca le venga, no vea jamás los párpados de la aurora;

3:10  por cuanto no cerró las puertas del seno y no ocultó a mis ojos los dolores.

3:11  ¿Por qué no morí en el seno de mi madre, ni expiré al salir de sus entrañas?

3:12  ¿Por qué me acogieron las rodillas (de mi padre), y los pechos para que mamara?

3:13  Pues ahora reposaría yo en el silencio, dormiría, y así tendría reposo,

3:14  con los reyes y consejeros de la tierra, que se edificaron mausoleos,

3:15  o con los príncipes que tenían oro, y llenaron sus casas de plata;

3:16  o no existiría, como aborto secreto, como los niños que no llegan a ver la luz.

3:17  Allí los malvados cesan de hacer violencias, descansan los fatigados,

3:18  gozan los cautivos todos de paz, no oyen ya la voz del sobrestante.

3:19  Allí se hallan chicos y grandes, y también el siervo libre de su amo.

3:20  ¿Por qué conceder luz a los desdichados, y vida a los amargos de espíritu?

3:21  A los que esperan la muerte, que no viene, aunque la buscan cavando con más empeño que un tesoro.

3:22  Se alegran con júbilo y son felices al hallar el sepulcro.

3:23  ¿(Por qué dar vida) al hombre cuyo camino está encubierto, y a quien Dios tiene cercado?

3:24  En vez de comer me alimento con suspiros, y mis gemidos se derraman como agua.

3:25  Lo que temía, eso me ha sucedido, y lo que recelaba, eso me ha sobrevenido.

3:26  Estoy sin tranquilidad, sin paz, sin descanso, se ha apoderado de mí la turbación.”

Chapter 4

4:1  Entonces Elifaz temanita tomó la palabra y dijo:

4:2  “¿Te molestará por ventura si osamos hablarte? Mas ¿quién puede contener las palabras?

4:3  Mira, tú has enseñado a muchos, y a las manos débiles dabas fuerza.

4:4  Tus palabras sostenían a los que tropezaban, fortalecías las rodillas que vacilaban.

4:5  Y ahora que a ti te ha llegado el turno, estás abatido; si Él te toca a ti, quedas turbado.

4:6  ¿No existe ya tu temor (a Dios), tu confianza, ni esperanza, y la rectitud de tu vida?

4:7  Recuerda bien si pereció jamás inocente alguno, ¿y dónde han sido exterminados los justos?

4:8  Por lo que siempre he visto, los que aran la iniquidad y siembran el mal, eso mismo cosechan,

4:9  Perecen al soplo de Dios, los consume el aliento de su ira.

4:10  El bramido del león, la voz del rugiente, y los dientes del leoncillo se quiebran.

4:11  Perece el león por falta de presa, y los cachorros de la leona andan dispersos.

4:12  En el silencio me llegó una palabra, mi oído solo percibió un murmullo.

4:13  Agitado por visiones nocturnas, cuando en profundo sueño caen los hombres,

4:14  se apoderó de mí un susto y espanto que estremeció todos mis huesos.

4:15  Pasó por delante de mí un espíritu que erizó los pelos de mi cuerpo.

4:16  Se detuvo, pero no pude conocer su rostro; estaba cual espectro ante mis ojos; y en el silencio oí una voz (que decía):

4:17  «¿Acaso el hombre es más justo que Dios? ¿el mortal más puro que su Hacedor?»

4:18  Si Él ni de sus mismos ministros se fía, y aun en sus ángeles descubre faltas,

4:19  ¿cuánto más en los que habitan en casas de barro, cuyos fundamentos son de polvo y serán roídos (como) por la polilla?

4:20  De la noche a la mañana son exterminados, perecen para siempre sin que nadie repare en ello.

4:21  Se les corta el hilo de su (vida); mueren sin sabiduría.

Chapter 5

5:1  Llama, pues, si hay quien te responda. ¿A cuál de los santos te dirigirás?

5:2  Porque al necio le mata la cólera, y al fatuo la envidia.

5:3  Yo vi al necio echar raíces, y al instante maldije su morada.

5:4  Sus hijos no podrán prosperar; hollados serán en la puerta, sin haber quien los libre.

5:5  Su cosecha la devoran los hambrientos, la hurtan detrás (del cerco) de espinos; y los sedientos se sorben su riqueza.

5:6  Pues no del polvo nace la calamidad, ni del suelo brotan los trabajos,

5:7  ya que el hombre nace para el trabajo, como el ave para volar.

5:8  Yo (en tu lugar) acudiría a Dios, y a Él le encomendaría mi causa;

5:9  Él hace cosas grandes e inescrutables, maravillas que nadie puede enumerar;

5:10  derrama la lluvia sobre la tierra, y envía las aguas sobre los campos.

5:11  Ensalza a los humildes Y eleva al afligido a lugar seguro;

5:12  desbarata las tramas del astuto, para que sus manos no puedan realizar sus proyectos.

5:13  Prende a los sabios en su propia red, y los designios de los arteros quedan frustrados.

5:14  En pleno día tropiezan con tinieblas, andan a tientas al mediodía, como si fuese de noche.

5:15  Entretanto (Dios) salva al desvalido de la espada de sus lenguas, y de la mano del poderoso.

5:16  Por eso el débil tiene esperanza, y la injusticia tiene que callarse.

5:17  Feliz el hombre a quien Dios corrige. No desprecies la corrección del Omnipotente.

5:18  Él hace la llaga, y la venda; Él hiere y sana con sus manos.

5:19  De seis angustias te sacará, y en la séptima no te tocará el mal.

5:20  En tiempos de hambre te salvará de la muerte, y en la guerra, del poder de la espada.

5:21  Te preservará del azote de la lengua, y no temerás si vinieren calamidades.

5:22  Te reirás de la devastación y del hambre, y no temerás a las fieras salvajes.

5:23  Pues estarás en alianza con las piedras del campo, y las fieras del campo vivirán en paz contigo.

5:24  Conocerás que reina la paz en tu tienda; visitarás tus apriscos, y nada echarás de menos.

5:25  Verás numerosa tu descendencia, y tu prole como la hierba del campo.

5:26  Entrarás en el sepulcro en plena madurez cual gavilla segada a su tiempo.

5:27  Esto es lo que hemos visto. Así es. Óyelo bien y medítalo para tu provecho.”

Chapter 6

6:1  Respondió Job y dijo:

6:2  “¡Oh! ¡Si pudiera pesarse mi aflicción, ponerse en balanza toda mi calamidad!

6:3  Pesarían más que la arena del mar. Por eso mis palabras son sin moderación.

6:4  Pues las saetas del Omnipotente se han clavado en mí, y mi espíritu bebe su veneno; los terrores de Dios me combaten.

6:5  ¿Acaso el asno montés rebuzna teniendo hierba? ¿muge el buey si tiene su forraje?

6:6  ¿Acaso se puede comer un manjar insípido, sin sal, o gustar el jugo de plantas sin sabor?

6:7  Las cosas que mi alma rehúsa tocar, son mi repugnante comida.

6:8  ¡Ojalá que se cumpliese mi petición! y que Dios me diera lo que deseo:

6:9  que quiera Dios acabar conmigo, que soltara su mano para cortarme (la vida).

6:10  Entonces me quedaría al menos este consuelo, —y por eso brincaría de gozo aunque Él me aplasta— que no he traspasado las palabras del Santo.

6:11  Pero ¿cuál es mi fuerza para esperar todavía, y cuál mi fin, para tener aún paciencia?

6:12  ¿Es acaso mi fuerza la de las piedras; o es de bronce mi carne?

6:13  ¿No estoy privado de toda ayuda? ¿No se ha apartado de mí todo auxilio?

6:14  El abatido tiene derecho a la compasión de su amigo, a menos que este abandone el temor del Omnipotente.

6:15  Mis hermanos son falaces como un arroyo seco, pasan como las aguas torrenciales,

6:16  turbias a causa del hielo y de la nieve que en ellas se oculta;

6:17  cuando viene el calor desaparecen; a los (primeros) calores su cauce se seca;

6:18  se pierden en el curso de su camino, se evaporan y perecen.

6:19  Las caravanas de Temá van en su busca, suspiran por ellas los mercaderes de Sabá;

6:20  más su esperanza será frustrada, llegados a ellas quedan defraudados.

6:21  Así sois ahora vosotros para mí; os espantáis, viendo mis males.

6:22  ¿Acaso os he pedido: “Dadme algo; dejadme participar de vuestros bienes.”

6:23  O bien: “Libradme del enemigo, salvadme del poder del opresor”?

6:24  Enseñadme, y yo callaré; explicadme en qué he errado.

6:25  ¡Qué fuerza tienen las palabras rectas! pero ¿a qué viene vuestra censura?

6:26  ¿Pensáis acaso en censurar palabras? Las palabras de un desesperado ¿no son como viento?

6:27  ¡Oh! vosotros tendéis (un lazo) sobre el huérfano, y caváis (una fosa) a vuestro amigo.

6:28  Ahora volveos, por favor, hacia mí, porque (juro) ante vosotros que no voy a mentiros en vuestra cara.

6:29  ¡Reparad, os ruego; no seáis injustos! Reflexionad de nuevo, y mi inocencia se hará manifiesta.

6:30  ¿Hay acaso en mi lengua iniquidad? ¿Puede mi paladar ya no distinguir la maldad?

Chapter 7

7:1  Milicia es la vida del hombre sobre la tierra; como los del jornalero son sus días.

7:2  Como el siervo suspira por la sombra, y como el jornalero espera su salario;

7:3  así heredé meses de calamidad, y noches de dolor me tocaron en suerte.

7:4  Si me acuesto, digo: “¿Cuándo me levantaré?” Mas la noche es larga, y me canso, dándome vuelta hasta el alba.

7:5  Mi carne está cubierta de gusanos y de una costra de barro; mi piel se rompe y se deshace.

7:6  Mis días pasan más ligeros que la lanzadera, y desaparecen sin esperanza.

7:7  Acuérdate de que mi vida es un soplo; mis ojos ya no verán la felicidad.

7:8  No me verá más el ojo del que ahora me ve; apenas tus ojos me ven, y ya no subsisto.

7:9  La nube se disipa y pasa; así no sube más el que desciende al sepulcro.

7:10  No volverá más a su casa, ni le reconocerá su lugar.

7:11  Por eso, no refrenaré mi lengua, hablaré en la angustia de mi espíritu, me quejaré en la amargura de mi alma.

7:12  ¿Soy yo el mar, o algún monstruo marino, para que me tengas encerrado con guardias?

7:13  Cuando digo: Mi lecho me consolará, mi cama aliviará mi pesar,

7:14  entonces me aterras con sueños, y me espantas con visiones.

7:15  Por eso prefiero ser ahogado, deseo la muerte para estos mis huesos.

7:16  Tengo asco; no quiero vivir más; déjame, ya que mi vida es un soplo.

7:17  ¿Qué es el hombre, para que tanto le estimes, y fijes en él tu atención,

7:18  para que le visites cada mañana, y a cada momento le pruebes?

7:19  ¿Cuándo cesarás de mirarme, y me das tiempo para tragar mi saliva?

7:20  Si he pecado, ¿qué te he hecho con eso, oh Guardador de los hombres? ¿Por qué me pones por blanco a mí, que soy una carga para mí mismo?

7:21  ¿Por qué no perdonas mi pecado ni borras mi iniquidad? Pues pronto me dormiré en el polvo; y si me buscas, ya no existiré.”

Chapter 8

8:1  Entonces tomó la palabra Baldad suhita y dijo:

8:2  “¿Hasta cuándo hablarás de este modo y serán las palabras de tu boca cual viento tempestuoso?

8:3  ¿Acaso Dios tuerce el derecho, o pervierte el Omnipotente la justicia?

8:4  Si tus hijos contra Él pecaron, Él los ha castigado ya a causa de sus transgresiones.

8:5  Pero tú, si buscas solícito a Dios, e imploras al Todopoderoso,

8:6  y eres puro y recto, al punto Él velará sobre ti, y prosperará la morada de tu justicia.

8:7  Tu anterior estado será poca cosa, pues tu porvenir será muy grande.

8:8  Pregunta, si quieres, a las generaciones pasadas, respeta la experiencia de los padres;

8:9  pues de ayer somos y nada sabemos, y nuestros días sobre la tierra pasan como la sombra.

8:10  Ellos te instruirán, ellos hablarán contigo, y de su corazón sacarán estas palabras:

8:11  ¿Puede crecer el papiro sin humedad, el junco elevarse sin agua?

8:12  Estando aún en flor, y sin ser cortado se seca antes que cualquier otra hierba.

8:13  Así será el fin de todos los que se olvidan de Dios; se desvanecerá la esperanza del impío;

8:14  su seguridad le será cortada, y su confianza va a ser como telaraña.

8:15  Se apoya sobre su casa, mas esta no se mantiene, se aferra a ella y no resiste.

8:16  Está en su lozanía ante el sol, sus renuevos exceden de su huerto,

8:17  sus raíces se entrelazan sobre el montón de piedras, hundiéndose hasta donde está la roca;

8:18  mas cuando se lo arranca de su lugar, este lo desconoce (diciendo): «Nunca te he visto.»

8:19  No es otro el gozo que está al fin de su camino, y de su polvo nacerán otros.

8:20  He aquí que Dios no desecha al justo, ni da la mano a los malvados.

8:21  Algún día rebosará de risa tu boca, y tus labios de júbilo.

8:22  Los que te aborrecen se cubrirán de ignominia, y la tienda de los impíos dejará de existir.”

Chapter 9

9:1  Respondió Job y dijo:

9:2  “Bien sé que es así. ¿Cómo puede el hombre ser justo frente a Dios?

9:3  Si pretendiera contender con él, de mil (cargos) no respondería a uno solo.

9:4  Él es sabio de corazón, poderoso y fuerte; ¿quién se le opuso y le salió bien?

9:5  Él traslada los montes, sin que sepan quién los trastorna en su ira.

9:6  Él remueve la tierra de su sitio, y sus columnas son sacudidas.

9:7  Él manda al sol, y este no sale, y encierra bajo sello las estrellas.

9:8  Él solo extiende los cielos, y anda sobre las olas del mar.

9:9  Él hizo la Osa, el Orión y las Pléyades, las constelaciones del cielo austral.

9:10  Él hace cosas grandes e insondables, y maravillas sin cuento y número.

9:11  He aquí que pasa junto a mí, y yo no le veo; y si se retira, tampoco lo advierto.

9:12  Si Él toma una presa ¿quién hará que la devuelva? ¿quién podrá decirle: «¿Qué es lo que haces?»

9:13  Él es Dios, no hay quien pueda doblegar su ira; debajo de Él se encorvan los auxiliares de Rahab.

9:14  ¿Cuánto menos podré yo responderle, elegir mis palabras frente a Él?

9:15  Aun teniendo yo razón, nada le respondería; imploraría la clemencia del que me juzga.

9:16  Aun cuando respondiera a mis clamores, no creería que había escuchado mi voz,

9:17  Él, que me aplasta con un torbellino, y multiplica mis llagas sin causa.

9:18  No me deja respirar y me harta de amargura.

9:19  Si se trata de fuerza, el poderoso es Él, y si de justicia (dice): «¿Quién me emplazará?»

9:20  Aun cuando yo tuviera razón mi boca me condenaría, aunque fuera inocente, me declararía culpable.

9:21  Soy inocente, pero no me importa mi existencia, no hago caso de mi vida.

9:22  Es todo lo mismo; por eso he dicho: «Él acaba con el inocente como con el impío.»

9:23  ¡Si al menos el azote matase de repente! Él se ríe de la prueba de los inocentes.

9:24  La tierra ha sido entregada en manos de los malvados; Él mismo tapa el rostro de sus jueces. Si no es Él, ¿quién lo será?

9:25  Mis días pasaron más veloces que un correo, huyen sin ver cosa buena;

9:26  pasan como las naves de junco, cual águila que se arroja sobre la presa.

9:27  Si digo: «Olvidaré mis quejas, voy a mudar mi semblante, y me regocijaré»,

9:28  me espantan todos mis dolores, pues sé que Tú no me declaras inocente.

9:29  Y si soy juzgado culpable, ¿por qué fatigarme en vano?

9:30  Aunque me lavara con agua de nieve, y con lejía limpiara mis manos,

9:31  Tú me sumergirías en el fango, y hasta mis vestidos me darían asco.

9:32  Porque Él no es un hombre como yo, a quien se pudiera decir: «¡Vamos juntos a juicio!»

9:33  No hay entre nosotros árbitro que ponga la mano sobre entrambos.

9:34  Aparte Él de mí su vara, y no me espante su terror:

9:35  entonces hablaré, sin tenerle miedo, porque así como estoy, no me conozco a mí mismo.”

Chapter 10

10:1  “Tedio de vida tiene mi alma, daré libre curso a mis quejas; hablaré con la amargura de mi alma.

10:2  Diré a Dios: «No me condenes»; dime por qué contiendes conmigo.

10:3  Te parece acaso bien oprimirme, desechar la obra de tus manos, y favorecer los designios de los malvados?

10:4  ¿Tienes Tú ojos de carne, y miradas como miradas de hombre?

10:5  ¿Son tus días como los días de los mortales, y tus años como los años humanos,

10:6  para que vayas inquiriendo mi culpa y buscando mi pecado,

10:7  aunque sabes que no soy malo, y que nadie puede librarme de tu mano?

10:8  Tus manos me han plasmado y me han hecho todo entero ¿y ahora quieres destruirme?

10:9  Recuerda que me formaste como barro, y ahora me reduces a polvo.

10:10  ¿No me vaciaste como leche, y cual queso me cuajaste?

10:11  De piel y de carne me revestiste, y me tejiste de huesos y nervios;

10:12  vida y favores me has concedido, y tu protección me ha conservado la vida.

10:13  Mas lo guardaste en tu corazón; bien sé que esto era tu designio.

10:14  Si peco, Tú me observas; y no me perdonarás mi culpa.

10:15  Si hago mal, ¡ay de mí! y si soy inocente ni aun así puedo alzar mi cabeza, harto como estoy de oprobio y viendo mi miseria.

10:16  Y si la alzo, me das caza como león, repites contra mí tus terrores;

10:17  renuevas tus pruebas contra mí, y acrecientas conmigo tu saña, me atacan cada vez nuevos ejércitos (de males).

10:18  ¿Por qué me sacaste del seno materno? Estaría ahora muerto, sin que ojo alguno me hubiera visto.

10:19  Sería como si nunca hubiese existido, llevado del seno materno al sepulcro.

10:20  ¿No son pocos mis días? Que Él me deje pues, y que se retire de mí para que pueda alegrarme un poco,

10:21  antes que me vaya, para no volver, a la tierra de tiniebla y de sombra de muerte,

10:22  tierra de tiniebla, parecida a densísima lobreguez, sombra de muerte, sin orden alguno, cuya luz es semejante a espesas tinieblas.”

Chapter 11

11:1  Entonces Sofar naamatita tomó la palabra y dijo:

11:2  “¿Acaso no hay que contestar al que vomita palabras? ¿el hombre verboso ha de tener razón?

11:3  ¿Tu palabrería hará callar a los hombres? y cuanto te burlas, ¿no habrá quien te confunda?

11:4  Tú has dicho: “Mi doctrina es pura, y limpio estoy ante tus ojos.”

11:5  ¡Ojalá que hablase Dios y abriera sus labios contra ti,

11:6  para descubrirte los arcanos de la sabiduría! —pues son muy diversos sus designios— entonces verías que Dios castiga solamente una parte de tu culpa.

11:7  ¿Pretendes acaso penetrar en las profundidades de Dios, hasta la perfección del Omnipotente?

11:8  Es más alta que el cielo, ¿qué podrás hacer? más honda que el scheol, ¿cómo podrás conocerlo?

11:9  más extensa que la tierra, y más ancha que el mar.

11:10  Si Él acomete, cerrando el paso, y llama a juicio, ¿quién podrá disuadírselo?

11:11  Porque Él conoce a los perversos, y ve la iniquidad, aunque parece disimularla.

11:12  ¿Puede acaso el necio pasar por inteligente, el pollino del asno montés por hombre?

11:13  Si tú dispones tu corazón, y levantas hacia Él tus manos,

11:14  si alejas la iniquidad que hay en tus manos, y no permites a la maldad que habite bajo tu tienda,

11:15  entonces alzarás tu rostro sin mácula, te sentirás seguro, y nada temerás;

11:16  te olvidarás de los dolores, y si de ellos te acuerdas es como de aguas que pasaron.

11:17  Entonces tu vida surgirá más resplandeciente que el mediodía, las tinieblas te serán como la mañana,

11:18  tendrás seguridad por tener esperanza, echarás una mirada en torno, y dormirás tranquilo;

11:19  te acostarás, y no habrá quien te espante, y muchos acariciarán tu rostro.

11:20  Pero los ojos de los impíos desfallecerán; para ellos no habrá escape alguno; su esperanza será exhalar el alma.”

Chapter 12

12:1  Respondió Job y dijo:

12:2  “De veras, vosotros sois hombres, y con vosotros morirá la sabiduría.

12:3  También yo tengo seso como vosotros; ninguna ventaja tenéis sobre mí; ¿y quién no sabe lo que decís?

12:4  ¡Ludibrio soy de mis amigos! ¡Yo, que clamaba a Dios, y Él le respondía! ¡Yo, el recto e inocente, ahora objeto de oprobio!

12:5  ¡Ignominia al que sufre! —así piensa el que vive sin cuidados—. ¡Caiga desprecio sobre aquel cuyo pie resbala!

12:6  Las guaridas de los salteadores gozan de paz, seguros están los que irritan a Dios; a ellos Dios se lo otorga (todo).

12:7  Pregunta, te ruego, a las bestias, y ellas te enseñarán, a las aves del cielo, y te lo dirán;

12:8  o habla con la tierra, y ella te instruirá; te lo contarán los peces del mar.

12:9  ¿Quién de todos estos seres no sabe que la mano de Yahvé ha hecho (todas) las cosas?

12:10  En su mano está el alma de todo viviente, y el soplo de toda carne humana.

12:11  ¿No se ha hecho el oído para discernir las palabras; el paladar para gustar los manjares?

12:12  En los ancianos reside la sabiduría, y en la larga vida la prudencia;

12:13  con Él, empero, están la sabiduría y el poder, suyo es el consejo y suya la inteligencia.

12:14  Lo que Él derriba, no será reedificado; si Él encierra al hombre, no hay quien lo libre.

12:15  Si detiene las aguas, estas se secan; si las suelta, devastan la tierra.

12:16  En Él están el poder y el saber, suyos son el engañado y el que engaña.

12:17  Él hace andar a los consejeros privados (de consejo), y entontece a los jueces.

12:18  Él quita a los reyes la faja, y les ciñe los lomos, con una soga.

12:19  Hace andar a los sacerdotes descalzos, y a los grandes derriba.

12:20  Quita el habla a los más respetados, y a los ancianos los priva del juicio.

12:21  Vacía desprecio sobre los príncipes, y afloja el cinto de los fuertes.

12:22  Descubre lo oculto en las tinieblas, y saca a luz la sombra de la muerte.

12:23  Da prosperidad a los pueblos y los destruye, dilata a las naciones, y las reduce.

12:24  Quita la inteligencia a los príncipes de los pueblos de la tierra, y los hace vagar por un desierto sin camino;

12:25  andan a tientas en tinieblas, sin tener luz; Él los hace errar como a embriagados.”

Chapter 13

13:1  “Todo esto lo han visto mis ojos; mis oídos lo han oído y lo comprendieron.

13:2  Lo que vosotros sabéis, lo sé yo también, no soy inferior a vosotros.

13:3  Mas quiero hablar con el Todopoderoso, mi anhelo es discutir con Dios.

13:4  Vosotros fraguáis mentiras; sois médicos inútiles todos.

13:5  Callaos, por fin; que os será reputado por sabiduría.

13:6  Oíd, por favor, mi defensa y prestad atención a las razones que alega mi boca.

13:7  ¿Queréis acaso hablar falsedades en favor de Dios, decir mentiras en obsequio suyo?

13:8  ¿Pretendéis prestarle favores, patrocinar la causa de Dios?

13:9  ¿Os sería grato que Él os sondease, o pensáis engañarlo como se engaña a un hombre?

13:10  Os reprenderá sin falta, si solapadamente sois parciales.

13:11  ¿No os causa miedo su majestad? ¿No caerá sobre vosotros su espanto?

13:12  Vuestros argumentos son necedades, y vuestras fortalezas, fortalezas de barro.

13:13  Callaos, que yo hablaré; venga sobre mí lo que viniere.

13:14  Sea lo que fuere, tomaré mi carne entre mis dientes, y pondré mi alma en mi mano.

13:15  Aunque Él me matase y yo nada tuviese que esperar, defendería ante Él mi conducta.

13:16  Al fin Él mismo me defenderá; porque el impío no puede comparecer en su presencia.

13:17  Escuchad atentamente mi palabra, mis argumentos os penetren el oído.

13:18  Tengo bien preparada (mi) causa, y sé que seré justificado.

13:19  ¿Quién quiere litigar conmigo? pues si yo callara, me moriría.

13:20  Solo dos cosas alejes de mí; y no me esconderé de tu presencia:

13:21  que retires de mí tu mano, y no me espanten más tus terrores.

13:22  Luego llama, y yo contestaré; o hablaré yo, y Tú me respondes.

13:23  ¿Cuántos son mis delitos y pecados? Dime mis faltas y transgresiones.

13:24  ¿Por qué ocultas tu rostro, y me tienes por enemigo tuyo?

13:25  ¿Quieres aterrar una hoja que lleva el viento, perseguir una paja reseca?

13:26  Porque decretas contra mí penas tan amargas, y me imputas las faltas de mi mocedad.

13:27  Pones mis pies en el cepo, observas todos mis pasos y acechas las plantas de mis pies.

13:28  Me consumo como un (leño) carcomido, como ropa roída por la polilla.”

Chapter 14

14:1  “El hombre, nacido de mujer, vive corto tiempo, y se harta de miserias.

14:2  Brota como una flor, y se marchita, huye como la sombra, y no tiene permanencia.

14:3  ¿Sobre un tal abres Tú los ojos, y me citas a juicio contigo?

14:4  ¡Oh, si se pudiera sacar cosa limpia de lo inmundo! Nadie lo puede.

14:5  Ya que Tú has determinado los días (del hombre) y fijado el número de sus meses; le señalaste un término que no puede traspasar;

14:6  aparta de él tu mirada para que repose, hasta que, como el jornalero cumpla sus días.

14:7  El árbol tiene esperanza; siendo cortado, no deja de retoñar, y no cesan sus renuevos.

14:8  Aun cuando envejeciere su raíz en la tierra, y haya muerto en el polvo su tronco,

14:9  sintiendo el agua retoña, y echa ramas como planta (nueva).

14:10  EI hombre si muere, queda postrado; si expira, ¿dónde va a parar?

14:11  Como las aguas del lago se están evaporando y el río se agota y se seca,

14:12  así el hombre cuando se acuesta no se levanta más. No despertará, hasta que se hayan consumido los cielos; ni se levantará de su sueño.

14:13  ¡Ojalá me escondieras en el scheol, para ocultarme hasta que pase tu ira; y me fijases un plazo para acordarte de mí!

14:14  Muerto el hombre ¿podrá volver a vivir? entonces todos los días de mi milicia esperaría la hora de mi relevo.

14:15  Entonces respondería a tu llamado, y Tú amarías la obra de tus manos.

14:16  Pero ahora cuentas mis pasos, tienes el ojo abierto sobre mi pecado.

14:17  Sellada está en una bolsa mi delito, y tienes encerrada mi iniquidad.

14:18  Como un monte se deshace cayendo, y la peña se traslada de su lugar;

14:19  y como el agua cava las piedras, y sus inundaciones se llevan el polvo de la tierra, desbaratas Tú la esperanza del hombre.

14:20  Prevaleces contra él por siempre, y así desaparece; desfiguras su rostro, y lo eliminas.

14:21  Sean honrados sus hijos, él no lo sabe; o sean abatidos, él no se da cuenta de ello.

14:22  Solo siente los propios dolores, solo por sí misma se aflige su alma.”

Chapter 15

15:1  Entonces Elifaz temanita tomó la palabra y dijo:

15:2  “¿Es acaso de sabios responder con argumentos vanos, y llenarse el pecho de viento,

15:3  arguyendo con palabras inútiles, y con razones sin valor?

15:4  De veras, tú destruyes la piedad y socavas el temor de Dios.

15:5  Porque tu boca revela tu iniquidad, adoptas el lenguaje de los arteros.

15:6  Tu propia boca, y no yo, te condena, tus mismos labios testifican contra ti.

15:7  ¿Naciste tú el primero de los hombres, saliendo a la luz antes que los montes?

15:8  ¿Escuchaste tú los secretos de Dios, secuestraste para ti la sabiduría?

15:9  ¿Qué sabes tú, que no sepamos nosotros? ¿En qué nos supera tu sabiduría?

15:10  También entre nosotros hay cabezas canas y hombres de edad, más avanzados en días que tu padre.

15:11  ¿Acaso tienes en poco las consolaciones de Dios, y las suaves palabras que se te dicen.

15:12  ¿Adónde te lleva tu corazón, y qué significa el pestañeo de tus ojos?

15:13  ¿Por qué diriges contra Dios tu ira, y profiere tu boca tales palabras?

15:14  ¿Qué es el hombre para aparecer inocente; el nacido de mujer, para ser justo?

15:15  Pues Él no se fía ni de sus santos; los mismos cielos no están limpios a su vista;

15:16  ¿cuánto menos este ser, abominable y perverso, el hombre, que bebe como agua la iniquidad?

15:17  Te voy a enseñar; escúchame; te voy a contar lo que he visto,

15:18  lo que los sabios enseñan sin ocultar nada, — (como lo recibieron) de sus padres—

15:19  pues a ellos solos fue dado el país, y no pasó extraño alguno entre ellos.

15:20  Todos sus días el impío es atormentado; y el tirano ignora el número de sus años.

15:21  Voz de angustia suena en sus oídos; en plena paz le asalta el devastador.

15:22  Él mismo pierde la esperanza de escapar a las tinieblas; se siente amenazado de la espada;

15:23  vaga buscando alimento, (diciendo): ¿En dónde está? sabe que es inminente el día de las tinieblas;

15:24  le aterran angustia y tribulación, le acometen como un rey listo para la guerra.

15:25  Pues extendió su mano contra Dios, se exaltó contra el Todopoderoso.

15:26  Corre contra Él, erguido el cuello, ocultándose detrás de sus escudos,

15:27  cubierto el rostro con su gordura, con capas de grosura sus lomos.

15:28  Vive en ciudades asoladas, en casas inhabitadas, destinadas a convertirse en ruinas.

15:29  Por eso no será rico, sus bienes no durarán, y su hacienda no se extenderá sobre la tierra.

15:30  Nunca escapará a las tinieblas; la llama abrasará sus renuevos, y él será llevado por el soplo de la boca de (Dios).

15:31  No confíe en una engañosa vanidad; la misma vanidad será su recompensa.

15:32  Ella le llegará antes que se acaben sus días, y sus ramas no reverdecerán ya más.

15:33  Sacudirá como la vid sus uvas, aun estando en cierne, y como el olivo dejará caer su flor.

15:34  La casa del impío es estéril, y el fuego consume la morada del que se deja sobornar.

15:35  Concibe penas y engendra maldades, nutriendo en su seno el engaño.”

Chapter 16

16:1  Respondió Job y dijo:

16:2  “Muchas cosas como estas he oído ya. Consoladores molestos sois todos.

16:3  ¿Cuándo tendrán fin estas palabras de viento? ¿O qué te incita a responder así?

16:4  Yo podría hablar como vosotros, si estuvierais en mi lugar.

16:5  Os dirigiría un montón de palabras, y menearía contra vosotros mi cabeza.

16:6  Os alentaría con mi boca, y os consolaría con el movimiento de mis labios.

16:7  Mas ahora, aunque hablo, no se mitiga mi dolor, y si callo, ¿acaso por eso se aleja de mí?

16:8  Ahora se han agotado mis fuerzas; Tú has destruido toda mi familia.

16:9  Me has asido y esto es un testimonio (contra mí); se levanta contra mí mi flacura, acusándome cara a cara.

16:10  Su ira me despedaza y me persigue; rechina contra mí sus dientes; enemigo mío, aguza sus ojos contra mí.

16:11  Han abierto contra mí su boca; me insultan, me hieren en las mejillas; a una se han coaligado contra mí.

16:12  Dios me ha entregado al perverso, me ha arrojado en manos de malvados.

16:13  Vivía yo en paz, pero Él me sacudió; me asió por la cerviz, me hizo trizas, y me eligió por blanco suyo.

16:14  Me rodean arqueros, traspasa mis riñones sin piedad y derrama por tierra mi hiel.

16:15  Me inflige herida sobre herida, corre contra mí cual gigante.

16:16  He cosido un saco sobre mi piel, he revuelto en el polvo mi rostro.

16:17  Mi cara está hinchada de tanto llorar, y la sombra de la muerte cubre mis párpados,

16:18  aunque no hay injusticia en mí y mi oración es pura.

16:19  ¡Tierra, no cubras mi sangre, y no sofoques en tu seno mi clamor!

16:20  Aún hay un testigo mío en el cielo, en lo alto reside el que da testimonio en mi favor.

16:21  Mis amigos me escarnecen, mas mis ojos buscan llorando a Dios.

16:22  ¡Ojalá que hubiera juez entre el hombre y Dios, así como lo hay entre el hijo del hombre y su prójimo.

16:23  El número de mis años se va pasando, y el camino que sigo no tiene vuelta.”

Chapter 17

17:1  “Mi aliento se agota, mis días se apagan, y (me aguarda) el sepulcro.

17:2  ¿No son mofadores los que me rodean? ¿No veo sin cesar sus provocaciones?

17:3  (Oh Dios), sé Tú mi fiador; ¿quién podría entonces apretarme?

17:4  Pues cerraste su corazón a la sabiduría; no permitas que se ensalcen.

17:5  Prometen la presa a sus amigos, en tanto se consumirán los ojos de sus mismos hijos.

17:6  Soy la fábula de las gentes, y como un hombre a quien se escupe en la cara.

17:7  Mis ojos pierden la vista a causa de aflicción, y mis miembros todos no son más que una sombra.

17:8  Los rectos se pasman de ello, y el inocente se alza contra el impío.

17:9  Con todo, el justo sigue su camino, y el que tiene limpias las manos se hace cada vez más fuerte.

17:10  Vosotros, volved todos, venid aquí, que no hallaré entre vosotros un solo sabio.

17:11  Pasaron mis días, están desbaratados mis proyectos, los deseos de mi corazón.

17:12  Me convierten la noche en día, y en medio de las tinieblas (dicen) que la luz está cerca.

17:13  Por más que espere, el sepulcro es mi morada, en las tinieblas tengo mi lecho.

17:14  A la fosa he dicho: «Tú eres mi padre»; y a los gusanos: «¡Mi madre y mis hermanos!»

17:15  ¿Dónde, pues, está mi esperanza? Mi dicha, ¿quién la verá?

17:16  Bajarán a las puertas del scheol si de veras en el polvo hay descanso.”

Chapter 18

18:1  Entonces Baldad suhita tomó la palabra, y dijo:

18:2  “¿Cuándo acabaréis de hablar? Pensad primero, luego hablaremos.

18:3  ¿Por qué nos reputas por bestias, y somos unos estúpidos a tus ojos?

18:4  Tú que te desgarras en tu furor, ¿quedará sin ti abandonada la tierra, o cambiarán de lugar las peñas?

18:5  Sí, la luz de los malos se apaga, no brillará más la llama de su fuego.

18:6  La luz se oscurecerá en su morada, y encima de él se apagará su lámpara.

18:7  Se cortarán sus pasos tan vigorosos, le precipitará su propio consejo;

18:8  pues meterá sus pies en la red, y caminará sobre una trampa.

18:9  Un lazo le enredará el calcañar, y será aprisionado en la red.

18:10  Ocultas están en el suelo sus sogas, y la trampa está en su senda.

18:11  Por todas partes le asaltan terrores, que le embarazan los pies.

18:12  Su robustez es pasto del hambre, y a su lado está la perdición,

18:13  que roerá los miembros de su cuerpo; serán devorados por el primogénito de la muerte.

18:14  Arrancado será de su morada donde se creía seguro; le arrastrarán al rey de los espantos.

18:15  Nadie de los suyos habitará su tienda, azufre será sembrado sobre su morada.

18:16  Por abajo se secarán sus raíces, y por arriba le cortarán las ramas.

18:17  Perecerá en la tierra su memoria, ya no se oirá su nombre en las plazas.

18:18  De la luz le arrojarán a la tiniebla, y lo echarán fuera del mundo.

18:19  No dejará hijo ni posteridad en su pueblo, ni sobreviviente en el lugar de su peregrinación.

18:20  En el día (de su caída) se pasmará el Occidente, y el Oriente se sobrecogerá de espanto.

18:21  Así son las moradas de los impíos, y tal es el paradero del que no conoce a Dios.”

Chapter 19

19:1  Respondió Job y dijo:

19:2  “¿Hasta cuándo afligiréis mi alma, y queréis majarme con palabras?

19:3  Ya diez veces me habéis insultado, y no os avergonzáis de ultrajarme.

19:4  Aunque yo realmente haya errado, soy yo quien pago mi error.

19:5  Si queréis alzaros contra mí, alegando en mi desfavor mi oprobio,

19:6  sabed que es Dios quien me oprime, y me ha envuelto en su red.

19:7  He aquí que alzo el grito por ser oprimido, pero nadie me responde; clamo, pero no hay justicia.

19:8  Él ha cerrado mi camino, y no puedo pasar; ha cubierto de tinieblas mis sendas.

19:9  Me ha despojado de mi gloria, y de mi cabeza ha quitado la corona.

19:10  Me ha arruinado del todo, y perezco; desarraigó, como árbol, mi esperanza.

19:11  Encendió contra mí su ira, y me considera como enemigo suyo.

19:12  Vinieron en tropel sus milicias, se abrieron camino contra mí y pusieron sitio a mi tienda.

19:13  A mis hermanos los apartó de mi lado, y mis conocidos se retiraron de mí.

19:14  Me dejaron mis parientes, y mis íntimos me han olvidado.

19:15  Los que moran en mi casa, y mis criadas me tratan como extraño; pues soy un extranjero a sus ojos.

19:16  Llamo a mi siervo, y no me responde, por más que le ruegue con mi boca.

19:17  Mi mujer tiene asco de mi hálito, y para los hijos de mis entrañas no soy más que hediondez.

19:18  Me desprecian hasta los niños; si intento levantarme se mofan de mí.

19:19  Todos los que eran mis confidentes me aborrecen, y los que yo más amaba se han vuelto contra mí.

19:20  Mis huesos se pegan a mi piel y a mi carne, y tan solo me queda la piel de mis dientes.

19:21  ¡Compadeceos de mí, compadeceos de mí, a lo menos vosotros, amigos míos, pues la mano de Dios me ha herido!

19:22  ¿Por qué me perseguís como Dios, y ni os hartáis de mi carne?

19:23  ¡Oh! que se escribiesen mis palabras y se consignaran en un libro,

19:24  que con punzón de hierro y con plomo se grabasen en la peña para eterna memoria!

19:25  Mas yo sé que vive mi Redentor, y que al fin se alzará sobre la tierra.

19:26  Después, en mi piel, revestido de este (mi cuerpo) veré a Dios (de nuevo) desde mi carne.

19:27  Yo mismo le veré; le verán mis propios ojos, y no otro; por eso se consumen en mí mis entrañas.

19:28  Vosotros diréis entonces: «¿Por qué lo hemos perseguido?» Pues quedará descubierta la justicia de mi causa.

19:29  Temed la espada, porque terribles son las venganzas de la espada; para que sepáis que hay un juicio.”

Chapter 20

20:1  Entonces Sofar naamatita tomó la palabra y dijo:

20:2  “Por eso mis pensamientos me sugieren una respuesta, y a eso me mueve mi interior.

20:3  He oído la reprensión con que me insultas, mas el espíritu que tengo me impulsa a responder según mi saber.

20:4  ¿No sabes tú, que desde siempre, desde que hay hombre sobre la tierra,

20:5  el gozo de los malos es breve, y la alegría del impío un instante?

20:6  Aunque su arrogancia alcance hasta el cielo, y su cabeza toque las nubes,

20:7  como su estiércol, para siempre perecerá; los que le vieron, dirán: «¿Dónde está?»

20:8  Como un sueño volará, y no lo hallarán; desaparecerá cual visión nocturna.

20:9  El ojo que le vio no le verá más, no verá otra vez su lugar.

20:10  Sus hijos andarán pidiendo el favor de los pobres, y sus manos restituirán su riqueza.

20:11  Sus huesos llenos aún de juvenil vigor, yacerán con él en el polvo.

20:12  Por dulce que sea el mal en su boca, y por más que lo oculte bajo su lengua,

20:13  si lo saborea y no lo suelta, si lo retiene en su paladar,

20:14  su manjar se convierte en sus entrañas, hiel de áspid se volverá en su interior.

20:15  Se tragó riquezas, pero las vomitará; Dios se las arrancará de su vientre.

20:16  Chupará veneno de áspides, y la lengua de la víbora le matará.

20:17  Jamás verá los arroyos, los ríos, los torrentes de miel y de leche.

20:18  Devolverá lo que ganó, y no se lo tragará; será como riqueza prestada, en que no se puede gozar.

20:19  Por cuanto oprimió y desamparó al pobre, robó casas que no había edificado,

20:20  y no se hartó su vientre, por eso no salvará nada de lo que tanto le gusta.

20:21  Nada escapaba a su voracidad, por eso no durará su prosperidad.

20:22  En medio de toda su abundancia le sobrevendrá la estrechez; toda clase de penas le alcanzará.

20:23  Cuando se pone a llenarse el vientre, (Dios) le manda el furor de su ira, y hará llover sobre él su castigo.

20:24  Si huye de las armas de hierro, le traspasará el arco de bronce.

20:25  Se saca (la flecha), y sale de su cuerpo, se la arranca de su hiel cual hierro resplandeciente, y vienen sobre él los terrores;

20:26  una noche oscura traga sus tesoros, le consumirá fuego no encendido (por hombre); devorará cuanto quedare en su tienda.

20:27  El cielo descubrirá su iniquidad, y la tierra se levantará contra él.

20:28  La riqueza de su casa desaparecerá, será desparramada en el día de Su ira.

20:29  Tal es la suerte que Dios al impío tiene reservada, y la herencia que Dios le ha asignado.”

Chapter 21

21:1  Replicó Job y dijo:

21:2  “Escuchad bien mis palabras. Que me deis, a lo menos, este consuelo.

21:3  Toleradme, para que pueda hablar; y cuando haya hablado, podréis burlaros.

21:4  ¿Por ventura me quejo de un hombre? ¿Cómo no ha de impacientarse mi espíritu?

21:5  Miradme y espantaos, y poned la mano sobre la boca.

21:6  Yo, de solo pensarlo, tiemblo, y se apodera de mí un escalofrío.

21:7  ¿Cómo es que viven los inicuos, alcanzan muchos años y gran fuerza?

21:8  Sus hijos viven en su presencia, y sus vástagos ante sus ojos.

21:9  Sus casas están en paz, sin temer nada, y la vara de Dios no los alcanza.

21:10  Sus toros son siempre fecundos, sus vacas paren y no abortan.

21:11  Como manadas de ovejas salen sus pequeñuelos, y sus niños saltan (de gozo).

21:12  Bailan al son de la pandereta y de la cítara, y se regocijan al son de la flauta.

21:13  Pasan en delicias sus días, y sin darse cuenta bajan al sepulcro.

21:14  Y, sin embargo, estos dicen a Dios: «Retírate de nosotros, no nos gusta conocer tus caminos.

21:15  ¿Qué es el Todopoderoso para que le sirvamos? ¿Qué ganaremos rogándole?»

21:16  ¿No está su fortuna en sus manos? ¡Lejos de mí el consejo de los impíos!

21:17  Pues ¡cuántas veces se apaga la lámpara de los malvados, y viene sobre ellos su destrucción! ¡Y cuántas veces (Dios) en su ira les asigna dolores!

21:18  Son como hojarasca llevada por el viento, como tamo que arrebata un torbellino.

21:19  (Dicen) que Dios guarda para los hijos la iniquidad del (padre). ¡Que le castigue a él, para que sepa!

21:20  ¡Vean sus propios ojos su ruina, y beba él mismo la ira del Omnipotente!

21:21  Pues ¿qué interés puede tener él por el futuro de su casa, cuando se le cortare el número de sus meses?

21:22  ¿Es acaso a Dios, a quien se puede enseñar sabiduría, siendo Él quien juzga a los grandes?

21:23  Uno muere en su pleno vigor, enteramente feliz y tranquilo,

21:24  cubiertas sus entrañas de grosura, bien empapada la médula de sus huesos;

21:25  y; otro muere en amargura de alma, sin haber gozado de los bienes.

21:26  Pero yacen en el polvo de modo igual, y los cubren los gusanos.

21:27  Ya conozco vuestros pensamientos, y los planes insidiosos que fraguáis contra mí.

21:28  Porque decís: «¿Dónde está la casa del opresor? ¿Qué se hizo de la tienda que habitaban los impíos?»

21:29  ¿No habéis preguntado jamás a los que pasan por el camino? Por eso tampoco conocéis lo que os indican:

21:30  que en el día de la perdición es salvado el impío, y que escapa en el día de la ira.

21:31  ¿Quién le echa en cara su conducta? y por lo que hizo ¿quién lo castiga?

21:32  Es llevado al sepulcro (con honor), y sobre su túmulo se vela.

21:33  Leves le son los terrones del valle; y todos siguen en pos de él, así como no tienen número los que van delante de él.

21:34  ¿Cómo pues me consoláis con vanas palabras si vuestras respuestas no son más que perfidia?”

Chapter 22

22:1  Entonces Elifaz temanita tomó la palabra y dijo:

22:2  “¿Puede el hombre ser útil a Dios? Solo a sí mismo es útil el sabio.

22:3  ¿Qué provecho tiene el Todopoderoso de que tú seas justo? ¿O qué ventaja, si son perfectos tus caminos?

22:4  ¿Te castiga acaso por tu piedad, y entra en juicio contigo?

22:5  ¿No es inmensa tu malicia, y no son innumerables tus maldades?

22:6  Exigiste prendas a tus hermanos, sin justo motivo, y despojaste al desnudo de su ropa.

22:7  No diste agua al desfallecido, y al hambriento le negaste el pan,

22:8  ya que el hombre de brazo (fuerte) ocupa la tierra, y se adueñan de ella los que gozan de privilegios.

22:9  A las viudas las despachaste con las manos vacías, y rompiste los brazos al huérfano.

22:10  Por eso estás cercado de lazos, y te aterra de improviso el espanto.

22:11  (Te cubren) tinieblas y no puedes ver; te inundan aguas desbordadas.

22:12  ¿No está Dios en lo alto del cielo? Mira las sublimes estrellas: ¡Qué altura!

22:13  Y tú dices: «¿Qué sabe Dios? ¿acaso juzga a través de las nubes?

22:14  Nubes espesas le envuelven y no puede ver; se pasea por el circuito del cielo.»

22:15  ¿Quieres tú acaso seguir aquel antiguo camino, por donde marcharon los malvados?

22:16  Fueron arrebatados antes de tiempo, y sobre sus cimientos se derramó un diluvio.

22:17  Decían a Dios: «¡Apártate de nosotros! ¿Qué podrá hacernos el Todopoderoso?»

22:18  Y Él llenaba sus casas de bienes. ¡Lejos de mí el consejo de los impíos!

22:19  Los justos verán y se alegrarán (de su ruina), y los inocentes se reirán de ellos,

22:20  (diciendo): «No ha sido aniquilada su fuerza, y sus restos consumidos por el fuego?»

22:21  Reconcíliate con Él, y tendrás paz; así te vendrá la felicidad.

22:22  Recibe de su boca la Ley, y pon sus palabras en tu corazón.

22:23  Serás restablecido, si te convirtieres al Omnipotente, y apartas de tu tienda la iniquidad.

22:24  Echa al polvo el oro, y entre los guijarros del arroyo (los tesoros de) Ofir;

22:25  y será el Todopoderoso tu tesoro, y caudal de plata para ti.

22:26  Entonces te gozarás en el Omnipotente, y alzarás tu rostro hacia Dios.

22:27  Le rogarás, y Él te escuchará; y tú le cumplirás tus votos.

22:28  Si proyectas una cosa, te saldrá bien, y sobre tus caminos brillará la luz.

22:29  Si te abaten, podrás decir: «¡Arriba!» pues Él salva a los que humildemente bajan los ojos.

22:30  Se salvará el inocente, será librado por la pureza de sus manos.”

Chapter 23

23:1  Respondió Job y dijo:

23:2  Cierto que hoy es amarga mi queja; pero más grande que ella es mi carga.

23:3  ¡Oh, quién me diera a conocer dónde hallarle a Él! Me llegaría hasta su trono,

23:4  expondría delante de Él mi causa, y llenaría mi boca de argumentos.

23:5  Quisiera saber las palabras que Él me respondería, y entender sus razones.

23:6  ¿Acaso me opondría Él su gran poder? ¡No! Seguro que me atendería.

23:7  Entonces el justo disputaría con Él; para siempre quedaría yo absuelto por el que me juzga.

23:8  Pero si voy al oriente, no está allí, si hacia el occidente, no le diviso,

23:9  si me vuelvo al norte, no le descubro, si hacia el mediodía, tampoco le veo.

23:10  Él, empero, conoce el camino que sigo. Que me pruebe; yo saldré como el oro.

23:11  Mi pie siguió siempre sus pasos, guardé siempre su camino sin desviarme en nada.

23:12  No me he apartado del mandamiento de sus labios, más que mis necesidades personales he atendido las palabras de su boca.

23:13  Pero Él no cambia de opinión; ¿quién podrá disuadirle? Lo que le place, eso lo hace,

23:14  ÉL cumplirá lo decretado sobre mí; y aún tiene planeadas muchas cosas semejantes.

23:15  Por eso estoy turbado ante Él; cuando pienso en ello, me sobreviene temor.

23:16  Dios ha aterrado mi corazón, el Omnipotente me ha conturbado.

23:17  Porque lo que me consume no es la tiniebla, ni la oscuridad que me cubre el rostro.”

Chapter 24

24:1  “¿Por qué el Todopoderoso no fija tiempos (para el juicio)? ¿y por qué los que le conocen no saben el día fijado por Él?

24:2  Hay quienes remueven mojones, roban rebaños y los apacientan;

24:3  se llevan el asno de los huérfanos, toman en prenda el buey de la viuda;

24:4  no dejan pasar a los pobres por el camino, y todos los humildes del país se esconden.

24:5  Mira cómo estos salen a su trabajo como los asnos monteses del desierto, buscando una presa hasta la tarde, sin hallar alimento para sus hijos.

24:6  En el campo cortan el trigo (ajeno), y vendimian la viña del inicuo.

24:7  Pasan la noche desnudos, por falta de ropa, no tienen abrigo contra el frío.

24:8  Mojados con las lluvias de las montañas se acurrucan contra las peñas, porque no tienen donde abrigarse.

24:9  (Y hay opresores que) arrancan al huérfano del pecho, y toman en prenda la ropa de los pobres,

24:10  que andan desnudos sin vestidos, cargan hambrientos con las gavillas;

24:11  exprimen el aceite entre sus muros, y sedientos pisan sus lagares.

24:12  Desde la ciudad se oyen gemidos y clama el alma de los muertos; pero Dios no atiende su oración.

24:13  Y hay quienes aborrecen la luz; no conocen sus caminos, ni quieren atenerse a sus senderos.

24:14  Al alba se levanta el homicida para matar al desvalido y al pobre, y en la oscuridad sale como ladrón.

24:15  Aguarda la noche el ojo del adúltero, diciendo: «No me verá ojo alguno» y se emboza la cara.

24:16  Otros de noche fuerzan las casas, y de día se esconden, pues no quieren ver la luz.

24:17  Para todos ellos el alba es sombra de muerte; más los terrores de la noche les son familiares;

24:18  (huyen) veloces sobre la superficie de las aguas. ¡Maldita su prole sobre la tierra! ¡No ande por el camino de sus viñas!

24:19  Como la sequía y el calor absorben las aguas de la nieve, así (engulle) el scheol al pecador.

24:20  Se olvida de él el seno materno, gusanos le comen como dulce manjar, no quedará memoria de su nombre. Como árbol será deshecha la maldad.

24:21  Porque alimentaba a la estéril, que no tenía hijos, y no hacía bien a la viuda.

24:22  Pero (Dios) con su fuerza derriba a los poderosos; se levanta, y ninguno está seguro de su vida.

24:23  Los deja vivir en seguridad y confianza, pero sus ojos velan sobre los caminos de ellos.

24:24  Se ven ensalzados por un poco, y luego desaparecen, son derribados y cosechados como todos los hombres; son segados como espigas del trigal.

24:25  Si no es así, ¿quién me desmentirá y declarará nula mi palabra?”

Chapter 25

25:1  Entonces Baldad suhita, tomó la palabra y dijo:

25:2  “Suyos son el dominio y el terror, Él mantiene la paz en sus alturas,

25:3  ¿No es innumerable su milicia? ¿Sobre quién no se levanta su luz?

25:4  ¿Cómo podría ser justo el hombre delante de Dios, cómo ser puro el nacido de mujer?

25:5  He aquí que ante sus ojos aun la luna no tiene brillo, ni son limpias las estrellas;

25:6  ¡cuánto menos el mortal, ese gusano, el hijo del hombre, que no es más que un vil insecto!”

Chapter 26

26:1  Replicó Job y dijo:

26:2  “¡Cómo sabes ayudar tú al flaco, y sostener el brazo del que carece de fuerza!

26:3  ¿Qué consejo has dado al falto de sabiduría? ¿qué plenitud de saber has ostentado?

26:4  ¿A quién dirigiste estas palabras? ¿y de quién es el espíritu que procede de tu boca?

26:5  Hasta los muertos tiemblan, bajo las aguas con sus habitantes.

26:6  El mismo scheol está ante Él desnudo, y el abismo carece de velo.

26:7  Él tendió el septentrión sobre el vacío, y colgó la tierra sobre la nada.

26:8  Él encierra las aguas en sus nubes, y no se rompen las nubes bajo su peso.

26:9  Él impide la vista de su trono, tendiendo sobre Él su nube.

26:10  Trazó un círculo sobre el haz de las aguas, hasta donde linda la luz con las tinieblas.

26:11  Las columnas del cielo tiemblan, y se estremecen a una amenaza suya.

26:12  Con su poder revuelve el mar, y con su sabiduría machaca al monstruo.

26:13  Con su soplo hizo serenos los cielos, y su mano formó la fugaz serpiente.

26:14  Esto es solo el borde de sus caminos, es un leve susurro que hemos oído de Él; pues el trueno de su poder ¿quién podría comprenderlo?”

Chapter 27

27:1  Job prosiguió su exposición, diciendo:

27:2  “Por la vida de Dios, quien no me hace justicia, y por la vida del Todopoderoso, que ha colmado de amargura mi alma.

27:3  Mientras en mí quede mi espíritu, y el soplo de Dios en mis narices,

27:4  mis labios no hablarán falsedad, ni mi lengua proferirá mentira.

27:5  Lejos de mí daros la razón, hasta que fallezca defenderé mi inocencia.

27:6  Sostengo mi justicia, y no cederé; mi conciencia no condena a ninguno de mis días.

27:7  Sea tratado como malvado mi enemigo, y mi adversario, como perverso.

27:8  Pues ¿cuál es la esperanza del hipócrita, cuando Dios le corta la vida, y le arranca el alma?

27:9  ¿Acaso Dios oirá sus gritos cuando le sobrevenga la angustia?

27:10  ¿Podrá deleitarse en el Omnipotente, invocar a Dios en todo tiempo?

27:11  Os mostraré la conducta de Dios; no ocultaré los planes del Todopoderoso.

27:12  Si todos vosotros lo habéis visto, ¿por qué os agotáis en vanos discursos?

27:13  Esta es la suerte que Dios reserva al malvado, y la herencia de los violentos de parte del Todopoderoso:

27:14  Si tiene muchos hijos, es para la espada, y sus nietos nunca se hartan de pan.

27:15  Sus sobrevivientes serán sepultados por la muerte, y sus viudas no los llorarán.

27:16  Aunque amontone plata como tierra, y como lodo acumule vestidos,

27:17  el los prepara, pero se vestirá de ellos el justo, y el inocente poseerá su plata.

27:18  La casa que él hace es como la de la polilla, como la cabaña que construye el guarda campo.

27:19  Se acuesta rico, y no se levanta más, abre sus ojos y deja de existir.

27:20  Cual diluvio caen sobre él terrores, le arrastra un torbellino nocturno.

27:21  Le arrebata el solano, y se va; le arranca de su lugar a manera de un huracán.

27:22  Pues Él se le echa encima sin piedad. Busca cómo escaparse de sus manos;

27:23  pero se baten las manos sobre él, y le silbarán echándolo de su propio lugar.”

Chapter 28

28:1  “La plata tiene sus veneros, y el oro su lugar donde lo acrisolan.

28:2  El hierro se saca de la tierra, y de la piedra fundida el cobre.

28:3  El (hombre) pone fin a las tinieblas, y hasta en lo más profundo, excava las piedras (escondidas) en densa oscuridad.

28:4  Abre galerías, lejos de la habitación humana donde, ignorado de los transeúntes, (trabaja) descolgándose y balanceando el cuerpo.

28:5  La tierra, de donde sale el pan, está revuelta en sus entrañas como por el fuego,

28:6  pues en sus piedras hay zafiros; y sus terrones contienen oro.

28:7  Sendas hay que no conoce el águila, ni puede verlas el ojo del halcón.

28:8  No las pisan las fieras, ni pasó jamás por ellas león.

28:9  Al pedernal extiende su mano, explorando la raíz de los montes.

28:10  Abre zanjas a través de las rocas, y su ojo ve todo lo precioso.

28:11  Detiene las goteras de las aguas y saca a luz lo que estaba escondido.

28:12  Mas la sabiduría ¿dónde se halla? ¿Dónde reside la inteligencia?

28:13  No conoce el hombre su valor y nadie puede encontrarla en la tierra de los vivientes.

28:14  El abismo dice: «No está en mí»; y el mar responde: «Tampoco conmigo está».

28:15  No se compra con oro finísimo, ni se pesa plata a cambio de ella.

28:16  No se la compensa con el oro de Ofir, ni con el ónice precioso, ni con el zafiro.

28:17  No se la equipara al oro, ni al vidrio, ni se la cambia por vasos de oro puro.

28:18  Corales y cristal ni se mencionan; la posesión de la sabiduría vale más que las perlas.

28:19  No le es igual el topacio de Etiopía; el oro más puro no alcanza su valor.

28:20  ¿De dónde, pues, viene la sabiduría? ¿Cuál es el lugar de la inteligencia?

28:21  Ocúltase a los ojos de todo viviente, y aun a las aves del cielo no se revela.

28:22  El abismo y la muerte dicen: «Hemos oído hablar de ella.»

28:23  Mas su camino solo conoce Dios, Él sabe dónde ella reside.

28:24  Porque su vista alcanza los extremos de la tierra; Él ve cuanto hay bajo todo el cielo.

28:25  Cuando fijó el peso del viento, y estableció la medida de las aguas;

28:26  cuando dio leyes a la lluvia, y trazó el camino de las tempestades,

28:27  entonces Él la vio, y la describió; la estableció y la escudriñó,

28:28  y dijo al hombre: «El temor del Señor, esta es la sabiduría, y huir del mal, esta es la inteligencia».”

Chapter 29

29:1  Siguió Job explicando y dijo:

29:2  “¡Ojalá volviera a ser como en los meses pasados, como en los días en que Dios me protegía,

29:3  cuando su luz brillaba sobre mi cabeza, y su luz me guiaba en las tinieblas!

29:4  ¿Cuál era en la madurez de mi vida, cuando era amigo de Dios y Este guardaba mi morada;

29:5  cuando el Todopoderoso estaba conmigo, y me rodeaban mis hijos;

29:6  cuando lavaba mis pies con leche, y de la roca me brotaban ríos de aceite.

29:7  (En aquel tiempo) cuando yo salía a la puerta de la ciudad, y en la plaza establecía mi asiento,

29:8  los jóvenes al verme se retiraban, y los ancianos se levantaban, y se mantenían en pie.

29:9  Los príncipes contenían la palabra, y ponían su mano sobre la boca.

29:10  Se callaba la voz de los magnates y su lengua se pegaba a su paladar.

29:11  El que me escuchaba, me llamaba dichoso, y el ojo que me veía, daba señas en favor mío.

29:12  Yo libraba al pobre que pedía auxilio, y al huérfano que no tenía sostén.

29:13  Sobre mí venía la bendición del que hubiera perecido, y yo alegraba el corazón de la viuda.

29:14  Me revestía de justicia, y esta me revestía a mí, mi equidad me servía de manto y tiara.

29:15  Era yo ojo para el ciego, y pie para el cojo,

29:16  padre de los pobres, que examinaba con diligencia aun la causa del desconocido.

29:17  Quebraba los colmillos del malvado, y de sus dientes arrancaba la presa.

29:18  Por lo cual me decía: «Moriré en mi nido, y mis días serán tan numerosos como la arena;

29:19  mi raíz se extenderá hacia las aguas, y el rocío pasará la noche en mis hojas.

29:20  Será siempre nueva en mí la gloria mía, y mi arco se renovará en mi mano.»

29:21  A mí me escuchaban sin perder la paciencia, aguardando silenciosamente mi consejo.

29:22  Después de hablar ya no respondía nadie, porque (cual rocío) caían sobre ellos mis palabras.

29:23  Me esperaban como se espera la lluvia, abrían su boca como a la lluvia tardía.

29:24  Si les sonreía estaban admirados, y se alegraban de esa luz de mi rostro.

29:25  Yo decidía su conducta y me sentaba a la cabecera, habitaba como un rey entre sus tropas, cual consolador un medio de los afligidos.”

Chapter 30

30:1  “Mas ahora se ríen de mí los que tienen menos años que yo, a cuyos padres yo hubiera desdeñado de tomar como perros para mi ganado.

30:2  Aun la fuerza de sus manos ¿de qué me habría servido? ya que carecen ellos de todo vigor.

30:3  Muertos de miseria y de hambre roen el yermo, la tierra desolada y vacía.

30:4  Recogen frutos amargos de arbustos, y se sustentan con raíces de retama.

30:5  Expulsados de la sociedad, y perseguidos con gritos habitan como ladrones,

30:6  en los barrancos de los torrentes, en las cuevas de la tierra y en las breñas.

30:7  Entre la maleza lanzan sus gritos, y se reúnen bajo las zarzas.

30:8  Son hombres insensatos, hijos de gente sin nombre, echados del país a viva fuerza.

30:9  Y ahora soy escarnecido por ellos y el objeto de sus pullas.

30:10  Me abominan, se apartan de mí; y no se avergüenzan de escupirme en la cara.

30:11  Han perdido todo freno, me humillan y pierden todo respeto en mi presencia.

30:12  A mi derecha se levanta el populacho; hacen vacilar mis pies; traman contra mí maquinaciones para perderme.

30:13  Me cortan el camino, procuran mi caída; nadie me presta auxilio contra ellos.

30:14  Como por brecha ancha irrumpen, se revuelcan entre los escombros.

30:15  Me han acometido terrores, y como el viento se llevan mi nobleza; cual nube pasó mi prosperidad.

30:16  Ahora mi vida se derrama dentro de mí, se han apoderado de mí días aciagos.

30:17  La noche me taladra los huesos, y no me dan tregua los que me roen.

30:18  Su gran muchedumbre ha desfigurado mi vestido; me ciñen como el cabezón de mi túnica.

30:19  Me han echado en el lodo, soy como el polvo y la ceniza.

30:20  A Ti clamo por auxilio, y Tú no me respondes; permanezco en pie, y Tú me miras (con indiferencia).

30:21  Te has tornado para mí en enemigo, y me persigues con todo tu poder.

30:22  Me alzas sobre el viento, y me haces cabalgar; me sacudes sin darme sostén.

30:23  Porque bien sé que me entregarás a la muerte, a la casa adonde van a parar todos los vivientes.

30:24  Sin embargo el que va a perecer ¿no extiende su mano? en su aflicción ¿no pide auxilio?

30:25  ¿No lloraba yo con el atribulado? ¿no se afligía mi alma por el pobre?

30:26  Pero esperando el bien, me vino el mal; aguardando la luz he quedado cubierto de tinieblas.

30:27  Mis entrañas se abrazan sin descanso; me han sobrevenido días de aflicción.

30:28  Ando como quien está de luto, sin alegría, me levanto en la asamblea para clamar por auxilio.

30:29  Soy ahora hermano de los chacales, y compañero de los avestruces.

30:30  Ennegrecida se me cae la piel, y mis huesos se consumen por la fiebre.

30:31  El son de mi cítara se ha trocado en lamentos, y mi flauta en voz de llanto.”

Chapter 31

31:1  “Había ya hecho pacto con mis ojos de no mirar a doncella.

31:2  ¿Cuál es, pues, mi porción desde arriba de parte de Dios, y la herencia que desde lo alto me da el Todopoderoso?

31:3  ¿No es la perdición para el malvado, y la calamidad para los que obran la iniquidad?

31:4  ¿No observa El mis caminos y cuenta todos mis pasos?

31:5  Si yo he seguido la mentira, y mi pie ha corrido tras el fraude,

31:6  ¡péseme Dios en justa balanza y reconozca mi inocencia!

31:7  Si mis pasos se desviaron del camino, si mi corazón se fue tras mis ojos, y si se ha pegado algo a mis manos,

31:8  ¡siembre yo, y coma otro, y sea desarraigado mi linaje!

31:9  Si mi corazón se ha dejado seducir por una mujer, y si anduve acechando a la puerta de mi prójimo,

31:10  ¡muela para otro mi mujer, y encórvense ajenos sobre ella!

31:11  Porque esto es cosa nefanda, un crimen que han de juzgar los jueces;

31:12  un fuego que devora hasta la ruina y destruiría todos mis bienes.

31:13  Si yo he despreciado el derecho de mi siervo, o de mi sierva en su litigio conmigo,

31:14  ¿qué podría hacer yo al levantarse el mismo Dios? Cuando Él viniera a juzgar ¿qué respondería yo?

31:15  El que me hizo en el seno materno, ¿no le hizo también a él? ¿No nos formó uno mismo en la matriz?

31:16  Si he negado al pobre lo que pedía, si he hecho desfallecer los ojos de la viuda;

31:17  si he comido solo mi bocado, sin que comiese de él el huérfano

31:18  —desde mi juventud era padre para este, y desde el seno materno he protegido a aquella—

31:19  si no hice caso del que iba a perecer por falta de vestido, o del pobre que estaba desnudo,

31:20  (y lo dejé) sin que me bendijeran sus carnes al calentarse con el vellón de mis ovejas;

31:21  si alcé mi mano contra el huérfano, por verme apoyado por los jueces,

31:22  ¡despréndase mi hombro de la espalda, y mi brazo sea arrancado del húmero!

31:23  Por cuanto temía el castigo de Dios, no he podido resistir a su majestad.

31:24  Si he puesto en el oro mi confianza, y al oro he dicho: «Mi seguridad eres tú»;

31:25  si tuve gozo por mi grande hacienda, y por haber juntado mucho mi mano;

31:26  si al ver el resplandor del sol, y la brillante carrera de la luna,

31:27  fue seducido en secreto mi corazón, y mi mano les mandó un beso de mi boca,

31:28  también esto sería una maldad, una falta criminal, pues habría negado a Dios en lo alto.

31:29  Si me holgué de la ruina del que me odiaba, y me gocé cuando le sobrevino el mal;

31:30  aunque no presté al pecado mi lengua, pidiendo con maldición su muerte;

31:31  si no decían las gentes de mi casa: «¿Quién de su alimento no se ha saciado?»

31:32  pues jamás el forastero se quedó de noche al descubierto, porque yo abría mis puertas al pasajero;

31:33  si encubrí, como Adán, mi pecado, y oculté en mi seno mi iniquidad,

31:34  temiendo a la gran muchedumbre y el desprecio de los parientes, quedando callado y sin salir de mi casa...

31:35  ¡Oh si hubiese quien me escuchase! He aquí mi firma. ¡Respóndame el Todopoderoso! ¡Que escriba también mi adversario su libelo de acusación!

31:36  Yo lo llevaría sobre mi hombro, me lo ceñiría como diadema.

31:37  (A mi juez) le daré cuenta de todos mis pasos; como a un príncipe me presentaré a él.

31:38  Si contra mi clama mi tierra, y a una lloran sus surcos,

31:39  por haber yo comido sus frutos sin pagar y afligido a sus cultivadores,

31:40  ¡názcanme abrojos en vez de trigo, y cizaña en vez de cebada!” Fin de las palabras de Job.

Chapter 32

32:1  Desistieron aquellos tres hombres de responder a Job; porque este estaba convencido de su inocencia.

32:2  Entonces montó en cólera Eliú, hijo de Baraquel bucita, de la familia de Ram. Montó en cólera contra Job, porque pretendía ser más justo que Dios.

32:3  Se irritó también contra sus tres amigos, por cuanto no habían hallado qué contestar a Job, y con todo lo condenaban.

32:4  Siendo ellos de mayor edad que él, Eliú había tardado en contestar a Job.

32:5  Mas cuando vio que no había más respuesta en la boca de aquellos tres hombres, se indignó sobremanera. Tomó Eliú, hijo de Baraquel, bucita, la palabra y dijo:

32:6  “Siendo yo joven, y vosotros ancianos, tuve miedo, y no me atreví a manifestar mi parecer.

32:7  Yo me decía: Los días han de hablar, y en los muchos años se dará a conocer la sabiduría.

32:8  Pero hay espíritu que reside en el hombre; es el soplo del Todopoderoso el que les da la inteligencia.

32:9  No es lo mismo ser viejo que sabio, no son (siempre) los ancianos los que entienden de justicia.

32:10  Por eso dije: Escuchadme; quiero también yo manifestar mi parecer.

32:11  He aquí que he esperado mientras hablabais, di oídos a vuestros razonamientos hasta el fin de vuestra disputa.

32:12  Sí, os he prestado atención, más ninguno ha convencido a Job; ninguno de vosotros sabe responder a sus palabras.

32:13  No digáis, pues: «Hemos hallado la sabiduría; es Dios quien le castiga, y no hombre alguno.»

32:14  No contra mí ha dirigido él sus palabras; y yo no voy a contestarle con vuestros argumentos.

32:15  Desconcertados ya no responden nada, faltándoles otras palabras.

32:16  He esperado hasta que se callasen, hasta que quedasen atascados sin poder contestar.

32:17  Comenzaré yo a hablar, manifestaré por mi parte mi saber.

32:18  Pues lleno estoy de palabras, me aprieta el espíritu en mi interior.

32:19  Mi pecho es como vino encerrado, cual odre nuevo pronto a reventar.

32:20  Hablaré para desahogarme; abriré mis labios y responderé.

32:21  No haré acepción de personas, no adularé a ningún mortal.

32:22  Pues no sé adular; (si lo hiciera), dentro de poco me llevaría mi Creador.”

Chapter 33

33:1  “Escucha ahora, oh Job, mi palabra, y a todos mis argumentos presta oído.

33:2  He aquí que abro mi boca; se mueve mi lengua para formar palabras en mi paladar.

33:3  Lo que diré viene de un corazón recto, mis labios profieren la pura verdad.

33:4  El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida.

33:5  Respóndeme, si puedes; prepárate para (contender) conmigo; tente dispuesto.

33:6  Mira, yo soy creatura de Dios, igual que tú; también yo fui formado del barro.

33:7  Por eso nada tienes que temer de mí, ni te abrumará el peso de mi persona.

33:8  Ahora bien, tú has dicho oyéndolo yo —bien escuché el son de tus palabras—:

33:9  «Inocente soy, sin pecado, limpio soy, no hay iniquidad en mí.

33:10  Pero Él busca pretextos contra mí, me considera como enemigo suyo;

33:11  pone en el cepo mis pies, observa todos mis pasos.»

33:12  Precisamente en esto no tienes razón; te lo explicaré. Si Dios es más grande que el hombre,

33:13  ¿por qué contiendes con Él, ya que Él no da cuenta de ninguno de sus actos?

33:14  Porque de una manera habla Dios, y también de otra, pero (el hombre) no le hace caso.

33:15  En sueños, en visiones nocturnas, cuando cae letargo sobre los hombres, recostados en sus camas,

33:16  entonces Él abre el oído del hombre, y le instruye en forma secreta,

33:17  para apartarle de su obra. Así le retrae de la soberbia,

33:18  salva su alma de la perdición, y su vida del filo de la espada.

33:19  Corrige también al hombre con dolores en su lecho, y con continua angustia dentro de sus huesos;

33:20  de modo que tiene asco del pan y del bocado más exquisito.

33:21  Vase consumiendo su carne hasta desaparecer, y aparecen sus huesos que no se veían.

33:22  Se acerca su vida al sepulcro, y su existencia a los que la quitan.

33:23  Pero si hay para él un ángel, un intercesor de entre mil, que explique al hombre su deber;

33:24  y que se compadezca de él y diga (a Dios): «Líbrale para que no baje al sepulcro; yo he hallado el rescate (de su alma).»

33:25  Entonces se vuelve más fresca que la de un niño su carne; será como en los días de su juventud;

33:26  implora a Dios, y Este le es propicio. Así contemplará con júbilo su rostro, y (Dios) le devuelve su justicia.

33:27  Cantará entonces entre los hombres, y dirá: «Yo había pecado, había pervertido la justicia, y no me fue retribuido según merecía;

33:28  pues Él me libró del paso al sepulcro, y mi alma ve todavía la luz.»

33:29  Mira, todo esto hace Dios, dos y aun tres veces con el hombre,

33:30  a fin de retraerlo de la muerte, y alumbrarlo con la luz de la vida.

33:31  Atiende, Job; escúchame; calla, que yo hablaré.

33:32  Si tienes algo que decir, respóndeme; habla, pues mi deseo es verte justo.

33:33  Si no, escúchame en silencio, y yo te enseñaré sabiduría.”

Chapter 34

34:1  Tomó de nuevo la palabra Eliú y dijo:

34:2  “Oíd, oh sabios, mis palabras; hombres prudentes, prestadme oído;

34:3  porque el oído prueba las palabras, como el paladar los manjares.

34:4  Procuremos elegirnos lo justo, conozcamos lo bueno en medio nuestro.

34:5  Job dice: «Yo soy justo, pero Dios no quiere hacerme justicia;

34:6  al sostener mi derecho paso por mentiroso; incurable es mi llaga, sin que haya en mi pecado.»

34:7  ¿Qué hombre hay semejante a Job, que se bebe las blasfemias como agua,

34:8  que va en compañía con los obradores de iniquidad, y anda con los hombres perversos?

34:9  Pues dice: «No saca ningún provecho el que procura agradar a Dios.»

34:10  Oídme, por tanto, hombres sensatos: ¡Lejos de Dios la maldad, lejos del Todopoderoso la injusticia!

34:11  Él da a las obras del hombre su pago, retribuye según la conducta de cada uno.

34:12  Es imposible que Dios haga maldad; no viola el Omnipotente la justicia.

34:13  ¿Quién le puso sobre la tierra? ¿Quién le ha confiado el universo?

34:14  Si Él mirase al hombre y retirara hacia sí su espíritu y su soplo,

34:15  de golpe moriría toda carne, y el hombre volvería al polvo.

34:16  Si tienes entendimiento, escucha esto, atiende a la voz de mis palabras.

34:17  ¿Acaso puede gobernar un enemigo de la justicia? ¿Pretendes tú por ventura condenar al Justo poderoso?

34:18  A aquel que dice a un rey: «¡Malvado!» y a los nobles: «¡Perversos!»

34:19  A aquel que no prefiere la persona de los grandes, ni mira al rico más que al pobre, porque todos son obra de sus manos.

34:20  De repente mueren, en medio de la noche; pueblos enteros son sacudidos y desaparecen; son quitados los poderosos, sin fuerza (de hombre).

34:21  Porque Sus ojos observan los caminos del hombre, y Él ve todos sus pasos.

34:22  No hay tiniebla, no hay oscuridad tan densa, que puedan esconderse en ella los obradores de iniquidad.

34:23  Él no necesita tiempo en el examen del hombre, para llamarlo ante Dios a juicio.

34:24  Él quebranta a los poderosos sin necesidad de investigación, y pone a otros en su lugar.

34:25  Por eso, conociendo las obras de ellos los derriba de noche y están destruidos.

34:26  Los castiga, siendo como son malos, en un lugar donde (todos) lo ven,

34:27  porque alejándose de Él, no quisieron saber nada de sus caminos.

34:28  Hicieron llegar a Él el clamor de los humildes, y Él oyó el lamento de los afligidos.

34:29  Cuando Él calla, ¿quién podrá condenarlo? si esconde su rostro, ¿quién le verá, ya sea nación o bien un particular?

34:30  Así pone fin al dominio del impío, para que no sirva más de lazo para el pueblo.

34:31  Si ahora dice a Dios: «He soportado (tu castigo), no pecaré más;

34:32  enséñame Tú lo que yo no veo; si he hecho iniquidad, no la haré más.»

34:33  ¿Acaso Él debe darte el pago según el parecer tuyo, según tu negativa o conformidad? Yo no (pienso) así. Di, pues, lo que sabes.

34:34  Los hombres sensatos me dirán, lo mismo que los sabios que me oyen:

34:35  «Job ha hablado neciamente, sus palabras fueron imprudentes.»

34:36  ¡Ojalá sea Job probado hasta el fin, por sus respuestas de hombre impío!

34:37  Porque a su pecado añade la rebelión, bate palmas en medio de nosotros, y habla cada vez más contra Dios.”

Chapter 35

35:1  Tomando de nuevo la palabra dijo Eliú:

35:2  “¿Acaso te parece justo decir: «Yo tengo razón contra Dios?»

35:3  Ya que dices: “¿Qué provecho tienes Tú, o qué ventaja tengo yo de mi pecado?”

35:4  Voy a darte respuesta, a ti y a tus compañeros.

35:5  Dirige tu mirada hacia el cielo y ve; y contempla el firmamento que es más alto que tú.

35:6  Si pecas, ¿qué le haces a Él? y si multiplicas tus transgresiones, ¿qué (daño) le causas?

35:7  Si eres justo, ¿qué le das con ello? o ¿qué recibe Él de tu mano?

35:8  Solamente a un hombre como tú dañará tu maldad, y tu justicia (aprovecha solo) a un hijo de hombre.

35:9  Gritan (los desgraciados), bajo la violencia de la opresión, y piden auxilio contra el brazo de los poderosos;

35:10  mas ninguno dice: «¿Dónde está Dios, mi Creador, el cual inspira canciones de alegría en medio de la noche,

35:11  que nos da más ilustración que a las bestias de la tierra, y más inteligencia que a las aves del cielo?»

35:12  Entonces gritan; pero Él no responde, a causa de la soberbia de los malvados.

35:13  Pues Dios no atiende ruegos vanos; el Omnipotente no los considera.

35:14  Pero si dices que Él no lo ve, la causa está delante de Él; espera su sentencia.

35:15  Pero ahora (que Dios) tarda en descargar su ira, y no castiga con rigor la necedad,

35:16  Job abre su boca para vanas palabras amontonando frases de ignorante.”

Chapter 36

36:1  Continuó Eliú diciendo:

36:2  “Espérame un poco, y te instruiré, pues hay aún más argumentos para defender la causa de Dios.

36:3  Sacaré de lo más alto mi saber, y probaré que mi Creador es justo.

36:4  Porque te aseguro que no son falsas mis palabras; el que está delante de ti es perfecto en la doctrina.

36:5  He aquí que Dios es grande, pero no desdeña a nadie; Él es grande por el poder de su inteligencia.

36:6  No deja vivir al malvado, hace justicia a los oprimidos;

36:7  no aparta sus ojos de los justos, los coloca en tronos (como) a reyes, los hace sentar para siempre y son ensalzados.

36:8  Encadenados con grillos, y atados con cuerdas de aflicción,

36:9  Él les hace reproches por sus obras y sus pecados, porque obraron con soberbia;

36:10  les abre los oídos para la corrección, y les exhorta a abandonar la maldad.

36:11  Si obedecen y se someten, terminan sus días en felicidad, y sus años entre delicias.

36:12  Mas si no obedecen perecen a espada, y mueren en necedad.

36:13  Los impíos de corazón acumulan la ira; no pueden clamar por auxilio, cuando Él los encadena,

36:14  mueren en plena juventud, y acaban su vida entre los afeminados.

36:15  Al pobre, empero, (Dios) le salva en la aflicción, le abre los oídos por la tribulación.

36:16  A ti también te sacaría de las fauces de la angustia, a un lugar espacioso, sin estrechez, y tendrías tu mesa cómoda y llena de grosura.

36:17  Mas tú llenas la medida del inicuo; el juicio y la justicia te alcanzarán.

36:18  Por eso, no oprimas a nadie acicateado por la ira, y no te pervierta la copia de sobornos.

36:19  ¿Acaso te librará tu clamor de la angustia, aunque emplees todos los recursos de tu poder?

36:20  No suspires tanto por la noche que arrebatará a todos de su lugar.

36:21  Guárdate de dirigir tu rostro hacia la iniquidad; aunque la prefieras a la aflicción.

36:22  Mira: Dios es sublime en su poder; ¿quién es Maestro como Él?

36:23  ¿Quién le ha impuesto su camino? Y ¿quién puede decirle: «Tú has hecho mal»?

36:24  Acuérdate de ensalzar su obra, la cual celebran los hombres.

36:25  La contemplan todos los hombres, la miran desde lejos los mortales.

36:26  ¡Cuán grande es Dios! No podemos comprenderlo; el número de sus años es inescrutable.

36:27  Él hace las menudas gotas de agua, que después se derraman en lluvias torrenciales.

36:28  Destilan las nubes, y caen sobre los hombres gotas en abundancia.

36:29  ¿Quién comprenderá la extensión de las nubes, los truenos de su pabellón?

36:30  Él extiende en torno suyo su luz, y cubre las profundidades del mar.

36:31  De esta manera juzga a los pueblos, y da pan en abundancia.

36:32  Llena sus manos de rayos, a los que indica el objeto que han de alcanzar.

36:33  Le anuncia su voz de trueno, como también el ganado (siente) su venida.”

Chapter 37

37:1  “Por esto tiembla mi corazón, y salta de su lugar.

37:2  Oíd, oíd el trueno de su voz, el ruido que sale de su boca.

37:3  Lo hace retumbar por toda la extensión del cielo, y su fulgor brilla hasta los confines de la tierra.

37:4  Tras de Él se oye una voz rugiente; pues truena con la voz de su majestad; y no retiene más (los rayos) cuando se oye su voz.

37:5  Truena la voz de Dios y obra maravillas, hace cosas grandes e inescrutables.

37:6  Pues a la nieve dice: «¡Baja a la tierra!» Él (envía) la lluvia y los aguaceros torrenciales.

37:7  Sobre la mano de todos pone un sello, para que todos conozcan Su obra.

37:8  Las fieras se retiran a sus cubiles, y descansan en sus guaridas.

37:9  De sus cámaras sale el huracán, y del norte viene el frío.

37:10  Al soplo de Dios se forma el hielo, y en su derretimiento se ensanchan las aguas.

37:11  Él carga con vapor la nube, y la nube esparce sus fulgores,

37:12  que dando vueltas según sus planes hacen lo que Él manda sobre la redondez de la tierra;

37:13  ora para corrección de su tierra, ora para mostrar su misericordia.

37:14  Esto, oh Job, escúchalo bien, detente, y considera las maravillas de Dios.

37:15  ¿Sabes tú cómo Dios las realiza, y cómo hace relampaguear la luz de sus nubes?

37:16  ¿Conoces tú el balanceo de las nubes, las maravillas de Aquel que es perfecto en saber?

37:17  ¿(Sabes) tú por qué se calientan tus vestidos, cuando la tierra se calla bajo el soplo del Austro?

37:18  ¿Extendiste tú con Él el firmamento, tan sólido como un espejo fundido?

37:19  Díganos qué debemos responderle, ya que no sabemos qué decirle, siendo como somos ignorantes.

37:20  Mas ¿hay que contarle lo que yo digo? pues el hombre, por más que hable, no es más que una nada.

37:21  Ahora ya no se ve la luz, aquel resplandor en el firmamento; pasó el viento, y lo deja despejado.

37:22  Del norte viene áureo (brillo), la terrible majestad, que envuelve a Dios.

37:23  Él Todopoderoso, el inaccesible, es grande en poder y juicio, es rico en justicia, y no oprime a nadie.

37:24  Por eso han de temerlo los hombres: no mira Él a los que se creen sabios.”

Chapter 38

38:1  Entonces Yahvé respondió a Job desde el torbellino, y dijo:

38:2  “¿Quién es este que obscurece mis planes con palabras insensatas?

38:3  Cíñete ahora los lomos, como varón; que Yo te preguntaré, y tú me instruirás.

38:4  ¿Dónde estabas tú cuando Yo cimentaba la tierra? Dilo, si tienes inteligencia.

38:5  ¿Quién le trazó sus dimensiones —tú lo sabes seguro— o quién extendió sobre ella la cuerda?

38:6  ¿En qué se hincan sus bases, o quien asentó su piedra angular,

38:7  mientras cantaban en coro las estrellas de la mañana, entre los aplausos de todos los hijos de Dios?

38:8  ¿Quién cerró con puertas el mar, cuando impetuoso salía del seno?

38:9  al ponerle Yo las nubes por vestido y las tinieblas por envoltura;

38:10  imponiéndole mi ley y poniendo barras y puertas,

38:11  con estas palabras: «Hasta aquí llegarás, y no pasarás más allá; y ahí se quebrantará el orgullo de tus olas.»

38:12  ¿Acaso en algún momento de tu vida has dado tú órdenes a la mañana, señalado su lugar a la aurora,

38:13  para que ocupe los cabos de la tierra, y sean expulsados de ellas los malhechores?

38:14  Cambia ella su forma como la arcilla del sello, y se presenta como un vestido (nuevo),

38:15  privando de su luz a los malvados, y quebrando el brazo levantado.

38:16  ¿Penetraste tú hasta las fuentes del mar; te paseaste en el fondo del abismo?

38:17  ¿Se te han abierto acaso las puertas de la muerte, y has visto esas puertas tenebrosas?

38:18  Ya que has investigado la tierra en toda su anchura, habla, si todo lo sabes.

38:19  ¿Dónde está el camino que conduce a la morada de la luz? y el lugar de las tinieblas, ¿dónde se halla?

38:20  ya que tú las conduces a sus dominios, y conoces los senderos que llevan a su morada.

38:21  Tú debes saberlo, porque habías nacido ya entonces, y el número de tus días es tan grande.

38:22  ¿Penetraste tú acaso en los depósitos de la nieve, y viste los almacenes del granizo,

38:23  que Yo he guardado para el tiempo de la angustia, para el día de la batalla y del combate?

38:24  ¿Por qué camino se difunde la luz, y marcha el solano sobre la tierra?

38:25  ¿Quién abre regueras al aguacero, y camino a la nube tronadora,

38:26  para hacer llover sobre un país inhabitado, sobre el yermo, donde no vive hombre,

38:27  para hartar tierras desiertas y vacías, y hacer brotar un poco de hierba?

38:28  ¿Tiene padre la lluvia? ¿o quién engendra las gotas del rocío?

38:29  ¿Del seno de quién sale el hielo? y la escarcha del cielo ¿quién la da a luz,

38:30  para que sea como piedra el agua, y se congele la superficie del abismo?

38:31  ¿Atas tú los lazos de las Pléyades, o puedes soltar las ataduras del Orión?

38:32  ¿Eres tú quien a su tiempo hace salir los signos del zodíaco, y guía a la Osa con sus cachorros?

38:33  ¿Conoces tú las leyes del cielo y fijas su influjo sobre la tierra?

38:34  ¿Alzas tú hasta las nubes tu voz, para que caigan sobre ti las copiosas aguas?

38:35  ¿Despachas tú los rayos, y se van diciéndote: «Henos aquí»?

38:36  ¿Quién puso sabiduría en las nubes, e inteligencia en los meteoros?

38:37  ¿Hay quien con toda su sabiduría puede contar las nubes, y vaciar los odres del cielo,

38:38  para que el polvo se transforme en masa sólida, y se peguen unos a otros los terrones?

38:39  ¿Cazas tú la presa para la leona, y sustentas la vida de los Ieoncillos,

38:40  cuando se acurrucan en sus cubiles, y se retiran a la espesura para estar en acecho?

38:41  ¿Quién prepara al cuervo su alimento, cuando sus pollitos gritan hacia Dios, yendo de un lado a otro por falta de comida?

Chapter 39

39:1  “¿Sabes tú el tiempo en que paren las cabras monteses? ¿Observas el parto de las ciervas?

39:2  ¿Sabes tú los meses de su preñez, y conoces el tiempo de su parto?

39:3  Se encorvan y echan su cría librándose de sus dolores.

39:4  Sus crías son robustas, crecen en el campo; se van, y no vuelven a ellas.

39:5  ¿Quién dio libertad al asno montés, y quién soltó las ataduras del onagro,

39:6  al que di por domicilio el desierto y por morada la tierra salitrosa?

39:7  Se ríe del tumulto de la ciudad, y no oye los gritos del arriero.

39:8  Los montes son su lugar de pasto, anda buscando toda yerba verde.

39:9  ¿Querrá servirte acaso el búfalo, pasará la noche junto a tu pesebre?

39:10  ¿Podrás atarlo con coyundas para que abra surcos? ¿Querrá acaso rastrillar los valles detrás de ti?

39:11  ¿Confiarás en él por su gran fuerza, y dejarás a su cuidado tus labores?

39:12  ¿Le fiarás traer a casa tu grano para llenar tu era?

39:13  El avestruz agita alegre las alas; no son alas pías, ni voladoras;

39:14  pues abandona en tierra sus huevos para calentarlos en el suelo.

39:15  Olvida que puede pisarlos el pie, y aplastarlos la fiera del campo.

39:16  Es cruel con sus hijos, como si fuesen ajenos; no le preocupa la inutilidad de sus fatigas.

39:17  Porque Dios le privó de sabiduría, y no le dio parte en la inteligencia.

39:18  Pero cuando se alza y bate las alas, se burla del caballo y del jinete.

39:19  ¿Das tú al caballo la valentía, y revistes su cuello con la airosa melena?

39:20  ¿Le enseñas tú a saltar como la langosta, a esparcir terror con su potente relincho?

39:21  Hiere la tierra, orgulloso de su fuerza, y se lanza al combate,

39:22  riéndose del miedo; no se acobarda, ni retrocede ante la espada.

39:23  Si oye sobre sí el ruido de la aljaba, el vibrar de la lanza y del dardo,

39:24  con ímpetu fogoso sorbe la tierra, no deja contenerse al sonido de la trompeta.

39:25  Cuando suena la trompeta, dice: «¡Adelante!»; huele de lejos la batalla, la voz del mando de los capitanes, y el tumulto del combate.

39:26  ¿Es acaso por obra tuya que emprende vuelo el gavilán, tendiendo sus alas hacia el sur?

39:27  ¿Es por orden tuya que remonta el águila, y pone su nido en las alturas?

39:28  Habita en la peña, y tiene su morada en la cima de las rocas más inaccesibles.

39:29  Allí acecha la presa, desde lejos atisban sus ojos.

39:30  Sus polluelos chupan la sangre; y doquiera que haya cadáveres se la encuentra.”

39:31  Se dirigió entonces Yahvé a Job y dijo:

39:32  “Quiere el censor contender más con el Omnipotente? El que disputa con Dios responda.”

39:33  Job respondió a Yahvé y dijo:

39:34  “He aquí ¡cuán pequeño soy yo! ¿Qué puedo responderte? Pondré mi mano sobre mi boca.

39:35  Una vez he hablado, mas no hablaré más; y otra vez (he hablado), pero no añadiré palabra.

Chapter 40

40:1  Yahvé siguió hablando a Job desde el torbellino, y dijo:

40:2  “Cíñete los lomos como varón; voy a preguntarte y tú me instruirás.

40:3  ¿Quieres tú de veras negar mi justicia, condenarme a Mí para justificarte a ti mismo?

40:4  ¿Tienes tú un brazo como el de Dios, y puedes tronar con voz semejante a la suya?

40:5  Adórnate de alteza y majestad, y revístete de gloria y grandeza.

40:6  Derrama los torrentes de tu ira; mira a todo orgulloso y humíllalo.

40:7  Mira a todo soberbio y abátelo, aplasta a los malvados donde estén.

40:8  Escóndelos a todos en el polvo, y cubre su rostro con tinieblas.

40:9  Yo entonces te alabaré, porque tu diestra podrá salvarte.

40:10  Mira a Behemot, creado por Mí lo mismo que tú. Come hierba como el buey;

40:11  y ve que su fuerza está en sus lomos, y su vigor en los músculos de su vientre.

40:12  Endurece su cola como un cedro; y los nervios de sus muslos son como un solo tejido.

40:13  Sus huesos son tubos de bronce, sus costillas como planchas de hierro.

40:14  Es la primera de las obras de Dios; Él que lo hizo le dio una espada.

40:15  Los montes le ofrecen alimento, (alrededor de él) retozan todas las bestias del campo.

40:16  Duerme debajo de los lotes, en la espesura de los juncos y pantanos.

40:17  Los lotos le cubren con su sombra, y le rodean los sauces del río.

40:18  Al desbordar el río no se amedrenta; se queda tranquilo aunque el Jordán le llegue a la garganta.

40:19  Fascina la (presa) con los ojos, y su nariz perfora las redes.

40:20  ¿Pescas tú con anzuelo a Leviatán, y atas con una cuerda su lengua?

40:21  ¿Le meterás un junco en la nariz, le taladrarás con un gancho la quijada?

40:22  ¿Acaso te dirigirá muchas súplicas, o te dirá palabras tiernas?

40:23  ¿Hará pacto contigo? ¿Lo tomarás por perpetuo esclavo?

40:24  ¿Juguetearás con él como con un pájaro? ¿Lo atarás para tus hijas?

40:25  ¿Lo tomarán los amigos para comida? ¿Se lo repartirán entre sí los mercaderes?

40:26  ¿Horadarás su cuero con flechas, y con el arpón su cabeza?

40:27  Pon (una vez) en él tu mano; y no olvidarás el combate; no volverás a hacerlo.

40:28  He aquí que la esperanza (de los cazadores) es vana; su solo aspecto basta para echarlos por tierra.”

Chapter 41

41:1  “Nadie es tan audaz que le despierte. ¿Quién es capaz de mantenerse en pie delante de Mí?

41:2  ¿Quién me dio algo primero, para que Yo lo recompense? Mío es lo que hay bajo todo el cielo.

41:3  No callaré sus miembros, su fuerza, la armonía de sus proporciones.

41:4  ¿Quién puede abrir las mallas de su cota, franquear la doble fila de sus dientes?

41:5  Las puertas de su boca ¿quién jamás las ha abierto?; el cerco de sus dientes causa espanto.

41:6  Su espalda cubren escamas en forma de escudos, compactas como un sello de piedra.

41:7  Se traba una con otra tan íntimamente, que el aire no puede pasar entre ellas.

41:8  Una está pegada a la otra; asidas entre sí no pueden separarse.

41:9  Sus estornudos son chispas de fuego, sus ojos como los párpados de la aurora.

41:10  De su boca salen llamas y se escapan centellas de fuego.

41:11  Sus narices arrojan humo, como de olla encendida e hirviente.

41:12  Su resoplido enciende carbones y su boca despide llamaradas.

41:13  En su cerviz reside la fuerza, ante él tiembla el mismo espanto.

41:14  Aun las partes flojas de su carne están unidas entre sí, sin que quede resquicio ni posibilidad de oscilar.

41:15  Su corazón es duro como piedra; tan duro como la muela inferior.

41:16  Cuando se alza tienen miedo los más valientes, y de terror están fuera de sí.

41:17  La espada que le acomete se rompe, lo mismo que la lanza, el dardo y la coraza.

41:18  Estima como paja el hierro, y el bronce como leña carcomida.

41:19  No le pone en fuga el hijo del arco; las piedras de la honda le parecen paja.

41:20  La maza es para él como hojarasca, y se ríe del silbido del venablo.

41:21  Su vientre tiene puntas de teja, se arrastra cual trillo sobre el cieno.

41:22  Hace hervir el abismo como olla, y el mar como caldero de ungüentos.

41:23  Tras él un surco de luz, de modo que el abismo parece canoso.

41:24  No hay en la tierra semejante a él, pues fue creado para no tener miedo.

41:25  Mira (con desprecio) lo más alto; es rey de todos los soberbios.”

Chapter 42

42:1  Entonces respondió Job a Yahvé, y dijo:

42:2  “Sé que todo lo puedes; para Ti ningún plan es irrealizable.

42:3  ¿Quién es este que imprudentemente oscurece el plan (divino)? (Soy yo); he hablado temerariamente de las maravillas superiores a mí y que yo ignoraba.

42:4  «Escucha, pues, y Yo hablaré; Yo preguntaré, y tú me instruirás.»

42:5  Solo de oídas te conocía; mas ahora te ven mis ojos.

42:6  Por eso me retracto y me arrepiento, envuelto en polvo y ceniza.”

42:7  Después que Yahvé hubo dicho estas palabras a Job, dijo a Elifaz temanita: “Estoy irritado contra ti y contra tus dos amigos, porque no habéis hablado de Mí rectamente, como mi siervo Job.

42:8  Ahora tomad siete becerros y siete carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced por vosotros un holocausto. Mi siervo Job orará por vosotros, y Yo aceptaré su intercesión, de modo que no os haré mal por no haber hablado de Mí rectamente como mi siervo Job.

42:9  Fueron, pues, Elifaz temanita, Bildad suhita y Sofar naamatita, e hicieron como Yahvé les había mandado. Y Yahvé aceptó los ruegos de Job.

42:10  Después Yahvé restableció a Job en su primer estado, mientras este oraba por sus amigos; y Yahvé dio a Job el doble de todo cuanto había poseído.

42:11  Le visitaron también todos sus hermanos y todas sus hermanas, y sus antiguos amigos, y comieron con él en su casa. Se condolieron con él, y le consolaron por todos los males que Yahvé le había enviado, dándole cada uno una kesita y un anillo de oro.

42:12  Yahvé bendijo los postreros tiempos de Job más que los primeros, y llegó a tener catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas.

42:13  Tuvo también siete hijos y tres hijas.

42:14  A la primera le puso por nombre Jemimá, y a la segunda Kesiá, y a la tercera Keren Happuk.

42:15  No se hallaron en toda aquella tierra mujeres tan hermosas como las hijas de Job; y les dio su padre herencia entre sus hermanos.

42:16  Job vivió después de esto ciento cuarenta años; y vio a sus hijos y a los hijos de sus hijos hasta la cuarta generación. Y murió Job anciano y colmado de días.