SpaPlatense - Psalms

Chapter 1

1:1  ¡Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni pone el pie en el camino de los pecadores, ni entre los burladores toma asiento,

1:2  mas tiene su deleite en la Ley del Señor, y en ella medita día y noche!

1:3  Es como un árbol plantado junto a ríos de agua, que a su tiempo dará fruto y cuyas hojas no se marchitan; todo cuanto hiciere prosperará.

1:4  No así los malvados, no así. Ellos son como paja que el viento desparrama.

1:5  Por eso en el juicio no estarán en pie los malvados, ni los pecadores en la reunión de los justos.

1:6  Porque el camino de los justos lo cuida Yahvé, y el camino de los malvados tiene mal fin.

Chapter 2

2:1  ¿Por qué se amotinan las gentes, y las naciones traman vanos proyectos?

2:2  Se han levantado los reyes de la tierra, y a una se confabulan los príncipes contra Yahvé y contra su Ungido.

2:3  “Rompamos (dicen) sus coyundas, y arrojemos lejos de nosotros sus ataduras.”

2:4  El que habita en los cielos ríe, el Señor se burla de ellos.

2:5  A su tiempo les hablará en su ira, y en su indignación los aterrará:

2:6  “Pues bien, soy Yo quien he constituido a mi Rey sobre Sión, mi santo monte.”

2:7  ¡Yo promulgaré ese decreto de Yahvé! Él me ha dicho: “Tú eres mi Hijo, Yo mismo te he engendrado en este día.

2:8  Pídeme y te daré en herencia las naciones, y en posesión tuya los confines de la tierra,

2:9  Con cetro de hierro los gobernarás, los harás pedazos como a un vaso de alfarero.”

2:10  Ahora, pues, oh reyes, comprended, instruíos, vosotros que gobernáis la tierra.

2:11  Sed siervos de Yahvé con temor y alabadle, temblando, besad sus pies,

2:12  antes que se irrite y vosotros erréis el camino, pues su ira se encenderá pronto. ¡Dichoso quien haya hecho de Él su refugio!

Chapter 3

3:1  Salmo de David cuando huía de su hijo Absalón.

3:2  Oh Yahvé, ¡cuán numerosos son mis perseguidores! ¡Cuántos se levantan contra mí!

3:3  Muchos son los que dicen de mi vida: “No hay para él salvación en Dios.”

3:4  Pero Tú, Yahvé, eres mi escudo, Tú mi gloria, Tú quien me hace erguir la cabeza.

3:5  Con mi voz invoco a Yahvé y Él me oye desde su santo monte.

3:6  Me acuesto y me duermo, y despierto incólume, porque Yahvé me sostiene.

3:7  No temo a los muchos millares de gentes que en derredor se ponen contra mí.

3:8  Levántate, Yahvé; sálvame, Dios mío, Tú que heriste en la mejilla a todos mis enemigos, y a los impíos les quebraste los dientes.

3:9  De Yahvé viene la salvación, ¡Que sea tu bendición sobre tu pueblo!

Chapter 4

4:1  Al maestro de música. Para instrumentos de cuerda. Salmo de David.

4:2  Cuando te invoque, óyeme ¡oh Dios de mi justicia! Tú, que en la tribulación me levantaste, ten misericordia de mí, y acoge mi súplica.

4:3  Hijos de hombres ¿hasta cuándo seréis insensatos? ¿Por qué amáis la vanidad y buscáis lo que es mentira?

4:4  Sabed que Yahvé favorece maravillosamente al santo suyo; cuando le invoco, Yahvé me oye.

4:5  Temblad, y no queráis pecar; dentro de vuestros corazones, en vuestros lechos, recapacitad y enmudeced.

4:6  Ofreced sacrificios de justicia, y esperad en Yahvé.

4:7  Muchos dicen: “¿Quién nos mostrará los bienes?” Alza Tú sobre nosotros la luz de tu rostro, oh Yahvé.

4:8  Tú has puesto en mi corazón mayor alegría que cuando abunda trigo y vino.

4:9  Apenas me acuesto, me duermo en paz, porque Tú me das seguridad, oh Yahvé.

Chapter 5

5:1  Al maestro de coro. Para flautas. Salmo de David.

5:2  Presta oído a mis palabras, oh Yahvé, atiende a mi gemido;

5:3  advierte la voz de mi oración, oh Rey mío y Dios mío;

5:4  porque es a Ti a quien ruego, Yahvé. Desde la mañana va mi voz hacia Ti; temprano te presento mi oración y aguardo.

5:5  Tú no eres un Dios que se complazca en la maldad; el malvado no habita contigo,

5:6  ni los impíos permanecen en tu presencia. Aborreces a todos los que obran iniquidades;

5:7  Tú destruyes a todos los que hablan mentiras; del hombre sanguinario y doble abomina Yahvé.

5:8  Mas yo, por la abundancia de tu gracia, entraré en tu Casa, en tu santo Templo me postraré con reverencia, oh Yahvé.

5:9  A causa de mis enemigos condúceme en tu justicia, y allana tu camino delante de mí;

5:10  porque en su boca no hay sinceridad, su corazón trama insidias, sepulcro abierto es su garganta, y adulan con sus lenguas.

5:11  Castígalos, Dios, desbarata sus planes; arrójalos por la multitud de sus crímenes, pues su rebeldía es contra Ti.

5:12  Alégrense, empero, los que en Ti se refugian; regocíjense para siempre y gocen de tu protección, y gloríense en Ti cuantos aman tu Nombre.

5:13  Pues Tú, Yahvé, bendices al justo, y lo rodeas de tu benevolencia como de un escudo.

Chapter 6

6:1  Al maestro de canto. Para instrumentos de cuerda. En octava. Salmo de David.

6:2  Yahvé, no quieras argüirme en tu ira, ni corregirme en tu furor.

6:3  Ten misericordia de mí, oh Yahvé, porque soy débil; sáname, porque hasta mis huesos se sacuden

6:4  y mi alma está en el colmo de la turbación; mas Tú, Yahvé ¿hasta cuándo?

6:5  Vuélvete, oh Yahvé, libra mi alma; sálvame por tu misericordia,

6:6  porque en la muerte no hay quien se acuerde de Ti; ¿quién te alaba en el sepulcro?

6:7  Me hallo extenuado de tanto gemir, cada noche inundo en llanto mi almohada, y riego con mis lágrimas el lecho.

6:8  A causa de todos mis enemigos, van mis ojos apagándose de tristeza, y envejecen.

6:9  Apartaos de mí todos los que obráis la iniquidad; pues Yahvé ha oído la voz de mi llanto.

6:10  Yahvé escuchó mi demanda, Yahvé aceptó mi oración.

6:11  Mis enemigos todos quedarán sonrojados y llenos de vergüenza; huirán súbitamente confundidos.

Chapter 7

7:1  Lamentación que David entonó con ocasión de las palabras de Cus, hijo de Benjamín.

7:2  Yahvé, Dios mío, a Ti me acojo; líbrame de todo el que me persigue, y ponme a salvo;

7:3  no sea que arrebate mi vida, como león, y me despedace, sin que haya quien me salve.

7:4  Yahvé, Dios mío, si yo hice eso, si hay en mis manos iniquidad;

7:5  si he hecho mal a mi amigo -yo, que salvé a los que me oprimían injustamente-

7:6  persígame el enemigo y apodérese de mí; aplaste mi vida en el suelo y arrastre mi honor por el fango.

7:7  Despierta, Yahvé, en tu ira; yérguete contra la rabia de los que me oprimen. Levántate a mi favor en el juicio que tienes decretado

7:8  Te rodee la congregación de los pueblos y siéntate sobre ella en lo alto.

7:9  Yahvé va juzgar a las naciones. Hazme a mí justicia, Yahvé, según mi rectitud, y según la inocencia que hay en mí.

7:10  Cese ya la malicia de los impíos y confirma Tú al justo, ¡oh justo Dios, que sondeas los corazones y las entrañas!

7:11  Mi defensa está en Dios, que salva a los rectos de corazón.

7:12  Dios, justo Juez, fuerte y paciente, tiene pronta su ira cada día.

7:13  Si no se convierte afilará su espada, entesará su arco y apuntará;

7:14  tiene preparadas para ellos flechas mortales; hará de fuego sus saetas.

7:15  Mirad al que concibió la iniquidad: quedó grávido de malicia y dio a luz la traición.

7:16  Cavó una fosa y la ahondó, mas cayó en el hoyo que él hizo.

7:17  En su propia cabeza recaerá su malicia, y sobre su cerviz descenderá su iniquidad.

7:18  Mas yo alabaré a Yahvé por su justicia, y cantaré salmos al Nombre de Yahvé Altísimo.

Chapter 8

8:1  Al maestro de coro. Sobre el ghittit (los lagares). Salmo de David.

8:2  ¡Oh Yahvé, Señor nuestro, cuán admirable es tu Nombre en toda la tierra! Tú, cuya gloria cantan los cielos,

8:3  te has preparado la alabanza de la boca de los pequeños y de los lactantes, para confundir a tus enemigos y hacer callar al adversario y al perseguidor.

8:4  Cuando contemplo tus cielos, hechura de tus dedos, la luna y las estrellas que Tú pusiste en su lugar...

8:5  ¿Qué es el hombre para que Tú lo recuerdes, o el hijo del hombre para que te ocupes de él?

8:6  Tú lo creaste poco inferior a Dios, le ornaste de gloria y de honor.

8:7  Le diste poder sobre las obras de tus manos, y todo lo pusiste bajo sus pies:

8:8  las ovejas y los bueyes todos, y aun las bestias salvajes,

8:9  las aves del cielo y los peces del mar, y cuanto surca las sendas del agua.

8:10  Oh Yahvé, Señor nuestro, ¡cuán admirable es tu Nombre en toda la tierra!

Chapter 9

9:1  Al maestro de coro. Sobre el tono de Muthlabbén. Salmo de David.

9:2  Quiero alabarte, Yahvé, con todo mi corazón, voy a cantar todas tus maravillas.

9:3  En Ti me alegraré y saltaré de gozo, cantaré salmos a tu Nombre, oh Altísimo.

9:4  Porque mis enemigos vuelven las espaldas, caen y perecen ante tu presencia.

9:5  He aquí que Tú me has hecho justicia, y has tomado en tus manos mi causa; te has sentado, Juez justo, sobre el trono.

9:6  Has reprendido a los gentiles y aniquilado al impío, borrado su nombre para siempre.

9:7  Los enemigos han sido aplastados, reducidos a perpetua ruina; has destruido sus ciudades, y hasta la memoria de ellas ha perecido.

9:8  He aquí que Yahvé se sienta para siempre, ha establecido su trono para juzgar.

9:9  Él mismo juzgará el orbe con justicia, y gobernará a los pueblos con equidad.

9:10  Y será Yahvé refugio para el oprimido, refugio siempre pronto en el tiempo de la tribulación.

9:11  Y los que conocieron tu nombre confiarán en Ti, pues Tú no abandonas, Yahvé, a los que te buscan.

9:12  Cantad salmos a Yahvé, que habita en Sión, haced conocer a los pueblos sus proezas.

9:13  Porque el vengador de la sangre se ha acordado de los pobres, y no ha olvidado su clamor.

9:14  Yahvé se apiadó de mí viendo la aflicción que me causan mis enemigos, y me ha sacado de los umbrales de la muerte,

9:15  para que anuncie todas sus alabanzas en las puertas de la hija de Sión, y me goce yo en tu salud.

9:16  Cayeron las naciones en la fosa que cavaron, su pie quedó preso en el lazo que escondieron.

9:17  Yahvé se ha dado a conocer haciendo justicia; el pecador quedó enredado en las obras de sus manos.

9:18  Bajen los malvados al sepulcro, todos los gentiles que se han olvidado de Dios.

9:19  Porque no siempre quedará en olvido el pobre, ni siempre burlada la esperanza de los oprimidos.

9:20  Levántate Yahvé; no prevalezca el hombre, sean juzgadas las naciones ante tu presencia.

9:21  Arroja, Señor, sobre ellas el terror, oh Yahvé, ¡que sepan los gentiles que son hombres!

9:22  ¿Por qué, Yahvé, te estás lejos? ¿Te escondes en el tiempo de la tribulación,

9:23  mientras se ensoberbece el impío, y el pobre es vejado y preso en los ardides que aquel le urdió?

9:24  Porque he aquí que el inicuo se jacta de sus antojos, el expoliador blasfema despreciando a Yahvé.

9:25  En el orgullo de su mente dice el impío: “Él no tomará venganza; Dios no existe.” Tal es todo su pensamiento.

9:26  Sus caminos prosperan en todo tiempo; lejos de su ánimo están tus juicios; menosprecia él a todos sus adversarios.

9:27  En su corazón dice: “No seré conmovido; de generación en generación estaré al abrigo de la adversidad.”

9:28  Su boca está llena de maldición, de astucia y de violencia; bajo su lengua lleva la maldad y la mentira.

9:29  Se pone en acecho junto al poblado, en lo escondido, para matar al inocente. Sus ojos están espiando al pobre;

9:30  insidia en la oscuridad como el león que desde su guarida está asechando al desvalido para atraparlo; lo arrebata y lo atrae a su red;

9:31  se encoge, se agacha hasta el suelo, y el desdichado cae en sus garras.

9:32  Dice en su corazón: “Dios está desmemoriado, apartó su rostro, nunca ve nada.”

9:33  Levántate, Yahvé Dios mío, alza tu mano; no quieras olvidarte de los afligidos.

9:34  ¿Cómo es que el impío desprecia a Dios, diciendo en su corazón: “No tomará venganza”?

9:35  Mas Tú lo estás viendo. Tú consideras el afán y la angustia, para tomarlos en tus manos. A Ti está confiado el pobre; Tú eres el protector del huérfano.

9:36  Quebranta Tú el brazo del impío y del maligno; castigarás su malicia y no subsistirá.

9:37  Yahvé es Rey para siglos eternos; los gentiles fueron exterminados de su tierra.

9:38  Ya escuchaste, Yahvé, el deseo de los humildes; confirmaste su corazón y prestaste oído,

9:39  para tomar en tus manos la causa del huérfano y del oprimido, a fin de que nunca más vuelva a infundir pavor el hombre de tierra.

Chapter 10

10:1  Al maestro de coro. De David. Yo me refugio en Yahvé. ¿Cómo podéis decirme: “Huye al monte como el pájaro”?

10:2  Pues los malvados están entesando el arco y colocan ya su flecha en la cuerda para asaetear en la sombra a los rectos de corazón;

10:3  si han socavado los cimientos ¿qué puede hacer el justo?

10:4  Está Yahvé en su santo templo; ¡Yahvé! su trono está en el cielo; sus ojos miran, sus párpados escrutan a los hijos de los hombres.

10:5  Yahvé examina al justo y al malvado; y al que ama la prepotencia Él lo abomina.

10:6  Sobre los pecadores hará llover ascuas y azufre, y viento abrasador será su porción en el cáliz.

10:7  Porque Yahvé es justo y ama la justicia; los rectos verán su rostro.

Chapter 11

11:1  Al maestro de coro. En octava. Salmo de David.

11:2  Sálvame Tú, oh Yahvé, porque se acaban los justos; la fidelidad ha desaparecido de entre los hombres.

11:3  Unos a otros se dicen mentiras; se hablan con labios fraudulentos y doblez de corazón.

11:4  Acabe Yahvé con todo labio fraudulento y con la lengua jactanciosa;

11:5  con esos que dicen: “Somos fuertes con nuestra lengua, contamos con nuestros labios; ¿quién es señor nuestro?”

11:6  “Por la aflicción de los humildes y el gemido de los pobres, me levantaré ahora mismo, dice Yahvé; pondré a salvo a aquel que lo desea.”

11:7  Las palabras de Yahvé son palabras sinceras; plata acrisolada, sin escorias, siete veces purificada.

11:8  Tú las cumplirás, oh Yahvé; nos preservarás para siempre de esta generación.

11:9  Los malvados se pasean por todas partes, mientras Tú dejas que sea exaltado lo más vil de entre los hombres.

Chapter 12

12:1  Al maestro de coro. Salmo de David.

12:2  ¿Hasta cuándo, Yahvé? ¿Me tendrás olvidado constantemente? ¿Hasta cuándo me esconderás tu rostro?

12:3  ¿Hasta cuándo fatigaré mi alma con cavilaciones y mi corazón con tristezas cada día? ¿Hasta cuándo habrá de prevalecer sobre mí el enemigo?

12:4  Mira y respóndeme, Yahvé, Dios mío; alumbra mis ojos para que no me duerma en la muerte,

12:5  y no diga el adversario: “Lo he vencido.” Los que me afligen saltarían de gozo si yo cayera,

12:6  después de haber puesto mi confianza en tu misericordia. Sea mi corazón el que se alegre por tu socorro; cante yo a Yahvé por su bondad para conmigo.

Chapter 13

13:1  Al maestro de coro. De David. El insensato dice en su corazón: “No hay Dios.” Se han pervertido; su conducta es abominable, ni uno solo obra bien.

13:2  Yahvé mira desde el cielo a los hijos de los hombres, para ver si hay quien sea inteligente y busque a Dios.

13:3  Pero se han extraviado todos juntos y se han depravado. No hay uno que obre el bien, ni uno siquiera.

13:4  ¡Nunca entenderán, todos esos malhechores, que devoran a mi pueblo como quien come pan, sin acordarse de Dios para nada!

13:5  Mas algún día temblarán de espanto, porque Dios está con la generación de los justos.

13:6  Vosotros que despreciáis las ansias del desvalido, sabed que Dios es su refugio.

13:7  ¡Oh, venga ya de Sión la salud de Israel! Cuando cambie el Señor la suerte de su pueblo, saltarán de gozo Jacob, e Israel de alegría.

Chapter 14

14:1  Yahvé, ¿quién podrá morar en tu Tabernáculo? ¿Quién habitará en tu santo monte?

14:2  El que procede sin tacha y obra justicia y piensa verdad en su corazón,

14:3  cuya lengua no calumnia, que no hace mal a su semejante, ni infiere injuria a su prójimo;

14:4  que tiene por despreciable al réprobo, y honra en cambio a los temerosos de Yahvé; que no vuelve atrás, aunque haya jurado en perjuicio propio;

14:5  que no presta su dinero a usura, ni recibe sobornos contra el inocente. El que así vive no será conmovido jamás.

Chapter 15

15:1  Presérvame, oh Dios, pues me refugio en Ti;

15:2  dije a Yahvé: “Tú eres mi Señor, no hay bien para mí fuera de Ti”.

15:3  En cuanto a los santos e ilustres de la tierra, no pongo en ellos mi afecto.

15:4  Multiplican sus dolores los que corren tras falsos dioses; no libaré la sangre de sus ofrendas, ni pronunciaré sus nombres con mis labios.

15:5  Yahvé es la porción de mi herencia y de mi cáliz; Tú tienes en tus manos mi suerte.

15:6  Las cuerdas (de medir) cayeron para mí en buen lugar, y me tocó una herencia que me encanta.

15:7  Bendeciré a Yahvé, porque me (lo) hizo entender, y aun durante la noche me (lo) enseña mi corazón.

15:8  Tengo siempre a Yahvé ante mis ojos, porque con Él a mi diestra no seré conmovido.

15:9  Por eso se alegra mi corazón y se regocija mi alma, y aun mi carne descansará segura;

15:10  pues Tú no dejarás a mi alma en el sepulcro, ni permitirás que tu santo experimente corrupción.

15:11  Tú me harás conocer la senda de la vida, la plenitud del gozo a la vista de tu rostro, las eternas delicias de tu diestra.

Chapter 16

16:1  Oración de David. Escucha, oh Yahvé, una justa demanda; atiende a mi clamor; oye mi plegaria, que no brota de labios hipócritas.

16:2  Que mi sentencia venga de Ti; tus ojos ven lo que es recto.

16:3  Si escrutas mi corazón, si me visitas en la noche, si me pruebas por el fuego, no encontrarás malicia en mí.

16:4  Que jamás mi boca se exceda a la manera de los hombres. Ateniéndome a las palabras de tus labios, he guardado los caminos de la Ley.

16:5  Firmemente se adhirieron mis pasos a tus senderos, y mis pies no han titubeado.

16:6  Te invoco, oh Dios, porque sé que Tú responderás; inclina a mi tu oído, y oye mis palabras.

16:7  Ostenta tu maravillosa misericordia, oh Salvador de los que se refugian en tu diestra, contra tus enemigos.

16:8  Cuídame como a la niña de tus ojos, escóndeme bajo la sombra de tus alas

16:9  de la vista de los impíos que me hacen violencia, de los enemigos furiosos que me rodean.

16:10  Han cerrado con grasa su corazón; por su boca habla la arrogancia.

16:11  Ahora me rodean espiando, con la mira de echarme por tierra,

16:12  cual león ávido de presa, como cachorro que asecha en su guarida.

16:13  Levántate, Yahvé, hazle frente y derríbalo, líbrame del perverso con tu espada;

16:14  y con tu mano, oh Yahvé, líbrame de estos hombres del siglo, cuya porción es esta vida, y cuyo vientre Tú llenas con tus dádivas; quedan hartos sus hijos, y dejan sobrante a los nietos.

16:15  Yo, empero, con la justicia tuya llegaré a ver tu rostro; me saciaré al despertarme, con tu gloria.

Chapter 17

17:1  Al maestro de coro. Del servidor de Dios, de David, el cual dirigió al Señor las palabras de este cántico en el día en que le libró de las manos de todos sus enemigos y de las de Saúl.

17:2  Y dijo: Te amo, Yahvé, fortaleza mía, mi peña, mi baluarte, mi libertador,

17:3  Dios mío, mi roca, mi refugio, broquel mío, cuerno de mi salud, asilo mío.

17:4  Invoco a Yahvé, el digno de alabanza, y quedo libre de mis enemigos.

17:5  Olas de muerte me rodeaban, me alarmaban los torrentes de iniquidad;

17:6  las ataduras del sepulcro me envolvieron, se tendían a mis pies lazos mortales.

17:7  En mi angustia invoqué a Yahvé, y clamé a mi Dios; y Él, desde su palacio, oyó mi voz; mi lamento llegó a sus oídos.

17:8  Se estremeció la tierra y tembló; se conmovieron los cimientos de los montes y vacilaron, porque Él ardía de furor.

17:9  Humo salió de sus narices; de su boca, fuego devorador; y despedía carbones encendidos.

17:10  Inclinó los cielos, y descendió con densas nubes bajo sus pies.

17:11  Subió sobre un querube y voló, y era llevado sobre las alas del viento.

17:12  Se ocultaba bajo un velo de tinieblas; aguas tenebrosas y oscuras nubes lo rodeaban como un pabellón.

17:13  Se encendieron carbones de fuego al resplandor de su rostro.

17:14  Tronó Yahvé desde el cielo, el Altísimo hizo resonar su voz;

17:15  y lanzó sus saetas y los dispersó; multiplicó sus rayos, y los puso en derrota.

17:16  Y aparecieron a la vista los lechos de los océanos; se mostraron desnudos los cimientos del orbe terráqueo, ante la amenaza de Yahvé, al resollar el soplo de su ira.

17:17  Desde lo alto extendió su brazo y me arrebató, sacándome de entre las muchas aguas;

17:18  me libró de mi feroz enemigo, de adversarios más poderosos que yo.

17:19  Se echaron sobre mí en el día de mi infortunio; pero salió Yahvé en mi defensa,

17:20  y me trajo a la anchura; me salvó porque me ama.

17:21  Yahvé me ha retribuido conforme a mi rectitud; me remunera según la limpieza de mis manos.

17:22  Porque seguí los caminos de Yahvé, y no me rebelé contra mi Dios;

17:23  porque mantuve ante mis ojos todos sus mandamientos y nunca aparté de mí sus estatutos.

17:24  Fui íntegro para con Él, y me cuidé de mi maldad.

17:25  Yahvé me ha retribuido conforme a mi rectitud; según la limpieza de mis manos ante sus ojos.

17:26  Tú eres misericordioso con el misericordioso; con el varón recto, eres recto.

17:27  Con el sincero, eres sincero; y con el doble, te haces astuto.

17:28  Tú salvas al pueblo oprimido, y humillas los ojos altaneros.

17:29  Eres Tú quien mantiene encendida mi lámpara, oh Yahvé; Tú, Dios mío, disipas mis tinieblas.

17:30  Fiado en Ti embestiré a un ejército; con mi Dios saltaré murallas.

17:31  ¡El Dios mío!... Su conducta es perfecta, Su palabra acrisolada. Él mismo es el escudo de cuantos lo buscan como refugio.

17:32  Pues ¿quién es Dios fuera de Yahvé? o ¿qué roca hay si no es el Dios nuestro?

17:33  Aquel Dios que me ciñó de fortaleza e hizo inmaculado mi camino.

17:34  El que volvió mis pies veloces como los del ciervo, y me afirmó sobre las cumbres.

17:35  El que adiestró mis manos para la pelea, y mi brazo para tender el arco de bronce.

17:36  Tú me diste por broquel tu auxilio, me sostuvo tu diestra; tu solicitud me ha engrandecido.

17:37  Ensanchaste el camino a mis pasos, y mis pies no flaquearon.

17:38  Perseguía a mis enemigos y los alcanzaba; y no me volvía hasta desbaratarlos.

17:39  Los destrozaba y no podían levantarse; caían bajo mis pies.

17:40  Tú me revestías de valor para el combate, sujetabas a mi cetro a los que me resistían.

17:41  Ponías en fuga a mis enemigos, dispersabas a cuantos me aborrecían.

17:42  Vociferaban, mas no había quien los auxiliase; (clamaban) a Yahvé mas Él no los oía.

17:43  Y yo los dispersaba como polvo que el viento dispersa; los pisoteaba como el lodo de las calles.

17:44  Me libraste de las contiendas del pueblo, me has hecho cabeza de las naciones; un pueblo que no conocía me sirve;

17:45  con atento oído me obedecen; los extraños me adulan.

17:46  Los extranjeros palidecen, y abandonan, temblando, sus fortalezas.

17:47  ¡Vive Yahvé! ¡Bendita sea mi Roca! ¡Sea ensalzado el Dios mi Salvador!

17:48  Aquel Dios que me otorgó la venganza, que sujetó a mí las naciones;

17:49  que me libró de mis enemigos, que me encumbró sobre mis opositores, y me salvó de las manos del hombre violento.

17:50  Por eso te alabaré entre las naciones, oh Yahvé; cantaré himnos a tu Nombre.

17:51  Él da grandes victorias a su rey, y usa de misericordia con su ungido, con David y su linaje, por toda la eternidad.

Chapter 18

18:1  Al maestro de coro. Salmo de David.

18:2  Los cielos atestiguan la gloria de Dios; y el firmamento predica las obras que Él ha hecho.

18:3  Cada día transmite al siguiente este mensaje, y una noche lo hace conocer a la otra.

18:4  Si bien no es la palabra, tampoco es un lenguaje cuya voz no pueda percibirse.

18:5  Por toda la tierra se oye su sonido, y sus acentos hasta los confines del orbe. Allí le puso tienda al sol,

18:6  que sale como un esposo de su tálamo, y se lanza alegremente cual gigante a recorrer su carrera.

18:7  Parte desde un extremo del cielo, y su giro va hasta el otro extremo; nada puede sustraerse a su calor.

18:8  La Ley de Yahvé es perfecta, restaura el alma. El testimonio de Yahvé es fiel, hace sabio al hombre sencillo.

18:9  Los preceptos de Yahvé son rectos, alegran el corazón. La enseñanza de Yahvé es clara, ilumina los ojos.

18:10  El temor de Yahvé es santo, permanece para siempre. Los juicios de Yahvé son la verdad, todos son la justicia misma,

18:11  más codiciables que el oro, oro abundante y finísimo; más sabrosos que la miel que destila de los panales.

18:12  También tu siervo es iluminado por ellos, y en su observancia halla gran galardón.

18:13  Mas ¿quién es el que conoce sus defectos? Purifícame de los que no advierto.

18:14  Preserva a tu siervo, para que nunca domine en mí la soberbia. Entonces seré íntegro, y estaré libre del gran pecado.

18:15  Hallen favor ante Ti estas palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón, oh Yahvé, Roca mía y Redentor mío.

Chapter 19

19:1  Al maestro de coro. Salmo de David.

19:2  Que Yahvé te escuche en el día de la prueba; te defienda el Nombre del Dios de Jacob.

19:3  Él te envíe su auxilio desde el santuario, y desde Sión te sostenga.

19:4  Acuérdese de todas tus ofrendas y séale grato tu holocausto.

19:5  Te conceda lo que tu corazón anhela y confirme todos tus designios.

19:6  Séanos dado ver gozosos tu victoria, y alzar el pendón en el nombre de nuestro Dios. Otorgue el Señor todas tus peticiones.

19:7  Ahora ya sé que Yahvé dará el triunfo a su ungido, respondiéndole desde su santo cielo con la potencia victoriosa de su diestra.

19:8  Aquellos en sus carros, estos en sus caballos; mas nosotros seremos fuertes en el Nombre de [Yahvé] nuestro Dios.

19:9  Ellos se doblegarán y caerán; mas nosotros estaremos erguidos, y nos mantendremos.

19:10  Oh Yahvé, salva al rey, y escúchanos en este día en que apelamos a Ti.

Chapter 20

20:1  Al maestro de coro. Salmo de David.

20:2  Oh Yahvé, de tu poder se goza el rey, y está lleno de alegría por tu auxilio.

20:3  Cumpliste el anhelo de su corazón, y no frustraste la petición de sus labios.

20:4  Lo previniste con faustas bendiciones, corona de oro puro pusiste en su cabeza.

20:5  Te pidió la vida y le has dado días que durarán por los siglos de los siglos.

20:6  Gracias a tu socorro es grande su gloria; lo colmaste de honor y de magnificencia.

20:7  Porque has hecho que él sea una bendición para siempre, y lo has llenado de alegría con el gozo de tu vista.

20:8  Pues el rey confía en Yahvé, y merced al Altísimo no será conmovido.

20:9  Descargue tu mano sobre todos tus enemigos; alcance tu diestra a los que te aborrecen.

20:10  Cuando tu rostro aparezca los pondrás como en un horno encendido. El Señor los destruirá en su ira, y el fuego los devorará.

20:11  Quita de la tierra su descendencia, y su raza de entre los hijos de los hombres.

20:12  Y si dirigen sus malas artes contra Ti y maquinan insidias, nada podrán.

20:13  Porque Tú los pondrás en fuga al dirigir tu arco hacia su rostro.

20:14  Levántate, Yahvé, en tu poderío, y con salmos celebraremos tus hazañas.

Chapter 21

21:1  Al maestro de coro. Por el pronto socorro. Salmo de David.

21:2  Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Los gritos de mis pecados alejan de mí el socorro.

21:3  Dios mío, clamo de día, y no respondes; de noche también, y no te cuidas de mí.

21:4  Y Tú, sin embargo, estás en tu santa morada, ¡oh gloria de Israel!

21:5  En Ti esperaron nuestros padres; esperaron, y los libraste.

21:6  A Ti clamaron, y fueron salvados; en Ti confiaron, y no quedaron confundidos.

21:7  Pero es que yo soy gusano, y no hombre, oprobio de los hombres y desecho de la plebe.

21:8  Cuantos me ven se mofan de mí, tuercen los labios y menean la cabeza:

21:9  “Confió en Yahvé: que Él lo salve; líbrelo, ya que en Él se complace.”

21:10  Sí, Tú eres mi sostén desde el seno materno, mi refugio desde los pechos de mi madre.

21:11  A Ti fui entregado desde mi nacimiento; desde el vientre de mi madre Tú eres mi Dios.

21:12  No estés lejos de mí, porque la tribulación está cerca, porque no hay quien socorra.

21:13  Me veo rodeado de muchos toros; los fuertes de Basan me cercan;

21:14  abren contra mí sus bocas, cual león rapaz y rugiente.

21:15  Soy como agua derramada, todos mis huesos se han descoyuntado; mi corazón, como cera, se diluye en mis entrañas.

21:16  Mi garganta se ha secado como una teja; mi lengua se pega a mi paladar, me has reducido al polvo de la muerte.

21:17  Porque me han rodeado muchos perros; una caterva de malvados me encierra; han perforado mis manos y mis pies;

21:18  puedo contar todos mis huesos. Entretanto, ellos miran, y al verme se alegran.

21:19  Se reparten mis vestidos, y sobre mi túnica echan suertes.

21:20  Mas Tú, Yahvé, no estés lejos de mí; sostén mío, apresúrate a socorrerme.

21:21  Libra mi alma de la espada, mi vida del poder del perro.

21:22  Sálvame de la boca del león; de entre las astas de los bisontes escúchame.

21:23  Anunciaré tu Nombre a mis hermanos, y proclamaré tu alabanza en medio de la asamblea.

21:24  Los que teméis a Yahvé alabadle, glorificadle, vosotros todos, linaje de Israel.

21:25  Pues no despreció ni desatendió la miseria del miserable; no escondió de él su rostro, y cuando imploró su auxilio, le escuchó.

21:26  Para Ti será mi alabanza en la gran asamblea, cumpliré mis votos en presencia de los que te temen.

21:27  Los pobres comerán y se hartarán, alabarán a Yahvé los que le buscan. Sus corazones vivirán para siempre.

21:28  Recordándolo, volverán a Yahvé todos los confines de la tierra; y todas las naciones de los gentiles se postrarán ante su faz.

21:29  Porque de Yahvé es el reino, y Él mismo gobernará a las naciones.

21:30  A Él solo adorarán todos los que duermen bajo la tierra; ante Él se encorvará todo el que desciende al polvo, y no tiene ya vida en sí.

21:31  Mi descendencia le servirá a Él y hablará de Yahvé a la edad venidera.

21:32  Anunciará su justicia a un pueblo que ha de nacer: “Estas cosas ha hecho Yahvé.”

Chapter 22

22:1  Salmo de David. Yahvé es mi pastor, nada me faltará.

22:2  Él me hace recostar en verdes prados, me conduce a manantiales que restauran,

22:3  Confortando mi alma, guiándome por senderos rectos, para gloria de su Nombre.

22:4  Aunque atraviese un valle de tinieblas, no temeré ningún mal, porque Tú vas conmigo. Tu bastón y tu cayado me infunden aliento.

22:5  Para mí Tú dispones una mesa ante los ojos de mis enemigos. Unges con bálsamo mi cabeza; mi copa rebosa.

22:6  Bondad y misericordia me seguirán todos los días de mi vida; y moraré en la casa de Yahvé por días sin fin.

Chapter 23

23:1  De David. Salmo. De Yahvé es la tierra y cuanto ella contiene; el orbe y cuantos lo habitan.

23:2  Porque Él la asentó sobre mares y la afirmó sobre corrientes.

23:3  ¿Quién será digno de ascender al monte de Yahvé? y ¿quién estará en su santuario?

23:4  Aquel que tiene inmaculadas las manos y puro el corazón, que no inclinó su ánimo a la vanidad [ni juró con doblez];

23:5  él recibirá la bendición de Yahvé, y la justicia de Dios su Salvador.

23:6  Esta es la generación de los que lo buscan, de los que buscan tu faz, (Dios de) Jacob.

23:7  ¡Levantad, oh puertas, vuestros dinteles, y alzaos, portones antiquísimos, para que entre el Rey de la gloria!

23:8  ¿Quién es este Rey de la gloria? Yahvé fuerte y poderoso; Yahvé, poderoso en la batalla.

23:9  ¡Levantad, oh puertas, vuestros dinteles, y alzaos, portones antiquísimos, para que entre el Rey de la gloria!

23:10  ¿Quién es este Rey de la gloria? Yahvé Dios de los ejércitos: Él mismo es el Rey de la gloria.

Chapter 24

24:1  De David. A Ti, Yahvé, Dios mío, elevo mi alma;

24:2  en Ti confío, no sea yo confundido; no se gocen a costa mía mis enemigos.

24:3  No, ninguno que espera en Ti es confundido. Confundido queda el que locamente se aparta de Ti.

24:4  Muéstrame tus caminos, oh Yahvé, indícame tus sendas;

24:5  condúceme a tu verdad e instrúyeme, porque Tú eres el Dios que me salva, y estoy siempre esperándote.

24:6  Acuérdate, Yahvé, de tus misericordias, y de tus bondades de todos los tiempos.

24:7  No recuerdes los pecados de mi mocedad, [ni mis ofensas]; según tu benevolencia acuérdate de mí, por tu bondad, oh Yahvé.

24:8  Yahvé es benigno y es recto; por eso da a los pecadores una ley para el camino;

24:9  guía en la justicia a los humildes, y amaestra a los dóciles en sus vías.

24:10  Todos los caminos de Yahvé son misericordia y fidelidad para cuantos buscan su alianza y sus disposiciones.

24:11  Por la gloria de tu Nombre, oh Yahvé, Tú perdonarás mi culpa, aunque es muy grande.

24:12  ¿Hay algún hombre que tema a Yahvé? A ese le mostrará Él qué senda elegir;

24:13  reposará su alma rodeada de bienes, y su descendencia poseerá la tierra.

24:14  Yahvé concede intimidad familiar a los que le temen; les da a conocer (las promesas de) su alianza.

24:15  Mis ojos están siempre puestos en Yahvé porque Él saca mis pies del lazo.

24:16  Mírame Tú y tenme lástima, porque soy miserable y estoy solo.

24:17  Ensancha mi corazón angustiado, sácame de mis estrecheces.

24:18  Mira que estoy cargado y agobiado, y perdona Tú todos mis delitos.

24:19  Repara en mis enemigos, porque son muchos y me odian con odio feroz.

24:20  Cuida Tú mi alma y sálvame; no tenga yo que sonrojarme de haber acudido a Ti.

24:21  Los íntegros y justos están unidos conmigo, porque espero en Ti.

24:22  Oh Yahvé, libra a Israel de todas sus tribulaciones.

Chapter 25

25:1  De David. Hazme justicia, oh Yahvé: he procedido con integridad: y, puesta en Yahvé mi confianza, no he vacilado.

25:2  Escrútame, Yahvé, y sondéame; acrisola mi conciencia y mi corazón.

25:3  Porque, teniendo tu bondad presente a mis ojos, anduve según tu verdad.

25:4  No he tomado asiento con hombres inicuos, ni busqué la compañía de los que fingen;

25:5  aborrecí la sociedad de los malvados, y con los impíos no tuve comunicación.

25:6  Lavo mis manos como inocente y rodeo tu altar, oh Yahvé,

25:7  para levantar mi voz en tu alabanza y narrar todas tus maravillas.

25:8  Amo, Yahvé, la casa de tu morada, el lugar del tabernáculo de tu gloria.

25:9  No quieras juntar mi alma con los pecadores, ni mi vida con los sanguinarios,

25:10  que en sus manos tienen crimen, y cuya diestra está llena de soborno,

25:11  en tanto que yo he procedido con integridad; sálvame y apiádate de mí.

25:12  Ya está mi pie sobre camino llano; en las asambleas bendeciré a Yahvé.

Chapter 26

26:1  De David. Yahvé es mi luz y mi socorro; ¿a quién temeré? La defensa de mi vida es Yahvé; ¿ante quién podré temblar?

26:2  Cada vez que me asaltan los malignos para devorar mi carne, son ellos, mis adversarios y enemigos, quienes vacilan y caen.

26:3  Si un ejército acampase contra mí, mi corazón no temería; y aunque estalle contra mí la guerra, tendré confianza.

26:4  Una sola cosa he pedido a Yahvé, y esto sí lo reclamo: [habitar en la casa de Yahvé todos los días de mi vida]; contemplar la suavidad de Yahvé y meditar en su santuario.

26:5  Porque en el día malo Él me esconderá en su tienda; me tendrá seguro en el secreto de su tabernáculo, y me pondrá sobre una alta roca.

26:6  Entonces mi cabeza se alzará por encima de mis enemigos en torno mío, e inmolaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; cantaré y entonaré salmos a Yahvé.

26:7  Escucha, oh Yahvé, mi voz que te llama; ten misericordia de mí y atiéndeme.

26:8  Mi corazón sabe que Tú has dicho: “Buscadme.” Y yo busco tu rostro, oh Yahvé.

26:9  No quieras esconderme tu faz, no rechaces con desdén a tu siervo. Mi socorro eres Tú; no me eches fuera, ni me desampares, oh Dios, Salvador mío.

26:10  Si mi padre y mi madre me abandonan, Yahvé me recogerá.

26:11  Muéstrame, oh Yahvé, tu camino, y condúceme por la senda llana a causa de los que me están asechando.

26:12  No me dejes entregado a la voluntad de mis enemigos, porque se han levantado contra mí falsos testigos que respiran crueldad.

26:13  ¡Ah, si no creyera yo que veré los bienes de Yahvé en la tierra de los vivientes!

26:14  ¡Aguarda a Yahvé y ten ánimo; aliéntese tu corazón y aguarde a Yahvé!

Chapter 27

27:1  De David. A Ti, Yahvé, clamo, roca mía, no te muestres sordo conmigo; no sea que si Tú me desoyes me asemeje yo a los que bajan al sepulcro.

27:2  Escucha la voz de mi súplica cuando clamo a Ti, mientras levanto mis manos hacia el interior de tu Santuario.

27:3  No me quites de en medio con los impíos y los obradores de iniquidad, que hablan paz a su prójimo y maquinan el mal en su corazón.

27:4  Retribúyeles conforme a sus obras y a la malicia de sus maquinaciones; págales según su conducta, dales su merecido.

27:5  Porque no paran mientes en los hechos de Yahvé, ni en las obras de sus manos. ¡Destrúyalos Él y no los restablezca!

27:6  Bendito sea Yahvé, porque oyó la voz de mi súplica.

27:7  Yahvé es mi fortaleza y mi escudo; en Él confió mi corazón y fui socorrido. Por eso mi corazón salta de gozo y lo alabo con mi cántico.

27:8  Yahvé es la fuerza de su pueblo, y el alcázar de salvación para su ungido.

27:9  Salva a tu pueblo y bendice a tu heredad; apaciéntalos y condúcelos para siempre.

Chapter 28

28:1  Salmo de David. Dad a Yahvé, oh hijos de Dios, dad a Yahvé gloria y poderío.

28:2  Tributad a Yahvé la gloria debida a su Nombre, adorad a Yahvé en su Santuario.

28:3  ¡La voz de Yahvé sobre las aguas! Truena el Dios de la majestad, Yahvé sobre las muchas aguas.

28:4  ¡La voz de Yahvé con poderío! ¡La voz de Yahvé con majestad!

28:5  La voz de Yahvé troncha los cedros, Yahvé troncha los cedros del Líbano.

28:6  Hace brincar al Líbano como un novillo, y al Schirión como cría de bisonte.

28:7  La voz de Yahvé hace brotar llamas de fuego.

28:8  La voz de Yahvé sacude el desierto; Yahvé hace temblar el desierto de Cadés.

28:9  La voz de Yahvé retuerce los robles y arrasa las selvas, mientras en su Santuario todos dicen: ¡Gloria!

28:10  Yahvé ha puesto su trono sobre las muchas aguas, y se sentará como Rey para siempre.

28:11  Yahvé dará fortaleza a su pueblo; Yahvé bendecirá a su pueblo con la paz.

Chapter 29

29:1  Salmo-cántico para la dedicación de la casa de David.

29:2  Yo te alabo, Yahvé, porque me libraste y no dejaste que a costa mía se alegraran mis enemigos.

29:3  Yahvé, Dios mío, clamé a Ti, y me sanaste.

29:4  Tú, Yahvé, sacaste mi vida del sepulcro; me sacaste de entre los que descienden a la fosa.

29:5  Cantad himnos a Yahvé vosotros sus santos, dad gracias al Nombre de Su santidad.

29:6  Porque su enojo dura un instante, mas su benevolencia es por toda la vida, como el llanto viene al anochecer y con la aurora vuelve la alegría.

29:7  Me decía yo en mi presunción: “Nunca me pasará nada”;

29:8  pues Tú, oh Yahvé, en tu benevolencia, me habías prestado honor y poderío; mas apenas escondiste tu rostro, quedé conturbado.

29:9  Clamé a Ti, oh Yahvé, e imploré la misericordia de mi Dios:

29:10  “¿Qué beneficio se obtendrá con mi sangre, cuando yo descienda a la fosa? ¿Acaso te alabará el polvo, o proclamará tu fidelidad?”

29:11  Me oyó Yahvé y tuvo compasión de mí; Yahvé vino en mi socorro.

29:12  Convertiste en danza mi llanto desataste mi cilicio y me ceñiste de alegría,

29:13  para que mi alma te cante himnos sin cesar. ¡Oh Yahvé, Dios mío, te alabaré eternamente!

Chapter 30

30:1  Al maestro de coro. Salmo de David.

30:2  En Ti, Yahvé, me refugio; no quede yo nunca confundido; sálvame con tu justicia.

30:3  Inclina a mí tu oído, apresúrate a librarme. Sé para mí la roca de seguridad, la fortaleza donde me salves.

30:4  Porque Tú eres mi peña y mi baluarte, y por la gloria de tu nombre, cuidarás de mí y me conducirás.

30:5  Tú me sacarás de la red, que ocultamente me tendieron, porque eres mi protector.

30:6  En tus manos encomiendo mi espíritu. ¡Tú me redimirás, oh Yahvé, Dios fiel!

30:7  Aborreces a los que dan culto a vanos ídolos, mas yo pongo mi confianza en Yahvé.

30:8  Rebosaré de gozo y alegría por tu compasión; pues Tú ves mi miseria, y has socorrido a mi alma en sus angustias;

30:9  nunca me entregaste en manos del enemigo, sino que afianzaste mis pies en lugar espacioso.

30:10  Ten piedad de mí, Yahvé, porque estoy conturbado; mis ojos decaen de tristeza, mi alma y mi cuerpo desfallecen juntamente.

30:11  Porque mi vida se va acabando entre dolores y mis años entre gemidos. Mi vigor ha flaqueado en la aflicción, y se han debilitado mis huesos.

30:12  He venido a ser objeto de oprobio para todos mis enemigos, de burla para mis vecinos y de horror para mis amigos: los que me encuentran por la calle se apartan de mí;

30:13  como si hubiera muerto, se ha borrado mi recuerdo de sus corazones; he llegado a ser como una vasija rota.

30:14  Oigo el hablar malévolo de muchos, y esparcir el espanto en torno mío. Mientras a una se conjuran contra mí, han pensado en quitarme la vida.

30:15  Pero yo confío en Ti, Yahvé; digo: “Tú eres mi Dios.”

30:16  Mi destino está en tu mano; sácame del poder de mis enemigos y de mis perseguidores.

30:17  Muestra a tu siervo tu rostro sereno; sálvame por tu misericordia.

30:18  Oh Yahvé, no tenga yo que avergonzarme por haberte invocado; avergonzados queden los impíos y reducidos al silencio del abismo.

30:19  Enmudezcan esos labios mentirosos que, con soberbia y menosprecio, hablan inicuamente contra el justo.

30:20  ¡Oh cuán grande, Señor, es la bondad que reservas para los que te temen, y concedes a quienquiera recurre a Ti delante de los hombres!

30:21  Tú proteges a cada uno con tu propio rostro, frente a la conspiración de los hombres; en tu tienda los escondes del azote de las lenguas.

30:22  Bendito sea Yahvé, porque en ciudad fuerte ha mostrado su admirable misericordia para conmigo.

30:23  Verdad que yo, en mi perturbación, llegué a decir: “Separado estoy de tu vista”; mas Tú oíste la voz de mi súplica cuando grité hacia Ti.

30:24  Amad a Yahvé, todos sus santos, pues Yahvé protege a los fieles, mientras retribuye plenamente a los que obran con soberbia.

30:25  ¡Animaos y confortad vuestro corazón, todos los que esperáis en Yahvé!

Chapter 31

31:1  Maskil de David. Dichoso aquel a quien es perdonada su iniquidad, cuyo pecado es olvidado.

31:2  Dichoso el hombre a quien Yahvé no imputa culpa y en cuyo espíritu no hay doblez.

31:3  Mientras callé se consumieron mis huesos, en medio de mis continuos gemidos.

31:4  Porque de día y de noche pesaba sobre mí tu mano, me revolcaba en mi miseria mientras tenía clavada la espina.

31:5  Entonces te manifesté mi delito, y no te oculté mi culpa; dije: “confesaré mi iniquidad a Yahvé” y Tú remitiste la culpa de mi pecado.

31:6  Que te invoquen todos los fieles, en el tiempo en que puedes ser hallado; aunque irrumpiera un diluvio de agua, no les alcanzará.

31:7  Tú para mí eres un refugio que me libra de la angustia, Tú me envuelves en el gozo de mi salud.

31:8  “Yo te aleccionaré y te mostraré el camino que has de seguir; de ti cuidaré y fijaré sobre ti mis ojos.

31:9  No quieras ser como el caballo o el mulo, sin entendimiento, que han de ser domados con freno y riendas para que te obedezcan.”

31:10  Muchos dolores aguardan al pecador, mas al que confía en Yahvé lo defenderá la misericordia.

31:11  Alegraos en Yahvé y regocijaos, oh justos; saltad de júbilo todos los rectos de corazón.

Chapter 32

32:1  Cantad, oh justos, a Yahvé, la alabanza es propia de los rectos.

32:2  Celebrad al Señor con la cítara; con el arpa de diez cuerdas cantadle himnos.

32:3  Entonadle un cántico nuevo; tañed bien sonoramente.

32:4  Porque la Palabra de Yahvé es recta, y toda su conducta es fiel.

32:5  Él ama la misericordia y la justicia, la tierra está llena de la bondad de Yahvé.

32:6  Por la Palabra de Yahvé fueron hechos los cielos, y todo su ornato por el soplo de su boca.

32:7  Él junta como en un odre las aguas del mar, encierra en depósitos los abismos.

32:8  Tema a Yahvé toda la tierra; reveréncienle todos los pobladores del orbe.

32:9  Porque Él habló y quedaron hechos; mandó, y tuvieron ser.

32:10  Yahvé desbarata los planes de las naciones, deshace los designios de los pueblos.

32:11  Mas los planes del Señor permanecen eternamente; los designios de su corazón, de generación en generación.

32:12  ¡Dichoso el pueblo que tiene por Dios a Yahvé, dichoso el pueblo que Él escogió para herencia suya!

32:13  Yahvé mira desde lo alto de los cielos, ve a todos los hijos de los hombres.

32:14  Desde el lugar de su morada fija sus ojos, sobre todos los que habitan la tierra.

32:15  Él, que formó el corazón de cada uno, presta atención a todas sus acciones.

32:16  No vence el rey por un gran ejército; el guerrero no se salva por su mucha fuerza.

32:17  Engañoso es el caballo para la victoria, todo su vigor no salvará al jinete.

32:18  Mas los ojos de Yahvé velan por los que le temen, por los que esperan de su misericordia,

32:19  que ha de librar sus almas de la muerte, y alimentarlos en el tiempo de hambre.

32:20  Nuestra alma cuenta con Yahvé; Él es nuestra ayuda y nuestro escudo.

32:21  En Él se regocija nuestro corazón, y en su santo Nombre confiamos.

32:22  Sea, Yahvé, sobre nosotros tu misericordia, según lo esperamos de Ti.

Chapter 33

33:1  De David. Cuando fingió ante el rey Abimelec haber perdido el juicio, y este le desterró y él pudo salvarse.

33:2  Quiero bendecir a Yahvé en todo tiempo, tener siempre en mi boca su alabanza.

33:3  En Yahvé se gloría mi alma; oigan los afligidos y alégrense.

33:4  Enalteced conmigo a Yahvé, y juntos ensalcemos su Nombre.

33:5  Busqué a Yahvé y Él me escuchó, y me libró de todos mis temores.

33:6  Miradlo a Él para que estéis radiantes de gozo, y vuestros rostros no estén cubiertos de vergüenza.

33:7  He aquí un miserable que clamó, y Yahvé lo oyó, lo salvó de todas sus angustias.

33:8  El ángel de Yahvé monta guardia en torno a los temerosos de Dios y los salva.

33:9  Gustad y ved cuan bueno es Yahvé; dichoso el hombre que se refugia en Él.

33:10  Temed a Yahvé, vosotros, santos suyos; los que le temen no carecen de nada.

33:11  Empobrecen los ricos y sufren hambre; pero a los que buscan a Yahvé no les faltará ningún bien.

33:12  Venid, hijos, escuchadme, y os enseñaré el temor de Yahvé.

33:13  ¿Ama alguno la vida? ¿Desea largos días para gozar del bien?

33:14  Pues guarda tu lengua del mal, y tus labios de las palabras dolosas.

33:15  Apártate del mal, y obra el bien; busca la paz, y ve en pos de ella.

33:16  Los ojos de Yahvé miran a los justos; y sus oídos están abiertos a lo que ellos piden.

33:17  Yahvé aparta su vista de los que obran el mal, para borrar de la tierra su memoria.

33:18  Claman los justos y Yahvé los oye, y los saca de todas sus angustias.

33:19  Yahvé está junto a los que tienen el corazón atribulado y salva a los de espíritu compungido.

33:20  Muchas son las pruebas del justo, mas de todas lo libra Yahvé.

33:21  Vela por cada uno de sus huesos; ni uno solo será quebrado.

33:22  La malicia del impío lo lleva a la muerte; y los que odian al justo serán castigados.

33:23  Yahvé redime las almas de sus siervos, y quienquiera se refugie en Él no pecará.

Chapter 34

34:1  De David. Disputa mi causa, oh Yahvé, contra mis contendores; combate Tú a los que me combaten.

34:2  Echa mano al escudo y al broquel, y levántate en mi socorro.

34:3  Empuña la lanza, y cierra contra mis perseguidores. Dile a mi alma: “Tu salvación soy Yo.”

34:4  Queden confusos y avergonzados los que buscan mi vida. Vuelvan atrás, cubiertos de oprobio los que maquinan mi perdición.

34:5  Sean como la paja ante el viento, acosados por el Ángel de Yahvé.

34:6  Sea su camino obscuro y resbaloso, cuando el Ángel de Yahvé los persiga.

34:7  Porque sin causa me tendieron su red; y sin causa cavaron una fosa para mi vida.

34:8  Venga sobre ellos la muerte inesperada, y préndalos la red que para mí escondieron; caigan en la fosa que ellos mismos cavaron.

34:9  Y mi alma se regocijará en Yahvé, y se alegrará de su auxilio.

34:10  Todos mis huesos dirán: ¿Quién como Tú, Yahvé, que libras del prepotente al desvalido, y al pobre y afligido de la mano del que lo despoja?

34:11  Se levantaron testigos de iniquidad; me pedían cuentas de cosas que yo ni conocía.

34:12  Por el bien me devolvían mal, para desolación de mi alma.

34:13  En tanto que yo, cuando ellos enfermaban, vestía de cilicio, me maceraba con el ayuno, y mis plegarias me golpeaban el seno.

34:14  Me portaba como con un amigo, como con un hermano; me encorvaba triste, como quien llora a una madre.

34:15  Ellos, en cambio, se alegraron en mi adversidad, y se juntaron; coligados contra mí me hirieron de improviso, me laceraron sin tregua.

34:16  Entre impíos burladores de torta redonda, rechinaron contra mí sus dientes.

34:17  ¿Hasta cuándo. Señor, lo estarás viendo? libra de sus maldades mi vida, de los leones a mi único bien.

34:18  Te daré gracias en la gran asamblea, te alabare ante un pueblo numeroso.

34:19  No se alegren a costa mía mis injustos enemigos; no se hagan guiños de ojo los que sin causa me odian,

34:20  porque ni siquiera hablan de paz, y planean traidoramente fraudes contra los pacíficos de la tierra.

34:21  Ensanchan contra mí sus bocas y dicen: “aja, aja; lo hemos visto con nuestros propios ojos”.

34:22  Tú, Yahvé, sí que lo has visto; no calles, Señor, no quieras estar lejos de mí.

34:23  Despierta y vela por mi defensa, por mi causa, Dios mío y Señor mío.

34:24  Júzgame Tú según tu justicia, Yahvé, Dios mío, que no se alegren a mi costa;

34:25  que no piensen en su corazón: “Hemos salido con nuestro deseo”; no digan: “Lo hemos devorado.”

34:26  Confundidos sean y abochornados a una los que se gozan en mi mal. Sean cubiertos de vergüenza e ignominia los que se ensoberbecen contra mí.

34:27  Alégrense y gócense los que comparten mi causa, y digan siempre: “Grande es Yahvé que se deleita en la paz de su siervo.”

34:28  Y mi lengua proclamará tu justicia; y tu alabanza perpetuamente.

Chapter 35

35:1  Al maestro de coro. De David, siervo de Dios.

35:2  La rebeldía instiga al impío en su corazón; a sus ojos no hay temor de Dios.

35:3  Por tanto, se lisonjea en su mente de que su culpa no será hallada ni aborrecida.

35:4  Las palabras de su boca son malicia y fraude, no se cuida de entender para obrar bien.

35:5  En su lecho medita la iniquidad; anda siempre en malos caminos. La maldad no le causa horror.

35:6  Yahvé, tu misericordia toca el cielo; tu fidelidad, las nubes.

35:7  Tu justicia es alta como los montes de Dios; profundos como el mar, tus juicios. Tú, Yahvé, socorres al hombre y al animal.

35:8  ¡Cuán preciosa es, oh Dios, tu largueza! los hijos de los hombres se abrigan a la sombra de tus alas.

35:9  Se sacian con la abundancia de tu casa, y los embriagas en el río de tus delicias.

35:10  Pues en Ti está la fuente de la vida, y en tu luz vemos la luz.

35:11  Despliega tu bondad sobre los que te conocen, y tu justicia sobre los de corazón recto.

35:12  No me aplaste el pie del soberbio ni me haga vacilar la mano del impío.

35:13  He aquí derribados a los obradores de la iniquidad, caídos para no levantarse más.

Chapter 36

36:1  De David. No te acalores a causa de los malvados, ni envidies a los que cometen la iniquidad.

36:2  Porque muy pronto serán cortados, como el heno, y como hierba verde se secarán.

36:3  Tú, espera en Yahvé y obra el bien; permanece en la tierra y cultiva la rectitud.

36:4  Pon tus delicias en Yahvé, y Él te otorgará lo que tu corazón busca.

36:5  Entrega a Yahvé tu camino; confíate a Él y déjale obrar.

36:6  Él hará aparecer tu justicia como el día, y tu causa como la luz meridiana.

36:7  Calla ante Yahvé y espera de Él; no te acalores a causa del que prospera en su camino, del hombre que obra torcidamente.

36:8  Depón el rencor y aplaca la ira, no te irrites: pues sería peor;

36:9  porque los que obran mal serán exterminados, mas los que esperan en Yahvé heredarán la tierra.

36:10  Aguarda un poco, y el impío ya no estará; y si buscas su lugar, no lo hallarás.

36:11  En tanto que los mansos poseerán la tierra, y se deleitarán en abundancia de paz.

36:12  El impío urde males contra el justo, y a su vista rechina los dientes;

36:13  pero Yahvé se ríe de él, porque está viendo llegar su día.

36:14  Los perversos desenvainan la espada y tienden su arco, para derribar al afligido y al desvalido, y trucidar a los que son rectos.

36:15  Pero la espada se les clavará en su propio corazón, y sus arcos se romperán.

36:16  Más vale lo poco del justo que la gran opulencia de los pecadores;

36:17  porque serán quebrados los brazos de los impíos, en tanto que a los justos los sostiene Yahvé.

36:18  Lleva cuenta Yahvé de los días de los justos, y su herencia será eterna.

36:19  No se verán confundidos en tiempo de calamidad, y en los días de hambre serán saciados.

36:20  Mas los impíos perecerán; y los enemigos de Yahvé, los altivos ensoberbecidos en su corazón, se desvanecerán como el humo.

36:21  El malvado toma en préstamo y no devuelve, mas el justo es compasivo y da;

36:22  porque los benditos poseerán la tierra, pero los malditos serán exterminados.

36:23  Yahvé dirige los pasos del hombre, al que le agrada Él le afirma el camino.

36:24  Aunque resbalare, no caerá postrado, porque Yahvé lo sostiene con su mano.

36:25  Joven fui y ahora soy viejo, mas nunca he visto al justo desamparado, ni a sus hijos mendigando el pan.

36:26  En todo tiempo es misericordioso y presta, y su estirpe es bendecida.

36:27  Huye tu del mal y haz el bien, y habitarás por siempre.

36:28  Pues Yahvé ama la justicia, y no abandona a sus santos; los impíos serán exterminados, y su descendencia perecerá.

36:29  Los justos poseerán la tierra, y habitarán en ella para siempre.

36:30  La boca del justo profiere sabiduría, y su lengua habla con rectitud.

36:31  La Ley de su Dios está en su corazón, y sus pasos no vacilan.

36:32  El impío anda en acecho del justo, y busca cómo quitarle la vida;

36:33  pero Yahvé no lo deja en sus manos, ni permite que le condenen cuando es juzgado.

36:34  Cuenta con Yahvé y sigue su camino; Él te conducirá a la herencia de la tierra; asistirás gozoso al exterminio de los perversos.

36:35  Vi al impío sumamente empinado y expandiéndose, como un cedro del Líbano;

36:36  pasé de nuevo, y ya no estaba; lo busqué, y no fue encontrado.

36:37  Observa al hombre íntegro y mira al que es recto, porque el hombre pacífico tendrá porvenir,

36:38  en tanto que los rebeldes todos perecerán, y la posteridad de los impíos será extirpada.

36:39  De Yahvé viene la salvación de los justos; Él es su fortaleza en los días aciagos.

36:40  Yahvé les da ayuda y libertad; los saca de las manos de los impíos y los salva, porque a Él se acogieron.

Chapter 37

37:1  Salmo de David. Para recuerdo.

37:2  Yahvé, no me arguyas en tu ira, ni me castigues en tu furor.

37:3  Mira que tengo clavadas tus flechas, y tu mano ha caído sobre mí.

37:4  A causa de tu indignación no hay en mi carne parte sana, ni un hueso tengo intacto, por culpa de mi pecado.

37:5  Es que mis iniquidades pasan sobre mi cabeza, me aplasta el peso de su carga.

37:6  Mis llagas hieden y supuran, por culpa de mi insensatez.

37:7  Inclinado, encorvado hasta el extremo, en mi tristeza ando todo el día sin rumbo;

37:8  mis entrañas se abrasan de dolor, no queda nada sano en mi cuerpo.

37:9  Languidezco abrumado; los gemidos de mi corazón me hacen rugir.

37:10  Señor, a tu vista están todos mis suspiros, y mis gemidos no se te ocultan.

37:11  Palpita fuertemente mi corazón; las fuerzas me abandonan, y aún me falta la luz de mis ojos.

37:12  Mis amigos y compañeros se han apartado de mis llagas, y mis allegados se mantienen, a distancia.

37:13  Me tienden lazos los que atentan contra mi vida; los que buscan mi perdición hablan de amenazas y forman todo el día designios aviesos.

37:14  Yo entretanto, como sordo, no escucho; y soy como mudo que no abre sus labios.

37:15  Me he hecho semejante a un hombre que no oye y que no tiene respuesta en su boca;

37:16  porque confío en Ti, oh Yahvé, Tú responderás, Señor Dios mío.

37:17  Yo he dicho en efecto: “No se alegren a costa mía, y no se ensoberbezcan contra mí al vacilar mi pie.”

37:18  Pues me encuentro a punto de caer, y tengo siempre delante mi flaqueza,

37:19  dado que confieso mi culpa y estoy lleno de turbación por mi delito;

37:20  en tanto que son poderosos los que injustamente me hacen guerra, y muchos los que me odian sin causa.

37:21  Y los que devuelven mal por bien me hostilizan, porque me empeño en lo bueno.

37:22  No me abandones, oh Yahvé; Dios mío, no quieras estar lejos de mí.

37:23  Apresúrate a socorrerme, Yahvé, salvación mía.

Chapter 38

38:1  Al maestro de coro, a Iditún. Salmo de David.

38:2  Yo me dije: “Atenderé a mis caminos, para no pecar con mi lengua; pondré un freno a mi boca mientras el impío esté frente a mí.”

38:3  Y quedé silencioso, mudo; callé aun el bien; pero mi dolor se exasperaba.

38:4  El corazón ardía en mi pecho; cuando reflexionaba, el fuego se encendía; entonces solté mi lengua diciendo:

38:5  “Hazme saber, Yahvé, cuál es mi fin, y cuál el número de mis días, para que entienda cuan caduco soy.

38:6  Tú diste a mis días un largo de pocos palmos, y mi vida es como nada ante Ti. Un mero soplo es todo hombre.

38:7  Como una sombra, pasa el mortal, y vanamente se inquieta; atesora, y no sabe quién recogerá.”

38:8  Así pues ¿qué espero yo ahora, Señor? Toda mi esperanza está en Ti.

38:9  Sálvame Tú de todas mis iniquidades; no me entregues al escarnio del necio.

38:10  Enmudezco y no abro más mi boca; porque todo lo haces Tú.

38:11  Solo aparta de mí tu azote, pues ante el poder de tu mano desfallezco.

38:12  Tú castigas al hombre por su culpa; destruyes, como la polilla, lo que él más aprecia. En verdad, todo hombre no es más que un soplo.

38:13  Escucha, Yahvé, mi ruego, presta oído a mis clamores, no te hagas sordo a mis lágrimas; porque frente a Ti yo soy un peregrino, un transeúnte, como fueron todos mis padres.

38:14  Deja de castigarme para que respire, antes que parta y ya no esté.

Chapter 39

39:1  Al maestro de coro. Salmo de David.

39:2  Esperé en Yahvé, con esperanza sin reserva, y Él se inclinó hacia mí y escuchó mi clamor.

39:3  Me sacó de una fosa mortal, del fango cenagoso; asentó mis pies sobre roca y dio firmeza a mis pasos.

39:4  Puso en mi boca un cántico nuevo, un himno a nuestro Dios. Muchos verán esto, y temerán y esperarán en Yahvé.

39:5  Dichoso el hombre que ha puesto su esperanza en Yahvé, sin volverse hacia los arrogantes y los apóstatas impostores.

39:6  Oh Yahvé, Dios mío, Tú has multiplicado tus hazañas maravillosas, y nadie puede compararse a Ti, por tus planes en favor nuestro. Yo quisiera anunciarlos y proclamarlos, pero su número excede a todo cálculo.

39:7  Tú no te has complacido en sacrificio ni ofrenda, sino que me has dado oídos; holocausto y expiación por el pecado no pides.

39:8  Entonces he dicho: “He aquí que vengo.” En el rollo del libro me está prescrito

39:9  hacer tu voluntad; tal es mi deleite, Dios mío, y tu Ley está en el fondo de mi corazón.

39:10  He proclamado tu justicia en la grande asamblea; no contuve mis labios; Tú, Yahvé, lo sabes.

39:11  No he tenido escondida tu justicia en mi corazón, publiqué tu verdad y la salvación que de Ti viene; no oculté a la muchedumbre tu misericordia y tu fidelidad.

39:12  Tú, Yahvé, no contengas para conmigo tus piedades; tu misericordia y tu fidelidad me guarden siempre.

39:13  Ahora me rodean males sin número, mis culpas se precipitan sobre mí, y no puedo soportar su vista. Son más numerosas, que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón desmaya.

39:14  Plegue a Ti, Yahvé, librarme; apresúrate, Señor, a ayudarme.

39:15  Confundidos sean y avergonzados todos los que buscan mi vida para perderla; retrocedan y cúbranse de ignominia los que se deleitan en mis males.

39:16  Queden aturdidos de vergüenza esos que me dicen: “aja, aja”.

39:17  Pero salten de gozo y alégrense en Ti todos los que te buscan; y los que quieren la salvación que de Ti viene digan siempre: “Grande es Yahvé.”

39:18  En cuanto a mí, soy pobre y miserable; pero el Señor cuida de mí. Mi amparo y mi libertador eres Tú; ¡Dios mío, no tardes!

Chapter 40

40:1  Al maestro de coro. Salmo de David.

40:2  Dichoso el que sabe comprender al débil y al pobre; en el día aciago Yahvé lo pone a salvo.

40:3  Yahvé cuida de él y lo hace vivir, lo hace próspero sobre la tierra, y no lo entrega a la voluntad de sus enemigos.

40:4  Yahvé lo conforta en el lecho del dolor, y calma sus padecimientos durante toda su enfermedad.

40:5  Yo por mi parte digo: “Apiádate de mí, Yahvé, sana mi alma porque pequé contra Ti.”

40:6  Mis enemigos hablan de mí con maldad (diciendo): “¿Cuándo morirá y perecerá su nombre?”

40:7  Y el que viene a visitarme habla con falsía; en su interior hace provisión de maledicencia, y entonces sale afuera y la desparrama.

40:8  Todos los que me odian se juntan para murmurar contra mí; imaginan de mí lo peor:

40:9  “Le ha sobrevenido una peste maligna; se acostó y no volverá a levantarse.”

40:10  Hasta mi amigo, de quien me fiaba, que comía mi pan, ha alzado contra mí su calcañar.

40:11  Mas Tú, Yahvé, apiádate de mí; levántame para que les retribuya.

40:12  En esto conoceré que me amas, si el que me odia no se huelga a costa mía,

40:13  y me sustentas en mi integridad, conservándome en tu presencia para siempre.

40:14  ¡Bendito sea Yahvé, Dios de Israel, desde la eternidad y por la eternidad! Amén, Amén.

Chapter 41

41:1  Al maestro de coro. Maskil. De los hijos de Coré.

41:2  Como el ciervo ansía las corrientes de aguas, así mi alma suspira por Ti, oh Dios,

41:3  porque mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo vendré y estaré en la presencia de Dios?

41:4  Mis lágrimas se han hecho mi pan de día y de noche, mientras se me dice continuamente: “¿Dónde está tu Dios?”

41:5  Me acuerdo -y el recuerdo me parte el alma- de cómo caminaba yo al frente de la noble cohorte hacia la casa de Dios, entre cantares de júbilo y alabanza, en festivo cortejo.

41:6  ¿Por qué estás afligida, alma mía, y te conturbas dentro de mí? Espera en Dios, pues aún he de alabar al que es mi salvación, mi Dios.

41:7  Desfallece en mi interior mi alma, cuando de Ti me acuerdo; desde la lejana tierra del Jordán y del Hermón, desde la colina de Misar.

41:8  Como, en el estruendo de tus cataratas, un abismo llama a otro abismo, así todas tus ráfagas y tus olas pasan sobre mí.

41:9  De día gimo: “Mande Yahvé su gracia”, y de noche entono un cántico, la plegaria al Dios de mi vida.

41:10  Digo a Dios: “Roca mía, ¿por qué me has olvidado, por qué he de andar afligido, bajo la opresión de mis enemigos?”

41:11  Mis huesos se quebrantan cuando mis adversarios me hacen burla, diciendo uno y otro día: “¿Dónde está tu Dios?”

41:12  ¿Por qué estás afligida, alma mía, y te conturbas dentro de mí? Espera en Dios, pues aún he de alabar al que es mi salvación, mi Dios.

Chapter 42

42:1  Hazme justicia, oh Dios, y aboga en mi causa contra un pueblo impío; líbrame del hombre inicuo y doble.

42:2  Pues Tú, oh Dios, eres mi fortaleza; ¿por qué me desechaste? ¿por qué he de andar afligido, bajo la opresión del adversario?

42:3  Envíame tu luz y tu verdad; que ellas me guíen y me conduzcan a tu santo monte, a tus tabernáculos.

42:4  Así llegaré al altar de Dios, al Dios que es la alegría de mi gozo; y te alabaré al son de la cítara oh Dios, Dios mío.

42:5  ¿Por qué estás afligida, alma mía, y te conturbas dentro de mí? Espera en Dios, pues aún he de alabar al que es mi salvación, mi Dios.

Chapter 43

43:1  Al maestro de coro. De los hijos de Coré. Maskil.

43:2  Oímos, oh Dios, con nuestros oídos, nos contaron nuestros padres, los prodigios que hiciste en sus días, en los días antiguos.

43:3  Tú, con tu mano, expulsando pueblos gentiles, los plantaste a ellos; destruyendo naciones, a ellos los propagaste.

43:4  Pues no por su espada ocuparon la tierra, ni su brazo les dio la victoria; fue tu diestra y tu brazo, y la luz de tu rostro; porque Tú los amabas.

43:5  Tú eres mi Rey, mi Dios, Tú, el que dio la victoria a Jacob.

43:6  Por Ti batimos a nuestros enemigos; y en nombre tuyo hollamos a los que se levantaron contra nosotros.

43:7  Porque no en mi arco puse mi confianza, ni me salvó mi espada,

43:8  sino que Tú nos has salvado de nuestros adversarios, y has confundido a los que nos odian.

43:9  En Dios nos gloriábamos cada día, y continuamente celebrábamos tu Nombre.

43:10  Pero ahora Tú nos has repelido y humillado; ya no sales, oh Dios, con nuestros ejércitos.

43:11  Nos hiciste ceder ante nuestros enemigos, y los que nos odian nos han saqueado como han querido.

43:12  Nos entregaste como ovejas destinadas al matadero, y nos desparramaste entre los gentiles.

43:13  Vendiste a tu pueblo sin precio, y no sacaste gran provecho de esa venta.

43:14  Nos hiciste el escarnio de nuestros vecinos, la irrisión y el ludibrio de los que nos rodean.

43:15  Nos convertiste en fábula de los gentiles, y recibimos de los pueblos meneos de cabeza.

43:16  Todo el día tengo ante los ojos mi ignominia, y la confusión cubre mi rostro,

43:17  a los gritos del que me insulta y envilece, a la vista del enemigo, ávido de venganza.

43:18  Todo esto ha venido sobre nosotros, mas no nos hemos olvidado de Ti, ni hemos quebrantado el pacto hecho contigo.

43:19  No volvió atrás nuestro corazón, ni nuestro paso se apartó de tu camino,

43:20  cuando nos aplastaste en un lugar de chacales y nos cubriste con sombras de muerte.

43:21  Si nos hubiéramos olvidado del nombre de nuestro Dios, extendiendo nuestras manos a un Dios extraño,

43:22  ¿no lo habría averiguado Dios, Él, que conoce los secretos del corazón?

43:23  Mas por tu causa somos ahora carneados cada día, tenidos como ovejas de matadero.

43:24  Despierta, Señor. ¿Por qué duermes? Levántate; no nos deseches para siempre.

43:25  ¿Por qué ocultas tu rostro? ¿Te olvidas de nuestra miseria y de nuestra opresión?

43:26  Agobiada hasta el polvo está nuestra alma, y nuestro cuerpo pegado a la tierra. ¡Levántate en nuestro auxilio, líbranos por tu piedad!

Chapter 44

44:1  Al maestro de coro. Sobre el tono de “Schoschannim” (“Las azucenas”). De los hijos de Coré. Maskil. Canto de amor.

44:2  De mi corazón desbordan faustas palabras, hablo de lo que hice para el rey, mi lengua es pluma de ágil escriba.

44:3  Eres más hermoso que los hijos de los hombres; la gracia se ha derramado en tus labios, pues Dios te ha bendecido para siempre.

44:4  Oh poderoso, ciñe a tu flanco tu espada en tu gloria y majestad.

44:5  Cabalga, victorioso, por la verdad y por la justicia, y tu diestra te mostrará hazañas formidables.

44:6  Agudas son tus flechas, los pueblos caerán debajo de ti; desfallecidos caerán los enemigos del rey.

44:7  Tu trono, oh Dios, es por los siglos y para siempre; el cetro de tu reino es vara de justicia.

44:8  Tú amas la justicia y detestas la maldad; por esto, oh Dios, el Dios tuyo te ungió, entre todos tus semejantes, con óleo de alegría.

44:9  Mirra y áloes y casia exhalan tus vestidos desde los palacios de marfil donde te alegraron.

44:10  Hijas de reyes vienen a tu encuentro; a tu diestra está en pie la reina, vestida de oro de Ofir.

44:11  Oye, hija, y considera; aplica tu oído; olvida a tu pueblo y la casa de tu padre.

44:12  El rey se prendará de tu hermosura; Él es tu Señor: inclínate ante Él.

44:13  Ante ti se inclinará la hija de Tiro con dádivas, y los más ricos de la tierra solicitarán tu favor.

44:14  Toda hermosa entra la hija del rey, vestida de tela de oro.

44:15  Envuelta en manto multicolor es llevada al rey; detrás de ella son introducidas a ti, las vírgenes, sus amigas;

44:16  son conducidas alegremente y, dichosas, entran en el palacio del rey.

44:17  Tus hijos ocuparán el lugar de tus padres; los establecerás príncipes sobre toda la tierra.

44:18  Haré tu nombre memorable de edad en edad; sí, los pueblos te ensalzarán por los siglos de los siglos.

Chapter 45

45:1  Al maestro de coro. De los hijos de Coré. Al-Alamoth (para voces de soprano). Cántico.

45:2  Dios es para nosotros refugio y fortaleza; mucho ha probado ser nuestro auxiliador en las tribulaciones.

45:3  Por eso no tememos si la tierra vacila y los montes son precipitados al mar.

45:4  Bramen y espumen sus aguas, sacúdanse a su ímpetu los montes. Yahvé de los ejércitos está con nosotros; nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

45:5  Los brazos del río alegran la ciudad de Dios, la santa morada del Altísimo.

45:6  Dios está en medio de ella, no será conmovida; Dios la protegerá desde que apunte el día.

45:7  Agítanse las naciones, caen los reinos; Él hace oír su voz, la tierra tiembla.

45:8  Yahvé de los ejércitos está con nosotros; nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

45:9  Venid y ved las obras de Yahvé, las maravillas que ha hecho sobre la tierra.

45:10  Cómo hace cesar las guerras hasta los confines del orbe, cómo quiebra el arco y hace trizas la lanza, y echa los escudos al fuego.

45:11  “Basta ya; sabed que Yo soy Dios, sublime entre las naciones, excelso sobre la tierra.”

45:12  Yahvé de los ejércitos está con nosotros; nuestro alcázar es el Dios de Jacob.

Chapter 46

46:1  Al maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo.

46:2  Pueblos todos, batid palmas; aclamad a Dios con cantos de júbilo;

46:3  porque el Señor Altísimo, terrible, es el gran Rey sobre toda la tierra.

46:4  Él ha sometido los pueblos a nosotros y a nuestros pies las naciones.

46:5  Él nos eligió nuestra heredad, gloria de Jacob, su amado.

46:6  Sube Dios entre voces de júbilo, Yahvé con sonido de trompeta.

46:7  Cantad a Dios, cantad; cantad a nuestro Rey, cantadle.

46:8  Porque Dios es rey sobre toda la tierra; cantadle un himno.

46:9  Dios reina ya sobre todas las naciones; Dios se ha sentado sobre su santo trono.

46:10  Los príncipes de los pueblos se han unido al pueblo del Dios de Abrahán, pues los poderosos de la tierra se han dado a Dios. Él domina desde lo más alto.

Chapter 47

47:1  Cántico. Salmo de los hijos de Coré.

47:2  Grande es Yahvé en la ciudad de nuestro Dios, y digno de suma alabanza.

47:3  Su monte sagrado es gloriosa cumbre, es el gozo de toda la tierra; el monte Sión, (su) extremo norte, es la ciudad del gran Rey.

47:4  En sus fortalezas, Dios se ha mostrado baluarte seguro.

47:5  Pues, he aquí que los reyes se habían reunido, y acometieron a una;

47:6  mas apenas le vieron, se han pasmado, y aterrados han huido por doquier.

47:7  Los invadió allí un temblor, una angustia como de parto,

47:8  como el viento de Oriente cuando estrella las naves de Tarsis.

47:9  Como lo habíamos oído, así lo hemos visto ahora en la ciudad de Yahvé de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios: Dios la hace estable para siempre.

47:10  Nos acordamos, oh Dios, de tu misericordia dentro de tu Templo.

47:11  Como tu Nombre, Dios, así también tu alabanza llega hasta los confines de la tierra. Tu diestra está llena de justicia.

47:12  Alégrese el monte Sión; salten de júbilo las ciudades de Judá, a causa de tus juicios.

47:13  Recorred a Sión, circulad en rededor, contad sus torres;

47:14  considerad sus baluartes, examinad sus fortalezas, para que podáis referir a la generación venidera: así es de grande Dios,

47:15  nuestro Dios para siempre jamás. Él mismo nos gobernará.

Chapter 48

48:1  Al maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo.

48:2  Oíd esto, naciones todas, escuchad, moradores todos del orbe,

48:3  así plebeyos como nobles, ricos tanto como pobres.

48:4  Mi boca proferirá sabiduría, y la meditación de mi corazón, inteligencia.

48:5  Inclinaré mi oído a la parábola, y al son de la cítara propondré mi enigma.

48:6  ¿Por qué he de temer yo en los días malos, cuando me rodea la malicia de los que me asechan,

48:7  los que confían en sus recursos y se glorían de la abundancia de sus riquezas?

48:8  Pues nadie podrá librarse a sí mismo, ni dar a Dios un precio por su redención

48:9  —demasiado caro es el rescate de la vida— ni logrará nunca seguir viviendo por siempre

48:10  sin ver la muerte.

48:11  Pues verá que los sabios mueren, e igualmente perecen el insensato y el necio, dejando sus riquezas a extraños.

48:12  Los sepulcros son sus mansiones para siempre, sus moradas de generación en generación, por más que hayan dado a las tierras sus nombres.

48:13  Porque el hombre no permanece en su opulencia; desaparece como los brutos.

48:14  Tal es la senda de los que estultamente confían, y tal el fin de los que se glorían de su suerte.

48:15  Como ovejas son echados al sepulcro; su pastor es la muerte, y a la mañana los justos dominarán sobre ellos. Pronto su figura se volverá un desecho, y el sepulcro será su casa.

48:16  Pero mi vida Dios la librará de la tumba, porque Él me tomará consigo.

48:17  No temas si alguno se enriquece, si aumenta la opulencia de su casa;

48:18  porque al morir nada se llevará consigo, ni baja con él su fausto.

48:19  Aunque él mientras vivía se jactase, congratulándose de pasarlo bien,

48:20  bajará a reunirse con sus padres, y no verá jamás la luz.

48:21  Pero el hombre en auge no comprende; desaparece como los brutos.

Chapter 49

49:1  Salmo de Asaf. El Señor Dios habló y convocó a la tierra, desde el sol naciente hasta su ocaso.

49:2  Desde Sión en plena belleza aparece radiante Dios;

49:3  viene el Dios nuestro, y no en silencio; un fuego devorador le precede y en torno suyo ruge la tempestad.

49:4  Llama a los cielos de arriba y a la tierra, dispuesto a hacer juicio sobre su pueblo:

49:5  “¡Congregadme a los piadosos, los que han hecho alianza conmigo mediante sacrificios!”

49:6  Y he aquí que los cielos proclaman su justicia, porque el Juez es Dios mismo.

49:7  “Oye, pueblo mío, y hablaré; Israel, voy a dar testimonio contra ti; Yo soy Dios, el Dios tuyo.

49:8  No te reprendo por falta de tus sacrificios, pues tus holocaustos están siempre delante de Mí.

49:9  No tomaré ni un becerro de tu casa, ni carneros de tus manadas.

49:10  Puesto que son mías todas las fieras de la selva, y las bestias que por millares viven en mis montañas.

49:11  Conozco todas las aves del cielo, y cuanto se mueve en el campo está de manifiesto a mis ojos.

49:12  Si tuviera hambre, no te lo diría a ti, porque mío es el orbe y cuanto él contiene.

49:13  ¿Acaso Yo como carne de toros, o bebo sangre de chivos?

49:14  Sacrificios de alabanza es lo que has de ofrecer a Dios, y cumplir al Altísimo tus votos.

49:15  Entonces sí, invócame en el día de la angustia; Yo te libraré y tú me darás gloria.”

49:16  Al pecador, empero, le dice Dios: “¿Cómo es que andas tú pregonando mis mandamientos, y tienes mi alianza en tus labios,

49:17  tú, que aborreces la instrucción, y has echado a la espalda mis palabras?

49:18  Cuando ves a un ladrón te vas con él, y te asocias a los adúlteros.

49:19  Has abierto tu boca al mal, y tu lengua ha urdido engaño.

49:20  Te sentabas para hablar contra tu hermano, y cubrías de oprobio al hijo de tu madre.

49:21  Esto hiciste, y ¿Yo he de callar? ¿Imaginaste que Yo soy como tú? Yo te pediré cuentas y te lo echaré en cara.

49:22  Entended estas cosas los que os olvidáis de Dios; no sea que Yo os destroce y no haya quien os salve.

49:23  El que me ofrece el sacrificio de alabanza, ese es el que honra; y al que anda en sinceridad, a ese le haré ver la salvación de Dios.”

Chapter 50

50:1  Al maestro de coro. Salmo de David.

50:2  Cuando después que pecó con Betsabee, se llegó a él Natán.

50:3  Ten compasión de mí, oh Dios, en la medida de tu misericordia; según la grandeza de tus bondades, borra mi iniquidad.

50:4  Lávame a fondo de mi culpa, límpiame de mi pecado.

50:5  Porque yo reconozco mi maldad, y tengo siempre delante mi delito.

50:6  He pecado contra Ti, contra Ti solo, he obrado lo que es desagradable a tus ojos, de modo que se manifieste la justicia de tu juicio y tengas razón en condenarme.

50:7  Es que soy nacido en la iniquidad, y ya mi madre me concibió en pecado.

50:8  Mas he aquí que Tú te complaces en la sinceridad del corazón, y en lo íntimo del mío me haces conocer la sabiduría.

50:9  Rocíame con hisopo, y seré limpio; lávame Tú, y quedaré más blanco que la nieve.

50:10  Hazme oír tu palabra de gozo y de alegría, y saltarán de felicidad estos huesos que has quebrantado.

50:11  Aparta tu rostro, de mis pecados, y borra todas mis culpas.

50:12  Crea en mí, oh Dios, un corazón sencillo, y renueva en mi interior un espíritu recto.

50:13  No me rechaces de tu presencia, y no me quites el espíritu de tu santidad.

50:14  Devuélveme la alegría de tu salud; confírmame en un espíritu de príncipe.

50:15  Enseñaré a los malos tus caminos; y los pecadores se convertirán a Ti.

50:16  Líbrame de la sangre, oh Dios, Dios Salvador mío, y vibre mi lengua de exultación por tu justicia.

50:17  Abre Tú mis labios, oh Señor, y mi boca publicará tus alabanzas,

50:18  pues los sacrificios no te agradan, y si te ofreciera un holocausto no lo aceptarías.

50:19  Mi sacrificio, oh Dios, es el espíritu compungido; Tú no despreciarás, Señor, un corazón contrito [y humillado].

50:20  Por tu misericordia, Señor, obra benignamente con Sión; reconstruye los muros de Jerusalén.

50:21  Entonces te agradarán los sacrificios legales, [las oblaciones y los holocaustos]; entonces se ofrecerán becerros sobre tu altar.

Chapter 51

51:1  Al maestro de coro. Maskil de David.

51:2  Cuando Doeg, el idumeo, fue a decir a Saúl: “David ha entrado en la casa de Aquimelec.”

51:3  ¿Cómo haces alarde de maldad, oh prepotente, contra el justo? ¡En todo tiempo hay Dios!

51:4  Tu lengua, maquinando ruinas, es como afilada navaja, oh artífice del dolo.

51:5  Prefieres el mal al bien y la falsedad al lenguaje sincero.

51:6  Amas todas las palabras que hieren, lengua pérfida.

51:7  Por eso Dios te destruirá; te quitará de en medio para siempre; te arrojará de tu tienda y te arrancará de la tierra de los vivientes.

51:8  Al ver esto los justos temerán, y se reirán (diciendo):

51:9  “He aquí el hombre que no hizo de Dios su baluarte, sino que confió en la multitud de sus riquezas y llegó a ser poderoso por sus crímenes.”

51:10  Mas yo, como olivo lozano en la casa de Dios, confío en la bondad divina para siempre.

51:11  Por los siglos te alabaré porque obraste, y proclamaré tu Nombre porque es bueno, a la vista de tus santos.

Chapter 52

52:1  Al maestro de coro. Según Mahalat. Maskil de David.

52:2  El insensato dice en su corazón: “No hay Dios.” Se han pervertido; su conducta es abominable; ni uno solo obra bien.

52:3  Yahvé mira desde el cielo a los hijos de los hombres, para ver si hay quien sea inteligente y busque a Dios.

52:4  Pero se han extraviado todos juntos y todos se han depravado. No hay uno que obre el bien, ni uno siquiera.

52:5  ¡Nunca entenderán esos malhechores, que devoran a mi pueblo, como comen pan, sin cuidarse de Dios para nada!

52:6  He aquí que tiemblan de miedo donde no hay que temer; porque Dios ha dispersado los huesos de los que te esquilmaban; están desconcertados porque Dios los rechazó.

52:7  ¡Oh, venga ya de Sión la salud de Israel! Cuando Yahvé cambie la suerte de su pueblo, saltará de gozo Jacob, e Israel de alegría.

Chapter 53

53:1  Al maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Maskil de David.

53:2  Cuando los cifeos fueron a decirle a Saúl: “Mira, David está escondido entre nosotros.”

53:3  Sálvame, oh Dios, por tu Nombre, y defiende mi causa con tu poder.

53:4  Escucha mi oración, oh Dios, presta oído a las palabras de mi boca.

53:5  Porque soberbios se han levantado contra mí; y hombres violentos buscan mi vida, sin tener en cuenta a Dios para nada.

53:6  Mirad, ya viene Dios en mi socorro; el Señor sostiene mi vida.

53:7  Haz rebotar el mal contra mis adversarios, y según tu fidelidad, destrúyelos.

53:8  Te ofreceré sacrificios voluntarios; ensalzaré, oh Yahvé, tu Nombre, porque es bueno.

53:9  Pues me libró de toda tribulación, y mis ojos han visto a mis enemigos confundidos.

Chapter 54

54:1  Al maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Maskil de David.

54:2  Escucha oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica.

54:3  Atiéndeme, inclina tu oído. Vago gimiendo y sobresaltado [y estoy turbado]

54:4  ante las amenazas del enemigo y la opresión del inicuo; se acumulan calamidades sobre mí y me asaltan con furor.

54:5  El corazón tiembla en mi pecho, y me acometen mortales angustias.

54:6  El temor y el terror me invaden, y me envuelve el espanto.

54:7  Y exclamo: “¡Oh si tuviera yo alas como la paloma para volar en busca de reposo!”

54:8  Me iría bien lejos a morar en el desierto.

54:9  Me escaparía al instante del torbellino y de la tempestad.

54:10  Piérdelos, Señor; divide sus lenguas, pues en la ciudad veo la violencia y la discordia

54:11  rondar día y noche sobre sus muros; y en su interior hay opresión y ruina.

54:12  La insidia impera en medio de ella, y de sus plazas no se apartan la injuria y el engaño.

54:13  Si me insultara un enemigo, lo soportaría; si el que me odia se hubiese levantado contra mí, me escondería de él simplemente.

54:14  Pero eres tú, mi compañero, mi amigo y mi confidente,

54:15  con quien vivía yo en dulce intimidad, y subíamos en alegre consorcio a la casa de Dios.

54:16  Sorpréndalos la muerte; vivos aún desciendan al sepulcro, porque la maldad reina en sus moradas [y en ellos mismos].

54:17  Mas yo clamaré a Dios, y Yahvé me salvará.

54:18  Me lamentaré y lloraré a la tarde, a la mañana, a mediodía, y Él oirá mi voz.

54:19  Me sacará sano y salvo de los asaltos, aunque son muchos contra mí.

54:20  Me escuchará Dios y los humillará Él, que es eternamente. Porque no hay modo de convertirlos, y no temen a Dios.

54:21  Cada cual levanta su mano contra el amigo, y violan la fe jurada.

54:22  Más blando que manteca es su rostro, pero su corazón es feroz; sus palabras, más untuosas que el aceite, son espadas desnudas.

54:23  Deja tu cuidado a cargo de Yahvé, y Él te sostendrá. Nunca permitirá que el justo caiga;

54:24  mas a ellos, oh Dios, los harás descender a la fosa. No llegarán a la mitad de sus días esos hombres sanguinarios y fraudulentos. Yo, empero, pongo en Ti mi confianza, oh Señor.

Chapter 55

55:1  Al maestro de coro. Por el tono “Paloma silenciosa de la lejanía”. De David. Miktam. Cuando lo prendieron los filisteos en Qat.

55:2  Apiádate de mí, oh Dios, porque el hombre me pisotea, me oprime con su ataque incesante.

55:3  Todo el día tratan mis enemigos de devorarme, y son muchos los que me combaten... Oh Altísimo,

55:4  el día en que me invada el temor, confiaré en Ti.

55:5  Me gloriaré en la promesa de Dios, confiado en Dios no temo. ¿Qué podrá contra mí un hombre de carne?

55:6  Siempre toman a mal mis palabras, todos sus pensamientos son para mi daño.

55:7  Se conjuran, ponen asechanzas, observan mis pasos, buscando cómo quitarme la vida.

55:8  Devuélveles otro tanto por su iniquidad; oh Dios, abate los pueblos en tu ira.

55:9  Tú cuentas los pasos de mi vida errante; recoges mis lágrimas en tu redoma. ¿No están acaso escritos en tu libro?

55:10  Así pues mis enemigos retrocederán; cada vez que apelo a Ti conozco que Dios está conmigo.

55:11  Me gloriaré en la promesa de Dios,

55:12  confiado en Dios no temo. ¿Qué podrá contra mí un hombre de carne?

55:13  Te debo, oh Dios, los votos que te hice; te ofreceré sacrificios de alabanza. Pues Tú has librado mi vida de la muerte, y mis pies de la caída, para que ande yo ante la faz de Dios en la luz de los vivientes.

Chapter 56

56:1  Al maestro de coro. Por el tono de “No destruyas”. De David. Miktam. Cuando huyendo de Saúl, se refugió en una cueva.

56:2  Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí, ya que a Ti se acoge mi alma. A la sombra de tus alas me refugio hasta que pase la calamidad.

56:3  Clamo al Dios Altísimo, al Dios que es mi bienhechor.

56:4  Quiera El enviar del cielo a quien me salve; entregue al oprobio a quienes me persiguen; mande Dios su misericordia y su fidelidad.

56:5  Yazgo en medio de leones, que devoran con avidez a los hijos de los hombres. Sus dientes son lanzas y saetas; y su lengua, cortante espada.

56:6  Muéstrate excelso, oh Dios, sobre los cielos; brille tu gloria sobre toda la tierra.

56:7  Tendieron una red a mis pasos, deprimieron mi alma; habían cavado una fosa delante de mí; han caído en ella.

56:8  Mi corazón está pronto, oh Dios; firme está mi corazón; quiero cantar y entonar salmos.

56:9  Despierta, oh alma mía; salterio y cítara despertaos; despertaré a la aurora.

56:10  Te alabaré, Señor, entre los pueblos, te cantaré himnos entre las naciones.

56:11  Porque tu misericordia es grande hasta el cielo, y tu fidelidad, hasta las nubes.

56:12  Muéstrate excelso, oh Dios, sobre los cielos; brille tu gloria sobre toda la tierra.

Chapter 57

57:1  Al maestro de coro. Sobre el tono de “No destruyas”. De David. Miktam.

57:2  ¿Es verdad que habláis justicia, oh dioses? ¿Es verdad que juzgáis con rectitud a los hijos de los hombres?

57:3  No, en vuestro corazón os mueve la iniquidad, y vuestras manos venden al peso la violencia sobre la tierra.

57:4  Los prevaricadores se extraviaron desde el seno materno; desde el vientre se descarriaron los impostores.

57:5  Hay en ellos veneno como en la serpiente, como en el áspid sordo que tapa sus oídos,

57:6  para que no oiga la voz de los encantadores, del mago que sabiamente hechiza.

57:7  Oh Dios, quiebra sus dientes en su misma boca; rompe las muelas de los leones, oh Yahvé.

57:8  Disípense como agua derramada; marchítense como la verdura de la hierba.

57:9  Pasen como el caracol que se deshace; como aborto de mujer, que no ve el sol.

57:10  Antes que vuestro fuego dé espinas verdes caliente vuestras ollas, arrebátelo todo un torbellino.

57:11  El justo se gozará al ver la venganza; lavará sus pies en la sangre del impío.

57:12  Y los hombres dirán: “En verdad hay un premio para el justo; en verdad hay un Dios que juzga en la tierra.”

Chapter 58

58:1  Al maestro de coro. Por el tono de “No destruyas”. De David. Miktam. Cuando Saúl mandó hombres que vigilaran la casa para matarlo.

58:2  Dios mío, sálvame de mis enemigos; defiéndeme de los que me atacan.

58:3  Líbrame de los que obran iniquidades y protégeme contra los hombres sanguinarios.

58:4  Mira: ponen asechanzas a mi vida, y hombres poderosos conspiran contra mí. No hay en mí delito ni pecado, Yahvé.

58:5  Sin culpa mía irrumpen y me asaltan. Despierta Tú, ven a mí y mira.

58:6  Porque Tú, Yahvé, Dios de los ejércitos, eres el Dios de Israel. Levántate a castigar a todos los gentiles; no te apiades de ninguno de los pérfidos.

58:7  Vuelven al anochecer, aullando como perros, y giran en torno de la ciudad.

58:8  Mira la jactancia en su boca, y cómo injurian sus labios:.. “¿Quién hay que (nos) oiga?”

58:9  Mas Tú, Yahvé te ríes de ellos; harás befa de todos los gentiles.

58:10  Oh fortaleza mía, a Ti cantaré. Verdaderamente mi alcázar es Dios.

58:11  La misericordia de mi Dios se me anticipará y me hará mirar con alegría a mis enemigos.

58:12  No les des tregua, oh Dios; no sean tropiezo para mi pueblo. Confúndelos con tu poder y póstralos, oh Señor, escudo nuestro.

58:13  Pecado de su boca es cuanto profieren sus labios; sean presa de su propia soberbia, de sus maldiciones y de sus mentiras.

58:14  Destrúyelos en tu saña, destrúyelos hasta que ya no existan; entonces se sabrá que Dios reina en Jacob y hasta los confines del orbe.

58:15  Vuelvan al anochecer, aullando como perros, y giren en torno de la ciudad;

58:16  vaguen buscando qué comer, y si no se sacian, den aullidos.

58:17  Entretanto, yo cantaré tu potencia, y desde la mañana saltaré de gozo por tu misericordia; porque fuiste mi protector, y mi refugio en el día de la tribulación.

58:18  Oh fortaleza mía, a Ti cantaré. Verdaderamente mi alcázar es Dios, el Dios misericordiosísimo conmigo.

Chapter 59

59:1  Al maestro de coro. Por el tono de “El lirio del testimonio”. Miktam de David, para hacerlo aprender.

59:2  Cuando hizo guerra contra Aram de Naharaim y Aram de Sobá, y Joab, ya de vuelta, batió a Edom en el valle de las Salinas (matándole) doce mil hombres.

59:3  Oh Dios, nos has desechado, quebrantaste nuestros ejércitos; estabas airado, ¡vuelve a nosotros!

59:4  Has sacudido la tierra, la has hendido; sana sus fracturas porque tambalea.

59:5  Cosas duras le hiciste experimentar a tu pueblo; nos diste de beber vino de vértigo.

59:6  Pusiste, empero, una señal a los que te temen de modo que huyeran del arco.

59:7  Mas ahora; para que sean libertados los que Tu amas, socorre con tu diestra, y escúchanos.

59:8  Dijo Dios en su santidad: “Triunfaré; repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

59:9  Mío es Galaad, y mía la tierra de Manasés; Efraím es el yelmo de mi cabeza; y Judá mi cetro;

59:10  Moab, la vasija de mi lavatorio; sobre Edom echaré mi calzado, y Filistea será mi súbdito.”

59:11  ¿Quién me conducirá a la ciudad fortificada? ¿Quién me llevará hasta Edom?

59:12  ¿No serás Tú, oh Dios, que nos has rechazado y que ya no sales con nuestros ejércitos?

59:13  Ven en nuestro auxilio contra el adversario, porque vano es el auxilio de los hombres.

59:14  Con Dios haremos proezas; Él hollará a nuestros enemigos.

Chapter 60

60:1  Al maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. De David.

60:2  Escucha, oh Dios, mi grito, atiende a mi oración.

60:3  Desde los confines de la tierra clamo a Ti, con el corazón desfallecido; Tú me alzarás hasta la roca, me darás el reposo.

60:4  Porque eres mi refugio, la fuerte torre contra el enemigo.

60:5  Habite yo para siempre en tu tabernáculo y encuentre abrigo a la sombra de tus alas.

60:6  Oíste mis votos, oh Dios, y me has dado la herencia de los que temen tu Nombre.

60:7  Añade días a los días del rey; sean iguales sus años a la multitud de generaciones.

60:8  Reine eternamente delante de Dios; que tu misericordia y tu fidelidad lo conserven.

60:9  Así cantaré tu Nombre para siempre, y cumpliré mis votos cada día.

Chapter 61

61:1  Al maestro de coro. Según Iditún. Salmo de David.

61:2  Solo en Dios se descansa, oh alma mía, porque la salud viene de Él.

61:3  Él solo es mi roca, mi salvación, mi defensa: nunca seré conmovido.

61:4  ¿Hasta cuándo acometeréis a un solo hombre, queriendo todos derribarlo, como muro inclinado, como pared que se desploma?

61:5  De su lugar excelso intentan despeñarle, ellos, que se deleitan con la mentira; bendicen con su boca, y en su corazón maldicen.

61:6  Solo en Dios se descansa, oh alma mía, porque la salud viene de Él.

61:7  Él solo es mi roca, mi salvación, mi defensa; nunca seré conmovido.

61:8  En Dios está mi salud y mi gloria; mi firme roca y mi refugio es Dios.

61:9  Oh pueblo, espera en Él en todo tiempo; en su presencia derramad vuestros corazones, porque Dios es para nosotros el amparo.

61:10  Los hijos de los hombres no son más que un soplo; los poderosos, una mentira; puestos en la balanza suben alto; porque todos juntos pesan menos que el aire.

61:11  No confiéis en la violencia, ni os gloriéis en la rapiña. Si vuestras riquezas aumentan, no pongáis en ellas el corazón.

61:12  Una cosa dijo Dios, y otra segunda le oí:

61:13  que el poder es de Dios, y la gracia, oh Señor, es tuya. Porque Tú recompensas a cada uno según sus obras.

Chapter 62

62:1  Salmo de David. Mientras vagaba por el desierto de Judá.

62:2  Oh Dios, Tú eres el Dios mío, a Ti te busco ansioso; mi alma tiene sed de Ti, y mi carne sin Ti languidece, como (esta) tierra árida y yerma, falta de agua.

62:3  Así vuelvo mis ojos hacia Ti en el santuario, para contemplar tu poder y tu gloria;

62:4  porque tu gracia vale más que la vida, por eso mis labios te alabarán.

62:5  Así te bendeciré toda mi vida y hacia tu Nombre levantaré mis manos.

62:6  Mi alma quedará saciada como de médula y gordura, y mi boca te celebrará con labios de exultación,

62:7  cada vez que me acuerde de Ti en mi lecho y en mis insomnios medite sobre Ti;

62:8  porque en verdad Tú te hiciste mi amparo, y a la sombra de tus alas me siento feliz.

62:9  Si mi alma se adhiere a Ti, tu diestra me sustenta.

62:10  Los que quieren quitarme la vida caerán en lo profundo de la tierra.

62:11  Serán entregados al poder de la espada, y formarán la porción de los chacales,

62:12  en tanto que el rey se alegrará en Dios y se gloriará todo el que jura por Él; pues será cerrada la boca a los que hablan iniquidad.

Chapter 63

63:1  Al maestro de coro. Salmo de David.

63:2  Oye, oh Dios, mi voz en esta queja; libra mi vida del enemigo aterrador.

63:3  Ampárame contra la conspiración de los malvados; contra la turba de los malhechores,

63:4  que aguzan su lengua como espada, y lanzan su saeta: la palabra venenosa,

63:5  para herir a escondidas al inocente; para alcanzarlo de improviso, a mansalva.

63:6  Afirmados resueltamente en sus perversos designios, se conciertan para tender sus lazos ocultos, diciendo: “¿Quién nos verá?”

63:7  Fraguados los planes dolosos (dicen): “El golpe está bien preparado, procedamos.” ¡Profundo es el pensamiento y el corazón del hombre!

63:8  Pero Dios les manda una saeta, quedan heridos de improviso;

63:9  su propia lengua los arruina, y cuantos los miran menean la cabeza.

63:10  Entonces todos temerán y proclamarán la obra de Dios, y reconocerán que es cosa suya.

63:11  Entretanto el justo se alegrará en Yahvé y en Él confiará; y se gloriarán todos los de corazón recto.

Chapter 64

64:1  Al maestro de coro. Salmo de David. Himno.

64:2  A Ti, oh Dios, es debida la alabanza en Sión, y a Ti se han de cumplir los votos.

64:3  A Ti, que oyes las plegarias, a Ti irá toda carne, a causa de los pecados.

64:4  Prevalecen contra nosotros nuestras iniquidades, mas Tú las perdonas.

64:5  Dichoso aquel a quien Tu elijas y atraigas, para que habite en tus atrios. Nos hartaremos de los bienes de tu casa y de la santidad de tu Templo.

64:6  En tu justicia nos escuchas con estupendas señales, oh Dios salvador nuestro, esperanza de todos los confines de la tierra y de los más lejanos mares.

64:7  Con tu fuerza consolidas los montes, revestido de poder.

64:8  Sosiegas el furor de los mares, el estruendo de sus ondas y el tumulto de las naciones.

64:9  Se estremecen ante tus portentos los que habitan los confines de la tierra. Tú llenas de alegría el Oriente y el Occidente.

64:10  Has visitado la tierra, la has embriagado y colmado de riquezas. El río de Dios rebosa de aguas; Tú preparas sus trigales, aparejando la tierra,

64:11  regando sus surcos, y allanando sus terrones; las ablandas con lluvias, y fecundas sus gérmenes.

64:12  Coronas de benignidad el año, y tus huellas destilan grosura.

64:13  Las praderas del desierto destilan, y los collados se visten de exultación.

64:14  Llenos están los campos de rebaños, y los valles se cubren de mieses; se alegran y cantan.

Chapter 65

65:1  Al maestro de coro. Cántico. Salmo.

65:2  Aclamad a Dios con júbilo, tierras todas; cantad salmos a la gloria de su Nombre; dadle el honor de la alabanza.

65:3  Decid a Dios: “¡Cuan asombrosas son tus obras!” Aun tus enemigos te lisonjean por la grandeza de tu poder.

65:4  Prostérnese ante Ti la tierra entera y cante tu Nombre.

65:5  Venid y contemplad las hazañas de Dios; sublime en sus designios sobre los hombres.

65:6  Trocó en tierra seca el mar; el río fue cruzado a pie enjuto. Alegrémonos en Él.

65:7  Reina con su poderío para siempre; sus ojos observan a las naciones, para que los rebeldes no levanten cabeza.

65:8  Bendecid, oh naciones, a nuestro Dios, y haced resonar su alabanza,

65:9  porque Él mantuvo en vida a nuestra alma, y no dejó que vacilara nuestro pie.

65:10  Pues Tú nos probaste, oh Dios, nos probaste por el fuego, como se hace con la plata.

65:11  Nos dejaste caer en el lazo; pusiste un peso aplastante sobre nuestras espaldas.

65:12  Hiciste pasar hombres sobre nuestra cabeza; atravesamos por fuego y por agua; mas nos sacaste a refrigerio.

65:13  Entraré en tu casa con holocausto, y te cumpliré mis votos,

65:14  los que mis labios pronunciaron y prometió mi boca en medio de mi tribulación.

65:15  Te ofreceré pingües holocaustos, con grosura de carneros; te inmolaré bueyes y cabritillos.

65:16  Venid, escuchad todos los que teméis a Dios; os contaré cuan grandes cosas ha hecho por mí.

65:17  Clamé hacia Él con mi boca, y su alabanza estaba pronta en mi lengua.

65:18  Si mi corazón hubiera tenido en vista la iniquidad, el Señor no me habría escuchado;

65:19  pero Dios oyó; atendió a la voz de mi plegaria.

65:20  Bendito sea Dios, que no despreció mi oración y no retiró de mí su misericordia.

Chapter 66

66:1  Al maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. Cántico.

66:2  Dios tenga misericordia de nosotros y bendíganos; vuelva hacia nosotros su rostro sereno,

66:3  para que sus caminos sean conocidos sobre la tierra, y su salvación entre todas las naciones.

66:4  Alábente los pueblos, oh Dios, te alaben los pueblos todos.

66:5  Alégrense y salten de gozo las naciones, viéndote gobernar los pueblos con justicia y regir en la tierra a las naciones.

66:6  Te alaben los pueblos, oh Dios, te alaben los pueblos todos.

66:7  La tierra ha dado su fruto; nos bendijo Dios, el Dios nuestro. ¡Que Dios nos bendiga y que le reverencien hasta los últimos confines del universo!

Chapter 67

67:1  Al maestro de coro. Salmo de David. Cántico.

67:2  Alzase Dios; sus enemigos se dispersan, y huyen ante Él sus adversarios.

67:3  Como se desvanece el humo, así se disipan; como se derrite la cera junto al fuego, así perecen los impíos ante la faz de Dios.

67:4  Los justos están alegres, saltan de júbilo en la presencia de Dios, y se regocijan con deleite.

67:5  Celebrad a Dios, entonad salmos a su Nombre; abrid camino al que viene a través del desierto. “El Señor” es su nombre, gozaos delante de Él.

67:6  Padre de los huérfanos y defensor de las viudas, Dios está en su santa morada.

67:7  Dios prepara un hogar a los desamparados, saca a prosperidad a los cautivos, solo los rebeldes se quedan en el tórrido desierto.

67:8  Dios cuando Tú saliste a la cabeza de tu pueblo, cuando avanzabas por el desierto,

67:9  se estremeció la tierra; también los cielos destilaron a la vista de Dios, [el mismo Sinaí tembló delante de Dios] el Dios de Israel.

67:10  Lluvia generosa derramaste, oh Dios, sobre tu heredad; estaba agotada y la renovaste.

67:11  En ella habitó tu grey; en tu bondad, oh Dios, proveías a los necesitados.

67:12  El Señor cumple su palabra: las buenas nuevas llegan en tropel:

67:13  “Huyen reyes y ejércitos, huyen; y las mujeres de la casa reparten el botín.

67:14  Mientras vosotros descansabais recostados entre los apriscos, las alas de la paloma brillaban plateadas y las plumas de la misma atornasoladas de oro.

67:15  Cuando el Omnipotente dispersaba a los reyes parecía caer nieve sobre el Salmón.”

67:16  Montes grandes son los montes de Basan, montañas de altas cumbres son los montes de Basan.

67:17  ¿Por qué, oh montes encumbrados, miráis con envidia el monte que Dios escogió para su morada? Sí, en él habitará Yahvé para siempre.

67:18  Millares y millares forman la carroza de Dios; en medio de ellos viene el Señor del Sinaí al Santuario.

67:19  Subiste a lo alto llevando cautivos; recibiste en don hombres; aun los rebeldes habitarán junto a Yah (nuestro) Dios.

67:20  ¡Bendito sea el Señor, día tras día! Dios, salvación nuestra, lleva nuestras cargas.

67:21  El Dios nuestro es un Dios que salva; por el Señor Yahvé escapamos a la muerte.

67:22  Porque Dios quebrantará la cabeza de sus enemigos, el altivo penacho de los que se pasean en sus delitos.

67:23  El Señor dijo: “De Basan los sacaré, los sacaré de lo profundo del océano;

67:24  para que hundas tu pie en la sangre de tus enemigos y en ella tenga parte la lengua de los perros.”

67:25  Se ve tu entrada, oh Dios, la entrada de mi Dios, de mi Rey, en el Santuario.

67:26  Cantores van delante, en pos van los tañedores; en medio, las doncellas baten los címbalos (cantando):

67:27  “Bendecid a Dios con alegría, bendecid al Señor los hijos de Israel.”

67:28  Allí está Benjamín, el más joven, precediéndolos; los príncipes de Judá y su séquito, los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí.

67:29  Despliega, oh Dios, tu poderío; poderío que asumes, oh Dios, en favor nuestro.

67:30  A causa de tu templo que está en Jerusalén, te ofrezcan tributos los reyes.

67:31  Increpa a la bestia del cañaveral y la multitud de los poderosos, dominadores de los pueblos. Suprime a los ávidos de plata. ¡Dispersa a los pueblos, que se gozan en las guerras!

67:32  Vengan los magnates de Egipto, levante Etiopía sus manos a Dios,

67:33  Reinos de la tierra, celebrad a Dios, entonad salmos al Señor,

67:34  a Aquel que cabalga por los cielos, los antiguos cielos; al que hace resonar su voz, su voz poderosa.

67:35  Reconoced la potestad de Dios, su majestad es sobre Israel, y su poder en las nubes.

67:36  Terrible es Dios desde su Santuario, el Dios de Israel, el que da potestad y vigor a su pueblo. ¡Bendito sea Dios!

Chapter 68

68:1  Al maestro de coro. Por el tono de “Los lirios”. De David.

68:2  ¡Sálvame, oh Dios! porque las aguas me han llegado al cuello.

68:3  Estoy sumergido en lo hondo del fango, y no hay donde hacer pie; he caído en aguas profundas y me arrastra la corriente.

68:4  Me he cansado de llamar, mi garganta ha enronquecido, han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios.

68:5  Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin causa me odian. Son demasiado poderosos para mis fuerzas los que injustamente me hostilizan, y tengo que devolver lo que no he robado.

68:6  Tú, oh Dios, conoces mi insensatez y mis pecados no te están ocultos.

68:7  No sean confundidos por mi causa los que esperan en Ti, oh Señor, Yahvé de los ejércitos. Que no se avergüencen de mí quienes te buscan, oh Dios de Israel.

68:8  Es por tu causa si he sufrido oprobio y mi rostro se ha cubierto de confusión.

68:9  He venido a ser un extraño para mis hermanos; los hijos de mi madre no me conocen,

68:10  porque me devora el celo de tu casa, y los baldones de los que te ultrajan cayeron sobre mí.

68:11  Me afligí con ayuno, y se me convirtió en vituperio.

68:12  Me vestí de cilicio, y vine a ser la fábula de ellos.

68:13  Murmuran contra mí los que se sientan a la puerta, y los bebedores me hacen coplas.

68:14  Mas yo dirijo a Ti mi oración, oh Yahvé, en tiempo favorable, oh Dios, escúchame según la grandeza de tu bondad, según la fidelidad de tu socorro.

68:15  Sácame del lodo, no sea que me sumerja. Líbrame de los que me odian y de la hondura de las aguas.

68:16  No me arrastre la corriente de las aguas, ni me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mí su boca.

68:17  Escúchame, Yahvé, porque tu gracia es benigna; mírame con la abundancia de tu misericordia;

68:18  no escondas tu rostro a tu siervo, escúchame pronto porque estoy en angustias.

68:19  Acércate a mi alma y rescátala; por causa de mis enemigos, líbrame.

68:20  Bien conoces Tú mi afrenta, mi confusión y mi ignominia; a tu vista están todos los que me atribulan.

68:21  El oprobio me ha quebrantado el corazón y titubeo; esperé que alguien se compadeciera de mí, y no lo hubo; y que alguno me consolara, mas no le hallé.

68:22  Por comida me ofrecieron hiel; y para mi sed me dieron a beber vinagre.

68:23  Conviértaseles su mesa en lazo y su holocausto en tropiezo.

68:24  Obscurézcanse sus ojos para que no vean; y encorva siempre sus espaldas.

68:25  Vierte sobre ellos tu indignación, y alcánceles el ardor de tu ira.

68:26  Devastada quede su casa, y no haya quien habite en sus tiendas.

68:27  Por cuanto persiguieron a aquel que Tú heriste, aumentaron el dolor de aquel que Tú llagaste.

68:28  Añádeles iniquidad a su iniquidad, y no acierten con tu justicia.

68:29  Sean borrados del libro de la vida, y no estén escritos con los justos.

68:30  Yo soy miserable y doliente, mas tu auxilio, oh Dios, me defenderá.

68:31  Alabaré el nombre de Dios en un cántico, le ensalzaré en un himno de gratitud;

68:32  y agradará a Yahvé más que un toro, más que un novillo con sus cuernos y pezuñas.

68:33  Vedlo, oh humildes, y alegraos, y reviva el corazón de los que buscáis a Dios.

68:34  Porque Yahvé escucha a los pobres, y no desprecia a sus cautivos.

68:35  Alábenlo los cielos y la tierra, los mares y cuanto en ellos se mueve.

68:36  Porque Dios salvará a Sión, y reedificará las ciudades de Judá; y habitarán allí, y tomarán posesión de ella.

68:37  La heredarán los descendientes de sus siervos, y morarán en ella los que aman su Nombre.

Chapter 69

69:1  Al maestro de coro. De David. En memoria.

69:2  Ven a librarme, Dios mío, apresúrate, Yahvé, a socorrerme.

69:3  Confundidos y sonrojados queden los que buscan mi vida; vuelvan la espalda cubiertos de vergüenza los que se gozan de mis males.

69:4  Retrocedan llenos de confusión los que me dicen: “¡aja! ¡aja!”.

69:5  Mas alégrense en Ti y regocíjense todos los que te buscan; y los que aman tu auxilio digan siempre: “Dios es grande.”

69:6  Yo soy miserable y doliente; mas Tú, oh Dios, ven en mi socorro. Mi amparo y mi libertador eres Tú; oh Yahvé, no tardes.

Chapter 70

70:1  En Ti, Yahvé, me refugio, no me vea nunca confundido.

70:2  Líbrame por obra de tu justicia y sácame del peligro; inclina a mí tu oído y sálvame.

70:3  Sé para mí la roca que me acoja, el baluarte seguro en que me salves, porque mi roca y mi alcázar eres Tú.

70:4  Líbrame, Dios mío, de las manos del inicuo, de las garras del impío y del opresor,

70:5  porque Tú, Señor, eres mi esperanza; Tú, Yahvé, el objeto de mi confianza desde mi niñez.

70:6  En Ti he descansado desde el seno materno, desde el vientre de mi madre Tú eres mi protector; mi esperanza ha estado siempre en Ti.

70:7  A muchos he aparecido como un portento, porque Tú eras mi poderoso auxiliador.

70:8  Llénese mi boca de tus alabanzas y de tu gloria todo el día.

70:9  No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando me falten las fuerzas no me desampares;

70:10  pues ya hablan de mí mis enemigos, y espiándome se conciertan a una,

70:11  y dicen: “Dios lo ha abandonado; perseguidle y prendedle, pues no hay quien lo libre.”

70:12  Oh Dios, no quieras alejarte de mí; Dios mío, apresúrate a socorrerme.

70:13  Sean confundidos y aniquilados los que atentan contra mi vida; cúbranse de afrenta y rubor los que buscan mi daño.

70:14  Mas yo siempre esperaré, y te añadiré alabanzas cada día.

70:15  Mi boca anunciará, sin cesar, tu justicia y tus favores, bien que no conozco su medida.

70:16  Entraré a hablar de las gestas divinas; de Ti solo, oh Yahvé, proclamaré la justicia.

70:17  Desde mi mocedad me has enseñado Tú, oh Dios, y hasta el presente voy predicando tus maravillas.

70:18  En mi vejez y decrepitud no quieras tampoco desampararme, Dios mío, hasta que manifieste tu brazo a esta generación, tu poder a todas las venideras,

70:19  y tu justicia, oh Dios, que toca los cielos. En tan grandes cosas como hiciste, Dios ¿quién es como Tú?

70:20  Con muchas y acerbas tribulaciones me probaste, mas volviste a darme la vida, y de nuevo me sacarás de los abismos de la tierra.

70:21  Multiplicarás tu magnificencia y continuarás consolándome.

70:22  Y yo, Dios mío, alabaré con salmos tu fidelidad; te cantaré con la cítara, oh Santo de Israel.

70:23  Y cuando te cante, de gozo temblarán mis labios, y mi alma que Tú redimiste.

70:24  Mi lengua hablará todo el día de tu justicia, porque han quedado confundidos y avergonzados cuantos buscaban mi mal.

Chapter 71

71:1  Para Salomón. Oh Dios, entrega al Rey tu juicio, y tu justicia al Hijo del Rey;

71:2  para que Él gobierne a tu pueblo con justicia, y a los humildes tuyos con equidad.

71:3  Los montes traerán al pueblo la paz; y los collados, la justicia.

71:4  Él defenderá a los humildes del pueblo, Él salvará a los hijos de los pobres, y aplastará al opresor.

71:5  Permanecerá como el sol, y como la luna, de generación en generación.

71:6  Descenderá, como lluvia, sobre el prado segado, como las aguas que riegan la tierra.

71:7  En sus días florecerá la justicia, y abundará la paz mientras dure la luna.

71:8  Y Él dominará de mar a mar, y desde el Río hasta los confines de la tierra.

71:9  Ante Él se prosternarán sus enemigos, y sus adversarios lamerán el polvo.

71:10  Los reyes de Tarsis y de las islas le ofrecerán tributos; los reyes de Arabia y de Sabá le traerán presentes.

71:11  Y lo adorarán los reyes todos de la tierra; todas las naciones le servirán.

71:12  Pues Él librará al que clama desvalido, y al mísero que no tiene amparo.

71:13  Se compadecerá del necesitado y del pobre, y a los indigentes salvará la vida,

71:14  los libertará del daño y de la opresión, y la sangre de ellos será preciosa a sus ojos.

71:15  Por eso vivirá; y le darán del oro de Arabia, orarán siempre a causa de Él; sin cesar le bendecirán.

71:16  Habrá abundancia de trigo en la tierra; en las cumbres de los montes ondeará su fruto como el Líbano; y florecerán los habitantes de las ciudades como la grama del campo.

71:17  Su nombre será para siempre bendito, mientras dure el sol permanecerá el nombre suyo; y serán benditas en Él todas las tribus de la tierra; todas las naciones lo proclamarán bienaventurado.

71:18  Bendito sea Yahvé, Dios de Israel, único que hace maravillas;

71:19  y bendito sea por siempre su glorioso Nombre; llénese de su gloria toda la tierra. ¡Así sea; así sea!

71:20  Fin de las oraciones de David, hijo de Jesé.

Chapter 72

72:1  De Asaf. ¡Cuán bueno es Dios para Israel, el Señor para los que son rectos de corazón!

72:2  Pero, mis pies casi resbalaron, cerca estuve de dar un mal paso;

72:3  porque envidiaba a los jactanciosos al observar la prosperidad de los pecadores.

72:4  No hay para ellos tribulaciones; su cuerpo está sano y robusto.

72:5  No conocen las inquietudes de los mortales, ni son golpeados como los demás hombres.

72:6  Por eso la soberbia los envuelve como un collar; y la violencia los cubre como un manto.

72:7  De su craso corazón desborda su iniquidad; desfogan los caprichos de su ánimo.

72:8  Zahieren y hablan con malignidad, y altivamente amenazan con su opresión.

72:9  Su boca se abre contra el cielo, y su lengua se pasea por toda la tierra.

72:10  Así el pueblo se vuelve hacia ellos y encuentra sus días plenos;

72:11  y dice: “¿Acaso lo sabe Dios? ¿Tiene conocimiento el Altísimo?

72:12  Ved cómo tales impíos están siempre tranquilos y aumentan su poder.

72:13  Luego, en vano he guardado puro mi corazón, y lavado mis manos en la inocencia,

72:14  pues padezco flagelos todo el tiempo y soy atormentado cada día.”

72:15  Si yo dijere: “Hablaré como ellos”, renegaría del linaje de tus hijos.

72:16  Me puse, pues, a reflexionar para comprender esto; pero me pareció demasiado difícil para mí.

72:17  Hasta que penetré en los santos arcanos de Dios, y consideré la suerte final de aquellos hombres.

72:18  En verdad Tú los pones en un camino resbaladizo y los dejas precipitarse en la ruina.

72:19  ¡Cómo se deslizaron de golpe! Son arrebatados, consumidos por el terror,

72:20  son como quien despierta de un sueño; así Tú, Señor, al despertar despreciarás su ficción.

72:21  Cuando, pues, exasperaba mi mente y se torturaban mis entrañas,

72:22  era yo un estúpido que no entendía; fui delante de Ti como un jumento.

72:23  Mas yo estaré contigo siempre, Tú me has tomado de la mano derecha.

72:24  Por tu consejo me conducirás, y al fin me recibirás en la gloria.

72:25  ¿Quién hay para mí en el cielo sino Tú? Y si contigo estoy ¿qué podrá deleitarme en la tierra?

72:26  La carne y el corazón mío desfallecen, la roca de mi corazón es Dios, herencia mía para siempre.

72:27  Pues he aquí que cuantos de Ti se apartan perecerán; Tú destruyes a todos los que se prostituyen, alejándose de Ti.

72:28  Mas para mí la dicha consiste en estar unido a Dios. He puesto en el Señor Dios mi refugio para proclamar todas tus obras en las puertas de la hija de Sión.

Chapter 73

73:1  Maskil de Asaf. ¿Por qué, oh Dios, nos desechas para siempre? ¿Por qué arde tu ira contra el rebaño de tu dehesa?

73:2  Acuérdate de tu grey que hiciste tuya desde antiguo, de la estirpe que rescataste para hacerla tu herencia; del monte Sión que elegiste para morada tuya.

73:3  Dirige tus pasos hacia esas perpetuas ruinas: todo lo ha devastado el enemigo en el Santuario.

73:4  Los que te odian rugieron en el recinto de tus asambleas; pusieron sus enseñas por trofeo.

73:5  Talaron allí como quien alza la segur en lo espeso de la selva;

73:6  y ya con hacha y martillo hacen pedazos sus puertas.

73:7  Entregaron al fuego tu Santuario, profanaron, arrasándolo, el tabernáculo de tu Nombre.

73:8  Decían en su corazón: “Destruyámoslos por completo; pegad fuego a todas las sinagogas de Dios en el país.”

73:9  Ya no vemos nuestras señales, ya no hay profeta, ni queda entre nosotros quien sepa hasta cuándo.

73:10  ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el enemigo? ¿Ha de blasfemar siempre tu Nombre el adversario?

73:11  ¿Por qué retiras tu mano y retienes en tu seno tu diestra?

73:12  Porque Tú, Yahvé, eres nuestro Rey, el que de antiguo ha obrado la salvación en medio de la tierra.

73:13  Tú dividiste el mar con tu poder y quebrantaste la cabeza de los dragones en las aguas;

73:14  Tú aplastaste las cabezas de Leviatán, y lo diste por comida a las fieras que pueblan el desierto.

73:15  Tú hiciste brotar fuentes y torrentes, y secaste ríos perennes.

73:16  Tuyo es el día y tuya la noche; Tú pusiste los astros y el sol.

73:17  Tú trazaste todos los confines de la tierra; el verano y el invierno Tú los hiciste.

73:18  Recuérdalo Yahvé: el enemigo blasfema; un pueblo impío ultraja tu Nombre.

73:19  No entregues al buitre la vida de tu tórtola; no quieras olvidar perpetuamente a tus pobres.

73:20  Vuelve los ojos a tu alianza, pues todos los rincones del país son guaridas de violencia;

73:21  no sea que el oprimido, en su confusión, se vuelva atrás; puedan el pobre y el desvalido alabar tu Nombre.

73:22  Levántate, Dios, defiende tu causa; recuerda cómo el insensato te insulta continuamente.

73:23  No te olvides del vocerío de tus adversarios, porque crece el tumulto de los que se levantan contra Ti.

Chapter 74

74:1  Al maestro de coro. Sobre la melodía “No dañes”. Salmo de Asaf. Cántico.

74:2  Te alabamos, Yahvé, te alabamos; invocamos tu Nombre y narramos tus maravillas.

74:3  “Cuando Yo fije la hora, juzgaré según la justicia.

74:4  Conmovida la tierra y todos sus habitantes, Yo sustentaré sus columnas.”

74:5  Por tanto, digo a los altaneros; “No os ensoberbezcáis”; y a los impíos: “Cesad de engreíros en vuestro poder”;

74:6  no levantéis vuestra cerviz frente al Altísimo, no digáis insolencias contra Dios.

74:7  Porque no del oriente ni del occidente, ni del desierto, ni de los montes, viene la justicia,

74:8  sino que es Dios mismo el Juez; a este lo abate y a aquel lo encumbra.

74:9  Porque en la mano del Señor hay un cáliz de vino espumoso, lleno de mixtura; y de él vierte: lo beberán hasta las heces todos los impíos de la tierra.

74:10  Mas yo me gozaré eternamente, cantando salmos al Dios de Jacob.

74:11  “Y Yo quebrantaré la cerviz de todos los impíos, y alzarán su cerviz los justos.”

Chapter 75

75:1  Al maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo de Asaf.

75:2  Dios se ha dado a conocer en Judá; grande es su Nombre en Israel.

75:3  Ha levantado en Salem su tabernáculo y su morada en Sión.

75:4  Allí quebró las fulmíneas saetas de los arcos y el escudo y la espada y la guerra.

75:5  Envuelto en luz Tú, Majestuoso, descendiste desde los montes eternos.

75:6  Despojados quedaron los de robusto corazón; duermen su sueño; no hallaron sus manos los hombres fuertes;

75:7  carros y caballos se paralizaron ante tu amenaza, oh Dios de Jacob.

75:8  Terrible eres Tú y ¿quién podrá estar de pie ante Ti cuando se encienda tu ira?

75:9  Desde el cielo hiciste oír tu juicio; la tierra tembló y quedó en silencio,

75:10  al levantarse Dios a juicio, para salvar a todos los humildes de la tierra.

75:11  Hasta la furia de Edom redundará en tu gloria, y los sobrevivientes de Emat te festejarán:

75:12  haced votos y cumplidlos a Yahvé, vuestro Dios, y todos los pueblos en derredor suyo traigan ofrendas al Temible;

75:13  a El, que quita el aliento a los príncipes; al Terrible para los reyes de la tierra.

Chapter 76

76:1  Al maestro de coro. A Iditún. Salmo de Asaf.

76:2  Mi voz sube hacia Dios y clama; mi voz va hasta Dios para que me oiga.

76:3  En el día de mi angustia busco al Señor; de noche, mis manos se extienden sin descanso, y mi alma rehúsa el consuelo.

76:4  Si pienso en Dios tengo que gemir; si cavilo, mi espíritu desfallece.

76:5  Tú mantienes insomnes mis ojos; estoy perturbado, incapaz de hablar.

76:6  Pienso en los días antiguos y considero los años eternos.

76:7  Por la noche medito en mi corazón, reflexiono y mi espíritu inquiere:

76:8  ¿Es que nos desechará el Señor por todos los siglos? ¿No volverá a sernos favorable?

76:9  ¿Se habrá agotado para siempre su bondad? ¿Será vana su promesa hecha para todas las generaciones?

76:10  ¿Se habrá olvidado Dios de su clemencia? o ¿en su ira habrá contenido su misericordia?

76:11  Y dije: “Este es mi dolor: que la diestra del Altísimo haya cambiado.”

76:12  Recordaré los hechos de Yahvé; sí, me acuerdo de tus antiguas maravillas;

76:13  medito todas tus obras y peso tus hazañas.

76:14  Santo es tu camino, oh Dios, ¿Qué Dios hay tan grande como el Dios nuestro?

76:15  Tú eres el Dios que obra prodigios, y has dado a conocer a los pueblos tu poder.

76:16  Redimiste con tu brazo a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José.

76:17  Las aguas te vieron, oh Dios, te vieron las aguas, y temblaron; hasta los abismos se estremecieron.

76:18  Aguas derramaron las nubes, los cielos hicieron oír su voz, y volaron tus dardos.

76:19  Tu trueno sonó en el torbellino, los relámpagos iluminaron el mundo; se conmovió y tembló la tierra.

76:20  Tu camino se abrió a través del mar, y tus sendas sobre inmensas aguas, sin que aparecieran las huellas de tus pisadas.

76:21  Y Tú mismo guiaste a tu pueblo como un rebaño, por mano de Moisés y de Aarón.

Chapter 77

77:1  Maskil de Asaf. Escucha, pueblo mío, mi enseñanza; presta oído a las palabras de mis labios.

77:2  Voy a abrir mi boca en un poema, y evocaré escondidas lecciones del pasado.

77:3  Lo que hemos oído y aprendido, lo que nos han contado nuestros padres,

77:4  no lo ocultaremos a sus hijos; relataremos a la generación venidera las glorias de Yahvé y su poderío, y las maravillas que Él hizo.

77:5  Porque Él, habiendo dado testimonio a Jacob, y establecido una ley en Israel, mandó a nuestros padres enseñarlo a sus hijos,

77:6  para que lo supiera la generación siguiente, y a su vez los hijos nacidos de esta lo narrasen a sus propios hijos;

77:7  de suerte que pongan en Dios su confianza, no olvidando los beneficios de Yahvé y observando sus mandamientos;

77:8  para que no vengan a ser como sus padres, una raza indócil y contumaz; generación que no tuvo el corazón sencillo ni el espíritu fiel a Dios.

77:9  Los hijos de Efraím, muy diestros arqueros, volvieron las espaldas en el día de la batalla;

77:10  no guardaron la alianza con Dios, rehusaron seguir su ley;

77:11  olvidaron sus obras y las maravillas que hizo ante los ojos de ellos.

77:12  A la vista de sus padres Él había hecho prodigios en el país de Egipto, en los campos de Tanis.

77:13  Dividió el mar por medio, y los hizo pasar, sosteniendo las aguas como un muro.

77:14  De día los guiaba con la nube y toda la noche con un resplandor de fuego.

77:15  Hendió la roca en el desierto, y les dio de beber aguas copiosísimas.

77:16  Sacó torrentes de la peña, hizo salir aguas como ríos.

77:17  Mas ellos continuaron pecando contra Él, resistiendo al Altísimo en el yermo;

77:18  tentaron a Dios en sus corazones, pidiendo comida según su antojo.

77:19  Y hablando mal de Dios, dijeron: “¿Podrá Dios prepararnos una mesa en el desierto?

77:20  Cierto es que hirió la peña, y brotaron aguas y corrieron torrentes; mas ¿podrá también dar pan y proveer de carne a su pueblo?”

77:21  Yahvé lo oyó y se indignó; su fuego se encendió contra Jacob, y subió de punto su ira contra Israel,

77:22  porque no creyeron a Dios, ni confiaron en su auxilio.

77:23  Con todo, ordenó a las nubes en lo alto, abrió las puertas del cielo,

77:24  y llovió sobre ellos maná para su sustento, dándoles trigo del cielo.

77:25  Pan de fuertes comió el hombre, les envió comida hasta hartarlos.

77:26  Después levantó el viento solano en el cielo, guio con su poder el ábrego,

77:27  y llovió sobre ellos carne tanta como el polvo; aves volátiles como arena del mar

77:28  cayeron en su campamento, en derredor de sus tiendas.

77:29  Y comieron y se hartaron. Así Él les dio lo que habían deseado.

77:30  Mas no bien satisfecho su apetito, y estando el manjar aún en su boca,

77:31  se alzó contra ellos la ira de Dios, e hizo estragos entre los más fuertes, y abatió a la flor de Israel.

77:32  Sin embargo, pecaron de nuevo, y no dieron crédito a sus milagros.

77:33  Y Él consumió sus días en un soplo, y sus años con repentinas calamidades.

77:34  Cuando les enviaba la muerte, entonces recurrían a Él, y volvían a convertirse a Dios,

77:35  recordando que Dios era su roca, y el Altísimo su Libertador.

77:36  Pero lo lisonjeaban con su boca, y con su lengua le mentían;

77:37  su corazón no era sincero para con Él, y no permanecieron fieles a su alianza.

77:38  Él, no obstante, en su misericordia, les perdonaba su culpa, y no los exterminaba. Muchas veces contuvo su ira, y no permitió que se desahogase toda su indignación,

77:39  acordándose de que eran carne, un soplo que se va y no vuelve.

77:40  ¡Cuántas veces lo provocaron en el desierto; cuántas lo irritaron en aquella soledad!

77:41  Y no cesaban de tentar a Dios, de afligir al Santo de Israel.

77:42  No se acordaban ya de su mano, de aquel día en que los libertó del poder del opresor,

77:43  cuando Él ostentó sus prodigios en Egipto, y sus maravillas en los campos de Tanis,

77:44  trocando en sangre sus ríos y sus canales, para que no bebiesen;

77:45  enviando contra ellos unos tábanos que los devoraban, y ranas que los infectaron;

77:46  entregando sus cosechas a la oruga, y el fruto de su trabajo a la langosta;

77:47  destruyendo con el granizo sus viñas, y con heladas sus higueras;

77:48  librando a la peste sus manadas, y sus rebaños al contagio;

77:49  desatando contra ellos el ardor de su ira, su indignación, el furor, el castigo: un tropel de ejecutores de calamidad;

77:50  dando libre paso a su saña, y entregando a ellos mismos a la peste, sin perdonar sus propias vidas,

77:51  y matando a todo primogénito en Egipto, las primicias del vigor en las tiendas de Cam.

77:52  Ni recordaban cuando como ovejas sacó a los de su pueblo, y los guio como un rebaño por el desierto,

77:53  y los condujo con seguridad y sin temor, mientras sepultaba a sus enemigos en el mar.

77:54  Y los llevó a su tierra santa, a los montes que conquistó su diestra;

77:55  expulsó ante ellos a los gentiles, en suertes repartió la heredad de estos, y en sus pabellones hizo habitar a las tribus de Israel.

77:56  Pero ellos aun tentaron y provocaron al Dios Altísimo, y no guardaron sus mandamientos.

77:57  Apostataron y fueron traidores, como sus padres; fallaron como un arco torcido.

77:58  Lo movieron a ira con sus lugares altos, y con sus esculturas le excitaron los celos.

77:59  Ardió con esto el furor de Dios; acerbamente apartó de sí a Israel,

77:60  y abandonó el Tabernáculo de Silo, la morada que tenía entre los hombres.

77:61  Abandonó al cautiverio su fortaleza, y su gloria en manos del adversario.

77:62  Entregó su pueblo a la espada, y se irritó contra su herencia.

77:63  El fuego devoró a sus jóvenes, y sus doncellas no fueron desposadas.

77:64  A cuchillo cayeron sus sacerdotes, y sus viudas no los lloraron.

77:65  El Señor despertó entonces como de un sueño -cual gigante adormecido por el vino-

77:66  e hirió a los enemigos en la zaga, cubriéndolos de ignominia para siempre.

77:67  Mas reprobó la tienda de José, y a la tribu de Efraím no la eligió,

77:68  y prefirió a la tribu de Judá, el monte Sión, su predilecto.

77:69  Y levantó, como cielo, su santuario, como la tierra, que fundó para siempre.

77:70  Y escogió a su siervo David, sacándolo de entre los rebaños de ovejas;

77:71  detrás de las que amamantaban lo llamó, para que apacentase a Jacob, su pueblo, y a Israel, su heredad.

77:72  Y él los apacentó con sencillez de corazón, y los guio con la destreza de sus manos.

Chapter 78

78:1  Salmo de Asaf. Oh Dios, los gentiles han invadido tu heredad, han profanado el Templo de tu santidad, han hecho de Jerusalén un montón de ruinas.

78:2  Dieron los cadáveres de tus siervos por pasto a las aves del cielo; las carnes de tus santos a las bestias de la tierra.

78:3  Derramaron su sangre como agua, en rededor de Jerusalén, y no hubo quien les diera sepultura.

78:4  Hemos venido a ser el escarnio de nuestros vecinos, fábula y ludibrio de los que nos rodean.

78:5  ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Ha de durar tu ira para siempre? ¿Arderán tus celos como el fuego?

78:6  Derrama tu cólera sobre las gentes que no te conocen, y sobre los reinos que no invocan tu Nombre;

78:7  porque ellos han devorado a Jacob y han asolado su morada.

78:8  No quieras recordar contra nosotros las iniquidades de nuestros mayores; venga pronto a encontrarnos tu misericordia, porque estamos muy abatidos.

78:9  Acude a socorrernos, oh Dios, Salvador nuestro, por la gloria de tu Nombre. Líbranos y olvida nuestros pecados, a causa de tu Nombre.

78:10  ¿Por qué han de decir los gentiles: “¿Dónde está el Dios de estos?” Sea manifiesta contra los gentiles, delante de nuestros ojos, la venganza por la sangre vertida de tus siervos.

78:11  Suba hasta Ti el gemido de los cautivos, según la potencia de tu brazo, salva a los destinados a la muerte.

78:12  Derrama en retorno, sobre el seno de nuestros vecinos, septuplicado el ultraje que arrojaron sobre Ti, Señor.

78:13  Y nosotros, tu pueblo, y ovejas de tu grey, te daremos gracias eternamente, y cantaremos tu alabanza, de generación en generación.

Chapter 79

79:1  Para el maestro de coro. Por el tono de (como) azucenas (las palabras) de la Ley, Salmo de Asaf.

79:2  Pastor de Israel, escucha: Tú, que como un rebaño guías a José; Tú, que te sientas sobre querubines,

79:3  muéstrate a los ojos de Efraím, de Benjamín y de Manasés. Despierta tu potencia, y ven a salvarnos.

79:4  ¡Oh Dios de los ejércitos, restáuranos! Haz resplandecer tu Rostro, y seremos salvos.

79:5  ¡Oh Yahvé, Dios de los ejércitos!, ¿hasta cuándo seguirás airado contra la oración de tu pueblo?

79:6  Lo has alimentado con pan de llanto; le has dado a beber lágrimas en abundancia.

79:7  Nos has hecho objeto de contienda entre nuestros vecinos; y nuestros enemigos se burlan de nosotros.

79:8  ¡Oh Dios de los ejércitos, restáuranos! Haz resplandecer tu Rostro, y seremos salvos.

79:9  De Egipto trasladaste tu viña, arrojaste a los gentiles, y la plantaste;

79:10  preparaste el suelo para ella, y echó raíces y llenó la tierra.

79:11  Los montes se cubrieron con su sombra, y con sus ramas los cedros altísimos.

79:12  Hasta el mar extendió sus sarmientos y hasta el gran río sus vástagos.

79:13  ¿Cómo es que derribaste sus vallados para que la vendimien cuantos pasan por el camino;

79:14  la devaste el jabalí salvaje y las bestias del campo la devoren?

79:15  Retorna, oh Dios de los ejércitos, inclínate desde el cielo, y mira, y visita esta viña,

79:16  la cepa que tu diestra plantó, y el retoño que para ti conformaste.

79:17  Perezcan ante la amenaza de tu Rostro quienes la quemaron y la cortaron.

79:18  Pósese tu mano sobre el Varón que está a tu diestra; sobre el Hijo del hombre que para Ti fortaleciste.

79:19  Entonces no volveremos a apartarnos de Ti; Tú nos vivificarás, y nosotros proclamaremos tu Nombre.

79:20  ¡Oh Dios de los ejércitos, restáuranos! Haz resplandecer tu Rostro, y seremos salvos.

Chapter 80

80:1  Al maestro de coro. Por el tono de Hagghittoth (los lagares). De Asaf.

80:2  Regocijémonos delante de Dios, nuestro Auxiliador; aclamad con júbilo al Dios de Jacob.

80:3  Entonad himnos al son del címbalo, la cítara armoniosa y el salterio.

80:4  Tocad la trompeta en el novilunio y en el plenilunio, nuestro día de fiesta.

80:5  Porque esta es ley en Israel, prescripción del Dios de Jacob.

80:6  Como rito recordatorio, la impuso Él a José, cuando salió (Él) contra la tierra de Egipto. Oyó entonces (este) lenguaje nunca escuchado:

80:7  “Libré sus hombros de la carga, y sus manos dejaron los cestos.

80:8  En la tribulación me llamaste, y Yo te saqué; te respondí escondido en la nube tempestuosa, te probé en las aguas de Meribá.

80:9  Oye, pueblo mío, quiero amonestarte. ¡Ojalá me escucharas, oh Israel!

80:10  No haya en ti ningún otro Dios; no te encorves ante un dios ajeno.

80:11  Soy Yo Yahvé el Dios tuyo, que te saqué de la tierra de Egipto. Abre bien tu boca, y Yo la llenaré.

80:12  Pero mi pueblo no escuchó mi voz, e Israel no me obedeció.

80:13  Por eso los entregué a la dureza de su corazón: a que anduvieran según sus apetitos.

80:14  ¡Ah, si mi pueblo me oyera! ¡Si Israel siguiera mis caminos!

80:15  Cuán pronto humillaría Yo a sus enemigos, y extendería mi mano contra sus adversarios.

80:16  Los que odian a Dios le rendirían homenaje, y su destino estaría fijado para siempre.

80:17  Yo le daría a comer la flor del trigo y lo saciaría con miel de la peña.”

Chapter 81

81:1  Salmo de Asaf. Dios se levanta en la reunión de los dioses; en medio de ellos va a juzgarlos.

81:2  “¿Hasta cuándo fallaréis injustamente y haréis acepción de personas con los inicuos?

81:3  Haced justicia al oprimido y al huérfano; amparad al afligido y al menesteroso;

81:4  librad al desvalido y al necesitado, arrancadlo de la mano de los impíos.”

81:5  Pero no saben, ni entienden; andan en tinieblas; por eso vacilan todos los fundamentos de la tierra.

81:6  Es cierto que Yo dije: “Dioses sois, e hijos todos del Altísimo.

81:7  Pero moriréis como hombres, y caeréis como cae cualquier príncipe.”

81:8  Levántate, Dios; juzga a la tierra, porque Tú has de dominar sobre todas las naciones.

Chapter 82

82:1  Cántico. Salmo de Asaf.

82:2  Oh Dios, no permanezcas mudo; no estés sordo, oh Dios, ni te muestres pasivo.

82:3  Mira el tumulto que hacen tus enemigos, y cómo los que te odian yerguen su cabeza.

82:4  A tu pueblo le traman asechanzas; se confabulan contra los que Tú proteges.

82:5  “Venid (dicen), borrémoslos; que ya no sean pueblo; no quede ni memoria del nombre de Israel.”

82:6  Así conspiran todos a una y forman liga contra Ti:

82:7  las tiendas de Edom y los ismaelitas, Moab y los agarenos,

82:8  Gebal y Ammón y Amalec, Filistea y los habitantes de Tiro.

82:9  También los asirios se les han unido, y se han hecho auxiliares de los hijos de Lot.

82:10  Haz Tú con ellos como con Madián y con Sísara, y con Jabín, junto al torrente Cisón;

82:11  que perecieron en Endor, y vinieron a ser como estiércol para la tierra.

82:12  Trata a sus caudillos como a Oreb y a Zeb; a todos sus jefes, como a Zebee y a Salmaná,

82:13  pues han dicho: “Ocupemos para nosotros las tierras de Dios.”

82:14  Dios mío, hazlos como el polvo en un remolino y la hojarasca presa del viento.

82:15  Como fuego que consume la selva, como llama que abrasa los montes,

82:16  así persíguelos en tu tempestad, y atérralos en tu borrasca.

82:17  Haz que sus rostros se cubran de vergüenza, para que busquen tu nombre ¡oh Dios!

82:18  Queden para siempre en la ignominia y en la turbación; sean confundidos y perezcan.

82:19  Y sepan que tu Nombre es Yahvé; y que solo Tú eres el Altísimo sobre toda la tierra.

Chapter 83

83:1  Al maestro de coro. Por el tono de Hagghittoth (Los lagares). De los hijos de Coré. Salmo.

83:2  ¡Oh cuan amable es tu morada, Yahvé de los ejércitos!

83:3  Suspirando, desfalleciendo, anhela mi alma los atrios de Yahvé. Mi corazón y mi carne claman ansiosos hacia el Dios vivo.

83:4  Hasta el gorrión halla una casa, y la golondrina un nido para poner sus polluelos, junto a tus altares, Yahvé de los ejércitos, Rey mío y Dios mío.

83:5  Dichosos los que moran en tu casa y te alaban sin cesar.

83:6  Felices aquellos cuya fuerza viene de Ti, y tienen su corazón puesto en tu camino santo.

83:7  Atravesando el valle de lágrimas ellos lo convierten en lugar de manantiales, que la lluvia temprana cubrirá de bendiciones.

83:8  Y suben con vigor creciente hasta que Dios se hace ver de ellos en Sión.

83:9  Yahvé de los ejércitos, oye mi oración; escucha, oh Dios de Jacob.

83:10  Pon tus ojos, oh Dios, escudo nuestro, y mira el rostro de tu ungido.

83:11  Un día solo en tus atrios vale más que otros mil. Prefiero estar en el umbral de la Casa de mi Dios que habitar en los pabellones de los pecadores.

83:12  Porque sol y escudo es Yahvé Dios; Él da gracia y da gloria. Él no rehúsa ningún bien a los que caminan en inocencia.

83:13  Yahvé de los ejércitos, dichoso el hombre que confía en Ti.

Chapter 84

84:1  Para él maestro de coro. De los hijos de Coré. Salmo.

84:2  Oh Yahvé, has sido propicio a tu tierra, has trocado en bien la suerte de Jacob.

84:3  Has quitado la iniquidad de tu pueblo, cubierto todos sus pecados.

84:4  Has puesto fin a todo tu resentimiento, desistido del furor de tu ira.

84:5  Restáuranos, oh Dios, Salvador nuestro; aparta de nosotros tu indignación.

84:6  ¿Acaso estarás siempre enojado con nosotros? ¿Extenderás tu saña de generación en generación?

84:7  ¿No volverás Tú a darnos vida, para que tu pueblo se alegre en Ti?

84:8  Muéstranos, Yahvé, tu misericordia y envíanos tu salvación.

84:9  Quiero escuchar lo que dirá Yahvé mi Dios; sus palabras serán de paz para su pueblo y para sus santos, y para los que de corazón se vuelvan a Él.

84:10  Sí, cercana está su salvación para los que le temen; y la Gloria fijará su morada en nuestro país.

84:11  La misericordia y la fidelidad se saldrán al encuentro; se darán el ósculo la justicia y la paz.

84:12  La fidelidad germinará de la tierra y la justicia se asomará desde el cielo.

84:13  El mismo Yahvé dará el bien y nuestra tierra dará su fruto.

84:14  La justicia marchará ante Él y la salud sobre la huella de sus pasos.

Chapter 85

85:1  Oración de David. Inclina, Yahvé, tu oído y escúchame, porque soy desvalido y necesitado.

85:2  Preserva mi vida porque soy santo; salva a tu siervo que espera en Ti.

85:3  Tú eres mi Dios, ten misericordia de mí, pues a Ti clamo todo el día.

85:4  Alegra el alma de tu siervo, pues a Ti, Señor, elevo mi espíritu.

85:5  Porque Tú eres un Señor bueno y pronto a perdonar, lleno de gracia para todos los que te invocan.

85:6  Escucha, Yahvé, mi ruego; presta atención a la voz de mi súplica.

85:7  En el día de mi aflicción clamo a Ti porque Tú me oirás.

85:8  No hay Señor semejante a Ti entre los dioses; ni obras como las obras tuyas.

85:9  Todas las naciones que Tú hiciste vendrán a postrarse delante de Ti, Señor, y proclamarán tu Nombre.

85:10  Porque Tú eres grande y obras maravillas. Tú solo eres Dios

85:11  Enséñame, Yahvé, tu camino para que ande en tu verdad; que mi corazón se alegre en temer tu Nombre.

85:12  Te alabaré, Señor Dios mío, con todo mi corazón, y glorificaré tu Nombre por toda la eternidad.

85:13  Pues grande ha sido tu misericordia para conmigo; y libraste mi alma de lo más hondo del abismo.

85:14  Oh Dios, los soberbios se levantan contra mí, y la turba de los prepotentes amenaza mi vida; ¡No te han tenido en cuenta!

85:15  Mas Tú, Señor, Dios de bondad y misericordia, tardo en airarte y clementísimo y leal,

85:16  vuelve hacia mí tu rostro y ten piedad de mí; pon tu fuerza en tu siervo, y salva al hijo de tu esclava.

85:17  Dame una señal de tu favor, para que los que me odian vean, confundidos, que eres Tú, Yahvé, quien me asiste y me consuela.

Chapter 86

86:1  De los hijos de Coré. Salmo. Cántico. ¡Él la fundó sobre los montes santos!

86:2  Yahvé ama las puertas de Sión más que todos los tabernáculos de Jacob.

86:3  ¡Oh ciudad de Dios, de ti se dicen cosas gloriosas!

86:4  “Contaré a Rahab y a Babel entre los que me conocen; he aquí a Filistea y a Tiro y al pueblo de los etíopes: han nacido allí.”

86:5  Así se dirá de Sión: “Uno por uno, todos han nacido en ella, y es el mismo Altísimo quien la consolidó.”

86:6  Y en el libro de los pueblos, Yahvé escribirá: “Estos nacieron allí.”

86:7  Y cantarán danzando: “Todas mis fuentes están en Ti.”

Chapter 87

87:1  Cántico. Salmo de los hijos de Coré. Al maestro de coro. Sobre el tono de “Mahalat”, para cantar. Maskil. De Hemán el ezrahita.

87:2  Yahvé, Dios de mi salud, día y noche clamo en tu presencia.

87:3  Llegue hasta Ti mi oración, inclina tu oído a mi clamor.

87:4  Pues mi alma está saciada de males, y mi vida al borde del sepulcro.

87:5  Me cuentan entre los que bajan a la tumba; he venido a ser como un hombre inválido,

87:6  abandonado a su propia suerte como los muertos; como las víctimas que yacen en el sepulcro, de quienes ya no te acuerdas, y que no son más objeto de tu cuidado.

87:7  Me has puesto en una profunda fosa, en tinieblas, en el abismo.

87:8  Sobre mí pesa tu indignación, y con todas tus olas me estás ahogando.

87:9  Has alejado de mí a los amigos, me has hecho objeto de abominación para ellos; me encuentro encerrado, sin poder salir.

87:10  Mis ojos flaquean de miseria; clamo a Ti, Yahvé, todo el día, hacia Ti extiendo mis manos.

87:11  ¿Es que para los muertos haces tus maravillas, o se levantan los difuntos para alabarte?

87:12  ¿Acaso en las sepulturas se proclama tu bondad, en la tierra de los muertos tu fidelidad?

87:13  ¿Se harán tus prodigios manifiestos en las tinieblas, y tu gracia en la tierra del olvido?

87:14  Yo en cambio, Yahvé, te expreso mi clamor, y desde temprano te llega mi ruego.

87:15  ¿Por qué, Yahvé, rechazas mi alma y escondes de mí tu faz?

87:16  Soy miserable, y vivo muriendo desde niño; soporté tus terrores y ya no puedo más;

87:17  tus iras pasaron sobre mí, y tus espantos me han anonadado.

87:18  Me rodean como agua todo el día, me cercan todos juntos.

87:19  Has alejado de mí al amigo y al compañero, y mis familiares son las tinieblas.

Chapter 88

88:1  Maskil de Etán ezrahita.

88:2  Quiero cantar eternamente las misericordias de Yahvé; que mi boca anuncie tu fidelidad de generación en generación.

88:3  Porque Tú dijiste: “La misericordia está afianzada para siempre”, y en el cielo afirmaste tu fidelidad:

88:4  “He hecho un pacto con mi escogido, he jurado a David, mi siervo:

88:5  Para siempre haré estable tu descendencia; daré firmeza a tu trono por todas las generaciones.”

88:6  Los cielos pregonan tus maravillas, oh Yahvé, y tu fidelidad la asamblea de los santos.

88:7  Porque ¿quién en los cielos se igualará a Yahvé, y quién entre los hijos de Dios será semejante a Él?

88:8  Dios es glorificado en la asamblea de los santos; grande y formidable sobre cuantos le rodean.

88:9  ¡Yahvé, Dios de los ejércitos! ¿Quién como Tú? Poderoso eres, oh Yah, y tu fidelidad te circunda.

88:10  Tú señoreas la soberbia del mar, Tú domas la altivez de sus olas.

88:11  Tú hollaste a Rahab como a un cadáver; con el poder de tu brazo dispersaste a tus enemigos.

88:12  Tuyos son los cielos y tuya es la tierra, Tú cimentaste el orbe y cuanto contiene.

88:13  Tú creaste el Septentrión y el Mediodía; el Tabor y el Hermón se estremecen al Nombre tuyo.

88:14  Tú tienes el brazo poderoso, fuerte es tu mano, sublime tu diestra.

88:15  Justicia y rectitud son las bases de tu trono; la misericordia y la fidelidad van delante de Ti.

88:16  ¡Dichoso el pueblo que conoce el alegre llamado! Caminará, oh Yahvé, a la luz de tu rostro.

88:17  Continuamente se regocijará por tu Nombre, y saltará de exultación por tu justicia.

88:18  Porque Tú eres la gloria de su fortaleza, y por favor tuyo será exaltado nuestro poder.

88:19  Pues de Yahvé es nuestro socorro, del Santo de Israel, que es nuestro Rey.

88:20  Hablaste un día en visiones a tus santos, y dijiste: “He impuesto la corona a un héroe, he ensalzado al escogido de entre mi pueblo.

88:21  He descubierto a David, mi siervo, lo he ungido con mi óleo santo,

88:22  para que mi mano esté con él siempre y mi brazo le dé fortaleza.

88:23  No lo engañará el enemigo; ni el maligno lo humillará.

88:24  Pues Yo destrozaré delante de él a sus enemigos, y destruiré a los que le odian.

88:25  Mi fidelidad y mi gracia están con él; y en mi Nombre será exaltado su poderío.

88:26  Extenderé su mano sobre el mar, y su diestra sobre los ríos.

88:27  Él me invocará: “Tú eres mi Padre; Tú mi Dios y la roca, de mi salud.”

88:28  Y Yo lo haré primogénito; el más excelso entre los reyes de la tierra.

88:29  Le guardaré mi gracia eternamente, y para él será firme mi alianza.

88:30  Haré durar para siempre su descendencia, y su trono como los días de los cielos.

88:31  Si sus hijos abandonaren mi Ley y no caminaren en mis preceptos,

88:32  si violaren mis disposiciones y no guardaren mis mandamientos,

88:33  castigaré con la vara su delito, y con azotes su culpa;

88:34  pero no retiraré de él mi gracia, ni desmentiré mi fidelidad.

88:35  No violaré mi pacto, ni mudaré cuanto han dicho mis labios.

88:36  Juré una vez por mi santidad; ¿acaso quebrantaré mi palabra a David?

88:37  Su descendencia durará eternamente, y su trono como el sol delante de Mí,

88:38  y como la luna, firme para siempre, testigo fiel en el cielo.

88:39  Sin embargo Tú (nos) has rechazado y echado fuera, te has irritado gravemente contra tu ungido;

88:40  has despreciado el pacto con tu siervo, profanaste su corona (echándola) a tierra.

88:41  Has destruido todas sus murallas, has reducido a ruinas sus fortificaciones.

88:42  Lo saquearon cuantos pasaron por el camino, ha venido a ser el ludibrio de sus vecinos.

88:43  Levantaste la diestra de sus adversarios, llenaste de regocijo a todos sus enemigos.

88:44  Le embotaste el filo de su espada, y no le sostuviste en el combate.

88:45  Apagaste su esplendor y derribaste por tierra su trono.

88:46  Abreviaste los días de su juventud, lo cubriste de ignominia.

88:47  ¿Hasta cuándo, Señor? ¿Te esconderás para siempre? ¿Arderá tu ira como el fuego?

88:48  Recuerda lo que es la vida; ¿acaso habrías creado en vano a los hijos de los hombres?

88:49  ¿Qué hombre podrá sobrevivir sin ver la muerte, y sustraer su vida a las garras del sepulcro?

88:50  ¿Dónde están, Señor, tus antiguas misericordias, las que a David juraste por tu fidelidad?

88:51  Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos: llevo yo en mi pecho las hostilidades de los gentiles,

88:52  el insulto con que tus enemigos persiguen, oh Yahvé, persiguen los pasos de tu ungido.

88:53  Bendito sea el Señor eternamente. ¡Así sea! ¡Así sea!

Chapter 89

89:1  Oración de Moisés, varón de Dios. Oh Señor, Tú eres de generación en generación.

89:2  Antes que los montes fuesen engendrados, y naciesen la tierra y el orbe, y desde la eternidad hasta la eternidad, Tú, oh Dios, eres.

89:3  Tú reduces a los mortales al polvo, y les dices: “Reintegraos, hijos de Adán.”

89:4  Así como mil años son a tus ojos lo que el día de ayer, una vez que ha pasado, y lo que una vigilia de la noche,

89:5  así (a los hombres) los arrebatas, y son como un sueño matutino, como la hierba verde;

89:6  que a la mañana está en flor y crece, y a la tarde es cortada y se seca.

89:7  Así también nos consumimos a causa de tu ira, y estamos conturbados por tu indignación.

89:8  Has puesto ante tus ojos nuestros delitos, y a la luz de tu rostro nuestros pecados ocultos,

89:9  porque todos nuestros días declinan por efecto de tu ira, nuestros días pasan como un suspiro.

89:10  Los días de nuestra vida son en suma setenta años, y en los robustos, ochenta; y los más de ellos son pena y vanidad, porque pronto han pasado y nos volamos.

89:11  ¿Quién pesa según el temor que te es debido la vehemencia de tu ira y tu indignación?

89:12  Enséñanos a contar nuestros días, para que lleguemos a la sabiduría del corazón.

89:13  Vuélvete, Yahvé —¿hasta cuándo?— y sé propicio a tus siervos.

89:14  Sácianos con tu misericordia desde temprano, para que nos gocemos y nos alegremos todos nuestros días.

89:15  Alégranos por los días en que nos humillaste, por los años en que conocimos la desventura.

89:16  Manifiéstese a tus siervos tu obra, y a sus hijos tu gloria.

89:17  Y la bondad del Señor, nuestro Dios, sea sobre nosotros; y conduce Tú las obras de nuestras manos, [para que prospere la obra de nuestras manos].

Chapter 90

90:1  Tú que te abrigas en el retiro del Altísimo, y descansas a la sombra del Omnipotente,

90:2  di a Yahvé: “¡Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío!”

90:3  Porque Él te librará del lazo de los cazadores y de la peste mortífera.

90:4  Con sus plumas te cubrirá, y tendrás refugio bajo sus alas; su fidelidad es escudo y broquel.

90:5  No temerás los terrores de la noche, ni las saetas disparadas de día,

90:6  ni la pestilencia que vaga en las tinieblas, ni el estrago que en pleno día devasta.

90:7  Aunque mil caigan junto a ti y diez mil a tu diestra, tú no serás alcanzado.

90:8  Antes bien, con tus propios ojos contemplarás, y verás la retribución de los pecadores.

90:9  Pues dijiste a Yahvé: “Tú eres mi refugio”, hiciste del Altísimo tu defensa.

90:10  No te llegará el mal ni plaga alguna se aproximará a tu tienda.

90:11  Pues Él te ha encomendado a sus ángeles, para que te guarden en todos tus caminos.

90:12  Ellos te llevarán en sus manos, no sea que lastimes tu pie contra una piedra.

90:13  Caminarás sobre el áspid y el basilisco; hollarás al león y al dragón.

90:14  “Por cuanto él se entregó a Mí, Yo lo preservaré; lo pondré en alto porque conoció mi Nombre.

90:15  Me invocará, y le escucharé; estaré con él en la tribulación, lo sacaré y lo honraré.

90:16  Lo saciaré de larga vida, y le haré ver mi salvación.”

Chapter 91

91:1  Salmo. Cántico. Para el día del sábado.

91:2  Bueno es alabar a Yahvé, y cantar a tu Nombre, oh Altísimo;

91:3  anunciar al alba tu misericordia y por las noches tu fidelidad;

91:4  con el salterio de diez cuerdas y el laúd, cantando al son de la cítara;

91:5  porque Tú, Yahvé, me deleitas con tus hechos, y me gozo en las obras de tus manos.

91:6  ¡Cuan magníficas son tus obras, Yahvé! ¡Cuán profundos tus pensamientos!

91:7  El hombre insensato no lo reconoce, y el necio no entiende esto.

91:8  Aunque broten impíos como hierba, y florezcan todos los artesanos del crimen, destinados están al exterminio para siempre;

91:9  mientras que Tú, Yahvé, eres eternamente el Altísimo.

91:10  Porque he aquí que tus enemigos, oh Yahvé, los enemigos tuyos perecerán, y todos los malhechores quedarán desbaratados.

91:11  Tú exaltaste mi fuerza como la de un bisonte, me has ungido con aceite nuevo.

91:12  Mis ojos se alegran al mirar a mis enemigos, y mis oídos oyen regocijados a los perversos que se levantan contra mí.

91:13  El justo florecerá como la palma y crecerá como el cedro del Líbano,

91:14  los cuales plantados en la casa de Yahvé florecerán en los atrios de nuestro Dios.

91:15  Aun en la vejez fructificarán todavía, llenos de savia y vigor,

91:16  para proclamar que Yahvé es recto, — ¡Roca mía!— y que no cabe iniquidad en Él.

Chapter 92

92:1  Reina Yahvé; se ha revestido de majestad. El Señor se reviste de poder, se ciñe las armas; da estabilidad al orbe de la tierra, que no se moverá.

92:2  Fijado está tu trono desde ese tiempo; Tú eres desde la eternidad.

92:3  Alzan los ríos, Yahvé, alzan los ríos su voz; alzan las olas su fragor.

92:4  Pero, más poderoso que la voz de las muchas aguas, más poderoso que el oleaje del mar, es Yahvé en las alturas.

92:5  Tus testimonios, Yahvé, son segurísimos; corresponde a tu casa la santidad por toda la duración de los tiempos.

Chapter 93

93:1  ¡Oh Dios vengador, Yahvé, Dios de las venganzas, muéstrate!

93:2  Levántate, glorioso, oh Juez del mundo; da a los soberbios lo que merecen.

93:3  ¿Hasta cuándo los malvados, Yahvé? ¿Hasta cuándo los malvados triunfarán,

93:4  proferirán necedades con lenguaje arrogante, se jactarán todos de sus obras inicuas?

93:5  Oprimen a tu pueblo, Yahvé, y devastan tu heredad;

93:6  asesinan a la viuda y al extranjero, y matan a los huérfanos.

93:7  Y dicen: “El Señor no lo ve, el Dios de Jacob nada sabe.”

93:8  Entendedlo, oh necios entre todos; insensatos, sabedlo al fin:

93:9  Aquel que plantó el oído ¿no oirá Él mismo? Y el que formó el ojo ¿no verá?

93:10  El que castiga a las naciones ¿no ha de pedir cuentas? Aquel que enseña al hombre ¿(no tendrá) conocimiento?

93:11  Yahvé conoce los pensamientos de los hombres: ¡son una cosa vana!

93:12  Dichoso el hombre a quien Tú educas, oh Yah, el que Tú instruyes mediante tu Ley,

93:13  para darle tranquilidad en los días aciagos, hasta que se cave la fosa para el inicuo.

93:14  Puesto que Yahvé no desechará a su pueblo, ni desamparará su heredad,

93:15  sino que volverá a imperar la justicia, y la seguirán todos los rectos de corazón.

93:16  ¿Quién se levantará en mi favor contra los malhechores? ¿Quién se juntará conmigo para oponerse a los malvados?

93:17  Si Yahvé no estuviese para ayudarme, ya el silencio sería mi morada.

93:18  Cuando pienso: “Mi pie va a resbalar”, tu misericordia, Yahvé, me sostiene.

93:19  Cuando las ansiedades se multiplican en mi corazón, tus consuelos deleitan mi alma.

93:20  ¿Podrá tener comunidad contigo la sede de la iniquidad, que forja tiranía bajo apariencia legal?

93:21  Asalten ellos el alma del justo, y condenen la sangre inocente;

93:22  mas Yahvé será para mí una fortaleza, y el Dios mío la roca de mi refugio.

93:23  Él hará que su perversidad caiga sobre ellos mismos; y con su propia malicia los destruirá, los exterminará Yahvé, nuestro Dios.

Chapter 94

94:1  Venid, alegrémonos para Yahvé; aclamemos a la Roca de nuestra salvación.

94:2  Acerquémonos a Él con alabanzas, y con cantos gocémonos en su presencia.

94:3  Porque Yahvé es un gran Dios, y un rey más grande que todos los dioses.

94:4  En sus manos están las profundidades de la tierra y son suyas las cumbres de las montañas.

94:5  Suyo es el mar, pues Él lo hizo, y el continente, que plasmaron sus manos.

94:6  Venid, adoremos e inclinémonos; caigamos de rodillas ante Yahvé que nos creó.

94:7  Porque Él es nuestro Dios; nosotros somos el pueblo que Él alimenta, y las ovejas que Él cuida. Ojalá oyerais hoy aquella voz suya:

94:8  “No endurezcáis vuestros corazones como en Meribá, como en el día de Masá, en el desierto,

94:9  cuando vuestros padres me provocaron poniéndome a prueba aunque habían visto mis obras.

94:10  Durante cuarenta años me dio asco aquella generación y dije: “Son un pueblo de corazón extraviado, no han conocido mis caminos.”

94:11  Por eso, indignado, juré: “No entrarán en mi reposo.”

Chapter 95

95:1  Cantad a Yahvé un cántico nuevo, cantad a Yahvé, tierras todas.

95:2  Cantad a Yahvé, bendecid su nombre, proclamad día tras día su salvación.

95:3  Pregonad su gloria entre los gentiles; sus maravillas entre los pueblos todos.

95:4  Porque grande es Yahvé y digno de suma alabanza, temible, más que todos los dioses.

95:5  Pues todos los dioses de los gentiles son ficción en tanto que Yahvé hizo los cielos.

95:6  Majestad y belleza le preceden; en su santa morada están el poder y la gloria.

95:7  Reconoced a Yahvé, oh razas de los pueblos, reconoced a Yahvé la gloria y el poder.

95:8  Reconoced a Yahvé la gloria de su Nombre. Traedle oblaciones y venid a sus atrios.

95:9  Adorad a Yahvé en sacro esplendor, oh tierra toda, tiembla ante ÉL

95:10  Anunciad a las naciones: “Reina Yahvé; Él ha dado estabilidad al orbe, para que no vacile; rige a los pueblos con justicia.”

95:11  Alégrense los cielos, y regocíjese la tierra; retumbe el mar y cuanto lo llena;

95:12  salte de júbilo el campo con todo lo que hay en él. Rebosarán entonces de exultación todos los árboles de la selva,

95:13  ante la presencia de Yahvé, porque viene, porque viene para gobernar la tierra. Gobernará la redondez de la tierra con justicia, y a los pueblos con su fidelidad.

Chapter 96

96:1  Reina Yahvé; alégrese la tierra, muestre su júbilo la multitud de las islas.

96:2  Nubes y oscura niebla le rodean, justicia e imperio son el fundamento de su trono.

96:3  Delante de Él va el fuego y abrasa en derredor a sus enemigos.

96:4  Sus relámpagos iluminan el orbe, la tierra lo ve, y tiembla.

96:5  Los montes, como cera, se derriten ante Yahvé, ante el Dominador de toda la tierra.

96:6  Los cielos proclaman su justicia, y todos los pueblos ven su gloria.

96:7  Confundidos quedan todos los que adoran simulacros, y los que se glorían en los ídolos. “¡Adoradlo, ángeles todos de Dios!”

96:8  Lo oye Sión, y se llena de gozo; y las ciudades de Judá saltan de alegría, por tus juicios, oh Yahvé.

96:9  Pues Tú eres, Yahvé, excelso sobre toda la tierra, eminentísimo sobre toda deidad.

96:10  Yahvé ama a los que odian el mal; guarda las almas de sus santos, los arrebata de la mano de los impíos.

96:11  Ya despunta la luz para el justo, y la alegría para los de corazón recto.

96:12  Oh justos, regocijaos en Yahvé y celebrad su santo Nombre.

Chapter 97

97:1  Cantad a Yahvé un cántico nuevo, porque ha hecho cosas admirables. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria.

97:2  Yahvé ha hecho manifiesta su salvación; ha mostrado su justicia delante de los gentiles,

97:3  se ha acordado de su misericordia y de su fidelidad en favor de la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han visto la salud que viene de nuestro Dios.

97:4  Tierra entera, aclama a Yahvé, gozaos, alegraos y cantad.

97:5  Entonad himnos a Yahvé con la cítara, con la cítara y al son del salterio;

97:6  con trompetas y sonidos de bocina prorrumpid en aclamaciones al Rey Yahvé.

97:7  Retumbe el mar y cuanto lo llena, el orbe de la tierra y los que lo habitan.

97:8  Batan palmas los ríos, y los montes a una salten de gozo

97:9  ante la presencia de Yahvé porque viene, porque viene para gobernar la tierra. Gobernará la redondez de la tierra con justicia los pueblos con rectitud.

Chapter 98

98:1  Reina Yahvé, tiemblan los pueblos. Sentado se ha sobre los querubines; se conmueve la tierra.

98:2  Grande es Yahvé en Sión, y excelso sobre todos los pueblos.

98:3  Celebrado sea tu Nombre, grande y tremendo: ¡Santo es!

98:4  Y sea el honor para el Rey que ama la justicia. Tú has establecido lo que es recto; Tú ejerces la justicia y el imperio en Jacob.

98:5  Ensalzad a Yahvé nuestro Dios, y ante el escabel de sus pies, postraos: ¡Santo es!

98:6  Moisés y Aarón están entre sus sacerdotes, y Samuel entre los que invocan su Nombre; invocaban a Yahvé y Él los escuchaba.

98:7  En la columna de nubes les hablaba; oían sus mandamientos, y la Ley que les dio.

98:8  Oh Yahvé Dios nuestro, Tú los escuchaste; fuiste para ellos un Dios propicio, bien que castigaste sus infracciones.

98:9  Ensalzad a Yahvé nuestro Dios, y postraos ante su santo monte, porque Santo es Yahvé, Dios nuestro.

Chapter 99

99:1  Salmo en acción de gracias.

99:2  Aclamad a Yahvé, tierras todas, servid a Yahvé con alegría, llegaos a su presencia con exultación.

99:3  Sabed que Yahvé es Dios. Él nos hizo y somos de Él, pueblo suyo y ovejas de su aprisco.

99:4  Entrad por sus puertas alabándole, en sus atrios, con himnos. Ensalzadle, bendecid su Nombre.

99:5  Porque Yahvé es bueno; su misericordia es eterna, y su fidelidad, de generación en generación.

Chapter 100

100:1  Salmo de David. Quiero cantar la bondad y la justicia, un Salmo para Ti, Yahvé.

100:2  Quiero seguir el camino recto. — ¡Oh, cuando vendrás a mí!— Procederé con recto corazón dentro de mi casa.

100:3  Jamás pondré la mira en cosa injusta; aborrezco la conducta del que prevarica; no andará conmigo.

100:4  El corazón perverso estará lejos de mí; lo malo no quiero ni conocerlo.

100:5  Al que solapadamente calumnia a su prójimo lo destruiré. Al de mirada altiva y corazón inflado no lo soportaré.

100:6  Mis ojos buscarán a los hombres fieles del país, para tenerlos cerca de mí. El que ande por el camino recto, ese será mi ministro.

100:7  No habitará dentro de mi casa el hombre doble, y el mentiroso no durará en mi presencia.

100:8  Exterminaré cada día a todos los pecadores del país, a fin de extirpar a todos los obradores de iniquidad en la ciudad de Yahvé.

Chapter 101

101:1  Oración de un afligido que desfallece y derrama su angustia ante el Señor.

101:2  Escucha, Yahvé, mi oración, y llegue a Ti mi clamor.

101:3  No quieras esconderme tu rostro en el día de mi desolación; inclina hacia mí tu oído; apresúrate a atenderme en el día de mi llamado.

101:4  Porque mis días se desvanecen como el humo, y mis huesos arden como fuego.

101:5  Abrasado, como la hierba, se seca mi corazón; me olvido de comer mi pan.

101:6  A fuerza de gemir y llorar se me pega la piel a los huesos.

101:7  Soy como el pelícano del desierto, hecho semejante al búho entre las ruinas.

101:8  No puedo conciliar el sueño, y me lamento como el ave solitaria sobre el tejado:

101:9  Mis enemigos me insultan sin cesar, y los que se enfurecen contra mí, toman mi nombre como imprecación.

101:10  Mi comida es ceniza en vez de pan, y mezclo mi bebida con las lágrimas,

101:11  a causa, de tu indignación y tu furor, porque me arrojaste después de levantarme en alto.

101:12  Mis días son como la sombra que se alarga; y, como la hierba, voy secándome,

101:13  mas Tú, Yahvé, permaneces siempre, y tu Nombre es de generación en generación.

101:14  Tú te levantarás y serás propicio a Sión, porque tiempo es ya de que te apiades de ella; a llegado la hora.

101:15  Ya tus siervos aman sus piedras, sienten compasión de sus ruinas.

101:16  Así, oh Yahvé, los gentiles reverenciarán tu Nombre, y tu gloria todos los reyes de la tierra,

101:17  porque Yahvé habrá restaurado a Sión, y Él se mostrará en su gloria.

101:18  Se volverá hacia la oración de los despojados, y no despreciará sus ruegos.

101:19  Escríbase esto para la generación venidera, para que el pueblo que va a nacer alabe a Yah.

101:20  Porque Yahvé se habrá inclinado desde su excelso santuario, desde el cielo habrá mirado a la tierra,

101:21  para escuchar el gemido de los cautivos y librar a los destinados a la muerte,

101:22  a fin de que en Sión sea pregonado el Nombre de Yahvé, y en Jerusalén su alabanza,

101:23  cuando allí se congreguen a una los pueblos y los reinos, para servir a Yahvé.

101:24  Él quebrantó mis fuerzas a medio camino; acortó mis días.

101:25  Y yo clamo: Oh Dios mío, no me quites de esta vida en la mitad de mis días, Tú, cuyos años duran por todas las generaciones.

101:26  En el principio cimentaste la tierra, y obra de tus manos es el cielo.

101:27  Ellos van pasando, mas Tú permanecerás; todo en ellos se envejece como una vestidura; Tú los mudarás como quien cambia de vestido, y quedarán cambiados.

101:28  Mas Tú eres siempre el mismo, y tus años no tienen fin.

101:29  Los hijos de tus siervos morarán seguros, y su posteridad será estable delante de Ti.

Chapter 102

102:1  De David. Bendice a Yahvé, alma mía, y todo cuanto hay en mí bendiga su santo Nombre.

102:2  Bendice a Yahvé, alma mía, y no quieras olvidar todos sus favores.

102:3  Es Él quien perdona todas tus culpas, quien sana todas tus dolencias.

102:4  Él rescata de la muerte tu vida, Él te corona de bondad y misericordia.

102:5  Él harta de bienes tu vida; tu juventud se renueva como la del águila.

102:6  Yahvé practica la rectitud y a todos los oprimidos hace justicia.

102:7  Hizo conocer sus caminos a Moisés y a los hijos de Israel sus hazañas.

102:8  Misericordioso y benigno es Yahvé, tarde en airarse y lleno de clemencia.

102:9  No está siempre acusando, ni guarda rencor para siempre.

102:10  No nos trata conforme a nuestros pecados, ni nos paga según nuestras iniquidades.

102:11  Pues cuanto se alza el cielo sobre la tierra, tanto prevalece su misericordia para los que le temen.

102:12  Cuanto dista el Oriente del Occidente, tan lejos echa de nosotros nuestros delitos.

102:13  Como un padre que se apiada de sus hijos, así Yahvé se compadece de los que le temen.

102:14  Porque Él sabe de qué estamos formados: Él recuerda que somos polvo.

102:15  Los días del hombre son como el heno; como la flor del campo, así florece.

102:16  Apenas le roza el viento, y ya no existe; y ni siquiera se conoce el espacio que ocupó.

102:17  Mas la misericordia de Yahvé permanece [desde la eternidad y] hasta la eternidad, con los que le temen, y su protección, hasta los hijos de los hijos,

102:18  de los que conservan su alianza y recuerdan sus preceptos para cumplirlos.

102:19  Yahvé tiene establecido su trono en el cielo, y su Reino gobernará el universo.

102:20  Bendecid a Yahvé todos sus ángeles, héroes poderosos que ejecutáis sus mandatos en cumplimiento de su palabra.

102:21  Bendecid a Yahvé todos sus ejércitos, ministros suyos que hacéis su voluntad.

102:22  Bendecid a Yahvé todas sus obras, en todos los lugares de su imperio. Bendice tú, alma mía, a Yahvé.

Chapter 103

103:1  ¡Bendice a Yahvé, alma mía! ¡Yahvé, Dios mío, cuán grande eres! Te has vestido de majestad y de belleza,

103:2  envuelto en luz como en un manto. Extendiste el cielo como un cortinaje;

103:3  construiste tu morada superior sobre las aguas, haces de las nubes tu carroza, cabalgas sobre las alas del viento.

103:4  A los vientos haces tus mensajeros, y ministros tuyos los relámpagos centellantes.

103:5  Cimentaste la tierra sobre sus bases de suerte que no vacile jamás.

103:6  La habías cubierto con el océano como de un manto; las aguas se posaban sobre los montes.

103:7  Mas huyeron a un grito tuyo, —temblaron a la voz de tu trueno,

103:8  surgieron los montes, bajaron los valles—, hasta el lugar que les habías destinado.

103:9  Les fijaste un límite que no traspasarán, para que no vuelvan a cubrir la tierra.

103:10  Haces correr en arroyos las fuentes que brotan entre los montes,

103:11  para que beban todas las bestias del campo y sacien su sed los asnos monteses.

103:12  A sus orillas posan las aves del cielo, que cantan entre el ramaje.

103:13  Desde tu morada riegas los montes; la tierra se sacia del fruto de tus obras.

103:14  Produces el heno para los ganados, y las plantas que sirven al hombre, para que saque pan de la tierra,

103:15  y vino que alegre el corazón del hombre; para que el aceite dé brillo a su rostro y el pan vigorice su corazón.

103:16  Satúranse los árboles de Yahvé, los cedros del Líbano que Él plantó.

103:17  Las aves anidan en ellos; en los abetos tiene su casa la cigüeña.

103:18  Los altos montes dan refugio a los antílopes, las peñas, a los conejos.

103:19  Para señalar los tiempos, hiciste la luna; el sol conoce la hora de su ocaso.

103:20  Mandas las tinieblas, y viene la noche; en ellas rondan todas las fieras de las selvas.

103:21  Los leoncillos rugen en pos de la presa, e imploran de Dios el sustento;

103:22  al salir el sol se retiran, y se tienden en sus madrigueras;

103:23  y el hombre acude a su trabajo, a su labranza, hasta la tarde.

103:24  ¡Cuán variadas son tus obras, oh Yahvé! Todo lo hiciste con sabiduría; llena está la tierra de tus riquezas.

103:25  Mira el mar, grande y anchuroso: allí un hormiguear sin número, de animales pequeños y grandes.

103:26  Allí transitan las naves, y ese leviatán que creaste para que en él juguetease.

103:27  Todos esperan de Ti que a su tiempo les des el alimento.

103:28  Se lo das y ellos lo toman; al abrir Tú la mano se hartan de bienes.

103:29  Si Tú escondes el rostro, desfallecen; si retiras Tú su aliento, expiran, y vuelven a su polvo.

103:30  Cuando envías tu soplo, son creados, y renuevas la faz de la tierra.

103:31  Sea eterna la gloria de Yahvé; gócese Yahvé en sus obras.

103:32  Mira Él a la tierra, y ella tiembla; toca Él los montes, y humean.

103:33  A Yahvé cantaré mientras viva; tañeré salmos a mi Dios mientras yo tenga el ser.

103:34  Séanle gratos mis acentos! Yo en Yahvé me gozaré.

103:35  ¡Sean quitados de la tierra los pecadores y no haya más impíos! ¡Bendice, alma mía, a Yahvé! ¡Hallelú Yah!

Chapter 104

104:1  Celebrad a Yahvé, aclamad su Nombre, proclamad entre los gentiles sus proezas.

104:2  Cantadle, entonadle salmos, relatad todas sus obras maravillosas.

104:3  Gloriaos de su santo Nombre; alégrese el corazón de los que buscan a Yahvé.

104:4  Fijaos en Yahvé y su fortaleza, buscad sin cesar su rostro.

104:5  Acordaos de las maravillas que hizo, de sus prodigios y de las sentencias de su boca,

104:6  vosotros, descendencia de Abrahán, su siervo, hijos de Jacob, su escogido.

104:7  El mismo Yahvé es nuestro Dios; sus juicios prevalecen en toda la tierra.

104:8  Se acuerda siempre de su alianza, promesa que hizo por mil generaciones;

104:9  del pacto concertado con Abrahán, del juramento que hizo a Isaac,

104:10  que confirmó a Jacob, como firme decreto, y como testamento eterno a Israel,

104:11  diciendo: “A ti te daré la tierra de Canaán, como porción hereditaria vuestra.”

104:12  Cuando eran pocos en número, muy pocos, y peregrinos en aquella tierra,

104:13  y vagaban de nación en nación, y de este reino a aquel pueblo,

104:14  a nadie permitió que los oprimiese, y por causa de ellos castigó a reyes:

104:15  “Guardaos de tocar a mis ungidos, ni hacer mal a mis profetas.”

104:16  Atrajo el hambre sobre aquella tierra, y se retiró toda provisión de pan.

104:17  Envió delante de ellos a un varón: a José vendido como esclavo.

104:18  Le habían atado los pies con grillos, y encerrado en hierro su cuello,

104:19  hasta que se cumplió lo que él predijo, y la Palabra del Señor lo acreditó.

104:20  Mandó desatarlo el rey, el soberano de aquellos pueblos, y lo libertó.

104:21  Lo constituyó señor de su propia casa, y príncipe de todos sus dominios,

104:22  para que a su arbitrio instruyese a los magnates y enseñara sabiduría a los ancianos.

104:23  Entonces entró Israel en Egipto; Jacob fue peregrino en tierra de Cam.

104:24  Y Él multiplicó a su pueblo en gran manera, y le hizo más poderoso que sus adversarios.

104:25  Mudó a estos el corazón para que odiasen a su pueblo, y urdiesen tramas contra sus siervos.

104:26  Entonces envió a Moisés su siervo, a Aarón, el elegido,

104:27  quienes obraron entre ellos sus maravillas y prodigios en la tierra de Cam.

104:28  Mandó tinieblas, y se hizo oscuridad, mas se resistieron contra sus palabras.

104:29  Convirtió sus aguas en sangre e hizo morir sus peces.

104:30  Su tierra brotó ranas hasta en la cámara de sus reyes.

104:31  Habló, y vinieron enjambres de moscas y mosquitos por todos sus confines.

104:32  Por lluvia les mandó granizo, y fuego que inflamaba su tierra,

104:33  y destruyó sus viñas y sus higueras, y destrozó los árboles en su territorio.

104:34  A una orden suya vinieron langostas, y orugas sin número,

104:35  que devoraron toda la hierba de sus prados, y comieron los frutos de sus campos.

104:36  Y dio muerte a todo primogénito en su tierra, las primicias de todo su vigor.

104:37  Mas a ellos los sacó con oro y plata, sin un enfermo en todas sus tribus.

104:38  Alegráronse los egipcios de su salida, pues los había sobrecogido el terror.

104:39  Extendió Él una nube para cubrirlos, y un fuego que resplandeciese de noche.

104:40  Pidieron, y les envió codornices; y los sació con pan del cielo.

104:41  Hendió la peña, y brotaron aguas, que corrieron por el desierto como arroyos.

104:42  Porque se acordó de su santa palabra, que había dado a Abrahán, su siervo.

104:43  Así sacó a su pueblo con alegría, con júbilo a sus escogidos.

104:44  Y les dio las tierras de los gentiles y poseyeron los bienes de los pueblos,

104:45  para que guardaran sus mandamientos y obedecieran sus leyes. ¡Hallelú Yah!

Chapter 105

105:1  Hallelú Yah. Celebrad a Yahvé porque es bueno, porque su misericordia es para siempre.

105:2  ¿Quién dirá las hazañas de Yahvé? ¿Pregonará todas sus alabanzas?

105:3  Bienaventurados los que conservan sus estatutos y practican la justicia en todo tiempo.

105:4  Señor, acuérdate de mí cuando muestres tu bondad para con tu pueblo; visítame cuando operes la salvación

105:5  para que yo vea la felicidad de tus escogidos, me goce del gozo de tu pueblo y me gloríe con tu herencia.

105:6  Hemos pecado lo mismo que nuestros padres; obramos el mal, fuimos impíos.

105:7  Nuestros padres en Egipto no tuvieron en cuenta tus prodigios; no se acordaron de la multitud de tus favores, sino que se rebelaron contra el Altísimo junto al Mar Rojo.

105:8  Pero Él los salvó a causa de su Nombre, para dar a conocer su poderío.

105:9  Increpó al Mar Rojo y lo secó, y los condujo por entre las aguas como por un llano.

105:10  Los sacó de las manos de sus aborrecedores, y los rescató del poder del enemigo.

105:11  Las aguas cubrieron a sus adversarios, no quedó ni uno de ellos.

105:12  Entonces creyeron a Sus palabras y cantaron Sus alabanzas.

105:13  Pronto olvidaron las obras de Él, no aguardaron sus designios,

105:14  sino que en el desierto se entregaron a su propia concupiscencia y en la soledad provocaron a Dios.

105:15  Él les concedió lo que pedían, pero les envió la consunción.

105:16  Luego envidiaron a Moisés en el campamento, y a Aarón, el santo de Yahvé.

105:17  Y la tierra se abrió, y se tragó a Datan, y cubrió a la facción de Abirón.

105:18  Y se encendió contra su banda un fuego; la llama devoró a los inicuos.

105:19  Hicieron un becerro en Horeb, y adoraron una estatua de fundición;

105:20  trocando su Gloria por la figura del buey harto de heno,

105:21  olvidaron a Dios, que los había salvado y que había hecho portentos en Egipto,

105:22  cosas maravillosas en la tierra de Cam, cosas estupendas junto al Mar Rojo.

105:23  Los habría deshecho, si Moisés, escogido por Él, no se hubiese puesto en la brecha frente a Él, para apartar su furor a fin de que no los exterminase.

105:24  Y despreciaron la tierra codiciable, no dando crédito a su palabra;

105:25  y murmuraron en sus tiendas, no escucharon la voz de Yahvé.

105:26  Mas Él con mano alzada les juró que los haría caer en el desierto;

105:27  que haría caer a su descendencia entre los gentiles y los dispersaría por las tierras.

105:28  Y se consagraron a Baalfegor, y comieron de las víctimas inmoladas a dioses muertos.

105:29  Con tales delitos le provocaron a ira, y una plaga cayó sobre ellos.

105:30  Pero se irguió Fineés, y ejerció la venganza, y la plaga cesó.

105:31  Y esto le fue imputado a justicia por todas sus generaciones para siempre jamás.

105:32  Y lo irritaron juntó a las aguas de Meribá; y a Moisés le fue mal por culpa de ellos;

105:33  porque ellos exacerbaron su espíritu, y él dejó que sus labios hablaran inconsideradamente.

105:34  No destruyeron los pueblos que Dios les había señalado;

105:35  sino que se mezclaron con los gentiles, y aprendieron sus obras,

105:36  y adoraron sus ídolos, que fueron para ellos un lazo;

105:37  e inmolaron sus hijos y sus hijas a los demonios,

105:38  derramando sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, que sacrificaron a los ídolos de Canaán; y la tierra quedó profanada por la sangre.

105:39  Se contaminaron por sus actos y fornicaron con sus propias obras.

105:40  Se encendió entonces la ira de Yahvé contra su pueblo, y abominó de su herencia;

105:41  los entregó en manos de los gentiles, y fueron dominados por quienes los odiaban.

105:42  Oprimidos por sus enemigos, tuvieron que doblegarse ante ellos.

105:43  Muchas veces Él los salvó, mas ellos lo exasperaron por sus empeños, y se hundieron más en su iniquidad.

105:44  Con todo, al percibir sus lamentos, fijaba Él los ojos en sus tribulaciones;

105:45  en favor de ellos se acordaba de su alianza, y se arrepentía según la grandeza de su misericordia.

105:46  Y los hacía objeto de la compasión de aquellos que los tenían en cautiverio.

105:47  Sálvanos, Yahvé, Dios nuestro, y congréganos de en medio de las naciones, para que celebremos tu santo Nombre y nos gloriemos en tu alabanza.

105:48  Bendito sea Yahvé, Dios de Israel, de siglo en siglo. Y todo el pueblo diga: Amén. ¡Hallelú Yah!

Chapter 106

106:1  Celebrad a Yahvé porque es bueno, porque su misericordia permanece para siempre.

106:2  Así digan los rescatados de Yahvé, los que Él redimió de manos del enemigo,

106:3  y a quienes Él ha congregado de las tierras del Oriente y del Occidente, del Norte y del Mediodía.

106:4  Erraban por el desierto, en la soledad, sin hallar camino a una ciudad donde morar.

106:5  Sufrían hambre y sed; su alma desfallecía en ellos.

106:6  Y clamaron a Yahvé en su angustia, y Él los sacó de sus tribulaciones.

106:7  Y los condujo por camino derecho, para que llegasen a una ciudad donde habitar.

106:8  Den gracias a Yahvé por su misericordia, y por sus maravillas en favor de los hijos de los hombres.

106:9  Porque sació al alma sedienta, y a la hambrienta colmó de bienes.

106:10  Moraban en tinieblas y sombras, cautivos de la miseria y del hierro;

106:11  porque habían resistido a las palabras de Dios y despreciado el consejo del Altísimo.

106:12  Y Él humilló su corazón con trabajos; sucumbían y no había quien los socorriese.

106:13  Y clamaron a Yahvé en su angustia, y Él los sacó de sus tribulaciones.

106:14  Y los libró de las tinieblas y de las sombras, y rompió sus cadenas.

106:15  Den gracias a Yahvé por su misericordia, y por sus maravillas en favor de los hijos de los hombres;

106:16  porque Él rompió las puertas de bronce, e hizo pedazos los cerrojos de hierro.

106:17  Estaban enfermos a causa de su iniquidad, y afligidos a causa de sus delitos;

106:18  sintieron náuseas de todo alimento, y llegaron a las puertas de la muerte.

106:19  Y clamaron a Yahvé en su angustia, y Él los sacó de sus tribulaciones.

106:20  Envió su Palabra para sanarlos y arrancarlos de la perdición.

106:21  Den gracias a Yahvé por su misericordia, y por sus maravillas en favor de los hijos de los hombres,

106:22  y ofrezcan sacrificios de alabanza, y publiquen con júbilo sus obras.

106:23  Surcaban en naves el mar, traficando sobre las vastas ondas,

106:24  esos vieron las obras del Señor, y sus maravillas en el piélago.

106:25  Con Su palabra suscitó un viento borrascoso, que levantó las olas del mar;

106:26  subían hasta el cielo y descendían hasta el abismo, su alma desmayaba en medio de sus males.

106:27  Titubeaban y se tambaleaban como ebrios, y les fallaba toda su pericia.

106:28  Y clamaron a Yahvé en su angustia, y Él los sacó de sus tribulaciones.

106:29  Tornó el huracán en suave brisa, y las ondas del mar callaron.

106:30  Y se alegraron de que callasen, y los condujo al puerto deseado.

106:31  Den gracias a Yahvé por su misericordia, y por sus maravillas en favor de los hijos de los hombres.

106:32  Celébrenlo en la asamblea del pueblo, y en la reunión de los ancianos, cántenle.

106:33  Él convirtió los ríos en desierto, y los manantiales en árida tierra,

106:34  el suelo fructífero en un salobral, por la malicia de sus moradores.

106:35  Él mismo ha convertido el desierto en lago y la tierra árida en manantiales,

106:36  allí coloca a los hambrientos, y fundan una ciudad para habitarla.

106:37  Siembran los campos y plantan viñas, y obtienen de ellos los frutos.

106:38  Bendecidos por Él se multiplican en gran manera, y sus ganados no disminuyen nunca.

106:39  Aunque reducidos a pocos y despreciados, por el peso del infortunio y de la aflicción,

106:40  Aquel que derrama desprecio sobre los príncipes, y los hace errar por desiertos sin huellas,

106:41  ha levantado de la miseria al indigente, y hace las familias numerosas como rebaños.

106:42  Lo ven los justos y se alegran, y toda malicia cierra su boca.

106:43  ¿Quién es el sabio que considere estas cosas y comprenda las misericordias del Señor?

Chapter 107

107:1  Cántico. Salmo. De David.

107:2  Mi corazón está pronto, oh Dios; quiero cantar y entonar salmos; mi alma está despierta.

107:3  Salterio y lira, despertaos; despiértese la aurora (a nuestro canto).

107:4  Te alabaré, Yahvé, entre los pueblos, te cantaré himnos ante las naciones.

107:5  Porque tu misericordia es más grande que los cielos, y tu fidelidad hasta las nubes.

107:6  Muéstrate excelso, oh Dios, sobre los cielos, y brille tu gloria sobre toda la tierra,

107:7  para que sean libertados los que Tú amas; socorre con tu diestra y escúchanos.

107:8  Lo dijo Dios por su santidad: “Triunfaré; repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

107:9  Mía es la tierra de Galaad, mía la tierra de Manasés; Efraím es el yelmo de mi cabeza, y Judá, mi cetro;

107:10  Moab, la vasija de mi lavatorio; sobre Edom echaré mi calzado, sobre Filistea cantaré victoria.”

107:11  ¿Quién me conducirá a la ciudad inaccesible? ¿Quién me llevará hasta Edom?

107:12  ¿No serás Tú, oh Dios, que nos has rechazado y que ya no sales con nuestros ejércitos?

107:13  Ven en nuestro auxilio contra el adversario, porque vano es el concurso de los hombres.

107:14  Con Dios haremos proezas; Él hollará a nuestros enemigos.

Chapter 108

108:1  Al maestro de coro. De David. Salmo. Oh Dios, Gloria mía, no enmudezcas,

108:2  porque bocas impías y dolosas se han abierto contra mí y me hablan con lengua pérfida.

108:3  Me asedian con odiosos discursos, me combaten sin motivo.

108:4  Por lo que me debieran amar, me acusan, y yo hago oración.

108:5  Me devuelven mal por bien, y odio a cambio de mi amor.

108:6  Ponlo bajo la mano de un impío, con el acusador a su derecha.

108:7  Cuando se le juzgue, salga condenado, y su oración sea pecado.

108:8  Acórtense sus días, y otro reciba su ministerio.

108:9  Que sus hijos queden huérfanos y viuda su mujer.

108:10  Anden sus hijos mendigando, errantes, arrojados de sus casas destruidas.

108:11  El usurero aseche todos sus bienes, y sea presa de los extraños el fruto de su trabajo.

108:12  Nadie le muestre misericordia y ninguno se compadezca de sus huérfanos.

108:13  Sea su posteridad entregada al exterminio, extíngase su nombre en la primera generación.

108:14  La culpa de sus padres sea recordada [por Yahvé], y el pecado de su madre no se borre.

108:15  Estén siempre ante los ojos de Yahvé, para que Él quite de la tierra su memoria;

108:16  pues no pensó en usar de misericordia, sino que persiguió al infortunado, al pobre, al afligido de corazón, para darle el golpe de muerte.

108:17  Amó la maldición. ¡Cáigale encima! No quiso la bendición. ¡Apártese de él!

108:18  Se revistió de maldición como de una túnica; y le penetró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos.

108:19  Séale como manto que lo cubra, y como cinto con que siempre se ciña.

108:20  Tal pago tengan [de Yahvé] los que me acusan y los que profieren maldiciones contra mí.

108:21  Mas Tú, Yahvé, Señor mío, haz conmigo según la gloria de tu Nombre; sálvame, pues tu bondad es misericordiosa.

108:22  Porque yo soy un infortunado y pobre, y llevo en mí el corazón herido.

108:23  Como sombra que declina, me voy desvaneciendo; soy arrojado como la langosta.

108:24  Mis rodillas vacilan, debilitadas por el ayuno, y mi carne, enflaquecida, desfallece.

108:25  Y he venido a ser el escarnio de ellos; me miran, y hacen meneos de cabeza.

108:26  Ayúdame, Yahvé, Dios mío, sálvame conforme a tu misericordia.

108:27  Y sepan que aquí está tu mano, y que eres Tú, Yahvé, quien lo ha hecho.

108:28  Que ellos maldigan, pero Tú bendíceme. Véanse confundidos los que contra mí se levantan, mas alégrese tu siervo.

108:29  Sean cubiertos de ignominia los que me acusan, y envueltos en su confusión como en un manto.

108:30  Mi boca rebosará de alabanzas a Yahvé; en medio de la gran multitud cantaré sus glorias;

108:31  porque Él se mantuvo a la derecha de este pobre para salvarlo de sus jueces.

Chapter 109

109:1  Salmo de David. Oráculo de Yahvé a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que Yo haga de tus enemigos el escabel de tus pies.”

109:2  El cetro de tu poder lo entregará Yahvé (diciéndote): “Desde Sión impera en medio de tus enemigos.”

109:3  Tuya será la autoridad en el día de tu poderío, en los resplandores de la santidad; Él te engendró del seno antes del lucero.

109:4  Yahvé lo juró y no se arrepentirá: “Tú eres Sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec.”

109:5  Mi Señor está a la diestra de (Yahvé). En el día de su ira destrozará a los reyes.

109:6  Juzgará las naciones, amontonará cadáveres, aplastará la cabeza de un gran país.

109:7  Beberá del torrente en el camino; por eso erguirá la cabeza.

Chapter 110

110:1  ¡Hallelú Yah! Quiero honrar a Yahvé con todo mi corazón, en el coro de los justos y en la asamblea.

110:2  Grandes son las obras de Yahvé: escudríñenlas los que las disfrutan.

110:3  Su obrar es todo majestad y esplendor, y su justicia permanece para siempre.

110:4  Hizo sus maravillas para ser recordadas. Yahvé es benigno y compasivo;

110:5  Él da alimento a los que le temen; para siempre se acordará de su alianza.

110:6  A su pueblo ha mostrado el poder de sus obras, dándole la herencia de las naciones.

110:7  Fieles y justas son las obras de sus manos. Sus preceptos son todos infalibles,

110:8  establecidos por los siglos, para siempre, dictados con firmeza y justicia.

110:9  Él ha enviado la redención a su pueblo, ha ratificado su alianza para siempre; santo y terrible es su Nombre.

110:10  El principio de la sabiduría es el temor de Yahvé. Prudentes son todos los que lo adoran, Su alabanza permanece para siempre.

Chapter 111

111:1  ¡Hallelú Yah! Dichoso el hombre que teme a Yahvé, en sus preceptos halla el sumo deleite.

111:2  Su descendencia será poderosa sobre la tierra; la estirpe de los rectos es bendecida.

111:3  En su casa hay bienestar y abundancia, y su justicia permanece para siempre.

111:4  Para los rectos brilla una luz en las tinieblas: el Clemente, el Misericordioso, el Justo.

111:5  Bien le va al hombre que se compadece y presta; reglará sus negocios con discreción;

111:6  nunca resbalará; el justo quedará en memoria eterna.

111:7  No temerá malas nuevas; su corazón está firme, confiado en Yahvé.

111:8  Su ánimo es constante, impávido, hasta ver confundidos a sus adversarios.

111:9  Distribuye y da a los pobres largamente; su justicia permanece para siempre, su triunfo será exaltado con gloria.

111:10  Lo verá el impío y se enfurecerá, se consumirá rechinando los dientes. Estéril será la envidia de los pecadores.

Chapter 112

112:1  ¡Hallelú Yah! Alabad, siervos de Yahvé, alabad el Nombre de Yahvé.

112:2  Sea bendito el Nombre de Yahvé, desde ahora y para siempre.

112:3  Desde el nacimiento del sol hasta su ocaso sea ensalzado el Nombre de Yahvé.

112:4  Excelso es Yahvé sobre todas las naciones, sobre los cielos, su gloria.

112:5  ¿Quién hay en los cielos y en la tierra, comparable al Señor Dios nuestro, que tiene su trono en las alturas

112:6  y se inclina para mirar?

112:7  Alza del polvo al desvalido y desde el estiércol exalta al pobre

112:8  para sentarlo con los nobles, entre los príncipes de su pueblo.

112:9  Él hace que la estéril viva en hogar, madre gozosa de hijos.

Chapter 113

113:1  ¡Hallelú Yah! Cuando Israel salió de Egipto, —la casa de Jacob de entre un pueblo bárbaro—

113:2  Judá vino a ser su santuario, Israel su imperio.

113:3  El mar, al ver, huyó; el Jordán volvió atrás.

113:4  Los montes saltaron como carneros, los collados como corderillos.

113:5  ¿Qué tienes, mar, para huir y tú, Jordán, para volver atrás?

113:6  ¿Montes, para saltar como carneros; collados, como corderillos?

113:7  Tiembla, oh tierra, ante la faz del Señor, ante la faz del Dios de Jacob,

113:8  que convierte la peña en estanque, la roca en fuente de aguas.

113:9  No a nosotros, Yahvé, no a nosotros, sino a tu Nombre da la gloria por tu misericordia y tu fidelidad.

113:10  Por qué habrían de decir los gentiles: “¿Dónde está el Dios de estos?”

113:11  El Dios nuestro está en el cielo; Él hace todo cuanto quiere.

113:12  Los ídolos de aquellos son plata y oro, hechura de mano de hombre:

113:13  tienen boca, pero no hablan; tienen ojos, mas no ven;

113:14  tienen orejas y no oyen; tienen narices y no huelen;

113:15  tienen manos y no palpan, tienen pies y no andan; y de su garganta no sale voz.

113:16  Semejantes a ellos serán quienes los hacen, quienquiera confía en ellos.

113:17  La casa de Israel confía en Yahvé; Él es su auxilio y su escudo.

113:18  La casa de Aarón confía en Yahvé; Él es su auxilio y su escudo.

113:19  Los temerosos de Yahvé confían en Yahvé; Él es su auxilio y su escudo.

113:20  Yahvé se acuerda de nosotros y nos bendecirá: bendecirá a la casa de Israel, bendecirá a la casa de Aarón.

113:21  Bendecirá a los que temen a Yahvé, tanto a pequeños como a grandes.

113:22  Yahvé os multiplicará a vosotros y a vuestros hijos.

113:23  Sois benditos del Señor que hizo el cielo y la tierra.

113:24  El cielo es cielo de Yahvé; mas dio la tierra a los hijos de los hombres.

113:25  Los muertos no alaban a Yahvé, ninguno de los que bajan al sepulcro.

113:26  Nosotros, en cambio, bendecimos a Yah, desde ahora y para siempre.

Chapter 114

114:1  ¡Hallelú Yah! Yo lo amo, porque Yahvé escucha mi voz, mi súplica;

114:2  porque inclinó hacia mí su oído el día en que lo invoqué.

114:3  Me habían rodeado los lazos de la muerte, vinieron sobre mí las angustias del sepulcro; caí en la turbación y en el temor.

114:4  Pero invoqué el Nombre de Yahvé: ¡Oh Yahvé, salva mi vida!

114:5  Yahvé es benigno y justo; sí, nuestro Dios es misericordioso.

114:6  Yahvé cuida de los sencillos; yo era miserable y Él me salvó.

114:7  Vuelve, alma mía, a tu sosiego, porque Yahvé te ha favorecido.

114:8  Puesto que Él ha arrancado mi vida de la muerte, mis ojos del llanto, mis pies de la caída,

114:9  caminaré delante de Yahvé en la tierra de los vivientes.

Chapter 115

115:1  Yo tenía confianza aun cuando hablé diciendo: “Grande es mi aflicción”,

115:2  y exclamando en mi angustia: “Todo hombre es mentira.”

115:3  ¿Qué daré a Yahvé por todo lo que Él me ha dado?

115:4  Tomaré la copa de la salud y publicaré el Nombre de Yahvé.

115:5  [Cumpliré los votos hechos a Yahvé en presencia de todo su pueblo.]

115:6  Es cosa grave delante de Yahvé la muerte de sus fieles.

115:7  Oh Yahvé, yo soy tu siervo; siervo tuyo, hijo de tu esclava. Tú soltaste mis ataduras,

115:8  y yo te ofreceré un sacrificio de alabanza; publicaré el Nombre de Yahvé.

115:9  Cumpliré a Yahvé estos votos en presencia de todo su pueblo;

115:10  en los atrios de la casa de Yahvé, en medio de ti, oh Jerusalén.

Chapter 116

116:1  ¡Hallelú Yah! Alabad a Yahvé, naciones todas, celebradle todos los pueblos;

116:2  pues su misericordia se ha confirmado sobre nosotros, y la fidelidad de Yahvé permanece para siempre.

Chapter 117

117:1  ¡Hallelú Yah! Alabad a Yahvé porque es bueno, porque su misericordia permanece para siempre.

117:2  Diga ahora la casa de Israel: “Su misericordia permanece para siempre.”

117:3  Diga la casa de Aarón: “Su misericordia permanece para siempre.”

117:4  Digan los que temen a Yahvé: “Su misericordia permanece para siempre.”

117:5  En la estrechez invoqué a Yah; y Yah me escuchó y me sacó a la anchura.

117:6  Yahvé está en mi favor, nada temo. ¿Qué podrá hacerme el hombre?

117:7  Yahvé, mi auxiliador, está conmigo y miraré (confundidos) a mis enemigos.

117:8  Mejor es acogerse a Yahvé que confiar en el hombre.

117:9  Mejor es acogerse a Yahvé que confiar en príncipes.

117:10  Todas las naciones me habían cercado; en el Nombre de Yahvé las hice pedazos.

117:11  Me envolvieron por todas partes; en el Nombre de Yahvé las hice pedazos.

117:12  Me rodeaban como abejas, ardían como fuego de espinas; en el Nombre de Yahvé las hice pedazos.

117:13  Empujado, empujado, estuve a punto de caer, pero Yahvé vino en mi ayuda.

117:14  Mi fuerza y mi valor es Yahvé, mi Salvador es Él.

117:15  Voz de exultación y de triunfo en las tiendas de los justos: “La diestra de Yahvé ha hecho proezas;

117:16  la diestra de Yahvé se alzó muy alto, la diestra de Yahvé ha hecho proezas.

117:17  No moriré, sino que viviré; y publicaré las hazañas de Yahvé.

117:18  Me castigó Yah, me castigó, pero no me entregó a la muerte.”

117:19  Abridme las puertas de la justicia, para que entre por ellas y dé gracias a Yah.

117:20  Esta es la puerta de Yahvé; entren los justos por ella.

117:21  Te daré gracias porque me escuchaste y te has hecho mi Salvador.

117:22  La piedra que rechazaron los constructores ha venido a ser la piedra angular.

117:23  Obra de Yahvé es esto, admirable ante nuestros ojos.

117:24  Este es el día que hizo Yahvé; alegrémonos por él y celebrémoslo.

117:25  Sí, oh Yahvé, ¡da la victoria! Sí, oh Yahvé, ¡da prosperidad!

117:26  Bendito el que viene en el nombre de Yahvé; desde la casa de Yahvé os bendecimos.

117:27  Yahvé es Dios y nos ha iluminado. Ordenad procesión con ramos frondosos hasta los cuernos del altar.

117:28  Mi Dios eres Tú y te doy gracias; mi Dios eres Tú, quiero alabarte;

117:29  Alabad a Yahvé porque es bueno; porque su misericordia permanece para siempre.

Chapter 118

118:1  Dichosos aquellos cuyo camino es perfecto, que andan tras la Ley de Yahvé.

118:2  Bienaventurados los que observan sus instrucciones, de todo corazón lo buscan,

118:3  no cometen ninguna iniquidad, siguen los caminos de Él.

118:4  Tu diste tus preceptos, para que sean cuidadosamente guardados.

118:5  ¡Ojalá se afirmen mis pasos hacia la guarda de tus palabras!

118:6  Entonces no quedaré confundido cuando contemple todos tus mandamientos.

118:7  Te alabaré por la rectitud de corazón, aprendiendo los decretos de tu justicia.

118:8  Tus estatutos guardaré, de ningún modo me desampares.

118:9  ¿Cómo el joven mantendrá puro su camino? Conservando tus palabras.

118:10  Con toda mi alma te busco; no permitas que yo ande errante al margen de tus mandamientos.

118:11  En mi corazón escondo tus palabras, para no pecar contra Ti.

118:12  Bendito seas, oh Yahvé, enséñame tus decretos.

118:13  Con mis labios doy a conocer todos los oráculos de tu boca.

118:14  En el camino de tus testimonios me deleito como quien posee todas las riquezas.

118:15  Quiero meditar en tus preceptos y contemplar tus caminos;

118:16  gozarme en tus estatutos, no olvidar tus palabras.

118:17  Haz merced a tu siervo que viva y guarde tus palabras.

118:18  Quita el velo a mis ojos, para que descubra las maravillas de tu Ley.

118:19  Peregrino soy en la tierra: no me ocultes tus preceptos.

118:20  Mi alma se consume anhelando en todo tiempo tus justificaciones.

118:21  Increpaste a los infatuados; malditos esos que se desvían de tus mandamientos.

118:22  Aparta de mí el oprobio y el desprecio, porque sigo tus instrucciones.

118:23  Aunque los príncipes se sientan y confabulan contra mí, tu siervo medita tus testimonios;

118:24  porque tus enseñanzas son mis delicias, y tus leyes mis consejeros.

118:25  Postrada está mi alma en el polvo; vuélveme la vida según tu palabra.

118:26  Te manifesté mis pasos y Tú me escuchaste; enséñame tus disposiciones.

118:27  Instrúyeme en el camino de tus designios, y contemplaré tus maravillas.

118:28  Mi alma vierte lágrimas de tristeza; confórtame según tu palabra.

118:29  Aléjame del camino del error, y favoréceme con tu Ley.

118:30  He deseado la senda de la verdad, he hallado rectos tus juicios.

118:31  Me apoyo en tus testimonios; no quieras confundirme, oh Yahvé.

118:32  Corro por el camino de tus mandamientos, porque Tú me ensanchas el corazón.

118:33  Muéstrame, Yahvé, el camino de tus ordenaciones, para seguirlo hasta el fin.

118:34  Dame entendimiento para que observe tu Ley y la practique con todo mi corazón.

118:35  Hazme marchar por la senda de tus mandamientos, porque en ella me deleito.

118:36  Inclina mi corazón hacia tus enseñanzas y no vaya hacia el lucro.

118:37  Aparta mis ojos para que no miren la vanidad; dame la vida en tu camino.

118:38  Cumple en tu siervo tu promesa, hecha para los que te temen.

118:39  Aleja de mí el oprobio que me asusta, pues tus juicios son tan amables.

118:40  Mira cómo me he aficionado a tus decretos; hazme vivir por tu justicia.

118:41  Vengan sobre mí tus misericordias, oh Yahvé; y tu salud, según tus oráculos;

118:42  y podré responder a los que me reprochan por haber confiado en tus palabras.

118:43  No quites de mi boca la palabra de la verdad, porque en tus designios tengo puesta mi esperanza.

118:44  Y guardaré tu Ley para siempre, en el siglo y por los siglos de los siglos.

118:45  Ancho será el camino en que yo ande, porque busco tus preceptos.

118:46  Hablaré de tus enseñanzas delante de los reyes, y no me avergonzaré.

118:47  Y me deleitaré con las voluntades tuyas, que yo amo.

118:48  Y alzaré mis manos hacia tus mandatos y meditaré en tus enseñanzas.

118:49  Acuérdate de tu palabra a tu siervo, en la cual me hiciste poner mi esperanza.

118:50  Esto es lo que me consuela en mi aflicción: que tu palabra me da vida.

118:51  Los infatuados hacen burla de mí hasta el extremo, pero yo no me aparto de tu Ley.

118:52  Recuerdo tus antiguos juicios, oh Yahvé, y quedo consolado.

118:53  La indignación se enciende en mí a causa de esos malvados que abandonan tu Ley.

118:54  Tus decretos se han hecho cantos para mí en el lugar de mi destierro.

118:55  Durante la noche me acuerdo de tu nombre, oh Yahvé, y guardaré tu Ley.

118:56  Esta ha sido mi suerte: guardar tus preceptos.

118:57  He dicho, oh Yahvé, que mi suerte es guardar tus palabras.

118:58  De todo corazón imploro tu rostro; apiádate de mí conforme a tu promesa.

118:59  Examiné mis caminos, y volví mis pies hacia tus enseñanzas.

118:60  Me apresuré, y no me he detenido en guardar tus mandamientos.

118:61  Los lazos de los pecadores me rodean, mas no he dado tu Ley al olvido.

118:62  A media noche me levanto para alabarte por tus justos decretos.

118:63  Estoy asociado a todos los que te temen y guardan tus preceptos.

118:64  La tierra está llena de tu misericordia, oh Yahvé, hazme conocer tus disposiciones.

118:65  Conforme a tu palabra, oh Yahvé, has obrado bondadosamente con tu siervo.

118:66  Enséñame el juicio recto y el conocimiento, pues confío en tus preceptos.

118:67  Antes que me humillaras anduve descarriado, mas ahora me atengo a tu palabra.

118:68  Tú eres bueno y benéfico; instrúyeme, pues, en tus enseñanzas.

118:69  Fraguan engaños contra mí los infatuados, pero yo guardo tus preceptos con todo mi corazón.

118:70  El corazón de ellos está craso como sebo, mas yo tengo tu Ley como deleite.

118:71  Bueno me ha sido el ser maltratado, para conocer tus estatutos.

118:72  Mejor es para mí la Ley de tu boca que millares de oro y plata.

118:73  Tus manos me hicieron y me formaron; dame la inteligencia de tus disposiciones.

118:74  Los que te temen se alegrarán al verme, porque puse en tu palabra toda mi esperanza.

118:75  Reconozco, Yahvé, que tus juicios son justos y que justamente me has humillado.

118:76  Venga ahora tu misericordia a consolarme, según la promesa que diste a tu siervo.

118:77  Vengan a mí tus piedades para que tenga vida, porque tu Ley hace mis delicias.

118:78  Confundido quede el fatuo; mintiendo me ha deformado; pero yo meditaré en tus mandatos.

118:79  Diríjanse a mí los que te temen, los que conocen tus testimonios.

118:80  Sea mi corazón perfecto según tus leyes, para que no quede confundido.

118:81  Desfallece mi alma suspirando por la salud que de Ti viene; cuento con tu palabra.

118:82  Desfallecen mis ojos de tanto esperar tu promesa; ¿cuándo vendrás a consolarme?

118:83  He venido a ser como pellejo expuesto al humo, mas no he olvidado tus estatutos.

118:84  ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo juzgarás a los que me persiguen?

118:85  El infatuado cavó fosas para mí; él, que es contrario a la Ley.

118:86  Todos tus mandamientos son verdad; mas ellos sin causa me persiguen; ayúdame Tú.

118:87  Casi me han exterminado del país, pero yo no abandoné tus preceptos.

118:88  Según tu misericordia, consérvame la vida, y guardaré los oráculos de tu boca.

118:89  Tu palabra, oh Yahvé, es eterna, permanece en el cielo.

118:90  Tu fidelidad, de generación en generación; Tú formaste la tierra, y perdura.

118:91  Como Tú lo dispusiste, así continúa en todo tiempo, pues todas las cosas están a tu servicio.

118:92  Si yo no hubiera puesto mis delicias en tu Ley, ya habría perecido en mi angustia.

118:93  No olvidaré nunca tus decretos, porque en ellos me das la vida.

118:94  Yo soy tuyo: sálvame, pues me empeño en hacer tu voluntad.

118:95  Los pecadores me espían para perderme; pero yo sigo atento a tus preceptos.

118:96  A toda perfección le he hallado el límite, mas tus estatutos no lo tienen.

118:97  ¡Oh Yahvé, cuánto amo tu Ley! Es mi meditación de todo el día.

118:98  Tu mandamiento me hace más sabio que mis enemigos, porque él está siempre conmigo.

118:99  Estoy más instruido que todos mis maestros, porque tus enseñanzas son mi meditación.

118:100  Entiendo más que los ancianos, porque observo tus prescripciones.

118:101  Aparto mis pies de toda senda mala, para ser fiel a tus palabras.

118:102  No me desvío de tus decretos, porque me enseñaste Tú.

118:103  ¡Cuan dulces son a mi paladar tus palabras! Mas que la miel a mi boca.

118:104  Por tus preceptos me hago inteligente; por eso aborrezco todo camino de iniquidad.

118:105  Antorcha para mis pies es tu palabra, y luz para mi senda.

118:106  Juro, y me resuelvo a guardar tus justas disposiciones.

118:107  Abatido estoy en gran manera, oh Yahvé; dame vida según tu palabra.

118:108  Te sea grata, Yahvé, la ofrenda de mis labios, y enséñame tus designios.

118:109  Tengo constantemente mi vida en la mano, pero tu Ley no se aparta de mi memoria.

118:110  Los malvados me tendieron un lazo, mas yo no me desvié de tus preceptos.

118:111  Tus decretos son mi herencia para siempre, porque constituyen la alegría de mi corazón.

118:112  He inclinado mi corazón a cumplir tus estatutos, para siempre, hasta el fin.

118:113  Aborrezco a los de corazón doble y amo tu Ley.

118:114  Mi protector y mi escudo eres Tú; mi esperanza está en tu palabra.

118:115  Alejaos de mí los malvados; yo escrutaré las disposiciones de mi Dios.

118:116  Sosténme, como lo tienes prometido, y viviré; no desalientes mi esperanza.

118:117  Sé mi apoyo para que sea salvo y tenga constantemente mis ojos en tus decretos.

118:118  Tú desprecias a cuantos se apartan de tus órdenes, pues su pensamiento es engañoso.

118:119  Yo tengo por escoria a todos los impíos de la tierra; por esto amo tus enseñanzas.

118:120  Ante Ti se estremece de temor mi carne; tus juicios me llenan de espanto.

118:121  He abrazado la rectitud y la justicia, no me entregues en manos de mis opresores.

118:122  Responde Tú del bien por tu siervo, no sea que me opriman los infatuados.

118:123  Mis ojos desfallecen de tanto desear tu salvación y la promesa de liberación.

118:124  Haz con tu siervo según tu benignidad, e instrúyeme en tus enseñanzas.

118:125  Siervo tuyo soy; dame inteligencia, a fin de que comprenda tus testimonios.

118:126  Tiempo es ya de obrar, oh Yahvé; han hecho escarnio de tu Ley.

118:127  Por eso amo yo tus mandamientos, por sobre el oro, aun el más puro.

118:128  Por eso he escogido para mí todos tus preceptos, y odio todo camino de impostura.

118:129  Tus prescripciones son maravillas; por eso mi alma las observa.

118:130  La explicación de tus palabras ilumina, a los simples les da inteligencia.

118:131  Abro mi boca y suspiro, ansioso de tus órdenes.

118:132  Vuélvete hacia mí y seme propicio, como lo haces con los que aman tu Nombre.

118:133  Dirige mis pasos mediante tus palabras, para que no reine en mí injusticia alguna.

118:134  Rescátame de la opresión de los hombres, y seré obediente a tus preceptos.

118:135  Muestra a tu siervo tu Rostro sereno, y enséñame tus designios.

118:136  Ríos de agua han corrido de mis ojos, porque tu Ley no es observada.

118:137  Tú eres justo, Yahvé, y tu juicio es recto.

118:138  Con justicia has impuesto tus preceptos, y con gran benignidad.

118:139  Mi celo me consume, porque mis adversarios olvidan tus palabras.

118:140  Acendrada en extremo es tu palabra, y tu siervo la ama.

118:141  Yo soy pequeño, soy despreciado, mas no olvido tus preceptos.

118:142  Tu justicia es justicia eterna, y tu Ley es la verdad.

118:143  Angustia y tribulación vinieron sobre mí, mas tus sentencias son mis delicias.

118:144  La justicia de tus decretos es eterna; instrúyeme en ellos y viviré.

118:145  Clamo con todo mi corazón; escúchame, Yahvé; quiero obedecer tus voluntades.

118:146  Te he llamado; sálvame Tú, y cumpliré tus preceptos.

118:147  Me anticipo a la aurora y grito, pues tengo mi esperanza en tus palabras.

118:148  Mis ojos se adelantan a las vigilias de la noche, para meditar tu palabra.

118:149  Oh Yahvé, escucha mi voz según tu misericordia, y vivifícame conforme a tu justificación.

118:150  Se acercan los que me persiguen inicuamente, los que se alejan de tu Ley.

118:151  Tú, Yahvé, estás cerca; y todos tus caminos son verdad.

118:152  Desde antiguo tus preceptos me enseñaron que los estableciste para siempre.

118:153  Mira mi aflicción y líbrame, pues no me he olvidado de tu Ley.

118:154  Defiende Tú mi causa y rescátame, guarda mi vida, conforme a tu promesa.

118:155  Lejos está de los impíos la salvación, porque no se interesan por tus disposiciones.

118:156  Tus misericordias son muchas, oh Yahvé, otórgame vida según tus designios.

118:157  Muchos me persiguen y me atribulan, pero yo no me aparto de tus preceptos.

118:158  A la vista de los impostores tuve asco; ellos no hacían caso de tus palabras.

118:159  Mira, Yahvé, que yo amo tus preceptos; por tu misericordia, consérvame la vida.

118:160  La suma de tu palabra es la verdad, y eternos son todos los decretos de tu justicia.

118:161  Me persiguen sin causa los que tienen poder; pero mi corazón teme a tus palabras.

118:162  Y tus oráculos me alegran tanto como quien halla copioso botín.

118:163  Odio la falsedad y le tengo horror; pero tu Ley la amo.

118:164  Siete veces al día te digo mi alabanza por tus justos juicios.

118:165  Mucha es la paz de los que aman tu Ley; para ellos no hay piedra de escándalo.

118:166  Aguardo, Yahvé, tu socorro, mientras practico tus mandamientos.

118:167  Mi alma conserva tus enseñanzas, y las ama sin medida.

118:168  Sigo tus preceptos y disposiciones, porque Tú tienes en vista todos mis caminos.

118:169  Llegue a Ti, Yahvé, mi clamor, adiéstrame según tu palabra.

118:170  Penetre mi súplica hasta llegar a Ti, y líbrame conforme a tu palabra.

118:171  Un himno brotará de mis labios cuando Tú me hayas enseñado tus justificaciones.

118:172  Cante mi lengua tu palabra, porque todos tus preceptos son justos.

118:173  Que tu mano esté cerca para ayudarme, pues he preferido tus mandamientos.

118:174  Ansío la salud que de Ti viene, oh Yahvé, y en tu Ley he puesto mis delicias.

118:175  Viva, pues, mi alma para alabarte, y tus decretos sean mi apoyo.

118:176  Si me he descarriado, busca Tú a tú siervo como oveja perdida, porque no me he olvidado de tus leyes.

Chapter 119

119:1  Cántico gradual. A Yahvé clamé en medio de mi tribulación y Él me escuchó.

119:2  Yahvé, libra mi alma del labio engañoso, de la lengua astuta.

119:3  ¿Qué te dará o qué te añadirá (Yahvé), oh lengua astuta?

119:4  Saetas de un potente aguzadas en ascuas de retama.

119:5  ¡Ay de mí, advenedizo en Mósoc, alojado en las tiendas de Cedar!

119:6  Demasiado tiempo ha habitado mi alma entre los que odian la paz.

119:7  Yo soy hombre de paz; apenas hablo, y ellos mueven la guerra.

Chapter 120

120:1  Cántico gradual. Alzo mis ojos hacia los montes: ¿De dónde me vendrá el socorro?

120:2  Mi socorro viene de Yahvé que creó el cielo y la tierra.

120:3  ¿Permitirá Él que resbale tu pie? ¿O se dormirá el que te guarda?

120:4  No por cierto: no dormirá, ni siquiera dormitará, el Custodio de Israel.

120:5  Es Yahvé quien te custodia; Yahvé es tu umbráculo y se mantiene a tu derecha.

120:6  De día no te dañará el sol, ni de noche la luna.

120:7  Presérvete Yahvé de todo mal; Él guarde tu alma.

120:8  Yahvé custodiará tu salida y tu llegada, ahora y para siempre.

Chapter 121

121:1  Cántico gradual. De David. Me llené de gozo cuando me dijeron: “Iremos a la Casa de Yahvé.”

121:2  Ya se posan nuestros pies ante tus puertas, ¡oh Jerusalén!

121:3  Jerusalén, que estás edificada, como la ciudad cuya comunidad le está bien unida.

121:4  Allá suben las tribus, las tribus de Yah; es ley para Israel celebrar allí el Nombre de Yahvé.

121:5  Allí se han establecido los tronos para el juicio, los tronos de la casa de David.

121:6  Saludad a Jerusalén: “Gocen de seguridad los que te aman;

121:7  reine la paz dentro de tus muros, la felicidad en tus palacios.”

121:8  Por amor a mis hermanos y amigos exclamo: Paz sobre ti.

121:9  A causa del Templo de Yahvé nuestro Dios te auguro todo bien.

Chapter 122

122:1  Cántico gradual. Levanto mis ojos a Ti que habitas en los cielos.

122:2  Como los ojos de los siervos están fijos en las manos de sus señores; como los ojos de la sierva en las manos de su señora, así nuestros ojos están fijos en Yahvé nuestro Dios, hasta que se apiade de nosotros.

122:3  Apiádate, Yahvé, senos propicio, porque estamos colmados de desprecio.

122:4  Nuestra alma está muy harta del escarnio de los saciados, del oprobio de los soberbios.

Chapter 123

123:1  Cántico gradual. De David. Si Yahvé no hubiera estado con nosotros —dígalo ahora Israel—

123:2  si no hubiera estado Yahvé de nuestra parte cuando los hombres se levantaron contra nosotros,

123:3  nos habrían tragado vivos al inflamarse contra nosotros su furor;

123:4  entonces nos habrían sumergido las aguas, el torrente habría pasado sobre nosotros

123:5  y nuestra alma habría caído bajo las aguas tumultuosas.

123:6  Bendito sea Yahvé que no nos dio por presa de sus dientes.

123:7  Nuestra vida escapó como un pájaro del lazo de los cazadores. El lazo se ha roto y hemos quedado libres.

123:8  Nuestro socorro está en el Nombre de Yahvé, el que hizo el cielo y la tierra.

Chapter 124

124:1  Cántico gradual. Los que confían en Yahvé son como el monte Sión, que no será conmovido y permanecerá eternamente.

124:2  Como Jerusalén está rodeada de montes, así Yahvé rodea a su pueblo, ahora y para siempre.

124:3  No permanecerá, pues, el cetro de los impíos sobre la heredad de los justos; no sea que también los justos extiendan sus manos hacia la iniquidad.

124:4  Oh Yahvé, derrama tus favores sobre los buenos y rectos de corazón.

124:5  Pero a los que se desvían por senderos tortuosos échelos Yahvé con los obradores de iniquidad. ¡Paz sobre Israel!

Chapter 125

125:1  Cántico gradual. Cuando Yahvé trajo de nuevo a los cautivos de Sión, fue para nosotros como un sueño.

125:2  Se llenó nuestra boca de risas, y nuestra lengua de exultación. Entonces dijeron entre los gentiles: “Es grande lo que Yahvé ha hecho por ellos.”

125:3  Sí, Yahvé ha obrado con magnificencia en favor nuestro; por eso nos llenamos de gozo.

125:4  Oh Yahvé, cambia nuestro destino como los torrentes en el Négueb.

125:5  Los que siembran con lágrimas segaran con júbilo.

125:6  Yendo, iban llorosos, llevando la semilla para la siembra; volviendo, vendrán con exultación, trayendo sus gavillas.

Chapter 126

126:1  Cántico gradual. De Salomón. Si Yahvé no edifica la casa, en vano trabajan los que la construyen. Si Yahvé no guarda la ciudad, el centinela se desvela en vano.

126:2  Vano es que os levantéis antes del alba, que os recojáis tarde a descansar, que comáis pan de dolores; porque Él regala a sus amigos (aun) durante el sueño.

126:3  Vedlo: don de Yahvé son los hijos, el fruto del seno es un regalo.

126:4  Como flechas en manos del guerrero, así son los hijos de la juventud.

126:5  Dichoso el varón que tiene su aljaba llena de ellos; no será confundido cuando, en la puerta, litigue con sus adversarios.

Chapter 127

127:1  Cántico gradual. Dichoso tú que temes a Yahvé, que andas en sus caminos.

127:2  Pues comerás del trabajo de tus manos; serás bendito, te irá bien:

127:3  tu esposa, parra fecunda en el interior de tu casa; tus hijos, retoños de olivo alrededor de tu mesa.

127:4  Así será bendecido el hombre que teme a Yahvé.

127:5  Te bendiga Yahvé desde Sión, para que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida;

127:6  para que veas a los hijos de tus hijos. ¡Paz sobre Israel!

Chapter 128

128:1  Cántico gradual. Mucho me han combatido desde mi mocedad, exclame ahora Israel;

128:2  mucho me combatieron desde mi mocedad, mas no concluyeron conmigo.

128:3  Sobre mis espaldas araron los aradores; abrieron largos surcos;

128:4  mas Yahvé, el Justo, ha cortado las coyundas de los impíos.

128:5  Retrocedan confundidos cuantos odian a Sión.

128:6  Sean como la hierba de los tejados, que se seca antes de crecer.

128:7  No llena de ella su mano el segador, ni su regazo el que hace gavillas.

128:8  No dicen los transeúntes: “La bendición de Yahvé sea sobre vosotros.” “Os bendecimos en el Nombre de Yahvé.”

Chapter 129

129:1  Cántico gradual. Desde lo más profundo clamo a Ti, Yahvé,

129:2  Señor, oye mi voz. Estén tus oídos atentos al grito de mi súplica.

129:3  Si Tú recordaras las iniquidades, oh Yah, Señor ¿quién quedaría en pie?

129:4  Mas en Ti esta el perdón de los pecados, a fin de que se te venere.

129:5  Espero en Yahvé, mi alma confía en su palabra. Aguardando está

129:6  mi alma al Señor, más que los centinelas el alba. Más que los centinelas con la aurora

129:7  cuenta Israel con Yahvé, porque en Yahvé está la misericordia, y con Él copiosa redención.

129:8  Y Él mismo redimirá a Israel de todas sus iniquidades.

Chapter 130

130:1  Cántico gradual. De David. Yahvé, mi corazón (ya) no se engríe ni son altaneros mis ojos. No ando tras de grandezas ni en planes muy difíciles para mí;

130:2  lejos de eso, he hecho a mi alma quieta y apaciguada como un niño que se recuesta sobre el pecho de su madre; como ese niño, está mi alma en mí.

130:3  Oh Israel, espera en Yahvé, desde ahora y para siempre.

Chapter 131

131:1  Cántico gradual. Acuérdate, Yahvé, en favor de David, de toda su solicitud;

131:2  cómo juró a Yahvé, e hizo al Fuerte de Jacob este voto:

131:3  “No entraré yo a morar en mi casa, ni subiré al estrado de mi lecho;

131:4  no concederé sueño a mis ojos ni descanso a mis párpados,

131:5  hasta que halle un sitio para Yahvé, una morada para el Fuerte de Jacob.”

131:6  He aquí que le oímos mencionar en Efrata, encontrámosle en los campos de Yáar.

131:7  Entrábamos en la morada, para postrarnos ante el escabel de sus pies.

131:8  Oh Yahvé, sube a tu mansión estable, Tú y el Arca de tu majestad.

131:9  Revístanse de justicia tus sacerdotes y tus santos rebosen de exultación.

131:10  Por amor de David tu siervo no rechaces el rostro de tu ungido.

131:11  Yahvé juró a David una firme promesa que no retractará: “Vástago de tu raza pondré sobre tu trono.

131:12  Si tus hijos guardaren mi alianza, y los mandamientos que Yo les enseñare, también los hijos de ellos se sentarán sobre tu trono perpetuamente.”

131:13  Porque Yahvé escogió a Sión; la ha querido para morada suya:

131:14  “Este es mi reposo para siempre; aquí habitaré porque la he elegido.

131:15  Colmaré su mesa de bendiciones, saciaré de pan a sus pobres.

131:16  A sus sacerdotes los vestiré de salud, y sus santos rebosarán de exultación.

131:17  Allí haré reflorecer el cuerno de David, allí preparo una lámpara para mi ungido.

131:18  A sus enemigos vestiré de confusión; mas sobre él refulgirá mi diadema.”

Chapter 132

132:1  Cántico gradual. De David. ¡Mirad cuan bueno es y cuan deleitoso para los hermanos el estar reunidos!

132:2  Es como el precioso ungüento sobre la cabeza, que desciende a la barba, la barba de Aarón, y que baja hasta la orla de su vestido.

132:3  Es como el rocío del Hermón, que desciende sobre el monte Sión. Porque allí Yahvé derrama bendición, vida para siempre.

Chapter 133

133:1  Cántico gradual. Ea, bendecid a Yahvé, todos los siervos de Yahvé, los que estáis en la casa de Yahvé, en las horas de la noche.

133:2  Alzad vuestras manos hacia el Santuario, y bendecid a Yahvé.

133:3  Desde Sión te bendiga Yahvé, el que hizo el cielo y la tierra.

Chapter 134

134:1  ¡HalIelú Yah! Alabad el Nombre de Yahvé; alabadle vosotros, ciervos de Yahvé,

134:2  los que estáis en la casa de Yahvé, en los atrios del Templo de nuestro Dios.

134:3  Alabad a Yah porque es un Señor bueno; cantad salmos a su Nombre, porque es suave.

134:4  Porque Yah se eligió a Jacob, a Israel como su bien propio.

134:5  Porque yo sé esto: que Yahvé es grande, y que nuestro Señor es más que todas las divinidades.

134:6  Todo cuanto Yahvé quiere lo hace en el cielo y en la tierra, en el mar y en todos los abismos.

134:7  Él trae las nubes desde el extremo de la tierra, hace la lluvia con los relámpagos, saca los vientos de sus depósitos.

134:8  Él hirió a los primogénitos de Egipto, desde el hombre hasta el ganado.

134:9  Envió signos y prodigios a ti, oh Egipto, contra Faraón y contra todos sus vasallos.

134:10  Hirió a muchas naciones, y mató a reyes poderosos:

134:11  a Sehón, rey de los amorreos; y a Og, rey de Basan, y a todos los reyes de Canaán.

134:12  Y dio en herencia la tierra de ellos, en herencia a Israel, su pueblo.

134:13  Yahvé es tu Nombre para siempre; Yahvé, tu memorial de generación en generación;

134:14  pues Yahvé protege a su pueblo y tiene compasión de sus siervos.

134:15  Los ídolos de los gentiles son plata y oro, hechuras de manos de hombre:

134:16  tienen boca y no hablan; tienen ojos y no ven;

134:17  tienen orejas y no oyen, y no hay aliento en su boca.

134:18  Semejantes a ellos son quienes los hacen, quienquiera confía en ellos.

134:19  Casa de Israel, bendecid a Yahvé; casa de Aarón, bendecid a Yahvé.

134:20  Casa de Leví, bendecid a Yahvé, los que adoráis a Yahvé, bendecid a Yahvé.

134:21  Bendito sea Yahvé desde Sión, el que mora en Jerusalén.

Chapter 135

135:1  ¡Hallelú Yah! Alabad a Yahvé porque es bueno, porque su misericordia es para siempre.

135:2  Alabad al Dios de los dioses, porque su misericordia es para siempre.

135:3  Alabad al Señor de los señores, porque su misericordia es para siempre.

135:4  Al que, solo, obra grandes maravillas, porque su misericordia es para siempre.

135:5  Al que creó los cielos con sabiduría, porque su misericordia es para siempre.

135:6  Al que afirmó la tierra sobre las aguas, porque su misericordia es para siempre.

135:7  Al que hizo los grandes luminares, porque su misericordia es para siempre;

135:8  el sol para presidir el día, porque su misericordia es para siempre;

135:9  la luna y las estrellas para presidir la noche, porque su misericordia es para siempre.

135:10  Al que hirió a los egipcios en sus primogénitos, porque su misericordia es para siempre,

135:11  y sacó a Israel de en medio de ellos, porque su misericordia es para siempre;

135:12  con mano fuerte y brazo extendido, porque su misericordia es para siempre.

135:13  Al que partió en dos el Mar Rojo, porque su misericordia es para siempre;

135:14  y llevó a Israel a cruzarlo en el medio, porque su misericordia es para siempre;

135:15  y precipitó a Faraón y su ejército en el Mar Rojo, porque su misericordia es para siempre.

135:16  Al que guió a su pueblo por el desierto, porque su misericordia es para siempre.

135:17  Al que destrozó a grandes reyes, porque su misericordia es para siempre;

135:18  y mató a reyes poderosos, porque su misericordia es para siempre;

135:19  a Sehón, rey de los amorreos, porque su misericordia es para siempre;

135:20  y a Og, rey de Basan, porque su misericordia es para siempre;

135:21  y dio en herencia su tierra, porque su misericordia es para siempre;

135:22  en herencia a Israel, su siervo, porque su misericordia es para siempre.

135:23  Al que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, porque su misericordia es para siempre;

135:24  y nos libró de nuestros enemigos, porque su misericordia es para siempre.

135:25  Al que alimenta a toda carne, porque su misericordia es para siempre.

135:26  Alabad al Dios del cielo, porque su misericordia es para siempre.

Chapter 136

136:1  Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentábamos y llorábamos, acordándonos de Sión.

136:2  En los sauces de aquella tierra colgábamos nuestras cítaras;

136:3  porque allí nuestros raptores nos pedían cánticos, y nuestros atormentadores alegría: “Cantadnos de los cantares de Sión.”

136:4  ¿Cómo cantar un cántico de Yahvé en tierra extraña?

136:5  Si yo te olvido, oh Jerusalén, olvídese de sí mi diestra.

136:6  Péguese mi lengua a mi paladar, si no me acordare de ti; si no pusiese a Jerusalén por encima de toda alegría.

136:7  Acuérdate, Yahvé, contra los hijos de Edom, del día de Jerusalén. Ellos decían: “¡Arrasad, arrasadla hasta los cimientos!”

136:8  Hija de Babilonia, la devastada: dichoso aquel que ha de pagarte el precio de lo que nos hiciste.

136:9  ¡Dichoso el que tomará tus pequeñuelos y los estrellará contra la peña!

Chapter 137

137:1  De David. Quiero celebrarte, Yahvé, con todo mi corazón, porque oíste las palabras de mi boca; quiero cantarte delante de los reyes.

137:2  Me postraré ante tu santo Templo, y alabaré tu Nombre por tu misericordia y tu fidelidad; porque has engrandecido tu Palabra sobre todas las cosas.

137:3  El día en que (te) invoqué Tú me oíste y multiplicaste la fuerza en mi alma.

137:4  Te alabarán, Yahvé, todos los reyes de la tierra cuando hayan oído los oráculos de tu boca;

137:5  y cantarán los caminos de Yahvé: “Grande es ciertamente la gloria de Yahvé.

137:6  Sí, Yahvé, siendo excelso, pone los ojos en el humilde y mira como lejos de sí al soberbio.”

137:7  Cuando camino en medio de la tribulación, Tú conservas mi vida; tiendes tu mano contra la ira de mis enemigos, y tu diestra me salva.

137:8  Yahvé acabará para mí lo que ha comenzado. Yahvé, tu misericordia permanece eternamente; no abandones la obra de tus manos.

Chapter 138

138:1  Al maestro de coro. Salmo de David. Yahvé, Tú me penetras y me conoces.

138:2  Sabes cuando me siento y cuando me levanto; de lejos disciernes mis pensamientos.

138:3  Si ando y si descanso Tú lo percibes, y todos mis caminos te son familiares.

138:4  No está todavía en mi lengua la palabra, y Tú, Yahvé, ya la sabes toda.

138:5  Tú me rodeas por detrás y por delante, y pones tu mano sobre mí.

138:6  Maravillosa sobremanera es para mí tal ciencia, demasiado sublime, superior a mi alcance.

138:7  ¿Adónde iré que me sustraiga a tu espíritu, adónde huiré de tu rostro?

138:8  Si subiere al cielo, allí estás Tú; si bajare al abismo, Tú estás presente.

138:9  Si tomare las alas de la aurora, y me posare en el extremo del mar,

138:10  también allí me conducirá tu mano, y me tendrá asido tu diestra.

138:11  Si dijera: “Al menos las tinieblas me esconderán”, y a modo de luz me envolviese la noche.

138:12  las mismas tinieblas no serían oscuras para Ti, y la noche resplandecería como el día, la oscuridad como la luz.

138:13  Tú formaste mis entrañas; me tejiste en el seno de mi madre.

138:14  Te alabo porque te has mostrado maravilloso, porque tus obras son admirables; largamente conoces mi alma,

138:15  y mi cuerpo no se te ocultaba, aunque lo plasmabas en la oscuridad, tejiéndolo bajo la tierra.

138:16  Tus ojos veían ya mis actos, y todos están escritos en tu libro; los días (míos) estaban determinados antes de que ninguno de ellos fuese.

138:17  Oh Dios ¡cuán difíciles de comprender tus designios! ¡Cuán ingente es su número!

138:18  Si quisiera contarlos, son más que las arenas; si llegara al fin, mi duración sería como la tuya.

138:19  ¡Oh, si quitaras la vida, oh Dios, al impío, y se apartasen de mí los hombres perversos!

138:20  Porque con disimulo se rebelan contra Ti; siendo tus enemigos, asumen tu Nombre en vano.

138:21  ¿Acaso no debo odiar, Yahvé, a los que te odian, y aborrecer a los que contra Ti se enaltecen?

138:22  Los odio con odio total; se han hecho mis propios enemigos.

138:23  Escudríñame, oh Dios, y explora mi corazón, examíname y observa mi intimidad;

138:24  mira si ando por el falso camino, y condúceme por la senda antigua.

Chapter 139

139:1  Al maestro de coro. Salmo de David.

139:2  Líbrame, Yahvé, del hombre malo; defiéndeme del hombre violento,

139:3  de esos que en su corazón maquinan cosas perversas, que provocan contiendas cada día;

139:4  afilan su lengua como la serpiente, tienen veneno de áspid bajo sus labios.

139:5  Sálvame, Yahvé, de las manos del inicuo, guárdame del impío, de los que intentan hacerme caer.

139:6  Los soberbios me esconden lazos, y tienen mallas como red; me colocan trampas junto al camino.

139:7  Yo digo a Yahvé: Tú eres mi Dios; escucha, Yahvé, la voz de mi súplica.

139:8  Señor Yahvé, poderoso auxilio mío, Tú cubres mi cabeza en el día de la batalla.

139:9  No satisfagas, Yahvé, los deseos del inicuo, ni cumplas sus designios.

139:10  No levanten cabeza los que me asedian; caiga sobre ellos la malicia de sus lenguas.

139:11  Lluevan sobre ellos carbones encendidos, precipítalos en abismos, para no levantarse más.

139:12  El hombre de mala lengua no durará en la tierra; los infortunios caerán de golpe sobre el violento.

139:13  Sé que Yahvé tomará la defensa del desvalido, hará justicia a los pobres.

139:14  Ciertamente los justos celebrarán tu Nombre; los rectos habitarán en tu presencia.

Chapter 140

140:1  Salmo de David. Te he invocado, Yahvé, socórreme pronto; escucha mi voz cuando te llamo.

140:2  Como el incienso, suba hacia Ti mi oración; sea la elevación de mis manos el sacrificio vespertino.

140:3  Pon, Yahvé, una guardia ante mi boca, un cerrojo en la puerta de mis labios.

140:4  No dejes inclinar mi corazón a lo malo, para consumar acciones impías con hombres que obran la iniquidad; ni me dejes tener parte en sus delicias.

140:5  Golpéeme el justo y me corrija: esto es amor; mas nunca el óleo del pecador unja mi cabeza, y aun se elevará mi oración en sus prosperidades.

140:6  Fueron precipitados sus príncipes junto a la roca, y habían oído cuan suaves eran mis palabras.

140:7  Como la tierra que se trabaja rompiéndola, mis huesos han sido dislocados, y la tumba se ha abierto.

140:8  Mas a Ti, Señor Yahvé, se dirigen mis ojos; a Ti recurro, no derrames mi vida.

140:9  Guárdame del lazo que me han tendido y de las emboscadas de los malhechores.

140:10  Caigan juntos los impíos en sus propias redes al mismo tiempo que yo me salvare.

Chapter 141

141:1  Maskil. De David. Cuando estaba en la cueva. Oración.

141:2  Con (toda) mi voz clamo hacia Yahvé, a Yahvé imploro con (toda) mi voz.

141:3  En su presencia derramo mi ansiedad; ante Él expongo mi angustia.

141:4  Pues cuando en mí el espíritu está por desfallecer, eres Tú quien conoces mi rumbo. En el camino por donde voy me han escondido un lazo.

141:5  Miro hacia mi derecha, buscando, y no veo a nadie que me reconozca; no hay adonde huir, ni quien mire por mi vida.

141:6  A Ti, pues, clamo, Yahvé, diciendo: “Mi refugio eres Tú, herencia mía en la tierra de los vivientes.”

141:7  Atiende a mi clamor, porque he caído en extrema desventura. Sálvame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.

141:8  Sácame de esta cárcel, para que dé gracias a tu Nombre. Conmigo serán coronados los justos cuando Tú me hayas favorecido.

Chapter 142

142:1  Salmo de David. Yahvé, escucha mi oración, presta oído a mi súplica según tu fidelidad; óyeme por tu justicia,

142:2  y no entres en juicio con tu siervo, porque ningún viviente es justo delante de Ti.

142:3  El enemigo persigue mi alma, ha postrado en tierra mi vida; me ha encerrado en las tinieblas, como los ya difuntos.

142:4  El espíritu ha desfallecido en mí, y mi corazón está helado en mi pecho.

142:5  Me acuerdo de los días antiguos, medito en todas tus obras, contemplo las hazañas de tus manos,

142:6  y extiendo hacia Ti las mías: como tierra falta de agua, mi alma tiene sed de Ti.

142:7  Escúchame pronto, Yahvé, porque mi espíritu languidece. No quieras esconder de mí tu rostro: sería yo como los que bajaron a la tumba.

142:8  Hazme sentir al punto tu misericordia, pues en Ti coloco mi confianza. Muéstrame el camino que debo seguir, ya que hacia Ti levanto mi alma.

142:9  Líbrame de mis enemigos, Yahvé; a Ti me entrego.

142:10  Enséñame a hacer tu voluntad, porque Tú eres mi Dios. Tu Espíritu es bueno; guíame, pues, por camino llano.

142:11  Por tu Nombre, Yahvé, guarda mi vida; por tu clemencia saca mi alma de la angustia.

142:12  Y por tu gracia acaba con mis enemigos, y disipa a cuantos atribulan mi alma, porque soy siervo tuyo.

Chapter 143

143:1  De David. Bendito sea Yahvé, mi piedra; Él adiestra mis manos para la pelea, mis dedos para la guerra;

143:2  Él es mi alcázar y mi libertador, el broquel con que me cubro; Él es quien me somete los pueblos.

143:3  Yahvé ¿qué es el hombre para que de él te ocupes, el hijo de hombre para que pienses en él?

143:4  El hombre es semejante al soplo del viento; sus días, como sombra que pasa.

143:5  Oh Yahvé, inclina tus cielos y desciende; toca los montes y humearán.

143:6  Arroja tu rayo y dispérsalos, asesta tus flechas y desconciértalos.

143:7  Extiende tu mano desde lo alto y arrebátame sálvame de las muchas aguas, del poder de gente extranjera,

143:8  que con la boca habla mentiras, y con la diestra jura en falso.

143:9  Quiero cantarte, oh Dios, un cántico nuevo, con el salterio de diez cuerdas te cantaré:

143:10  “El que da la victoria a los reyes, que salvó a David, su siervo, de la fatal espada,

143:11  me ha salvado y me ha librado de la mano de gente extranjera, que con la boca habla mentiras y con la diestra jura en falso.

143:12  Nuestros hijos son como plantas que crecen en la flor de su edad; nuestras hijas, como columnas de ángulo, talladas para adorno de un palacio.

143:13  Nuestros graneros están llenos, rebosantes de toda clase de frutos. Nuestras ovejas, mil veces fecundas, se multiplican a miríadas en nuestros campos;

143:14  nuestros bueyes son robustos. No hay brechas ni salidas en nuestros muros ni llanto en nuestras plazas.”

143:15  Dichoso el pueblo que tanto tiene; dichoso el pueblo cuyo Dios es Yahvé.

Chapter 144

144:1  Alabanza. De David. A Ti, mi Dios Rey, ensalzaré, y por los siglos de los siglos bendeciré tu Nombre.

144:2  Te bendeciré cada día; y alabaré tu Nombre por los siglos de los siglos.

144:3  Grande es Yahvé y digno de suma alabanza; su grandeza es insondable.

144:4  Una generación anuncia a la otra tus obras, y proclama tu poder.

144:5  Hablan de la magnífica gloria de tu Majestad, y divulgan tus maravillas.

144:6  Cuentan el poderío terrible de tus hechos, y publican tus grandezas.

144:7  Rememoran el elogio de tu inmensa bondad, y se gozan de tu justicia (diciendo):

144:8  “Yahvé es benigno y misericordioso, magnánimo y grande en clemencia.

144:9  Yahvé es bueno con todos, y su misericordia se derrama sobre todas sus creaturas.”

144:10  Todas tus obras te alabarán, Yahvé, y tus santos te bendecirán.

144:11  Publicarán la gloria de tu reino, y pregonarán tu potestad,

144:12  haciendo conocer a los hijos de los hombres tu poder y el magnífico esplendor de tu reino:

144:13  Tu reino es reino de todos los siglos; y tu imperio, de generación en generación. Yahvé es digno de confianza en todas sus palabras, y benévolo en todas sus obras.

144:14  Yahvé sostiene a todos los que caen, y levanta a todos los agobiados.

144:15  Los ojos de todos te miran esperando, y Tú les das a su tiempo el alimento.

144:16  Tú abres la mano y hartas de bondad a todo viviente.

144:17  Yahvé es justo en todos sus caminos, y santo en todas sus obras.

144:18  Yahvé cerca está de cuantos le invocan, de todos los que le invocan de veras.

144:19  Él hace la voluntad de los que le temen, oye su clamor y los salva.

144:20  Yahvé conserva a todos los que le aman, y extermina a todos los impíos.

144:21  Mi boca dirá la alabanza de Yahvé; y toda carne bendecirá su santo Nombre por los siglos de los siglos.

Chapter 145

145:1  ¡HalIelú Yah! Alaba a Yahvé, alma mía.

145:2  Toda mi vida alabaré a Yahvé; cantaré salmos a mi Dios mientras yo viva.

145:3  No pongáis vuestra confianza en los príncipes, en un hijo de hombre, que no puede salvar.

145:4  Apenas el soplo le abandona, él vuelve a su polvo, y entonces se acaban todos sus designios.

145:5  Dichoso en cambio quien tiene en su ayuda al Dios de Jacob, y pone su esperanza en Yahvé, su Dios,

145:6  Creador del cielo y de la tierra, del mar y de cuanto contienen. Él conserva siempre su fidelidad;

145:7  hace justicia a los oprimidos, y da pan a los hambrientos. Es Yahvé quien desata a los cautivos;

145:8  es Yahvé quien abre los ojos de los ciegos; Yahvé levanta a los agobiados; Yahvé ama a los justos;

145:9  Yahvé cuida de los peregrinos; sustenta al huérfano y a la viuda, y trastorna los caminos de los malvados.

145:10  Reinará Yahvé para siempre, el Dios tuyo, oh Sión, de edad en edad. ¡HalIelú Yah!

Chapter 146

146:1  ¡Hallelú Yah! Alabad a Yahvé porque es bueno; salmodiad al Dios nuestro porque es amable; bien le está a Él la alabanza.

146:2  Es Yahvé quien reconstruye a Jerusalén, y congrega a los dispersos de Israel;

146:3  Él quien sana a los de corazón llagado, y venda sus heridas;

146:4  Él quien fija el número de las estrellas, y a cada una llama por su nombre.

146:5  Grande es nuestro Señor, poderoso en fuerza; y su sabiduría no tiene medida.

146:6  Yahvé levanta a los humildes, y abaja hasta la tierra a los impíos.

146:7  Ensalzad a Yahvé con acciones de gracias, cantad al son de la cítara salmos a nuestro Dios,

146:8  que cubre el cielo de nubes, y prepara la lluvia para la tierra; que en los montes hace brotar hierba, y plantas para servir al hombre;

146:9  que da su alimento a los ganados, y a las crías de los cuervos que pían.

146:10  Él no se deleita en el vigor del caballo, ni le agradan los músculos del hombre.

146:11  La complacencia de Yahvé está en los que le temen, los que se fían en su bondad.

Chapter 147

147:1  Da gloria a Yahvé, oh Jerusalén; alaba, oh Sión, a tu Dios.

147:2  Porque Él ha asegurado los cerrojos de tus puertas; ha bendecido tus hijos dentro de ti.

147:3  Él ha puesto paz en tus fronteras, y te alimenta de la flor del trigo.

147:4  Él manda sus órdenes a la tierra; su palabra corre veloz.

147:5  Él derrama la nieve como copos de lana; esparce como ceniza la escarcha.

147:6  Él echa su hielo como bocados de pan; ¿quién resistiría su frío?

147:7  Él envía su palabra y los derrite; hace soplar el viento, y las aguas corren.

147:8  Él dio a conocer su palabra a Jacob; sus estatutos y sus mandatos a Israel.

147:9  No hizo tal con ninguno de los otros pueblos; a ellos no les manifestó sus disposiciones. ¡Hallelú Yah!

Chapter 148

148:1  ¡Hallelú Yah! Alabad a Yahvé desde los cielos, alabadlo en las alturas.

148:2  Ángeles suyos, alabadlo todos; alabadle todos, ejércitos suyos.

148:3  Alabadle, sol y luna; lucientes astros, alabadle todos.

148:4  Alabadle, cielos de los cielos y aguas que estáis sobre los cielos:

148:5  alaben el Nombre de Yahvé, porque Él lo mandó, y fueron creados.

148:6  Él los estableció para siempre y por los siglos; dio un decreto que no será transgredido.

148:7  Alabad a Yahvé desde la tierra, monstruos marinos y todos los abismos;

148:8  fuego y granizo, nieve y nieblas, vientos tempestuosos, que ejecutáis sus órdenes;

148:9  montes y collados todos, árboles frutales y todos los cedros;

148:10  bestias salvajes y todos los ganados, reptiles y volátiles;

148:11  reyes de la tierra y pueblos todos, príncipes y jueces todos de la tierra;

148:12  los jóvenes y también las doncellas, los ancianos junto con los niños.

148:13  Alaben el Nombre de Yahvé, porque solo su Nombre es digno de alabanza; su majestad domina la tierra y los cielos.

148:14  Él ha encumbrado el cuerno de su pueblo. Para Él es la alabanza de todos sus santos, los hijos de Israel, el pueblo familiar suyo. ¡Hallelú Yah!

Chapter 149

149:1  ¡Hallelú Yah! Cantad a Yahvé el cántico nuevo; resuenen sus alabanzas en la reunión de los santos.

149:2  Alégrese Israel en su Hacedor, y los hijos de Sión regocíjense en su Rey.

149:3  Alaben su Nombre entre danzas; cántenle al son del tímpano y de la cítara.

149:4  Porque Yahvé se deleita en su pueblo; y ha adornado con el triunfo a los humildes.

149:5  Salten de alegría los santos por tal gloria, griten de júbilo desde sus triclinios.

149:6  En su boca vibra el elogio de Dios, y en sus manos espadas de dos filos,

149:7  para tomar venganza de las naciones, y castigar a los gentiles;

149:8  para atar a sus reyes con grillos, y a sus magnates con esposas de hierro;

149:9  para ejecutar en ellos la sentencia escrita. Gloria es esta para todos sus santos. ¡Hallelú Yah!

Chapter 150

150:1  ¡Hallelú Yah! Alabad al Señor en su Santuario, alabadlo en la sede de su majestad.

150:2  Alabadlo por las obras de su poder, alabadlo según su inmensa grandeza.

150:3  Alabadlo al son de trompeta, alabadlo con salterio y cítara.

150:4  Alabadlo con tamboril y danza, alabadlo con cuerdas y flautas.

150:5  Alabadlo con címbalos sonoros, alabadlo con címbalos que atruenen.

150:6  ¡Todo lo que respira alabe al Señor! ¡Hallelú Yah!